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Las Fuerzas Militares del posacuerdo. Contribuciones en torno a sus retos y posibilidades

 

Resumen

Los diálogos de paz entre el Gobierno Nacional y las FARC permiten hablar de los posibles restos y transformaciones que están enfrentando y enfrentarán en el posacuerdo las Fuerzas Militares de Colombia. Este libro tiene por objetivo contribuir a esto a través de un análisis crítico de los documentos académicos y no-académicos sobre las FFMM en torno a la Memoria Histórica Militar, el proceso actual de transformación de las FFMM, la opinión y controversias públicas que construyen la percepción sobre las FFMM, y la Comisión de la verdad en relación con las FFMM. Para ello se presentan los aportes de las fuerzas militares al posacuerdo, las nuevas amenazas y oportunidades de mejora de las FFMM, las diferentes percepciones sobre estas, la importancia de su papel en la comisión de la verdad como una oportunidad para construir la paz y por último, unas reflexiones finales sobre los resultados de cada uno de los temas expuestos. Este libro además de ser un aporte que brinda elementos y herramientas para las FFMM y los estudios militares, contribuye a que a los diferentes agentes internacionales y sectores de la sociedad colombiana conozcan y reconozcan rol que juegan las FFMM en la construcción de paz.

Palabras clave: Fuerzas armadas, sociología militar, Fuerzas militares comisión de la verdad, Colombia, posacuerdo, guerra, proceso de paz.

 

The Armed Forces in the post-Agreement. Challenges and Possibilities

 

Abstract

With the peace talks between the National Government and the FARC, we can now discuss the possible challenges and transformations that the Colombian Armed Forces face and those that they will face after the signing of a Peace Agreement. The goal of this text is to contribute to this discussion by providing a critical analysis of academic and nonacademic documents on the Armed Forces, historical memory within the military, current transformations of the Armed Forces, public opinion and controversies on the perception of the Armed Forces and the Truth Commission in relation to the Armed Forces. It presents contributions of the Military Forces to the post-agreement context, new threats and opportunities for the improvement of the Armed Forces, different points of view about them, and the importance of the military forces in the Truth Commission as an opportunity for peace building, in addition to some final reflections regarding each of the topics discussed. In addition to contributing ideas and tools to the Armed Forces and to military studies, this text will help international agencies and sectors of Colombian society to familiarize themselves with and to recognize the role played by the Armed Forces in the construction of peace.

Keywords: Armed Forces, military sociology, Armed Forces and the Truth Commission, Colombia, post-Agreement, war, peace process.

 

Citación sugerida:

Ramírez Arcos, H. E., Juan David Guevara & Juan Felipe Riaño. (2016). Las Fuerzas Militares del posacuerdo. Contribuciones en torno a sus retos y posibilidades. Bogotá: Editorial Universidad del Rosario.

DOI: http://dx.doi.org/10.12804/tp9789587388107

 

 

 

 

LAS FUERZAS MILITARES
DEL POSACUERDO

Contribuciones en torno a sus retos y posibilidades

 

 

HUGO EDUARDO RAMÍREZ ARCOS

JUAN DAVID GUEVARA SALAMANCA

JUAN FELIPE RIAÑO LANDAZÁBAL

 

—Editores académicos—

 

 

Ramírez Arcos, Hugo

Las Fuerzas Militares del posacuerdo. Contribuciones en torno a sus retos y posibilidades / Hugo Ramírez Arcos, Juan David Guevara, Juan Felipe Riaño. - Bogotá: Editorial Universidad del Rosario, 2016.

xxvii, 254 páginas - (Textos de Ciencia Política y Gobierno, y de Relaciones Internacionales)

Incluye referencias bibliográficas.

 

ISBN: 978-958-738-809-1 (impreso)

ISBN: 978-958-738-810-7 (digital)

 

Colombia - Fuerzas armadas - Historia / Sociología militar / Comisión de la verdad - Colombia / I. Ramírez, Hugo / II. Guevara, Juan David. / III. Universidad del Rosario. Facultades de Ciencia Política y Gobierno, y de Relaciones Internacionales / IV. Título / V. Serie.

 

355.009861 SCDD 20

 

Catalogación en la fuente – Universidad del Rosario. Biblioteca

 

JDA  Noviembre 4 de 2016

 

 

Hecho el depósito legal que marca el Decreto 460 de 1995

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Textos de Ciencia Política y Gobierno, y de Relaciones Internacionales

 

©  Editorial Universidad del Rosario

© Universidad del Rosario, Facultades de Ciencia Política y Gobierno, y de Relaciones Internacionales

© Hugo Eduardo Ramírez Arcos, Juan David Guevara Salamanca, Juan Felipe Riaño Landazábal

 

 

 

 

 

 

Editorial Universidad del Rosario

Carrera 7 Nº 12B-41, oficina 501 • Teléfono 297 02 00

http://editorial.urosario.edu.co

Primera edición: Bogotá D.C., diciembre de 2016

 

ISBN: 978-958-738-809-1 (impreso)

ISBN: 978-958-738-810-7 (digital)

DOI: http://dx.doi.org/10.12804/tp9789587388107

 

Coordinación editorial: Editorial Universidad del Rosario

Corrección de estilo: Ludwing Cepeda Aparicio

Diseño de cubierta: Miguel Ramírez, Kilka DG

Diagramación: Precolombi EU-David Reyes

Desarrollo epub: Lapiz Blanco S.A.S.

 

Hecho en Colombia
M
ade in Colombia

 

Los conceptos y opiniones de esta obra son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no comprometen a la universidad ni sus políticas institucionales.

 

Fecha de evaluación: 14 de julio de 2016

Fecha de aprobación: 05 de octubre de 2016

 

Todos los derechos reservados. Esta obra no puede ser reproducida sin el permiso previo por escrito de la Editorial Universidad del Rosario.

 

 

Hugo Eduardo Ramírez

Politólogo de la Universidad del Rosario. Maestro en Sociología de la Universidad Nacional de Colombia y candidato al Doctorado en Estudios Políticos e Internacionales de la Universidad del Rosario. Profesor de la Facultad de Ciencia Política y Gobierno y de la Escuela de Ciencias Humanas de la misma universidad.

 

Juan David Guevara

Politólogo de la Universidad del Rosario (Bogotá) con maestría Interdisciplinaria en Ciencias de la Rehabilitación y Sociología de la Universidad de Alberta (Edmonton, Canadá). Actualmente se desempeña como investigador asociado del Instituto Rosarista de Acción Social-SERES de la Universidad del Rosario.

 

Juan Felipe Riaño

Antropólogo y Relacionista Internacional de Wheaton College (Massachusetts, Estados Unidos), con estudios de especialización en Gestión Regional del Desarrollo de la Universidad de los Andes. Tiene experiencia en proyectos de pedagogía, evaluación de proyectos sociales y ha hecho trabajo de campo en diversos países de América Latina. Ha realizado investigación en temas de género, conflicto armado y desarrollo.

 

 

 

Prólogo

 

 

Mónica Acosta García*

 

*Abogada e internacionalista de la Universidad del Rosario. Maestra en Sociología Jurídica del Instituto Internacional de Sociología Jurídica de Oñati y de la Universidad del País Vasco. Candidata a Doctora en Derecho y Sociología Jurídica en la Universidad del Rosario y la Universidad del País Vasco. Profesora e investigadora de la Escuela Intercultural de Diplomacia Indígena (eidi), y de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario. Su participación en la eidi y en el Doctorado en Derecho se ha orientado a brindar herramientas sobre la justicia transicional y su relacióncon los derechos indígenas.

 

 

 

 

 

En 1983 en Argentina la Junta Militar entrega el poder, se convocan elecciones presidenciales para dar fin a la dictadura y se crea la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas para investigar las violaciones a los derechos humanos ocurridas entre 1976 y 1983. De igual forma, en 1988 con un “No” los chilenos ponen fin a la dictadura de Augusto Pinochet, y dan inicio al período llamado “transición a la democracia”. Posteriormente, el 16 de enero de 1992 se firman los Acuerdos de Paz entre el Gobierno de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) en el Castillo de Chapultepec, México, y se finaliza con doce años de guerra civil en el país. Finalmente, después de tres décadas de conflicto armado interno, el 29 de diciembre de 1996 el gobierno de Guatemala acuerda una paz firme y duradera con la Unidad Nacional Revolucionaria Guatemalteca (URNG) y logra el fin del conflicto. En todos esos procesos — y en otros más que se mencionarán en el presente libro— las discusiones sobre justicia transicional (JT) giraron en torno a ofrecer una concepción normativa de la justicia, que aunque politizada diera cuenta del Estado de derecho, símbolo particular de la transición liberal (Teitel, 2000), y de establecer jurídicamente un paquete de medidas predefinido, como los juicios, procesos de purgas y reparaciones, que debían tomar algunos actores —los culpables oportunistas, perdedores, fanáticos, víctimas, beneficiarios, saboteadores, neutrales, etc. —, después del tránsito de un régimen político a otro (Elster, 2004).

Es indiscutible el hecho que la JT se ha convertido en un campo de estudio muy amplio, en el que tienen cabida diversos posconflictos y posdictaduras, períodos de transición política que van de la guerra a la paz y del régimen dictatorial al régimen democrático, un campo heterogéneo, centro de debate de distintas disciplinas1 y en el que existe una gran variedad de medidas relacionadas con la verdad, la justicia y la reparación, y un campo normalizado al ser parte de la agenda internacional de los derechos humanos2 (De Greiff, 2011, p. 19). Este tipo de justicia reviste una gran complejidad al tratar de equilibrar dos postulados entre sí: por un lado, se encuentran los imperativos jurídicos internacionales relacionados con la responsabilización de los culpables de crímenes atroces, y por otro, los relacionados con los derechos de las víctimas a la “verdad”, la justicia y la reparación, y las restricciones de un proceso de paz (justicia vs. paz) (Uprimny, 2006, pp. 19-20; Hayner 2002, p. 36). Esto ha llevado en la práctica a enfrentar diferentes diseños institucionales e implementar un conjunto diverso de herramientas, desde mecanismos judiciales dirigidos a sancionar a los responsables (acciones penales), en los que el “castigo permite la disuasión de delitos futuros” (Elster, 2006), hasta el establecimiento de mecanismos oficiales e incluso extraoficiales (Comisiones de la Verdad), a través de los cuales se logrará “restaurar el tejido básico de la sociedad mediante la inclusión de la víctima y el delincuente, así como otros miembros de la comunidad (Zehr, 2002).

En este sentido, no solo la justicia y el castigo a los culpables sirven para reconstruir el tejido básico de la sociedad. La verdad ayuda a establecer un registro histórico de abusos contra los DDHH durante los conflictos violentos o regímenes represivos. Desempeña un papel clave en el reconocimiento del sufrimiento de las víctimas. La verdad puede servir de base para la convivencia futura (Buckley-Zistel, 2014, p. 156). Además de ser contemplada como un derecho, la “verdad” también lleva consigo un carácter reparador, el cual se logra a través del establecimiento de la CV, y la obligación a cargo del Estado de preservar los archivos relativos a las violaciones de los DDHH y el derecho humanitario y la posibilidad de consultarlos. Como resultado de una amplia experiencia sobre CV y su documentación (Hayner, 1994; 2002; Crocker, 2000, 2000a; Mendeloff, 2004; Freeman, 2006), las CV se han convertido en el mecanismo primordial, predefinido, “cada vez más necesario si no esencial, dentro del proceso de consolidación de la paz” (Mendeloff, 2004, p. 355; Freeman, 2006, p. 3), para conocer lo que sucedió y lograr la reconciliación en el posconflicto. Al respecto, expresa Orentlicher que la amplia experiencia adquirida en todo el mundo con las CV ha venido a demostrar que la “participación de las víctimas y de otros ciudadanos” es de especial importancia para las deliberaciones sobre la dimensión colectiva del derecho a conocer la verdad (Orentlicher, 2005).

Colombia no escapa de la JT y de sus diversas herramientas para conocer lo que sucedió y lograr la reconciliación en el posconflicto. Desde 2005, académicos (De Gamboa, 2005, 2006, 2007, 2012; Díaz Gómez, 2011; Uprimny, 2006, 2008, 2010; Saffon, 2006, 2008, 2011; Rincón, 2010; Castillejo, 2009, 2012, 2013), funcionarios del Gobierno: la Dirección de Justicia Transicional del Ministerio de Justicia, el Centro de Memoria Histórica y las Fuerzas Militares (FFMM) de Colombia y actores no estatales han introducido sus posiciones en el debate de la JT. Como resultado de los acuerdos entre el Gobierno y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), en 2005 se dio lugar a diversos mecanismos de judicialización (persecución penal, reparación a las víctimas, pena alternativa como beneficio por el esclarecimiento de la verdad). Nos encontramos frente a un extenso marco normativo,3 una estructura institucional sólida y un conjunto de medidas sobre verdad, justicia, y reparación. Estas medidas obedecen al establecimiento normativo de la investigación, el procesamiento y la alternatividad de las penas a favor de los actores armados por ayudar en la “consecución de la paz nacional, la colaboración con la justicia, la reparación a las víctimas y su adecuada resocialización” (Ley 975 de 2005, analizada por la Sentencia C-370 de 2006 y modificada por la Ley 1542 de 2012); la creación de una institucionalidad en el proceso penal y administrativo4 y en el proceso de reconstrucción de la memoria histórica, la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR) (2005) y el Grupo de Memoria Histórica (2005, hoy Centro Nacional de Memoria Histórica (CMNH); el establecimiento de la reparación individual simbólica o económica —restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción y las garantías de no repetición— para las víctimas de grupos armados organizados al margen de la ley, excluyendo a las víctimas del Estado (Decreto 1290 de 2008; art. 132- 150 y art. 151 Ley 1448 de 2011, reparación colectiva; Decreto 4800 de 2011); la creación de un mecanismo no judicial de contribución a la verdad y la memoria histórica, denominado Acuerdos de la Verdad, implementado por el CNMH con el fin de recolectar, sistematizar y preservar la información que surja de los acuerdos de contribución a la verdad histórica y la reparación, y de producir los informes a que haya lugar (Ley 1424 de 2010); la creación de mecanismos extrajudiciales de justicia, el establecimiento de criterios de priorización y selección de casos, la suspensión de la ejecución de la sanción, la renuncia a la persecución penal para los hechos no seleccionados, y la creación de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición (Marco Jurídico para la Paz. Acto Legislativo 01 de 2012; acuerdo entre el Gobierno y las Farc, junio de 2015).

Aunque desde 2005 el gobierno ha dado prevalencia a la verdad originada en los procesos judiciales, como resultado de las actuales negociaciones entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) en La Habana, no ha impedido las discusiones sobre mecanismos no judiciales para “que se esclarezca y conozca la verdad sobre lo ocurrido en el conflicto”. Siendo el instrumento principal de ese discurso el establecimiento de una CV,5 cuyo objetivo es la producción de dicho saber, enmarcado fundamentalmente en el discurso de los DDHH y en el derecho internacional humanitario, particularmente como un mecanismo independiente e imparcial para producir datos sobre “graves violaciones a los DDHH” (Castillejo, 2009, p. 302). Es a través del futuro establecimiento de este mecanismo que la participación de las víctimas y de otros ciudadanos e instituciones se ha tornado fundamental. Es con base en este contexto que este trabajo nace para mostrar el interés y el rol que las FFMM de Colombia han desarrollado frente a las discusiones sobre un período de posconflicto.

El papel de las FFMM “en las transformaciones políticas es determinante” (Agüero, 2002 en Adé Portero, 2011). Esto obedece, en palabras de Stepan y Linz, “a que la política es una lucha por el poder y que, por lo tanto, los ejércitos (activa o pasivamente) tienen un papel destacado en la misma” (1996, en Adé Portero, 2011, p. 3). De esta manera, el presente libro retomará los diversos diseños institucionales y el conjunto de herramientas desarrollado hasta el momento en Colombia, particularmente los retos que genera para las FFMM el establecimiento de la Comisión de la Verdad, como mecanismo primordial, cada vez más necesario y esencial dentro del proceso de consolidación de la paz, que incluye no solo a la víctima sino a otros miembros de la sociedad colombiana. La apuesta principal es brindar un análisis sobre las prácticas, generalidades y particularidades del accionar de las FFMM y su papel en el conflicto, la efectividad de sus estrategias y en la relación armada y social con otros actores, remitiéndonos a la memoria histórica militar, a los escenarios de transformación para la institución, a la opinión, las controversias y la percepción pública de la FFMM desde la academia y desde los medios de comunicación. Finalmente, con el propósito de contribuir a los escasos estudios sobre las FFMM y la justicia transicional, este libro presenta una revisión minuciosa y crítica de documentos de investigación académica, documentos periodísticos, informes técnicos, documentos oficiales y las discusiones que los miembros de las FFMM han llevado a cabo en los últimos años.

 

Referencias

Adé Portero, I. (2011). “Las fuerzas armadas en las transiciones democráticas: el caso de España y Chile y su aplicabilidad a los países árabes”, en el X Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración. Disponible en http://www.aecpa.es/uploads/files/modules/congress/10/papers/588.pdf

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Buckley-Zistel, S., Koloma, T., Braun, C. y Mieth, F. (2014). Transitional Justice Theories. Routledge.

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Zehr, H. (2002). The Little Book of Restorative Justice. Intercourse, PA: Good Books.

 

 

 

 

Notas

1 No se debe perder de vista, expresa Hoogenboom, que la JT fue construida por los académicos occidentales —Kritz (1995) y Minow (1998)— con base en trabajos normativos, legales-filosóficos y estudios pequeños-etnográficos de casos, influenciados por la tercera ola de la democratización y por el convencimiento de una comunidad internacional más liberal, y de un sistema más humano (Hoogenboom, 2014). Hoy las discusiones se dan a través de una variedad de disciplinas, incluyendo además del derecho, la antropología, los estudios culturales, de desarrollo, la economía, la educación, la ética, la historia, la filosofía, la ciencia política, la psicología, la sociología y la teología (Bell, 2009, p. 9).

 

2 Conceptos como “justicia”, “Estado de derecho” y “justicia de transición” resultaban esenciales en el debate de la agenda internacional “para entender la labor de la comunidad internacional para afianzar los DDHH, protegerlos frente al miedo y la necesidad, resolver conflictos de propiedad, fomentar el desarrollo económico, promover la rendición de cuentas por parte de los poderes públicos y resolver pacíficamente los conflictos” (ONU, 2004, p. 5, cursiva fuera del texto). De esta manera, el discurso jurídico de la JT fue tomando forma a nivel global.

 

3 En 2005 el gobierno de Álvaro Uribe aprobó la Ley 975, con el objetivo de facilitar la reincorporación a la vida civil de miembros de grupos armados ilegales. Por medio de dicha ley y sus decretos reglamentarios (4760 de 2005, 3391 de 2006, 3570 de 2007) se dio inicio a la discusión sobre la JT y sus herramientas en el país, como la investigación y sanción de los desmovilizados y los beneficios judiciales otorgados “bajo la condición de cumplir con medidas como la verdad, la reparación de las víctimas y una adecuada resocialización” (ICTJ, 2014). La discusión sobre las herramientas de política pública de la JT se ha profundizado con otras leyes, decretos del gobierno y pronunciamientos judiciales. La Ley de Justicia y Paz (975), reformada por la Ley 1592, la sentencia C-370 de 2006 de la Corte Constitucional, el Decreto 1290 de 2008 sobre la indemnización de víctimas, la Ley 1424 de 2010 relacionada con el acuerdo de contribución a la verdad con el Estado, la Ley 1448 de 2011 conocida como Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras, y sus decretos reglamentarios con enfoque diferencial (4633 de 2011 sobre Pueblos Indígenas), y el Marco Jurídico para la Paz (Acto Legislativo 01 de 2012).

 

4 Las Salas de Justicia y Paz en los Tribunales Superiores de Medellín, Barranquilla, Bogotá y Bucaramanga, la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía General de la Nación, Área de Justicia y Paz de la Procuraduría General de la Nación, Área de Defensoría Pública de la Defensoría del Pueblo, por medio de la Ley 1448 de 2011, crearon la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, la Unidad de Tierras y los jueces civiles del Circuito especializados en restitución de tierras, y el Centro Nacional de Memoria Histórica.

 

5 El gobierno colombiano y las Farc acordaron el establecimiento de la “Comisión para Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición”, con los objetivos de “contribuir al esclarecimiento de lo ocurrido y de la complejidad del conflicto”, de “promover y contribuir al reconocimiento de las víctimas como ciudadanos, y de responsabilidades individuales y colectivas de los partícipes en el conflicto” y de “promover la convivencia en los territorios”. Además de contemplar una participación “amplia, pluralista y equilibrada” de las víctimas individuales y colectivas, da un carácter particular a la victimización sufrida por las mujeres y a las formas diferenciadas en las que el conflicto ha afectado (niñez, indígenas, afrodescendientes, LGTBI, etc.) (acuerdo Gobierno y Farc, 4 de junio de 2015).

 

Introducción*

*Los autores quieren dar un especial agradecimiento al papel de asistente de investigación de Carol Rojas Duarte, antropóloga de la Universidad de los Andes y magíster en Ciencias Sociales de la Universidad de Lausana, Suiza, para la consolidación de este documento.

 

 

 

 

 

 

El momento histórico que el país está viviendo a raíz de las negociaciones entre el gobierno colombiano de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) en La Habana ha generado un alto nivel de optimismo de una gran cantidad de sectores políticos, sociales y económicos, frente a la desmovilización de este grupo guerrillero.

Estos altos niveles de optimismo están también acompañados de un clima de preocupación, nerviosismo y desconfianza, de otros sectores sociales, económicos y políticos que no confían en las Farc, ni en lo que resulte de lo acordado en La Habana; el triunfo del “No” en el plebiscito de refrendación de los acuerdos es una muestra de esto.

A pesar de esta división, las Fuerzas Militares (FFMM) de Colombia han reiterado en diversos medios de comunicación, foros académicos y eventos militares su compromiso de aportar a la paz de Colombia y respaldar al Gobierno colombiano respecto de las decisiones que se tomen en La Habana. Esto significa que al interior de la institución militar se están generando una serie de discusiones, reflexiones y transformaciones que buscan adaptar a las FFMM para los desafíos que implica la terminación del conflicto armado con un actor como las Farc.

Este trabajo nace de este proceso interno de las FFMM de repensar su rol ante un escenario de posacuerdo con las Farc. Esto implica que se discuta y definan estrategias para afrontar las situaciones relacionadas a la justicia ­transicional, la Comisión de la Verdad, la reparación a las víctimas y las garantías de no repetición, entre otras.

El libro que se presenta continuación es la suma de distintos esfuerzos, apuestas, y por qué no, curiosidades personales que han contado con buen asidero entre quienes han apoyado todo este proceso. Esta obra inicia como una pregunta sobre el papel de las FFMM en el posconflicto, como la curiosidad de un grupo de investigadores que, frente a los múltiples procesos que se derivan de las negociaciones de paz en La Habana, se preguntan por el rol de un actor fundamental (y protagonista) del proceso, sobre el cual la academia colombiana aún está en deuda en lo que respecta a estudios juiciosos y centrados que den cuenta del rol de las instituciones militares no solo en la configuración de nuestro sistema político, sino, a su vez, trabajos desde la academia que se aventuren a investigar “el sentido de la acción” de las fuerzas militares, tomando prestadas las palabras de Max Weber al respecto de la verdadera labor de la investigación.

Quienes escribimos este libro no podemos declararnos expertos en las cuestiones militares, sobre todo porque en Colombia, al igual que en otras latitudes, quienes hemos elegido el estudio de las ciencias sociales hemos privilegiado la investigación del otro, del subalterno, de la víctima, dejando en un segundo plano el estudio de la forma en la cual se justifica “el sentido de la acción” de los representantes de la institucionalidad.

Este libro tampoco es un “juicio”, una “prueba”, ni una “denuncia”. Su objetivo no está en buscar acciones que criminalicen o sacralicen a las fuerzas militares; en realidad, este trabajo es mucho más un conjunto de preguntas, preguntas que están latentes en distintos sectores de la sociedad (no solo en la academia) y las cuales cruzan transversalmente por las distintas preocupaciones que subyacen en las negociaciones de La Habana.

Aunque nuestra intención con este ejercicio es mostrar el conjunto de grises, y no de blancos y negros, que constituyen las dinámicas del conflicto en Colombia, sabemos que por la dimensión de los temas muchos de nuestros análisis pueden ser calificados de inocentes o parcializados. Sin embargo, buscando dar un enfoque diferenciado al tratamiento del tema militar en Colombia que suele oscilar entre versiones plagadas de heroísmo y la defensa ciega de la institucionalidad, o versiones que se enfocan en la criminalización de todos los miembros de las fuerzas militares en función de los hechos lamentables por todos conocidos que han cometido a lo largo de la historia, lo que buscamos con esta apuesta es poner ciertos temas sobre la mesa, e invitar a la investigación y discusión de estos, incorporando las razones del otro como la única forma de comprender su lugar en toda esta confusión a la que buscamos darle un alto con el primer paso de la firma de los acuerdos de paz.

No tenemos más que agradecimientos tanto con las personas que nos abrieron las puertas para lograr la recolección de los materiales que presentamos a continuación, como a los pares evaluadores de la publicación, quienes se tomaron el tiempo de leer el borrador de la obra y alertarnos sobre los vacíos que aun persisten en el documento y las confusiones que presentaban algunas de nuestras afirmaciones. Las inconsistencias que permanezcan son de nuestra exclusiva responsabilidad. No podemos dejar de agradecer al doctor Eduardo Barajas Sandoval, fundador de la Facultad de Ciencia Política, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, por su apoyo en estos acercamientos itinerantes con las Fuerzas Militares y sus consejos sobre pensar el conflicto siempre en forma compleja lejos de las polarizaciones y preconceptos; al mayor general Juan Guillermo García Serna, jefe de la Subjefatura de Estado Mayor Conjunto de Fortalecimiento Jurídico Institucional del Comando General de las Fuerzas Militares, quien junto con su equipo de trabajo de militares activos y asesores escuchó las justificaciones de esta investigación y aportó valiosos comentarios al respecto, y abrió a su vez muchas de las puertas sin las cuales este ejercicio habría sido imposible. Un reconocimiento especial le debemos al coronel Marco Antonio Castillo, a la teniente coronel Sandra Liliana López y al subteniente Francisco Alejandro Chíquiza, quienes con su labor diaria nos dan muestra de una institución militar que puede hablar con los civiles y que ante todo está compuesta por “ciudadanos con uniforme” y no por máquinas para la guerra (como algunos de nosotros pensábamos antes de emprender esta investigación).

Los impactos biográficos en nuestras familias tampoco son del todo ajenos a las fuerzas militares. De cierta forma, este libro también le debe un agradecimiento importante a dos abuelos: José Alejandro Salamanca Salgado, teniente coronel retirado del Ejército, y a la memoria de Olegario Arcos Mesa, soldado del Batallón Colombia en la guerra de Corea, e ilustre santafereño. No podíamos menos que hacer una importante mención por tantas historias que acompañaron nuestra infancia, las que hoy nos permiten pensar al militar como un ser humano en toda su complejidad.

Nuestro esfuerzo en este libro se centró en las fuentes más que en nuestras propias opiniones, las cuales, como en toda obra que busca dar una perspectiva objetiva de su objeto de estudio, en algunas ocasiones son diferentes a lo que los hechos nos presentan. Esta tampoco es, en este sentido, una teorización del papel de las Fuerzas Militares en Colombia, sino más bien es un diálogo entre el sentido que los militares dan a sus acciones frente a las evidencias disponibles de otros procesos que guardan similitudes con el caso colombiano. En lo que respecta a las fuentes, este documento se esforzó por ir a las fuentes primarias hasta donde se permite para un observador externo, no quisimos que este documento fuera un texto elaborado desde los escritorios, razón por la cual salimos a hacer lo que nos parecía más obvio: hablar con los militares.

Esperamos que esta obra sea un buen inicio para el diálogo informado sobre estas cuestiones, y que quienes sientan que algunos temas no están correctamente desarrollados o muestran solo una parte del fenómeno, nos ayuden aportando para la construcción conjunta de estas narrativas a las que tenemos que dar pie si queremos un país en paz.

Este libro se presenta, entonces, como un esfuerzo por fortalecer este proceso de las FFMM, permitiendo identificar los elementos más significativos en la discusión del rol de las Fuerzas en el posacuerdo y, en especial, la forma como se está percibiendo lo militar en los discursos académicos, en los medios de comunicación y en los discursos sociales.

Además, este libro pretende fortalecer los ejercicios de investigación y análisis que se han realizado sobre el papel de las FFMM en un potencial escenario de posacuerdo, dado que son relativamente pocos y no incorporan las últimas discusiones ni —un elemento clave y diferenciador de este trabajo— las voces de los militares. La mayoría de los trabajos sobre las FFMM han centrado el análisis sobre prácticas, generalidades y particularidades del accionar de las FFMM para comprender su papel en el conflicto, la efectividad de sus estrategias y la relación armada y social con otros actores.

Existe una carencia de investigaciones que se centren en revisar sistemáticamente la opinión y las controversias públicas, la construcción de memoria militar, el papel de las FFMM en el escenario de la construcción de verdad y los escenarios de transformación que se avecinan y que, en algunos casos, ya se están realizando ante un eventual posacuerdo. Así, este libro presenta los resultados de la indagación respecto a los cuatro temas anteriormente mencionados; resultados que se presentan tras revisar, analizar y reflexionar sobre gran parte de la información relacionada con las FFMM y su accionar, agenda y evolución política y social.

Debido a la carencia de investigaciones en el área propuesta este documento busca situarse como referencia para los estudios militares en Colombia, donde la información disponible sobre el tema es extremadamente heterogénea, dispersa y no se encuentra organizada ni analizada de manera sistemática.

Es por ello que el objetivo de este libro es presentar un análisis crítico de los documentos académicos y no académicos sobre las FFMM en torno a la memoria histórica militar, el proceso actual de transformación de las FFMM, la opinión y controversias públicas que construyen la percepción sobre las FFMM, y la Comisión de la Verdad en relación con las FFMM.

Así, este libro presenta una revisión minuciosa y crítica de documentos de investigaciones académicas, documentos periodísticos, informes técnicos, documentos oficiales, trabajos de grado de maestría y doctorado, monografías y otros tipos de documentos.

 

Estructura del libro

Memoria histórica militar: aportes desde las Fuerzas Militares al posacuerdo. Este primer capítulo se refiere a la memoria histórica militar como un proceso que se convierte en un elemento que aporte a la construcción de verdad, justicia, perdón y reconciliación. En este capítulo el lector encontrará la conceptualización y herramientas teóricas que le sirvan para comprender el concepto de “memoria histórica”; se presentan las discusiones y los ejercicios actuales de construcción de memoria histórica y la consideración de comprender que al interior de las FFMM existen víctimas del conflicto armado colombiano.

Seguidamente, se reflexiona sobre la justificación de realizar memoria histórica militar y se presentan algunos ejercicios de este tipo de producción de memoria realizados en Colombia. Se hace especial énfasis en la propuesta de generación de memoria histórica militar por parte de las FFMM en cabeza del Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar.

Consecutivamente, se describen algunas narraciones significativas y relacionadas a la memoria histórica militar en el país y las discusiones en torno al informe Basta ya!, para luego contrastarlas con los eventos más significativos al interior de las FFMM, referenciados por miembros de las FFMM o expertos en el tema de memoria histórica militar. Finalmente, los autores reflexionan sobre los retos que enfrentan las FFMM en el proceso de construcción de memoria histórica.

Nuevas amenazas y oportunidades de mejora: la transformación de las Fuerzas Militares en Colombia. En este capítulo se presentan las discusiones y propuestas relacionadas con la transformación actual de las FFMM. El primer acápite describe las transformaciones realizadas por otras fuerzas a lo largo y ancho de Latinoamérica y las amenazas actuales del continente, para luego presentar cinco estudios de caso (Chile, Argentina, Brasil, Centroamérica —Guatemala y El Salvador— y Venezuela). Estos casos muestran los cambios sufridos por las FFMM en sus respectivos países, luego de ser acordada una transición de régimen o un acuerdo de paz.

Posteriormente, se indagó sobre las transformaciones históricas de las FFMM, describiendo las trayectorias de estas transformaciones para el escenario colombiano. Finalmente, se reflexiona sobre los retos y las potencialidades de la transformación actual de las Fuerzas, haciendo hincapié en algunas propuestas actuales que, por su relevancia o poder transformativo, fueron analizadas por los investigadores.

La opinión, las controversias y la percepción pública: las Fuerzas Militares vistas desde la academia y desde los medios de comunicación. El alto interés de los medios de comunicación en las negociaciones de La Habana y, especialmente, en las consecuencias que puedan tener esos acuerdos para los actores armados llevó a analizar el papel de los medios y de los académicos en la generación de la percepción sobre las FFMM.

La primera parte de este capítulo busca presentar la forma como se construye el discurso de lo militar en el informe de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas. Este documento de amplia difusión encierra un alto grado de relevancia debido a que permite significar objetivamente los puntos de vista de una multiplicidad de posturas académicas sobre el papel de las FFMM en el conflicto colombiano.

Seguidamente, se amplía esta visión académica al incorporar elementos teóricos que permitieron observar desde otra perspectiva la formación de las opiniones y controversias públicas, para luego recopilar, organizar y analizar las referencias más importantes a las FFMM en los medios de comunicación impreso de mayor relevancia en el país.

Las Fuerzas Militares y la Comisión de la Verdad: una oportunidad para construir paz. Este último capítulo incorpora las discusiones que envuelven a las FFMM con la posible conformación de una comisión de la verdad en el escenario del posacuerdo. En el primer apartado se describe la importancia y funciones de las comisiones de la verdad en general; luego se describe, caracteriza y reflexiona sobre algunas comisiones de la verdad y el papel de las FFMM en estas comisiones sucedidas principalmente en Latinoamérica, se analizaron las comisiones de Argentina, Guatemala, El Salvador, Perú, Chile, Ecuador, Brasil y Sudáfrica.

Posteriormente, se realiza un ejercicio reflexivo en torno a las discusiones sobre la posible conformación de una comisión de la verdad en Colombia, como resultado de los acuerdos de paz de La Habana y del Marco Jurídico para la Paz. Finalmente, se analiza el rol de las FFMM en la posible conformación de la comisión, desde su calidad de víctimas y las posibles formas de reparación. El capítulo concluye con una serie de recomendaciones a tener en cuenta, como puntos de referencia para las FFMM en relación con la comisión de la verdad.

 

 

 

 

Memoria histórica militar.
Aportes desde las Fuerzas Militares al posacuerdo

 

 

 

 

 

Una cosa es la guerra como usted piensa que la vive uno
y otra cosa es como yo la viví.

(VELÁSQUEZ, 2015)

 

 

Introducción

Los procesos de producción de memoria histórica en Colombia han aparecido en los últimos años motivados por la necesidad del Estado colombiano de generar iniciativas y procesos que permitan conocer la verdad sobre las causas y hechos del conflicto, que faciliten la reconciliación y el perdón por las acciones realizadas de los diferentes actores armados en el marco del conflicto armado colombiano.

Estos procesos aparecen como un elemento necesario para las víctimas en cuanto a su exhaustividad, es decir, la necesidad de narrar, reconocer, responder y reparar por todos los crímenes que hicieron parte del conflicto armado (De Greiff, 2006). Las víctimas tienen el derecho de conocer las causas (el por qué) y las formas (el cómo) de las acciones emprendidas por los perpetradores de la violencia. Así mismo, las víctimas deben ser escuchadas para que puedan recibir justicia y reparación por parte de los responsables de las acciones delictivas. Es por ello que los procesos de memoria histórica son deseables e imperativos en la búsqueda por satisfacer, garantizar y reparar el derecho de las víctimas del conflicto armado.

Este capítulo presenta la iniciativa de las FFMM sobre producir memoria histórica de los hechos y acontecimientos que ocurrieron en el marco del conflicto armado. Siguiendo la perspectiva de las víctimas militares, las FFMM consideran que tienen el derecho y la responsabilidad de contar, desde su óptica institucional, su visión sobre lo acontecido en el conflicto armado. Para desarrollar esta cuestión, se propone, en primer lugar, presentar algunos referentes teóricos sobre la memoria histórica, definiendo su significado y alcances; en segundo lugar, se evidencia el escenario actual de los procesos de producción de memoria histórica en Colombia y se comparten algunos elementos problemáticos de la construcción de Memoria Histórica Militar (MHM); posteriormente, se describen los procesos de MHM en Colombia con especial énfasis en la constitución del Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar (CICMHM) de la Escuela Superior de Guerra. ­Luego se presentan algunos casos de memoria histórica que involucran el actuar y la historia institucional de las FFMM, que se contrastan con los sucesos que han marcado a las FFMM y que fueron resaltados por cuatro expertos de MHM y que permiten observar las contradicciones, distancias y dificultades de conciliar hechos históricos y presentes sobre las FFMM, con los diversos procesos de memoria histórica. Finalmente, se reflexiona sobre los retos que pueden enfrentar las FFMM en su proceso de MHM en aras de observar su futuro papel en un escenario de posacuerdo.

 

¿Qué es memoria histórica?

Pierre Nora es considerado el pionero de los estudios sobre memoria histórica. Nora (1989) concibe a la memoria como un ser viviente subjetivo que se define, redefine, construye y reconstruye en el presente-actual. La memoria se encuentra “en una evolución permanente, abierta a la dialéctica de recordar y olvidar; es inconsciente de sus sucesivas deformaciones, vulnerable a la manipulación y apropiación, y susceptible de ser puesta a hibernar y a revivir periódicamente” (Nora, 1989, p. 8).

La diferencia principal entre historia y memoria histórica es que la primera es una representación objetiva del pasado que requiere de crítica y análisis, mientras que la segunda es conscientemente construida, excluyente ante aquello que no concuerda con lo que se recuerda, es un ejercicio actual que permite atar el recuerdo con el presente y que “es una construcción múltiple y específica a la vez; colectiva, plural y aún así es individual” (Nora, 1989, p. 9). Herrera y Cristancho (2013) señalan la existencia de tres tensiones entre la producción de historia y memoria: 1) la subordinación ético-política de la memoria histórica que traspasa los límites historiográficos de reconstruir el pasado; 2) la memoria histórica enarbola los relatos del pasado de las víctimas y los diversos sentidos que de ellos surgen; y 3) el derecho reconocido a recordar y reconocer a las víctimas en escenarios de posconflicto o de justicia transicional que pretende “comprender, registrar y dignificar la manera como las víctimas recuerdan, sufren, interpretan y resisten resignificando lo vivido, tanto individual como colectivamente. En este sentido, para el equipo las memorias son una opción imprescindible para reconstruir la historia” (Memoria Histórica, 2011, p. 52).

Rosenblum (2002) concibe a la memoria como el ejercicio psicológico moral de recordar, cuyo significado puede reforzar o eliminar los ciclos de odio. Mientras que Minow (en Rosenblum, 2002) enfatiza sobre el carácter colectivo, público, privado e individual y la multiplicidad de las formas públicas de construcción de memoria; un elemento importante sobre la construcción pública de memoria es que se contraponen y corrigen los errores en las narraciones de memoria, se visibilizan eventos desconocidos, se aportan perspectivas diferentes y olvidadas y se promueve la participación de la sociedad hacia procesos de perdón y reconciliación (Rosenblum, 2002).

Es importante aclarar que los procesos de producción de memoria histórica requieren de ejercicios de recuperación de narraciones y narrativas, de crear archivos, de definir y organizar conmemoraciones, de visitar lugares e indagar sobre lo acontecido, esto dado que “tales actividades (situaciones o acontecimientos) ya no ocurren naturalmente” (Nora, 1989, p. 9). Es decir, los ejercicios de memoria son siempre investigaciones que buscan narrar un hecho o suceso histórico desde la perspectiva de un actor o actores sociales.

La memoria obedece a una creación mental, fluida, sujeta a la influencia de las estructuras e instituciones sociales que promueven o rechazan la violencia; por ejemplo: los grupos y discursos religiosos, grupos o discursos políticos, el discurso legal, organizaciones sociales, etc., “ellas juegan una parte en constituir lo que recordamos y como lo recordamos, definiendo lo que es un evento sobresaliente, lo que se cuenta como una lesión, y lo que se entiende evidencia histórica y legal” (Rosenblum, 2002, p. 4).

Riaño (2013) señala que todo ejercicio de memoria histórica es un acto político, lo que implica que “es un campo de tensión donde las jerarquías, desigualdades y exclusiones sociales son ya sea construidas o reforzadas, o retadas y transformadas” (p. 23). Respecto al carácter político de la memoria histórica, Heit, Collins y Joignant (2013) descubren que 1) los hechos narrados en los ejercicios de memoria histórica tienen diversas interpretaciones que dependen de diferencias generacionales, es decir, las diferentes generaciones de una sociedad interpretan los hechos de diversa manera; 2) los elementos ideológicos y de adscripción partidista determinan las formas de interpretación de los hechos relatados en la memoria histórica; y 3) la existencia de un deseo generalizado entre los ciudadanos y las élites políticas de construir procesos de memoria histórica que contribuyan a la consolidación de la reconciliación y la paz.

Los ejercicios de memoria histórica deben ser responsables —esto significa contar lo plausible, los errores y fallas cometidas—, democráticos —respetar la diversidad de las voces e identidades—, éticos y públicos, y deben reconocer las acciones de todos los actores violentos (Riaño, 2013).

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