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HarperCollins 200 años. Désde 1817.

 

Editado por Harlequin Ibérica.

Una división de HarperCollins Ibérica, S.A.

Núñez de Balboa, 56

28001 Madrid

 

© 2003 Harlequin Books S.A.

© 2017 Harlequin Ibérica, una división de HarperCollins Ibérica, S.A.

Recuperando el pasado, n.º1917 - mayo 2017

Título original: Santa Brought a Son

Publicada originalmente por Silhouette® Books.

 

Todos los derechos están reservados incluidos los de reproducción, total o parcial.

Esta edición ha sido publicada con autorización de Harlequin Books S.A.

Esta es una obra de ficción. Nombres, caracteres, lugares, y situaciones son producto de la imaginación del autor o son utilizados ficticiamente, y cualquier parecido con personas, vivas o muertas, establecimientos de negocios (comerciales), hechos o situaciones son pura coincidencia.

® Harlequin, Jazmín y logotipo Harlequin son marcas registradas propiedad de Harlequin Enterprises Limited.

® y ™ son marcas registradas por Harlequin Enterprises Limited y sus filiales, utilizadas con licencia.

Las marcas que lleven ® están registradas en la Oficina Española de Patentes y Marcas y en otros países.

Imagen de cubierta utilizada con permiso de Harlequin Enterprises Limited. Todos los derechos están reservados.

 

I.S.B.N.: 978-84-687-9672-7

 

Conversión ebook: MT Color & Diseño, S.L.

Índice

 

Portadilla

Créditos

Índice

Prólogo

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 10

Capítulo 11

Epílogo

Si te ha gustado este libro…

Prólogo

 

La melodía de Jingle Bells sonaba por los altavoces escondidos tras el hielo falso. Se habían esmerado en recrear el Polo Norte en aquel centro comercial.

Timmy Wilson observaba indeciso la cola de niños que esperaban ansiosos a ser recibidos por Papá Noel.

Tenía casi ocho años ya. Era un niño mayor y no le parecía adecuado creer en él; menos aún, sentarse en su regazo. Pero su abuela le había asegurado que era importante para su mamá que lo hiciera.

–Dile lo que quieres por Navidad –le sugirió la anciana mujer.

–¿No debería él saber lo que cada niño espera?

La abuela suspiró.

–Eso era lo que tu padre solía decir.

Timmy echaba de menos a su padre. Llevaba en el cielo tres años y suponía que allí jugaría al béisbol todos los días.

–Ojalá estuviera aquí y pudiera enseñarme a lanzar la pelota.

–Sí, mi pequeño, ojalá. Yo también lo echo de menos.

Una chica vestida con un traje de elfo y zapatos puntiagudos lo llevó hasta Papá Noel. El hombre estaba sentado en lo que a Timmy le parecía un trono. Aquel Papá Noel tenía una barba real y gafas doradas. El traje parecía nuevo y sus botas de piel brillaban intensamente. Era mucho mejor que el de la cabalgata del día de Acción de Gracias.

Timmy miró de un lado a otro con la esperanza de que ninguno de sus colegas del colegio estuviera en el centro comercial. No quería ni imaginarse las burlas si lo veían allí.

–¿Prefieres sentarte en mis rodillas o quedarte de pie? –preguntó Papá Noel.

–Yo prefiero quedarme de pie –admitió Timmy–. Pero la foto es para mi madre y ella preferirá que me siente.

Papá Noel le prestó su rodilla.

–Ánimo. Lo haremos rápido.

Timmy se sentó. No estaba tan mal. Aquel Papá Noel olía muy bien, como a caramelo y a galletas.

La chica del traje de elfo estaba tras la cámara de fotos.

–Sonríe.

El flash hizo parpadear a Timmy. Se frotó los ojos.

–¿Qué quieres por Navidad? –preguntó Papá Noel.

–Ya le he enviado una carta –dijo Timmy inquieto. Una vez hecha la foto, lo único que quería era marcharse de allí cuanto antes.

–Tienes razón. Me has pedido una Game Boy Advance, un patinete y un libro sobre béisbol –los ojos de Papá Noel brillaron de un modo particular–. Pero yo sé que tú quieres algo más que no le has comentado a nadie.

Era imposible. No podía saberlo, a menos que tuviera poderes para leer la mente o que fuera realmente… Si era de verdad Papá Noel… Timmy se estremeció.

–¿Podría usted…?

–Es un deseo complicado –respondió Papá Noel antes de que Timmy pudiera acabar la pregunta–. Puedo intentarlo, pero necesitaré un poco de ayuda. Es una época del año con mucho trabajo. Quizás algún elfo o algún ángel pueda echarme una mano –Papá Noel se ajustó las gafas–. La Navidad es una época de milagros. ¿Tú crees en los milagros, Timmy?

–Creeré en lo que haga falta si eso significa conseguir un nuevo papá.