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Pura Fernández (ed.)

No hay nación para este sexo

La Re(d)pública transatlántica de las Letras: escritoras
españolas y latinoamericanas (1824-1936)

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Ediciones de Iberoamericana

71
 
CONSEJO EDITORIAL:
Mechthild Albert
Rheinische Friedrich-Wilhelms-Universität, Bonn
Enrique García-Santo Tomás
University of Michigan, Ann Arbor
Aníbal González
Yale University, New Haven
Klaus Meyer-Minnemann
Universität Hamburg
Katharina Niemeyer
Universität zu Köln
Emilio Peral Vega
Universidad Complutense de Madrid
Janett Reinstädler
Universität des Saarlandes, Saarbrücken
Roland Spiller
Johann Wolfgang Goethe-Universität, Frankfurt am Main

PURA FERNÁNDEZ (ED.)

No hay nación para este sexo
La Re(d)pública transatlántica de las Letras: escritoras españolas y latinoamericanas (1824-1936)

IBEROAMERICANA — VERVUERT — 2015

ÍNDICE

 

Nota previa al volumen

No hay nación para este sexo. Redes culturales de mujeres de letras españolas y latinoamericanas (1824-1936).
    Pura Fernández

Los hilos del deber femenino. La aguja y la economía simbólica de guerra en perspectiva transnacional: 1810-1910 en el Río de la Plata.
    William Acree

Patronazgo masculino y visibilidad de las escritoras románticas españolas y norteamericanas.
    Noël Valis

Género, asociacionismo y discurso antiesclavista en la obra de Faustina Sáez de Melgar (1834-1895).
    Akiko Tsuchiya

Del salón finisecular y las Veladas Literarias de Juana Manuela Gorriti al salón virtual. Escritoras Latinoamericanas del Diecinueve (ELADD).
    María Nelly Goswitz

Vidas paralelas e historias conectadas: Concepción Gimeno de Flaquer (1850-1919) y sus redes transatlánticas.
    Aurélie Vialette

“Eminencias hembras”: Emilia Pardo Bazán y las redes literarias, sociales e intelectuales de mujeres de letras.
    Maryellen Bieder

Laura Méndez de Cuenca en Estados Unidos: escritura y profesionalización de una cronista, maestra y editora romántica (1891-1898).
    Pablo Mora

Rizomas, redes y lazos transatlánticos: América Latina y España (1890-1920).
    Ana Peluffo

Tendiendo redes: la presencia de las mujeres en la Unión Iberoamericana y el Centro Iberoamericano de Cultura Popular Femenina (1905-1936).
    Ángeles Ezama Gil

Geografías de conocimiento: viaje y diálogos transoceánicos en la ensayística de Clorinda Matto de Turner sobre el pasado colonial.
    Mariselle Meléndez

La Argentina moderna: mujeres de letras en el entorno del primer centenario de la nación.
    Javier Lluch-Prats

Llegar a ser la que se es: construcción de la identidad y relaciones personales en las escritoras del 27.
    Marcia Castillo Martín

Adela Carbone y sus contemporáneos: redes culturales y participación femenina en las colecciones de literatura breve.
    Ana Cabello

¡Completo! La Novela Femenina (Barcelona, 1925-1926): ¿un intento militante de colaboración femenina transatlántica?
    Christine Rivalan Guégo

La (in)visibilidad de la mujer creadora en la vanguardia: estrategias de legitimación femenina en la Argentina de los años veinte.
    Carmen Rodríguez Martín

Redes transatlánticas y estrategias de profesionalización en Gabriela Mistral, Carmen Conde y Concha Espina (1932-1936)
    Claudia Cabello-Hutt

Sobre los autores

Nota previa al volumen

Este volumen colectivo se ha articulado en torno a una funcional secuencia cronológica que se complementa con el fluido diálogo que, de forma implícita y explícita, se desarrolla entre los ensayos incluidos. Asimismo, para mantener la homogeneidad, en la edición de los textos citados en sus fuentes originales se ha modernizado la ortografía y la acentuación, tal como recomienda hacer con los textos contemporáneos el Manual de crítica textual de Alberto Blecua. Se hace constar que la traducción al castellano de las citas en lengua original corresponde a los autores de los artículos en donde aparecen.

No hay nación para este sexo.
Redes culturales de mujeres de letras españolas y latinoamericanas (1824-1936)

PURA FERNÁNDEZ
Centro de Ciencias Humanas y Sociales, CSIC, Madrid

Pero, os digo, compañeras,
Que la ley es sola de ellos,
Que las hembras no se cuentan
Ni hay nación para este sexo

CAROLINA CORONADO, 1846

En 1922, Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928), el autor que había visto convertida su novela Los cuatro jinetes del Apocalipsis (1916) en un best seller mundial, que había celebrado el triunfo de la versión cinematográfica de The Four Horsemen of the Apocalypse (1921), recibía el encargo de una productora de Hollywood de hacer una novela para llevarla de nuevo a la gran pantalla (Blasco Ibáñez 1922: 7). Así nació El Paraíso de las mujeres, un libro precedido de un revelador prólogo en el que Blasco defiende el nuevo arte visual y la naciente “novela cinematográfica” (9), símbolo de un progreso despreciado por buena parte de los escritores carentes de las condiciones necesarias para cultivarlo. El cosmopolita escritor recuerda el rechazo que la invención de la imprenta despertó en buena parte de los literatos, que la consideraban un menospreciado instrumento de divulgación, y concluye con contundencia: “La llamada República de las Letras es un estado conservador y misógino, que se subleva instintivamente ante toda novedad y la repele con sarcasmos que cree aristocráticos” (7).

Casi cien años después, en el otoño de 2014, el fotógrafo Publio López Mondéjar inaugura una exposición en Madrid: El rostro de las Letras. Escritores y fotógrafos en España desde el Romanticismo hasta la Generación de 1914, a la que acompaña un excelente catálogo documental. Como se anuncia en su programa, a través de la obra de los fotógrafos más relevantes de su tiempo, de sus trabajos recogidos en álbumes, almanaques, postales, galerías de celebridades y publicaciones ilustradas se cartografía la República de las Letras españolas. Por ello, no deja de sorprender la escasa presencia femenina, que asoma solo a través de las imágenes de Emilia Pardo Bazán (1851-1921) y Carmen de Burgos (1867-1932), mayoritariamente, junto a otros retratos de Cecilia Böhl de Faber (1796-1877), Concepción Arenal (1820-1893) o Rosalía de Castro (1837-1885). Las fotografías colectivas de las redacciones de prensa, de las instituciones culturales y otros espacios de sociabilidad letrada, como los cafés literarios, se manifiestan como un coto cerrado masculino. Rezagada y estatuaria, a medida que culmina el siglo xix, la presencia femenina en estos parnasos masculinos comienza a despuntar tímidamente en las imágenes rescatadas.

En realidad, la foto fija mostrada en dicha exposición reproduce en esencia el propio retrato que nos ha legado la historiografía literaria e iconográfica. Basta retrotraerse a imágenes de acontecimientos culturales como el reproducido por Antonio María Esquivel (1806-1857), Los poetas contemporáneos. Una lectura de Zorrilla en el estudio del pintor (1846). El célebre cuadro muestra un espacio de representación de los principales agentes del campo cultural nacional, en donde la presencia femenina se reduce a las convencionales imágenes religiosas de los cuadros que adornan la estancia, las estatuas de desnudo clásico y un busto de la reina Isabel II. El valor simbólico de esta recreación, o de otros acontecimientos gloriosos, como la famosa coronación poética de José Zorrilla (1817-1893) en 1889 (Sánchez García 2011), es innegable, y por tal motivo se hace más notable la ausencia de alguna escritora de la llamada generación isabelina (1843-1868), como Carolina Coronado (1820-1911) o Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873), quien ya había logrado un triunfo público con el drama histórico Munio Alfonso (1844).

A pesar de que el 25 de septiembre de 1860 el diario La Época recogiera en un suelto una lista, “algo incompleta, de las señoras que escriben para el público en España”, y la cifra casi alcanzara la cincuentena; a pesar de que Carolina Coronado señalara con contundencia en 1862: “¿Qué importa mi nombre? Puede suprimirse el nombre de una escritora, en la literatura contemporánea, sin que su mengua produzca la menor turbación en el sereno horizonte del arte porque las escritoras somos una exuberancia del siglo xix”1, el rostro público de las letras españolas siguió siendo eminentemente masculino, como lo demuestra la portada de la revista La República de las Letras. Periódico Literario (1881-1882).

Esta publicación surgió como un proyecto de renovación de las letras españolas bajo la bandera mayoritaria del Realismo. El “proyecto”, dirigido a la “Nación”, lo encabezan 84 ilustres nombres, desde Pedro Antonio de Alarcón, pasando por Clarín hasta Juan Valera o Galdós, como se anuncia en el número inaugural (5-VI-1881, 1). Se trata del muestrario de “los hombres más eminentes en la literatura”, y así es, pues no aparece ni una sola escritora, como refrendo implícito de la cita de Blasco Ibáñez mencionada anteriormente.

El ostracismo al que se ha visto condenada la producción narrativa isabelina se vincula con la masculinización literaria asociada al Realismo, epígono de esa Academia con barbas que satirizaba Gertrudis Gómez de Avellaneda en su artículo sobre “La mujer” y que parecía impulsar un mimetismo cultural que restara voz propia a las mujeres. Como señala María C. Albin (2007), la escritora hispano-cubana juega en el artículo “La dama de gran tono” (1843)2 con la apropiación del término autor como emblema de la masculinización de la República de las Letras y, al tiempo, como una enunciación neutra que elimina la diferencia sexual como elemento relevante en la creación literaria (160). El argumentario esgrimido por numerosas escritoras que, a lo largo del siglo, aspiraban a normalizar su inserción en el campo cultural e institucional, se fundamenta en la idea de que no hay más legitimidad que la del genio artístico. Y en destacar su existencia se emplean las autoras, pues, como señala Concepción Gimeno de Flaquer (1850-1919): “Nada debiera ser tan satisfactorio para una mujer, como ensalzar los esclarecidos talentos de otras mujeres”, ya que con la gloria refleja se estimula el deseo de emulación femenino y se conquista el respeto público (Álbum Íbero-Americano, 7-VI-1891: 243).

En este marco de enunciación se encuadra la propuesta de análisis de este volumen colectivo No hay nación para este sexo. La Re(d)pública transatlántica de las Letras: escritoras españolas y latinoamericanas (1824-1936), como fruto de un diálogo interdisciplinar entre peninsularistas y latinoamericanistas europeos y americanos que interacciona con recientes estudios colectivos centrados en las autoras de América Latina, como los editados por Claire Emilie Martin y Nelly Goswitz, Sara Beatriz Guardia o Carolina Alzate y Darcie Doll. Un diálogo que, articulado por los objetivos de un Proyecto de Investigación aún en curso, reproduce el que mantuvieron mujeres de letras de ambos lados del Atlántico, a partir de fuertes elementos de conexión, como la prensa femenina, los salones y tertulias literarios y la metrópoli cultural de París, foco de edición en castellano para las repúblicas americanas y de atracción para numerosos escritores y escritoras de España y de América Latina3.