SUSANNA MOO
MICRORRELATOS ERÓTICOS
MICROPRÓLOGO DE GIOCONDA BELLI
BARCELONA 2011
EROTOMANÍAS
WWW.EROTOMANIAS.COM
RED-EDICIONES
Ella no se ve linda y tiene los pechos caídos, él tiene la panza redonda y se encuentra mayor, aquel otro menoscaba su tamaño y esa mujer desprecia su trasero gordinflón... Todos palpitan, pero el tabú molesta, el tabú impide.
Agosto, 2008
(Publicado en El País el 3 de Agosto de 2008 en respuesta a la pregunta: ¿Cuál es el nuevo tabú sexual?)
Comentarios
Comentario de E. B. agosto 5, 2008 @ 11:05 pm
Enhorabuena. Es difícil encontrar tanta calidad. Y menos tan bien hecha. A mí me ha dejado simplemente rendido a tus pies.
Estos días de verano me gusta, me encanta, sentarme en el chiringuito y ver pasar pies desnudos. Veo caminar robustas pantorrillas bronceadas, firmes tobillos, potentes empeines. A veces los veraneantes tienen la coquetería de hidratar la piel de sus plantas, limar sus uñas y adornarse con sandalias bonitas. ¡Qué guapos...!
Agosto, 2008
(Publicado en El País Semanal el 10 de Agosto de 2008 en respuesta a la pregunta: ¿Cuál es la prenda más erótica del verano?)
Comentarios
Comentario de E. agosto 10, 2008 @ 5:41 pm
¡Interesante propuesta la tuya! Te seguiré muy de cerca también. Besos.
Comentario de A. agosto 16, 2008 @ 1:44 pm
El arte de complacer: los pies indican por signos las tendencias de las personas a quienes sostienen. El dedo meñique pequeñito y metido hacia dentro, indica entre otras cosas que se es frioler@, así que a tus amant@s ocasionales no los dejes enfriarse. Pies con talones agrietados, indican que existe sensibilidad en el recto, así que a tu amant@ ocasional no le agradará nada que explores la zona rectal. La zona genital está entre el arco plantar y el tobillo... etc. Por cierto que ese relato de los pies es encantador. Todas las palabras están tan bien colocadas que no hay ninguna que desentone, ¡es redondo! Besos.
Me voy de vacaciones unos diitas. Antes de irme quiero dejar aquí escrita una de mis fantasías veraniegas... a ver si tengo suerte y se cumple.
Soy una despreocupada planta al sol, feliz en mi intensa vida pasiva, con el cerebro y la sensibilidad a tope. Yo, tumbada en la hierba, soy una hermosa, descansada planta al sol. Entonces estalla la tormenta veraniega. Ni me inmuto, recibo el riego, me mojo con el agua templadita.
Mi amante, que en su vacación es casi tan planta como yo, se me pone encima y me cubre, feliz con mi cálida apertura. Nos empapamos y transpiramos por la piel de fuera a dentro y de dentro a fuera, chapoteando en el olor a tierra fecunda.
Eso, justo eso, es lo que me sucederá.
Agosto, 2008
Comentarios
Comentario de Y. septiembre 12, 2008 @ 4:05 pm
He llegado tarde... y no sé si se te cumplió. ¡Cuenta cuenta! Un beso.
Comentario de Susana Moo septiembre 12, 2008 @ 8:16 pm
Bueno, la fantasía se cumplió solo a medias porque la tormenta no llegó en el momento adecuado... :)
Las gatitas de compañía llevan una vidorra que envidio cada día, pero especialmente los domingos. Yo quiero ser esta noche una musimú blanda y suavita que me acoplo muy cómodamente en el regazo de mi amito bueno que me da galletitas multivitaminadas para que yo luzca tan hermosota.
Estoy acomodada en la entrepierna de mi compañero de sofá y él me acaricia. Me rasca la cabeza y se gana mi confianza. Acaricia mi frente y yo entorno los ojos, los pongo en blanco. Me achucha el cuello, palmotea mi lomo y un éxtasis recorre mi espina dorsal. Me retuerzo, me giro y ronroneo. Le obsequio con mis carnes más tiernas que él valora con interés de macho salido. Porque por mucho que yo me imagine gatita, él ve en mí una mujer despatarrada abandonándose toda. Entonces, a manos llenas toma mis carnes, acaricia mis axilas, masajea mi pecho, soba mi vientre y... claro, yo entro en celo, en uno de esos celos escandalosos que solo se sofocan al más puro estilo felino: por detrás y sin miramientos.
Agosto, 2008
(Publicado en El País el 17 de Mayo de 2008)
Comentarios
Comentario de C.A. noviembre 10, 2009 @ 8:15 pm
Tan coitadiña felina ben merece outra caricia, ainda que sexa a destempo, para que arquee o seu lombo con xeitiño e desvergonzada exhibición! Miau!
[Tan buenecita felina bien merece otra caricia, aunque sea a destiempo, ¡para que arquee su lomo con estilo y desvergonzada exhibición! ¡Miau!]
El entusiasmado amante primero se hartó de mirar, luego le hizo cosquillas en los pies, después en los muslos, por fin en las nalgas y finalmente accedió al fruto. Era tan listo que no se afanó solamente en ese punto hipersensible que se encuentra entre los labios y la grieta, donde la reverberación de un beso puede sentirse por todo el cuerpo.
Luego ya pudo entrar con su gordito, con su pesado miembro.
Septiembre, 2008
Comentarios
Comentario de A.C. septiembre 18, 2008 @ 12:47 pm
Eu recoñezo a grandeza desa «pepita», pero debo confesar que a súa estimulación non é no tocante ao sexo, o que máis pracer me proporciona. Un saúdo.
[Reconozco la grandeza de esa «pepita», pero debo confesar que su estimulación en lo tocante al sexo, no es lo que más placer me proporciona.]
Comentario de Susana Moo septiembre 18, 2008 @ 10:21 pm
Depende de cómo sexa acariñada, dende fóra, cos labios pechados... para comer e non cuspir.
[Depende de cómo sea acariciada. Desde fuera, con los labios cerrados: para masticar y tragar.]
Comentario de M. septiembre 18, 2008 @ 10:24 pm
La pepita tiene su punto si no se obsesionan con ella y van a tiro fijo. Besos.
Las mujeres disponemos de un fantástico mecanismo: el arma de creación activa; aquel que escondemos entre muslo y muslo. Es una bomba de relojería con volcanes, géiseres, lluvias doradas y mareas rojas, con su estilete generador de ondas extasiantes multiorgásmicas y sus jugos químicos capaces de hacer sucumbir al más puritano.
Septiembre, 2008
Comentarios
Comentario de K.M. septiembre 26, 2008 @ 9:28 pm
Susana, hasta ahora no te conocía, pero ahora me voy a pasar de vez en cuando por aquí y dejar mis comentarios... me gusta tu lugar... Besos.
Comentario de Susana Moo septiembre 27, 2008 @ 6:30 pm
Eres muy bien venido, K.M. Besos.
Comentario de L. septiembre 29, 2008 @ 2:06 pm
Nunca había oído eso de arma de creación activa... curioso nombre... supongo que es un arma de doble filo... jajaja... una bomba que a veces ni nosotras podemos controlar y se nos escapa de las manos... o entre los dedos. Besitos.
Comentario de A.C. septiembre 30, 2008 @ 2:21 pm
Un tesouro de terminacións nerviosas...
[Un tesoro de terminaciones nerviosas...]
El pavito guapo se acerca poderoso levantando, elevando, enardeciendo su tremenda cola multicolor. Lo cierto es que es un chuletas que se contonea como si llevase tacones de aguja. Es guapo y lo sabe, está siendo observado y se luce. Siglos de evolución han hecho falta para que el proyecto «cola de pavo real» se hiciera presente. Ahora él es el orgullo de su especie y le toca el turno de sementar.
Ella, la pava, es el objetivo principal en su vida de pavo, es su pasión de ave. Su fidelidad no durará más que durante este encuentro, pero mientras estén juntos no existirá otra más que ella, foco único de todo su interés. La irá llevando, rodeándola, embaucándola, haciendo círculos a su alrededor. Tiene su objetivo marcado. Con todas esas florituras va a conseguir llevarla al picadero: un hermoso árbol que ha preparado para la ocasión. Ambos alargarán este proceso para hacerlo interminable, para disfrutar de la corte. Ella gozará del espectáculo que se le ofrece, es una hembra sensible y esta exhibición visual la pondrá tan caliente que ansiará la monta, cederá... pero se demora saboreando. Ella intuye que en ese paseo radica uno de los momentos más bellos de su vida. El pavito la acecha, la va cercando, cada vez más y más cerca. Gira a su alrededor y le muestra la belleza.
Octubre, 2008
Comentarios
Comentario de M. octubre 3, 2008 @ 9:48 pm
Seguro que esa monta no dura más de quince segundos... Mucha cola y poca cabalgada.
Comentario de Susana Moo octubre 3, 2008 @ 9:49 pm
M., te encuentro un poco ácida... los preliminares también cuentan, ¿no?
«El amor es la compensación de la muerte; su correlativo esencial.»
Schopenhauer.
Esta cita inspiró el relato que sigue y abunda en la fascinación que siento por la conjunción inseparable entre Eros y Tánatos, por el sexo como paliativo frente al temor a la muerte.
Que el difunto muriera de viejo no era motivo para estar tristes. Su vida había sido plena. El finado, fiel a la costumbre, había estado pagando toda su vida un seguro para el entierro y los familiares nos encontramos en el más lujoso de los tanatorios, tratados a cuerpo de rey. Nos agasajaron con una cena de primero, segundo plato, café y postre, todo regado con un vino de gama media con el que nos acaloramos y brindamos por el de cuerpo presente. Brindamos también por los de alma presente, ya sin disimular que estábamos bastante contentos: contentos de estar todavía vivos.
Para pasar la noche acompañando al que ya se había ido, al que ya no volvería, nos cedieron dormitorios en el piso superior justo encima de donde permanecía el muertito. No sin cierto estupor, mi esposo y yo ocupamos una. Estábamos un poco cohibidos, pero ¡cómo es la sangre! En cuanto nos desnudamos, la vida comenzó a cobrar forma en el falo erecto de mi acompañante, la vida se abría entre mis muslos. Nos abrazamos perplejos y cachondos y comenzamos a liberar todo un torrente de energía vital. Al principio íbamos suave, pero pronto completamente desaforados, con suspiros y gemidos totalmente fuera de contexto. Aquel furor uterino subió y bajó a lo largo de toda la noche y al día siguiente me encontraba en plena forma para soportar el funeral, el entierro y lo que me echaran.
Octubre, 2008
Comentarios
Comentario de K.M. octubre 9, 2008 @ 6:59 pm
Pues, claro que no (sentirse culpable), si pudiera ser que el fallecido haya querido que los suyos festejaran con la manifestación de vida... su muerte. A mí me pareció bien, este sentido vital manifiesto. Besos.
Comentario de P.S. octubre 10, 2008 @ 11:15 pm
«Por prudencia no se meten los dedos en un enchufe. Por amor, se meten en cualquier parte.» Robert Altman.
No sé si ya has hecho una entrada sobre la «petit mort», pero esto de Eros y Tánatos está siempre presente en la historia de la sexualidad y la sensualidad. Los griegos siempre te darán juego —los antiguos, a los modernos no tengo el gusto— en estos temas que tratas.
Comentario de M. octubre 13, 2008 @ 8:58 am
Yo tampoco me sentiría culpable... ¡viva la vida y el sexo!
Somos poquitas pero tenemos mucha suerte. A nosotras no nos vuelven locas tanto los tiarrones musculados con sonrisa fosforescente como aquellos otros eruditos y elocuentes. No nos ponen tanto los ricachones con sus cochazos, ni los poderosos con sus guardaespaldas como los inteligentes de conversación amena y reflexiones divertidas. A nosotras se nos moja el coño calentándonos la oreja.
Octubre, 2008
Comentarios
Comentario de A. octubre 19, 2008 @ 7:26 pm
¿Poquitas? No creo. Sois las más (no hay tantos ricachones con cochazo, y los que hay, son como los váteres, o están hechos una mierda o están ocupados). Quizás la única rama de la seducción que queda por explorar y explotar sea ésa, la de la lisonja en la oreja. Que no es lo mismo que escuchar lo que os gustaría oír. Muchas veces os gustaría escuchar lo que no queréis oír, pero que si lo dice el adecuado, es el perfecto afrodisíaco.
Comentario de P. octubre 21, 2008 @ 11:06 am
No sé si sois pocas, pero desde luego sois las mejores...
Comentario de L. octubre 23, 2008 @ 12:02 pm
Es cierto, nada mejor que un calentamiento orejil, para ponernos como motos... lo otro es accesorio, que no rechazable, ojo...
Comentario de K. febrero 12, 2009 @ 10:53 am
Ni hablar, ¡me sumo a las que se les coge por el oído!
A mi amante le gusta ver cómo mis brazos le acarician. Esto dicho así pudiera resultar cursi. Pero, ¿a qué ya no resulta tan cursi si digo que lo que le maravilla es ver mi brazo agitándose mientras los cinco dedos de mi mano rodean su tenso miembro? Oh, ¡cómo se pone! Todo colorado, se solaza, extasiado, mirando las muñecas finas. Observando los antebrazos, la doblez del codo, las carnes más blandas del interior, allí donde está la curva firme del hombro, en los deditos que intentan abarcar el grueso tallo...
«Arremángate», me dice, y yo ya sé qué busca el muy bribón.
Octubre, 2008
Comentarios
Comentario de O.B. octubre 22, 2008 @ 8:30 pm
Aprecio el gusto de tu amante, Susana, sin duda me siento muy identificado con él. A mí me proporciona un gran placer que mi verga, gruesa y que también enrojece, sea acariciada con suavidad, energía y gracia por una mano femenina. Y el colmo del placer llega cuando me chupetean al tiempo los pezones que tan sensibles tengo. ¡Puedo alcanzar el éxtasis durante largo rato! ¡Ay, Susana Moo, pienso en ti! ¿Puedo?
Comentario de L. octubre 23, 2008 @ 11:52 am
Entonces que trabaje esa mano hasta hacerle enloquecer... porque si lo hace tan bien, seguramente puede ser tan excitante como el hecho de recibir el placer directamente.
Comentario de Susana Moo octubre 23, 2008 @ 11:17 pm
O.B.: Claro que puedes pensar en mí, puedes incluso manosearte pensando en mí... pero desde luego has de saber que no soy yo, es solo una imagen que proyectas. Y me encanta que proyectes.
Título original: Microrrelatos eróticos
© Susana Moo
© 2011, Red ediciones S.L.
e-mail: info@red-ediciones.com
Editor: Henry Odell - henry@pensodromo.com
Diseño de cubierta: Pensódromo 21
ISBN rústica: 978-84-9007-070-3.
ISBN ebook: 978-84-9007-071-0.
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar, escanear o hacer copias digitales de algún fragmento de esta obra.
www.erotomanias.com
www.pensodromo.com/21
¿Se puede saber cómo son los genitales de un hombre observando el resto de su cuerpo? Me gusta trabajar mi imaginación haciendo este ejercicio de análisis. Es un asunto que me preocupa bastante y al cual procuro dedicar tiempo reflexión.
Existen ciertos presupuestos que afirman que los hombres bajos la tienen grande. Cierto, hay casos verdaderamente impresionantes —en alguno la comparativa es impactante—, pero no podemos generalizar: no es regla exacta.
Se comenta también que la nariz va pareja a la minga, nariz redondita y respingona: minga corta y gordona; nariz aguileña: picha serpentina; narizota: polloncio. Mola observarles la nariz e imaginar cómo van calzados. Especialmente a esos que te hablan tan serios con sus corbatas y sus cuellos duros sin saber que las napias, justo en el centro de la cara, delatan.
En Oriente valoran mucho un mentón prominente, como símbolo de virilidad, de potencia y de poderío entre las ingles. Suelo fiarme de los orientales en materia sexual, pero tengo mi propio criterio al respecto: los antebrazos.
Desde la muñeca al codo, los antebrazos de varón son faliformes. Cuando un hombre te está haciendo el típico trabajito manual y tiene su mano hundida en tu vientre, es estupendo sujetar el antebrazo con ambas manos como si de una inmensa verga dura se tratase y darle rico de arriba abajo, con fuerza y sin complejos. Es estupendo, además, que tengan dos antebrazos y tú puedas tomar uno con cada mano mientras el otro protagonista de este cuento, surca entre las aguas de tu mar.
Octubre, 2008
Comentarios
Comentario de L. octubre 29, 2008 @ 2:52 pm
Curiosas esas comparaciones, la de forma de «Ele» cuando decían que los altos la tienen pequeña y viceversa... o lo de la nariz, también lo había oído (pero para nada) y la otra que susto... pensé que la tenían como su antebrazo... jeje...
Comentario de P. octubre 29, 2008 @ 4:26 pm
Hola Susana,
Hay una vieja historia sobre la longitud de los dedos de la mano (más en concreto, el cociente índice/anular) y la cantidad de testosterona en los hombres.
Comentario de Susana Moo octubre 29, 2008 @ 11:45 pm
Gracias P., muy interesante el cociente índice-anular.
Comentario de J. octubre 30, 2008 @ 6:51 pm
Y en el caso de ustedes, qué tal imaginar los labios haciendo equivalencias. Besitos.
Comentario de T.H.C. octubre 30, 2008 @ 6:53 pm
Sin embargo,
en este caso,
tiene más gorda la picha
que el antebrazo.
Besitos.
Es una pena, pero no se puede poseer a todo hombre que se desea. Es una fatalidad, pero incluso no se puede yacer con todos los hombres que deseas y te desean a ti. Hay que aceptarlo como es, quizás en un mundo más primitivo esta situación fuese inconcebible. Pero en nuestra civilización, más vale agachar las orejas y aceptar esta sinrazón.
La naturaleza, siempre sabia, a medida que nos fue quitando espontaneidad en la monta, nos fue dando imaginación y fantasía. Incluso para los que se cierran a esa posibilidad, está el inconsciente para vivir deseos reprimidos.
Hoy el mío me dio un regalazo: esta noche soñé con ese hombre que se me niega, con todos esos varones que jamás tendré, materializados en una inmensa verga caliente e inflamada a la que yo accedía de un modo peculiar. Intentaré explicar mi voluptuosa sensación.
Fue, como suelen ser mis sueños, breve y abstracto. De hecho, recuerdo poco más que una imagen; una imagen tan real como si la hubiera vivido ¡No, no! Mucho más real que si hubiese sucedido porque cuando las cosas pasan los sentidos hacen que las sensaciones se dispersen. En lo onírico el sentimiento es puro, destilado por el alambique de Morfeo.
Ese hombre que deseo y no tengo, no me atendía, miraba hacia allá, hacia lo lejos, hacia otra mujer quizás, hacia otro asunto. Había gente alrededor y yo ansiaba llamar su atención, estaba triste porque no la tenía, pero le daba la espalda, me le acercaba hacia atrás.
Entonces ese hombre que jamás tendré entre mis muslos, todavía sin mirarme, se inclina sobre mi dorso. Apoya, como quien no quiere la cosa, su bajo vientre vestido en mis nalgas también vestidas. Era un gesto disimulado, que solo él y yo podíamos percibir. Nuestra pasión está prohibida, nuestros ojos no se cruzan, no nos podemos besar.
En la vida real es impensable que un hombre se te acople de tal modo y el entorno no se dé cuenta, pero en el sueño era así. No había exhibicionismo en nuestro gesto. Me apretaba disimuladamente y me hacía sentir su deseo.
¡Estábamos tan unidos! Su miembro acomodado en la raja que separa ambas nalgas, bien metido entre ellas y crecía, crecía y se endurecía oprimiéndome el culo, que yo curvaba para favorecer el contacto, ofreciéndome.
Es otro imposible: pese a que ambos llevábamos la ropa puesta, su creciente polla se inflamaba como el maíz se hace palomita y yo lo gozaba secretamente allí, entre la muchedumbre ajetreada, ajena a nuestra unión.
Apretando su miembro a mi raja, cada uno mirando hacia algún indefinido lugar y casi, casi hacíamos el amor.
Noviembre, 2008
Comentarios
Comentario de P.R.U. noviembre 3, 2008 @ 11:43 am
Esta situación en la vida real puede pasar, un instante mágico, único, en que dos desconocidos se acoplan momentáneamente, en el metro, en un concierto, en un centro comercial, por un mudo acuerdo no acordado pero bien recibido... Placer secreto, irrepetible, fugaz, y cada uno a su casa con el recuerdo de algo que ni fue ni será, pero existió... Besos cercanos...
Comentario de T.H.C. noviembre 3, 2008 @ 3:11 pm
Hace unos días, yendo en autobús agarrado de una barra vertical se situó a mi lado una bella mujer. Mi mano estaba a la altura de su cuello así que milímetro a milímetro fui bajándola hasta que la dejé a la altura de su teta izquierda. De vez en cuando su pecho se hundía levemente en el dorso de mi mano. Por unos instantes me recordé haciendo lo mismo en mi adolescencia, robando toqueteos. Yo pensaba que no se estaba dando cuenta, pero llegó su parada, me miró fugazmente a los ojos, esbozó una levísima sonrisa y se bajó...
Comentario de Susana Moo noviembre 3, 2008 @ 3:54 pm
¡Ah! Qué momentitos más deliciosos evocáis, P.R.U. y T.H.C. Los dos nombráis el autobús o el metro, excelentes lugares para erotizarnos muy discretamente.
Comentario de K.M. noviembre 4, 2008 @ 8:35 pm
¡Dios!... qué relato seductor... ni necesito cerrar los ojos para vivir este ensueño... tantas veces que mis sueños se reflejan en esa imagen que has acabado de relatar... claro que del lado masculino... te sigo leyendo.
Este amanecer descubrí en mi hombre una erección espontánea, de esas noctámbulas que surgen naturalmente, sin excitación aparente. Era una firme y potente tensión que contrastaba con el resto de sus músculos relajaditos en su dormir.
Me abracé a él y tomé el tremendo tótem con mis manos, con ambas. Presioné la masa firme de carne caliente y el bicho me saludó dando pequeños brinquitos de alegría.
No conozco mejor despertar.
No conozco mejor desayuno.
Noviembre, 2008
Comentarios
Comentario de L. noviembre 5, 2008 @ 5:02 pm
Es que cuando ves una cosa así, por la mañana y ese calorcito que te sube por todo el cuerpo, te entra hambre y te lo comes en un pis-pás. Jeje... Besitos.
Comentario de G.T. noviembre 5, 2008 @ 8:23 pm
Fuego nocturno
matutina erección
¡ciclo virtuoso!