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Autor

Jorge_%c3%a1ngel_p%c3%a9rez.jpgJORGE ÁNGEL PÉREZ, nació en Encrucijada, Villa Clara, en 1963. Varias distinciones han destacado la valía de este narrador, a pesar de que insiste en demostrarnos la insignificancia de los premios literarios. En 1995 ganó el premio David de la UNEAC con su libro Lapsus Calami. Unos años después publicó la novela El paseante cándido, que cuenta con dos ediciones en la Isla y otras en el extranjero, luego de que ganara los premios Cirilo Villaverde de la UNEAC (2000), y el Grinzane Cavour (2004) que otorga la fundación italiana del mismo nombre. Su novela Fumando espero (Letras Cubanas, 2004) dividió en polémico veredicto al jurado del Premio Rómulo Gallegos, para convertirse en la primera finalista del certamen en el año 2005. En 2006 ganó el Premio Iberoamericano Julio Cortázar por su cuento «En una estrofa de agua», que aparece recogido en el libro En La Habana no son tan elegantes, por el que recibió el Premio Cuento Alejo Carpentier 2009. Por toda su obra le fue conferida la Distinción por la Cultura Nacional.

 

Ocho son los cuentos de En La Habana no son tan elegantes, todos desarrollados en un mismo espacio: una vieja casona del siglo dieciocho. Ocho relatos que se despliegan a través de una prosa desenfadada, a veces lírica y en ocasiones procaz, que se expanden con un dinamismo y una belleza sorprendentes. Ocho relatos enlazados, no solo por el único lugar donde transcurren, sino también por una diestra reaparición de personajes y asuntos, que muestran cada vez nuevas interpretaciones, nuevas pistas, y que van configurando un pequeño universo desesperado y amargo, y es esa misma desesperanza la que lleva al humor, a la ironía. Ocho ficciones que se contradicen y se reafirman en la risa y la congoja.

Dedicatoria

A Isabel de Bobadilla, que previó el fuego, que esperó el rescate.

 

Para Eugenio C., que trajo luz al barrio en sus dos cubos, y para Rafael H., quien prometió volver para traernos toda el agua.

 

Para La Habana más humilde.

 

 

 

En el reino del fuego, somos una hoguera de seres.

 

Gastón Bahelard

 

 

Tengo una pequeña molestia de existir.

 

Un amigo citando a Fontenelle