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Agradecimientos

Agradecemos al Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic) de la Secretaría de Salud, por su asesoría técnica; a Conaculta-Sinafo-Fototeca Nacional del inah por el permiso para reproducir fotografías pertenecientes a su archivo; al doctor Gonzalo Alemán, la psicóloga Fanny Feldman, así como a las personas denominadas usuarios (U1 y U2) y a las personas denominadas rehabilitados (R1 y R2) por apoyar esta edición con sus testimonios.

Introducción

Este libro se propone dar a conocer aspectos relacionados con las drogas más consumidas en la actualidad; algo de su historia, su composición, sus usos y sus consecuencias. No pretende ser una obra enciclopédica, sino un libro que pueda consultarse con comodidad, sobre todo por lectores jóvenes, porque en esa población se centran los mayores riesgos asociados con las drogas y las adicciones: las costumbres, las actividades y los conceptos se renuevan y tienden al enfrentamiento generacional. Esto es de especial relevancia en
el caso de México, ya que la mitad de su población tiene menos de 25 años de edad (según el censo de población de 2010, 50.56%). Son muchos los factores que provocan la drogadicción y complejos los caminos para combatirla, pero el problema de las drogas se extiende cada vez más y afecta a personas de menor edad.

En esta segunda edición hemos actualizado algunos datos estadísticos que muestran claramente que la situación en nuestro país no ha mejorado en los últimos diez años; antes bien, se vuelve cada vez más preocupante.

Una de las mejores fuentes de datos para conocer el estado del problema del consumo de drogas a nivel nacional es la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA), que elabora cada cierto tiempo el Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic); ahora, además, se cuenta con otros instrumentos que nos ayudan a tratar de comprender mejor la situación.

Disponemos, por ejemplo, de la Estadística del Consumo de Drogas en Pacientes de Primer Ingreso a Tratamiento en Centros de Integración Juvenil (ECD), publicación semestral de los Centros de Integración Juvenil (CIJ) que nos proporciona datos más actualizados que la ena. Así, nos encontramos con datos completamente contradictorios: mientras que la ena 2011 establece la edad de inicio en el consumo de drogas entre población de 12 a 65 años en un promedio de 18.8 años (18.5 en hombres, 20.1 en mujeres), datos más puntuales obtenidos de los reportes ecd señalan que, en el mejor de los casos, la edad de inicio promedio se ubica, entre 2010 y el primer semestre de 2012, entre los 15.6 y los 16.4 años. La gráfica 1 nos muestra esto. En la gráfica 2 podemos ver más claramente que, de manera dramática, la cantidad de usuarios de drogas que se inician antes de los nueve años creció alarmantemente en el primer semestre de 2012 (3.1%), respecto de 2010 (1.05%) y 2011 (1.25%).

¿Qué hace que nuestros niños se inicien en las drogas a una edad en la que sus únicas preocupaciones deberían ser estudiar y jugar? Para dar mayor información, la gráfica 2 incluye el número total de infantes que solicitaron tratamiento siendo menores de nueve años. Hay que hacer notar que también es alarmante el hecho de que no conocemos la edad promedio en ese sector poblacional de solicitantes: ¿es ocho años, es seis, es cinco?

Si manejamos un poco más las cifras, nos encontraremos con otros números sumamente alarmantes y desalentadores. La gráfica 3 muestra el porcentaje de solicitantes de tratamiento en los cij que son menores de 18 años, es decir, menores de edad. ¡Más de 66%!

En la gráfica 4 mostramos el número de solicitantes de tratamiento por primera vez en los cij, en cada periodo.

Es evidente que algo está mal, muy mal. Nuestros niños no están recibiendo ni información ni educación adecuadas con respecto al empleo de drogas. Estos datos no se reflejan adecuadamente en la ena, ya que una encuesta para detectar usuarios no es lo mismo que entrevistar usuarios declarados de manera autónoma.

El gobierno, a través de la ena, menciona que: “con el fin de brindar una mejor atención a la prevención y tratamiento a las adicciones en el 2011, se crearon la Comisión Nacional Contra las Adicciones (Conadic), entidad que tiene a su cargo la elaboración y vigilancia de las políticas públicas, la coordinación intersectorial y la observancia de los compromisos internacionales; y el Centro Nacional para la Prevención y el Control de las Adicciones (Cenadic), cuyo propósito es propiciar la calidad de los servicios de atención y tratamiento de las adicciones”. Esperemos que comiencen a dar resultados pronto.

La gráfica 5 muestra la evolución de la esperanza de vida en nuestro país; vemos claramente que se duplicó entre 1930 y 1990, es decir, en solamente 60 años. Si comparamos estos datos con los de las gráficas anteriores, no queda más que preguntarnos: todos esos menores de edad que han tenido que solicitar servicio por su adicción a las drogas, y todos aquellos que no lo han hecho, ¿qué esperanza de vida tienen?

Como hemos podido ver, el sector poblacional más afectado por las drogas es la juventud. Podríamos argumentar que existe una disponibilidad tal de drogas que hasta niños de menos de nueve años tienen acceso a ellas. Independientemente de lo anterior, uno de los pasos más importantes que debemos dar para tratar de reducir este problema es el de la educación y la información oportuna y suficiente, tanto en el ambiente escolar como familiar.

Nuestra intención con este libro es dar instrumentos al lector para que tome decisiones propias e informadas. No somos jueces ni acusadores, ni defensores ni jurados. Somos testigos con información, datos y testimonios que queremos compartir contigo. La decisión de cómo actuar frente a las drogas la tomarás tú. Esperamos que las siguientes páginas te sirvan para actuar con conocimiento y conciencia de lo que estas sustancias significan y, sobre todo, de los peligros que implican su consumo.

En ocasiones consumir drogas es una manera de rebelarse contra el excesivo materialismo del mundo, que genera necesidades absurdas en una vorágine de consumo irracional. Pero quienes así lo hacen se convierten también en consumidores materialistas, aunque su necesidad de consumo sea otra. El comercio de las drogas es fuente de beneficios económicos enormes. Las drogas son artículos de consumo selectivo pero globalizado: selectivo porque no todas las personas las consumen; globalizado porque se encuentran en todo el mundo.

Una aclaración pertinente: también el alcohol y el tabaco son drogas muy peligrosas, pero son drogas legales, es decir, se pueden adquirir y consumir en espacios formalmente establecidos sin cometer ningún delito. La adicción a la nicotina es de las más difíciles de atacar. Aquí vamos a hablar solamente de drogas ilegales, aunque sabemos, por la Encuesta Nacional de Adicciones, que por cada joven que ha probado alguna droga ilegal, hay por lo menos cuatro que fuman o que consumen alcohol.