TENDÓN

Valoración
y tratamiento
en fisioterapia

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Antonio Jurado Bueno
Iván Medina Porqueres

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Diseño cubierta: Rafael Soria

© 2021, Antonio Jurado Bueno

Iván Medina Porqueres

 

Editorial Paidotribo

www.paidotribo.com

E-mail: paidotribo@paidotribo.com

 

 

4ª reimpresión de la 1ª edición:

ISBN: 978-84-8019-979-7

ISBN EPUB: 978-84-9910-147-7

BIC: MQS

 

Fotocomposición: Editor Service, S.L.

 

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Índice

Prólogo

Prefacio

Capítulo 1

ESTRUCTURA DEL TENDÓN

Antonio Jurado e Iván Medina

Introducción

Elementos extratendinosos

Especial consideración de las vainas tendinosas

Componentes del tendón

Células

Colágeno

Sustancia fundamental

Elementos de conjunción: enlaces cruzados

Irrigación del tendón

Inervación del tendón

Proceso del colágeno

Proceso intracelular del colágeno

Proceso extracelular del colágeno

Fibras de elastina

Sustancia fundamental

Configuración espacial de las fibrillas

Enlaces cruzados

Defectos del colágeno

Jerarquía del colágeno

Zonas de transición

Unión musculotendinosa

Unión osteotendinosa (UOT)

Tipos de UOT

Afinidades y diferencias entre ligamentos y tendones

Bibliografía

Capítulo 2

BIOMECÁNICA DEL TENDÓN

Antonio Jurado e Iván Medina

Introducción

Características del tendón

Propiedades mecánicas del tendón

Propiedades estructurales del tendón

Viscoelasticidad

Grosor y longitud

Curva carga/deformación

Fuerza tensil de los tendones

Propiedades mecánicas y composición bioquímica del tendón. ¿Están relacionadas?

Biomecánica de las inserciones del tendón

Unión musculotendinosa

Unión osteotendinosa

Biomecánica del tendón bajo carga. Lesión y rotura

¿Cómo responde el tendón a la carga?

Formación del espolón (Entesofito)

Aparición de la lesión tendinosa

Efectos del ejercicio y el desuso sobre el tendón

Efectos del ejercicio

Efectos del desuso y la inmovilización

Cambios bioquímicos en el cuerpo del tendón

Cambios bioquímicos debidos al ejercicio

Cambios bioquímicos debidos a la inmovilización

Prevención de la atrofia por inmovilización

Envejecimiento del tendón

Cambios celulares

Cambios de la matriz celular

Cambios en la biomecánica

Bibliografía

Capítulo 3

TENDINOPATÍAS. ¿TENDINITIS O TENDINOSIS?

Antonio Jurado e Iván Medina

Introducción

Clasificación de las tendinopatías

Etiopatogenia de los accidentes tendinomusculares

Factores intrínsecos

Factores extrínsecos

Cambios fisiopatológicos en las tendinopatías

Cambios fisiopatológicos en las tendinitis

Cambios fisiopatológicos en las tendinosis

Cambios celulares

Cambios vasculares

Cambios del colágeno

Tendinopatías y reacción inflamatoria

Tendinopatías y dolor

Implicación del dolor en la curación

Causas de dolor en el tendón

Hipótesis bioquímica

Hipótesis mecánica

Impingement como causa de dolor en el tendon rotuliano

– Hipótesis anatómica

– Hipótesis final sobre el dolor y las tendinopatías

Bibliografía

Capítulo 4

CONCEPTO DE TRABAJO EXCÉNTRICO

Antonio Jurado e Iván Medina

Introducción

Etiología de la lesión tendinosa

Causas mecánicas

Causas metabólicas

Dolor muscular tardío

Comportamiento del tendón sometido a estrés

Carácter excéntrico de las fuerzas aplicadas

Biomecánica comparada del entrenamiento excéntrico

Fisiología del trabajo excéntrico

Efectos del trabajo excéntrico

Recuperación del trabajo muscular excéntrico

Bibliografía

Capítulo 5

RESPUESTA DE LOS TEJIDOS A LA LESIÓN TENDINOSA

Antonio Jurado e Iván Medina

Introducción

Diferencias entre procesos agudos y crónicos

Lesión aguda

Lesión crónica

Apoptosis celular

Fases del proceso de reparación

Fase inflamatoria

Fase proliferativa

Fase de remodelación o maduración

Factores que interfieren el proceso de curación

Factores locales

Factores sistémicos

Proceso reparador en las lesiones crónicas

Desencuentros clínicos: tendinopatías agudas y crónicas

Características clínicas de las tendinopatías en función del tiempo transcurrido

Determinación de la fase lesional

¿Por qué puede fracasar el proceso reparador?

Factores intrínsecos

Factores extrínsecos

Bibliografía

Capítulo 6

DIAGNÓSTICO DE LA TENDINOPATÍA

Antonio Jurado e Iván Medina

Introducción

Patomecánica: implicación en la tendinopatía

Mecánica lesional

Elaboración de un diagnóstico

Historia

Examen físico

Estudios de laboratorio

Diagnóstico por la imagen

Particularidades de las tendinopatías crónicas: adaptación

Fenómeno de adaptación

Bibliografía

Capítulo 7

TRATAMIENTO DEL TENDÓN LESIONADO

Antonio Jurado e Iván Medina

Introducción

Tendinopatía aguda o tendinitis

Tendinopatía crónica o tendinosis

Principios generales en el tratamiento de la tendinopatía aguda

Identificar y eliminar todos los factores/fuerzas externos

Estimar la fase de cicatrización (estadio de la tendinopatía)

Tratamiento adecuado a la fase de cicatrización

Aplicar un programa de carga tensil apropiado

Control del dolor y la inflamación

Tratamiento

Modalidades físicas

– Frío

– Calor

– Ultrasonidos

– Estimulación eléctrica

– Láser

– Masaje

– Movilización tendinosa

Programa de ejercicios ¿Por qué un programa excéntrico?

Papel del ejercicio excéntrico en el tratamiento de la tendinopatía crónica

Principios del ejercicio

Especificidad del entrenamiento

Carga máxima

Progresión de la carga

El dolor debe guiar la progresión del tratamiento

Desarrollo de un programa tipo

Calentamiento

Flexibilidad

Ejercicio específico

Frío

Bibliografía

Capítulo 8

TENDINOPATÍA AQUÍLEA

Antonio Jurado e Iván Medina

Introducción

Anatomía

Biomecánica

Etiología

Desajustes biomecánicos

Errores de entrenamiento

Papel de la carga

Papel de la contracción excéntrica en la tendinopatía del Aquiles

Fisiopatología

Examen

Diagnóstico por la imagen

Síntomas

Diagnóstico diferencial

Tratamiento

Fase aguda: tratamiento de la tendinopatía aguda

Fase crónica: indicaciones de tratamiento de la tendinopatía del Aquiles

Bibliografía

Capítulo 9

TENDINOPATÍA ROTULIANA (RODILLA DEL SALTADOR)

Antonio Jurado e Iván Medina

Introducción

Anatomía

Biomecánica

Fisiopatología

Etiología

Factores predisponentes

Diagnóstico

Diagnóstico diferencial

Síntomas

Tratamiento

Medidas generales

Configuración del tratamiento

– Corrección de los factores biomecánicos predisponentes

– Elastificación del compartimento externo de la rótula

– Flexibilización selectiva

– Masaje

– Electroterapia

– Tratamiento de los puntos gatillo (PsG) relacionados

– Restablecer la capacidad de absorción del impacto

– Programa excéntrico

– Reeducación de los patrones motores

Bibliografía

Capítulo 10

SÍNDROME DE FRICCIÓN DE LA BANDA ILIOTIBIAL

Antonio Jurado e Iván Medina

Introducción

Anatomía

Biomecánica

Patomecánica

Fisiopatología

Etiología

Diagnóstico

Historia

Examen de la rodilla

Pruebas especiales

Diagnóstico diferencial

Tratamiento

Fase aguda

Fase crónica

Readaptación del entrenamiento

Bibliografía

Capítulo 11

TENDINOPATÍA INGUINAL

Antonio Jurado e Iván Medina

Introducción

Anatomía inguinal

Síntomas

Factores predisponentes

Patogenia

Valoración

Historia

Valoración del dolor

Examen físico

– Observación

– Movilidad articular

– Estado muscular

– Pruebas especiales

– Palpación

Pruebas complementarias

– Radiología simple

– Resonancia magnética

– Ecografía

– Dinamometría isocinética

Diagnóstico diferencial

Tratamiento

Fase aguda: tratamiento de la tendinopatía aguda

Fase crónica: indicaciones de tratamiento de la tendinopatía inguinal

– Terapia manual

– Movilización de los tejidos blandos

– Electroterapia

– Flexibilidad miotendinosa

– Fortalecimiento

– Readaptación al esfuerzo

Prevención

Bibliografía

Capítulo 12

TENDINOPATÍAS DEL HOMBRO: SÍNDROME DE ATRAPAMIENTO O IMPINGEMENT SUBACROMIAL

Antonio Jurado e Iván Medina

Introducción

Anatomía funcional

Estabilidad de la articulación glenohumeral

Estabilidad en los distintos planos

Vascularización del manguito de los rotadores

Espacio subacromial

Impingement subacromial: etiología y clasificación

Diferenciación entre impingement e inestabilidad como primera causa de dolor

Biomecánica

Pares de fuerza

Papel de la escápula en la biomecánica del hombro

Ritmo escapulohumeral

Alteración de la biomecánica normal

Movimientos correctamente ejecutados y disfunción

Movimientos defectuosos y disfunción

Factores predisponentes

Fisiopatología

Diagnóstico

– Historia

– Estudio del paciente

– Diagnóstico por la imagen

Diagnóstico diferencial

Tratamiento

Principio 1: Control del dolor y/o la inflamación y normalización tisular

Principio 2: Ajuste de la escápula y restablecimiento del ritmo escapulohumeral normal

Principio 3: Restablecimiento de la amplitud del movimiento fisiológico de todas las articulaciones

Principio 4: Recentrado de la cabeza humeral

Principio 5: Fortalecimiento muscular

Principio 6: Trabajo integrador en cadena cinética cerrada

Protocolo de recuperación del síndrome de impingement subacromial

Bibliografía

Capítulo 13

TENDINOPATÍAS DEL CODO: EPICONDILALGIAS

Antonio Jurado e Iván Medina

Introducción

Anatomía funcional

Biomecánica

Etiología

Factores predisponentes

Histopatología

Diagnóstico

Fases del diagnóstico

Diagnóstico diferencial

Tratamiento

Control del dolor y la inflamación

Restablecimiento de la flexibilidad

Recuperación del equilibrio muscular

Tratamiento de orientación excéntrica

Maniobras osteopáticas

Medidas ortésicas

Corrección de los factores de riesgo

Bibliografía

Capítulo 14

TENDINOPATÍAS DE LA MANO Y LA MUÑECA: TENDOSINOVITIS DE DE QUERVAIN

Antonio Jurado, Iván Medina y Raquel Cantero

Introducción

Tenosinovitis de de Quervain

Anatomía funcional

Aspectos biomecánicos

Fisiopatología

Etiología

Factores predisponentes a la aparición de tendinopatías en el primer compartimento

Diagnóstico

Diagnóstico diferencial

Tratamiento del síndrome de de Quervain

Fisioterapia

Tratamiento con férulas

Otras lesiones tendinosas de la mano y la muñeca

Tendinopatías de los extensores de la muñeca

Tendinopatía del extensor largo del pulgar

Tendinopatía del extensor del meñique

Tendinopatía del cubital posterior

Tendinopatía del extensor del índice

Tendinopatía del primero y el segundo radial

Tendinopatías de los flexores de la muñeca. Tendinopatía del palmar mayor

Tendinopatía del flexor cubital del carpo

Tenosinovitis flexora de los dedos. Dedo en resorte

Bibliografía

Capítulo 15

MODIFICADORES FARMACOLÓGICOS DE LA INFLAMACIÓN

Antonio Jurado, Iván Medina y Begoña Utrera

Introducción

Antiinflamatorios

Reacción antiinflamatoria

¿Qué son los AINE?

Mecanismo de acción de los AINE

Problemas derivados de la administración de los AINE

Aplicaciones terapéuticas

Corticosteroides

Mecanismo de acción

Efectos sobre el tendón

Efectos sobre la articulación

Vías de administración

Evidencia clínica en distintas patologías

Epicondilalgias

Tendinopatía del manguito de los rotadores

Tendinopatías aquíleas

Complicaciones y contraindicaciones

Análisis comparativo. AINE/corticosteroides y conclusión

Bibliografía

Capítulo 16

NUEVAS TENDENCIAS EN EL TRATAMIENTO DE LAS TENDINOPATÍAS

Antonio Jurado, Iván Medina, Isabel Rodríguez y Ana Pallarés

Introducción

Factores de crecimiento

Función en la fase reparadora. Familias de factores de crecimiento

¿Cómo actúan los factores de crecimiento?

Factores de crecimiento y lesión tendinosa

¿Cómo inciden los factores de crecimiento en la reparación tisular?

¿Cómo se obtiene el plasma rico en factores de crecimiento?

Administración de plasma rico en factores de crecimiento

Terapia genética

Células madre

Terapia celular

Ondas de choque

¿Qué son las ondas de choque? ¿Cómo actúan?

Generadores de ondas de choque

– Principios del tratamiento con ondas de choque

– Efectos. Mecanismo de actuación

– Aplicación terapéutica en distintas patologías

– Conclusiones

Bibliografía

Prólogo

Con gusto y placer realizamos una breve presentación del trabajo “El tendón: valoración y tratamiento en fisioterapia” de los autores fisioterapeutas D. Antonio Jurado Bueno y D. Iván Medina Porqueres, que con gran olfato editor publica Paidotribo.

Nos agrada ver la metódica del trabajo y el planteamiento semántico de la tendinitis y la tendinosis.

Al estudioso del omnipresente dolor tendinoso en el deportista de este libro le va a resolver las dudas diagnósticas y a proponer medidas fisioterapéuticas.

Venimos manifestando que las dos causas más frecuentes de lesiones en el deporte son la lesión tendinosa y la muscular con preferencia a los esguinces y las meniscopatías.

Clasificamos las tendinopatías en tres grados o estadios:

–   Estadio I: dolor después del deporte.

–   Estadio II: dolor antes del deporte.

–   Estadio III: dolor antes, durante y después del deporte. Y añadimos un IV estadio que sería la rotura tendinosa. En los estadios I y II el tratamiento fisioterápico daría entre buenos y excelentes resultados, y malos resultados en el estadio III, que muchas veces precisa cirugía.

Este estudio sobre la valoración y fisioterapia del tendón va a convertirse en un libro de consulta para los sanitarios del deporte y por ello felicitamos a sus autores.

Profesor Pedro Guillén García

Prefacio

Lector, el libro que tienes en tus manos es el resultado de algo más de tres años de trabajo de un grupo de fisioterapeutas.

Tras varios años de profesión, hemos tratado de organizar nuestras experiencias procurando liberar el siempre oneroso peso de la teoría de pretensiones literarias inútiles. Así pues, el libro que ante ti tienes, y que osadamente sometemos a tu juicio, ha sido escrito con la pluma de la prudencia, siempre buena consejera.

El trabajo ha sido estructurado en dos bloques, el primero, más teórico, compuesto por siete capítulos con los que se ha pretendido conformar una base de conocimientos sobre la que fuera más fácil construir otro bloque, el segundo, cuyos capítulos sí están dedicados al estudio –razonamiento diagnóstico y tratamiento– de las patologías tendinosas concretas.

No conocemos hasta la fecha ninguna publicación monográfica en castellano sobre el tendón. La literatura sobre fisioterapia que nos invade en los últimos tiempos se distingue más bien por el desarrollo de métodos –más o menos novedosos– o la elaboración de libros-guía a partir de nociones un tanto teóricas, un tanto abstractas; por eso es a veces preferible bajar a ras de suelo y preguntar a la experiencia. En la clínica diaria, los problemas que abordamos con más frecuencia son las lesiones de partes blandas, esencialmente el tendón, el músculo y la fascia. Y son problemas reales que requieren soluciones reales. Este libro nace de la necesidad de los autores de saber más sobre estos problemas y sobre sus soluciones, pues el cuerpo teórico-práctico en el que nos desenvolvíamos antes de iniciar su escritura nos parecía insuficiente. Y aún hoy nos lo parece.

Por todo ello, amigo lector, te pedimos benevolencia en tu juicio, ya que al fin y al cabo seguimos siendo estudiantes de fisioterapia. El mayor aprendizaje que hemos alcanzado después de estos tres años de trabajo, miles de artículos consultados, decenas de libros y tesis doctorales revisadas, es que nuestro conocimiento sobre este asunto aún es escaso. A partir de este punto nuestra ambición es siempre mejorar… aprendiendo, por supuesto.

Antonio Jurado Bueno
Iván Medina Porqueres

    1

Estructura del tendón

INTRODUCCIÓN

Los tendones son estructuras anatómicas situadas entre el músculo y el hueso cuya función es transmitir la fuerza generada por el primero al segundo, dando lugar al movimiento articular. En la unidad de movimiento básica un músculo tiene dos tendones, uno proximal y otro distal (fig. 1-1). Los tendones y ligamentos poseen tres zonas específicas en toda su longitud: (1) el punto de unión músculo-tendón se denomina unión miotendinosa (UMT); (2) la unión tendón-hueso recibe el nombre de unión osteotendinosa (UOT); (3) en la zona media o cuerpo del tendón éste a veces puede cambiar de dirección apoyándose en las poleas óseas4 24. No siempre ocurre la misma adaptación músculo-tendón; un único tendón, como es el de Aquiles, focaliza la acción de varios músculos o vientres musculares –tríceps sural– con el objetivo de ejercer tracción sobre un solo hueso –calcáneo–, mientras que un solo músculo –tibial posterior– puede actuar sobre varios tendones que, a su vez, anclan en distintas piezas óseas.

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FIGURA 1-1. Esquema simplificado de la biomecánica articular. El músculo bíceps braquial se une a sendos tendones en sus exremos (UMT). A su vez, los tendones se insertan en distintos huesos (UOT), para conformar la palanca simple responsable de la movilidad articular. (Abreviaturas, ver texto).

 

Los tendones presentan un aspecto blanquecino a causa de su relativa avascularidad. Están compuestos de colágeno en un 30% y de elastina en un 2%, todo ello en el seno de una matriz extracelular que contiene hasta un 68% de agua. El colágeno representa alrededor del 70% del peso seco del tendón17 46.

Morfológicamente el tendón varía en forma y tamaño. Puede ser aplanado o redondeado; con respecto al músculo puede encontrarse en el origen, en la inserción o formando intersecciones tendinosas dentro de él. Dentro de un mismo tendón pueden discurrir haces paralelos en un estrato y hacerlo en dirección diferente en estratos adyacentes, siempre en función de la acción muscular, por lo que, en definitiva, lo que determina la configuración del tendón es el estímulo que genera el tipo de movimiento que éste realiza20 50. Además, respecto a los tendones redondeados, el área por sección es proporcional a la fuerza isométrica máxima del músculo al que pertenecen9.

Los tendones pueden estar encapsulados, esto es, rodeados por la membrana sinovial de la articulación; en tal caso se denominan intracapsulares. Los tendones que discurren bajo retináculos se encuentran enclaustrados en túneles fibrosos; ejemplos de ellos son los tendones largos de la mano, la muñeca o el pie.

El grado o amplitud del movimiento de la UMT y la fuerza aplicada al tendón determinan la orientación de las fibras y la mayor amplitud del movimiento del músculo y del tendón11. El tendón, en ocasiones, se halla alejado del músculo al que acompaña, como ocurre en los músculos de los dedos de la mano, cuyos tendones se localizan en el antebrazo.

Los tendones pueden presentar múltiples variaciones en su diseño, de tal modo que pueden ser cortos y gruesos, porque deban transmitir una fuerza importante, como ocurre con el tendón del cuádriceps, o bien largos y finos, como ocurre con los tendones de los dedos, responsables de la ejecución de movimientos delicados, no vigorosos39, o con los tendones peroneos4, que discurren por espacios estrechos.

ELEMENTOS EXTRATENDINOSOS

De acuerdo con la clasificación de Ippolito y Postacchini24, las estructuras que rodean al tendón pueden agruparse en cinco categorías:

1)  Las vainas fibrosas son los conductos a través de los cuales los tendones se deslizan durante su recorrido. Están presentes en tendones que tienen que recorrer un largo camino para alcanzar su punto de inserción y pueden, por ello, estar sometidos a importantes fricciones; en ocasiones, los huesos les ofrecen escotaduras y hendiduras provistas de suelo fibrocartilaginoso y cubiertas por una capa fibrosa o retináculo. Ejemplo de ello es el retináculo de los flexores y extensores de la mano y el pie.

2)  Las poleas de reflexión son refuerzos anatómicos de las vainas fibrosas localizados en los lugares curvos que se pueden encontrar en el curso del tendón. Su misión en mantener el tendón dentro del lecho por el que se desliza.

3)  Las vainas sinoviales son túneles de acceso por los que los tendones acceden al hueso o a otras estructuras anatómicas que pueden causar fricción sobre el tendón. Su finalidad es minimizar dicha fricción. Más frecuentemente se las encuentra alrededor de los tendones de la mano (fig. 1-2) y el pie. Situada bajo una capa fibrosa, la vaina sinovial se compone de dos capas finas y serosas, las vainas parietal y visceral. Estas vainas forman un conducto cerrado que contiene un fluido peritendinoso que se encarga de la lubricación tendinosa.

4)  Algunos tendones, como los que carecen de una vaina sinovial verdadera, disponen de una vaina peritendinosa o paratendón para reducir la fricción. Su función es permitir el libre movimiento del tendón contra los tejidos colindantes. Característicamente, el tendón de Aquiles es un claro ejemplo en el que se puede observar el paratendón con finas membranas de deslizamiento. Cuando el paratendón contiene células sinoviales recibe el nombre de tendosinovial; la ausencia de dichas células y la presencia de una doble capa le confiere el nombre de tendovaginal.

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FIGURA 1-2. Elementos extratendinosos en el tobillo: retináculo, vaina fibrosa, vaina sinovial, polea de reflexión, bursa.

5)  Las bursas (bolsas) constituyen el quinto tipo de estructura extratendinosa. Son pequeños sacos de líquido situados entre dos estructuras adyacentes –músculo, tendón o hueso– donde actúan como amortiguadores, reduciendo la fricción y asistiendo el movimiento. Juegan un papel importante en la reducción de la fricción. Están localizadas en lugares anatómicamente escogidos donde músculos y tendones pueden sufrir fenómenos compresivos contra prominencias óseas que dificultan el deslizamiento de estas estructuras. Ejemplos de ello son las bursas retrocalcánea, subacromial o infrarrotuliana.

ESPECIAL CONSIDERACIÓN
DE LAS VAINAS TENDINOSAS

Entre los elementos externos al tendón, son especialmente relevantes las vainas que lo rodean. Las vainas tendinosas se encuentran alrededor del tendón y son comunes en los tendones de la mano y del pie, donde están localizadas en las zonas de largo recorrido curvo –túneles carpiano o del tarso– y en la zona de los dedos. Su principal función es minimizar la fricción entre el tendón y los tejidos que lo rodean22 23.

Las vainas tendinosas tienen dos capas: una externa, que es la vaina fibrosa, y una interna, que es la vaina sinovial; entre ambas existe un espacio virtual que sólo se hace real en situaciones patológicas. La capa externa está compuesta por una red de colágeno cuyas fibras se orientan de manera longitudinal, oblicua o circular respecto al eje del tendón. La superficie interna de la capa fibrosa está tapizada por una capa de células de la cara sinovial parietal, mientras que el tendón está recubierto por las células de la capa visceral. El espacio cerrado –cavidad– entre estas dos capas contiene una fina película de fluido con una composición química similar a la del líquido sinovial articular24.

Existen dos tipos principales de células sinoviales. Las del primer tipo o tipo A son macrófagos y representan el 20-30% de la capa sinovial. Estas células segregan ácido hialurónico, el cual sirve de lubricante para controlar la irritación por fricción y posee, además, función fagocítica26. Las células del segundo tipo o tipo B poseen las características de los fibroblastos y representan el 70-80% del total celular. Estas células también producen líquido sinovial rico en ácido hialurónico. En el citoplasma de estas células encontramos glicoaminoglicanos (GAG) y proteoglicanos (PG) estructurales. Además se puede encontrar una tercera serie de células o tipo C, igualmente de tipo sinovial, forma intermedia entre A y B y que participa en el tejido autoinmune57.

La principal función de la sinovia tendinosa es procurar lubricación, aunque algunos autores han defendido su contribución a la nutrición del tendón15 19 38 40. El mesotendón es característico de los tendones de la mano y pie y tiene dos funciones: primera, anclar el tendón y protegerlo del exceso de rotación, y segunda, proporcionar la placa por la que vasos y nervios penetran en el tejido del tendón46.

COMPONENTES DEL TENDÓN

El tendón está constituido por distintos elementos: células, sustancia fundamental y fibras de colágeno (tabla 1-1), todo ello mantenido por diferentes tipos de enlace. Estos elementos constituyen el cuerpo del tendón en distintas proporciones26:

 

TABLA 1-1. Componentes del tendón.

Células

Fibroblasto es la célula predominante
Producen colágeno y sustancia fundamental
Necesarias para la cicatrización

Sustancia fundamental

Elementos más frecuentes: proteoglicanos y agua
Organiza y controla el tejido colágeno
Actúa como barrera ante algunas sustancias
Facilita la nutrición
Soporta las propiedades mecánicas durante la compresión

Fibras de colágeno

Moléculas de colágeno empaquetadas como miofibrillas
Microfibrillas empaquetadas como fibras de colágeno
Colágeno tipo I más presente en el tendón
Gran fuerza tensil

Células

Son numerosos los tipos de células que se encuentran en la sustancia fundamental del tejido conectivo. Algunas son fijas, es decir, pertenecen a una población permanente, mientras que otras van y vienen de forma aleatoria respondiendo a las necesidades del tejido.

(i)  Los fibroblastos son las células constantes del tejido conectivo. Adoptan diversos aspectos morfológicos, aunque la mayor parte de ellos tienen forma de huso. Muy numerosos, son los responsables de la formación de los componentes fibrosos del tejido conectivo, el colágeno y la elastina. De igual modo, están implicados en la elaboración de la sustancia fundamental amorfa y de mediadores celulares del proceso de curación. De ahí que presenten cierta movilidad en respuesta al traumatismo y la inflamación. No en vano la proliferación fibroblástica tiene un papel crucial en el proceso de reparación tendinoso35. Carecen de regulación central, por lo que las modificaciones de su forma, función y composición obedecen a estímulos locales, principalmente de carácter mecánico20.

(ii)  Los macrófagos son particularmente numerosos en el tejido conectivo laxo. Se mueven libremente y juegan un papel en el sistema reticuloendotelial. Son carroñeros activos, engullendo células muertas, bacterias y partículas extrañas. También liberan muchos de los mediadores que generan la respuesta inflamatoria24.

(iii)  Las células cebadas se encuentran cerca de los vasos sanguíneos y su función es muy controvertida. Producen anticoagulantes como la heparina, aunque también liberan histamina y serotonina. Estas sustancias vasoactivas, conocidas como cininas, participan en el control del flujo de sangre a la zona, especialmente en el proceso inflamatorio.

Aunque sea sólo en determinadas circunstancias, cabe encontrar otras células como linfocitos y neutrófilos polimorfonucleares, que intervienen en el sistema de defensa celular y humoral24.

Colágeno

La llave de la fuerza del tejido conectivo es la configuración de la molécula de colágeno. El colágeno comprende una familia de moléculas divididas en dos grupos mayores. Se identifican 13 tipos de colágeno (tabla 1-2), los cuales pueden ser divididos en dos clases: los que conforman fibras regulares de colágeno (I, II, III, V, XI) y los que no las conforman (IV, VI, VII, VIII, IX, XII, XIII). Los tipos II y IX se encuentran únicamente en el cartílago. El colágeno presente en el tendón es en su mayoría de tipo I, constituyendo el 70-80% del peso seco del tendón. Los demás tipos se encuentran en cantidades menores. Entre todos ellos configuran las propiedades mecánicas del tendón13 32.

TABLA 1-2. Características de los diferentes tipos de colágeno. Adaptado de: Eyre DR. The collagens of musculoskeletal soft tissue. En: Leadbetter WB, Buckwater JA, Gordon SI. Sports-induced inflammation. Park Ridge:AAOS; 1990.

Tipo

Tejido

Forma

Tipo I

Hueso, piel,tendón

Fibrilar

Tipo II

Cartílago, disco

Fibrilar

Tipo III

Piel, tendón, vasos sanguíneos

Fibrilar

Tipo IV

Lámina basal

Red tridimensional

Tipo V

Con tipo I

Fibrilar

Tipo VI

Extendido

Microfilamentos

Tipo VII

Membrana epitelial

Inserción fibrilar

Tipo VIII

Membrana endotelial

Desconocida

Tipo IX

Cartílago

Enlace cruzado

Tipo X

Cartílago hipertrófico

Desconocida

Tipo XI

Con tipo I

Fibrilar

Tipo XII

Tendón, ¿otros?

Desconocida

Tipo XIII

Células endoteliales

Desconocida

Sustancia fundamental

Es una sustancia amorfa en cuyo seno ocurren la configuración y deambulación de las distintas fibras y células. La sustancia fundamental o matriz extracelular contribuye de manera importante a la integridad mecánica del tendón, al desarrollo de los tejidos, a su organización y al control de su crecimiento44. Su composición responde a una mezcla de agua, PG y GAG. La sustancia fundamental aporta el cemento que causa que las fibras de colágeno se adhieran unas a otras y proporcionen lubricación y espacio para que puedan deslizarse unas sobre otras.

Los GAG representan sólo el 1% del peso seco del tendón, pero su importancia radica en su capacidad para retener agua, la cual constituye el 65-75% del peso total del tendón. Los GAG son biomoléculas de azúcar que pueden combinarse con otros GAG para formar cadenas largas, o con proteínas, para formar glicoproteínas del tipo fibronectina, tenascina o fibromedulina, fundamentales en la regulación y establización de la matriz extracelular11 32 46.

No todos los tendones poseen una composición uniforme en toda su longitud, sino que tienen variaciones locales en cuanto al contenido de agua, GAG y colágeno para ajustarse a las particularidades biomecánicas en su recorrido. Cuando los tendones discurren por las poleas óseas tienen un contenido preferente de colágeno tipo II3 y su contenido en GAG es muy alto4.

Elementos de conjunción: enlaces cruzados

Las moléculas de tropocolágeno están estabilizadas y se mantienen unidas mediante enlaces electrostáticos y químicos denominados enlaces cruzados. Si la sustancia fundamental aporta el espacio físico, la estabilidad molecular la aportan los enlaces cruzados. Estas moléculas se encuentran unidas mediante enlaces covalentes tanto a nivel intramolecular –cadenas α?del mismo tropocolágeno–, como intermolecular –entre moléculas adyacentes de tropocolágeno–7 14.

Diferentes cadenas de aminoácidos son conectadas mediante enlaces intermoleculares para formar fibrillas que darán lugar a la fibra. Los enlaces cruzados son importantes para la fuerza tensil del colágeno, haciéndolo más fuerte por unidad y con capacidad para absorber más energía, lo que aumenta su resistencia al ser sometido a tensión.

Las sustancias químicas de los enlaces se producen durante el metabolismo normal y son renovadas por procesos metabólicos durante la primera etapa de la vida, pero se acumulan en los individuos mayores26 42. De ahí que los tendones en la edad avanzada sean más rígidos y menos elásticos.

IRRIGACIÓN DEL TENDÓN

Hasta comienzos del siglo XX el tendón fue considerado un elemento avascular y metabólicamente inactivo. Es en 1916 cuando se demuestra el aporte vascular al tendón a través de la inyección con colorantes, admitiéndose entonces que el tendón recibe cierto aporte sanguíneo procedente del mesotendón41. A partir de los trabajos de Smith, en 1965, se atribuye al tendón una actividad metabólica propiciada por su flujo continuo de sangre49.

El aporte sanguíneo al tendón proviene en su mayoría del músculo. El abordaje vaso-tendón difiere en función del segmento tendinoso, considerando el tendón en tres regiones: UMT, cuerpo del tendón y UOT. Los vasos sanguíneos se originan desde microvasos en el perimisio8.

En la UMT los vasos sanguíneos del perimisio muscular continúan entre los fascículos del tendón y son del mismo tamaño que los vasos en el músculo24 48 (fig. 1-3).

En la porción media del tendón el aporte vascular llega vía paratendón o a través de la vaina sinovial34. Son vasos de menor tamaño, por lo que esta zona está peor perfundida, lo que la convierte en una zona crítica lesional37. Los tendones que están expuestos a la fricción y están encerrados en una vaina sinovial reciben el aporte sanguíneo a través de la membrana sinovial. Si no existe membrana sinovial, la perfusión sanguínea ocurre a partir de la red vascular del paratendón. Los pequeños vasos del paratendón discurren transversalmente hacia el tendón, mientras que otras ramas lo hacen paralelas al eje del tendón. Los vasos penetran el epitendón y recorren el endotendón para formar la red vascular intratendinosa (fig. 1-3). Las arteriolas discurren longitudinalmente flanqueadas por dos vénulas23 24.

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FIGURA 1-3. Aporte vascular al tendón rotuliano. Se observa cómo una fina red vascular invade las capas más externas del tendón procedentes de la grasa amarilla; por otro lado, se observa la disposición vascular en paralelo al paratendón.

 

Los vasos que irrigan la UOT suministran el tercio externo del tendón. No están comunicados directamente los vasos procedentes del hueso con los que proceden del tendón, debido a la presencia de una membrana fibrocartilaginosa entre el tendón y el hueso, pero existe alguna anastomosis indirecta entre estos vasos. De cualquier modo, su aporte sanguíneo es menor y no contribuye a la vascularización del cuerpo del tendón22 29 37.

La configuración espacial de la red vascular depende de la morfología del tendón; es larga y uniforme para tendones como el rotuliano o el de Aquiles, y ancha y estrellada para los tendones flexores de los dedos.

El aporte sanguíneo al tendón aumenta durante el ejercicio y ante los procesos de curación2 6, y se ve disminuido cuando es sometido a tensión o en determinadas zonas de fricción, torsión o compresión. Existen diferentes lugares en el organismo anatómicamente predispuestos al deterioro vascular. Quizá el lugar donde esta circunstancia es más evidente lo constituye el tendón del supraespinoso22 46, en el que las posiciones de aproximación o elevación del húmero en el plano sagital agravan el déficit sanguíneo48. En el tendón de Aquiles ha sido también identificada una zona de relativa avascularidad16 24 48, así como en la cara dorsal del flexor profundo de los dedos, en el primer centímetro previo a la inserción36.

Por lo general, la vascularidad del tendón es más deficitaria en los hombres que en las mujeres y disminuye con la edad y la sobrecarga mecánica1. Durante el ejercicio el aporte sanguíneo aumenta, independientemente de la edad, si bien alrededor del tendón sólo alcanza el 20% de la capacidad máxima en comparación con lo que puede conseguir durante la hiperemia reactiva5.

INERVACIÓN DEL TENDÓN

La inervación del tendón es esencialmente aferente. Los nervios acceden al tendón cerca de la UMT y forman pequeños plexos longitudinales, los cuales, desde la UMT, atraviesan ésta y penetran en el septo del endotendón. Desde el paratendón forman ricos plexos que envían ramos que penetran en el epitendón y se anastomosan con los ramos de origen muscular (fig. 1-4). Si el tendón está provisto de vaina sinovial, los nervios atraviesan el mesotendón y dan ramas hacia la pared visceral de la membrana sinovial, penetrando desde ella en el tendón. Dentro del tendón el nervio se desliza a lo largo de su eje y finaliza en terminaciones nerviosas sensoriales24 26.

De acuerdo con los criterios funcionales y anatómicos, las terminaciones nerviosas en los tendones se pueden clasificar en cuatro categorías18 24 25 27: tipo I o corpúsculos de Ruffini, que son receptores de presión y reaccionan lentamente a los cambios de presión; tipo II o corpúsculos de Paccini, que también reaccionan a la presión pero son de adaptación rápida, ya que intervienen en la detección de movimientos de aceleración y desaceleración; tipo III o terminaciones de Golgi, las cuales son mecanorreceptores cuya función es convertir la deformación mecánica, expresada en presión o tensión –contracción o elongación musculares–, en señales nerviosas aferentes. La tensión muscular se transmite al tendón e induce la compresión de las terminaciones nerviosas por medio de las fibras de colágeno, generando potenciales axonales que sinaptan con las neuronas de interconexión de la médula espinal e inhiben las neuromotoras α. Todos ellos tienen un importante papel en la organización del sistema sensorial neuronal aferente que controla los movimientos del cuerpo vía sistema nervioso central. El tipo IV son las terminaciones nerviosas libres, que son receptores del dolor de adaptación lenta.

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FIGURA 1-4. Acceso neuronal al cuerpo del tendón. En este caso se muestra la distribución de las terminaciones de Golgi.

 

Los tendones inmersos en movimientos sofisticados –por ejemplo, flexores de los dedos– poseen una inervación superior a la de otros tendones comprometidos en movimientos más primarios –como el tendón de Aquiles–59. Por otro lado, la inervación es mayor cerca de la UMT que de la UOT25 27.

PROCESO DEL COLÁGENO

La síntesis de colágeno comprende dos procesos que tienen lugar tanto en el interior como en el exterior de la célula.

Proceso intracelular del colágeno

El colágeno posee como unidad estructural al tropocolágeno. El tropocolágeno es la unidad mínima, una única proteína larga y delgada formada por colágeno de tipo I. El entrecruzamiento de tres secuencias de aminoácidos en triple hélice da lugar a una molécula de procolágeno. De estas secuencias o cadenas polipeptídicas, dos poseen una estructura primaria y reciben el nombre de cadena α-1, en tanto que la tercera tiene una composición de aminoácidos diversos y se denomina cadena α-251 (fig. 1-5).

Las cadenas de aminoácidos se conectan mediante puentes intermoleculares, mientras que las moléculas de tropocolágeno se encuentran unidas por medio de enlaces electrostáticos.

La principal característica del proceso intracelular es la hidroxilación y glicolización de los aminoácidos, la formación de cadenas terciarias y la unión por medio de enlaces covalentes. La presencia de las cadenas largas polipeptídicas dota de estabilidad y calidad a la fibra de colágeno47. Estas cadenas de aminoácidos se entrecruzan en formaciones terciarias unidas por enlaces covalentes, formando una cadena en triple hélice que recibe el nombre de procolágeno (fig. 1-6). La molécula de procolágeno es entonces secretada al espacio extracelular mediante exocitosis.

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FIGURA 1-5.

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FIGURA 1-6. Representación esquemática de una fibrilla de colágeno tipo I: (A) aminoácidos se unen para formar una cadena α; la glicina ocupa las terceras posiciones (círculos negros); (B) y (C) tres cadenas α?forman la triple hélice de una molécula de colágeno; las cadenas α?están cubiertas por una fina capa de proteoglicanos y glucosaminoglicanos; (D) la molécula de colágeno se une para formar una molécula de tropocolágeno o microfibrilla; (E) microfibrilla o fibrilla de colágeno estriado; las microfibrillas están rodeadas por proteoglicanos y glucosaminoglicanos; (F) configuración de la red de fibrillas.

 

Todos los componentes del tendón, desde las cadenas de aminoácidos hasta la fibra de colágeno ya formada, se encuentran embebidos en el seno de la sustancia fundamental, la cual proporciona soporte a la estructura del tendón y a la vez sirve para la difusión de gases y nutrientes7 46.

Proceso extracelular del colágeno

El proceso extracelular se caracteriza por la unión entre moléculas y su posterior organización en estructuras fibrilares. En este proceso el colágeno adquiere sus propiedades mecánicas. El procolágeno es depositado en el espacio extracelular, cerca de la superficie de los fibroblastos. Varias moléculas de procolágeno se ensamblan para dar lugar a una nueva molécula corta y ligera que ahora se llama tropocolágeno (fig. 1-7). La molécula de tropocolágeno es el ladrillo básico en el edificio del colágeno53. Los procesos extracelulares incluyen enlaces cruzados entre moléculas y su organización en estructuras fibrilares, lo que confiere al colágeno su alta resistencia13 22 24. Así pues, 5 moléculas de tropocolágeno se agregan de manera superpuesta para formar una fibrilla de colágeno (fig. 1-7)53.

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FIGURA 1-7.

 

Cada molécula de colágeno enlaza con su vecina, para lo cual invierte un cuarto de su longitud. Por último, las fibrillas de colágeno se agregan y se mantienen unidas gracias a la matriz para formar la fibra de colágeno, que es el próximo elemento en la estructura del tendón56.

Fibras de elastina

La elastina contribuye a dar elasticidad al tendón. Son las responsables de devolver al tendón su configuración original ondulada tras ser estirado. Es una proteína no colágena que representa el 2% del peso seco del tendón23. Puede alargarse hasta un 70% de su longitud sin romperse46. Investigaciones recientes aseguran que está presente únicamente en el 10% de los tendones del individuo sano. En condiciones patológicas, como son las alteraciones hormonales, el número y volumen de las fibras elásticas tendinosas están claramente aumentados, pero en las heridas en proceso de curación se encuentran reducidos46.

Sustancia fundamental

La sustancia fundamental es un gel salino que otorga propiedades viscoelásticas al tendón y la lubrificación y el espacio necesarios para el deslizamiento y entrecruzamiento de los tejidos. Asimismo, es el medio para el aporte de nutrientes y gases.

Está compuesta por proteoglicanos, glicoproteínas –como la fibronectina, que une los fibroblastos a las fibras de colágeno– y agua, que dan lugar a GAG y PG.

La matriz extracelular la producen los fibroblastos. El agua representa el 70-80% del peso total, mientras que los proteoglicanos y glicoproteínas son el 1% del peso seco del tendón. El agua en este sistema está atrapada entre las cargas negativas de las moléculas de proteoglicanos, las cuales contienen un gran número de grupos hidroxilos que atraen el agua23 33 46. La matriz es constantemente remodelada por los fibroblastos y las enzimas degradantes, especialmente la colagenasa y proteoglicanasa.

La formación de tropocolágeno y matriz extracelular está íntimamente interrelacionada. Los proteoglicanos parecen regular la formación de fibrillas en la sustancia fundamental; la tasa de proteoglicanos disminuye en el tendón cuando el tropocolágeno ha madurado y alcanzado su tamaño final26.

CONFIGURACIÓN ESPACIAL DE LAS FIBRILLAS

La configuración geométrica del tendón es deudora de la función del músculo al cual está unido. La movilidad del tendón y la fuerza aplicada por el músculo determinan la orientación de las fibras de UMT en relación con el eje del tendón. Los músculos fusiformes son los que generan una mayor cantidad de fuerza sobre el tendón. Conforme aumenta la angulación de las fibras musculares con respecto al tendón, hay mayor disipación lateral de fuerza. Los tendones que en su recorrido sufren un cambio de dirección están sometidos a más tensión y su aporte vascular es menor debido a que soportan mayores fuerzas de compresión.

La disposición de las fibras de colágeno a lo largo del curso del tendón no es únicamente paralela. Por medio del microscopio polarizado se han encontrado hasta cuatro tipos de entrecruzamiento de fibras.

ENLACES CRUZADOS

Las moléculas de tropocolágeno son estabilizadas y mantenidas unidas por medio de enlaces cruzados electrostáticos y químicos. Las moléculas poseen enlaces covalentes mediante puentes intramoleculares entre las cadenas α del mismo tropocolágeno e intermolecularmente entre moléculas de colágeno adyacentes. Los enlaces cruzados se encuentran dentro y entre las moléculas de colágeno, y las previenen de la rotura enzimática, mecánica o química12.

Los puentes derivan de reacciones enzimáticas en las que intervienen principalmente la lisina y la hidrolisina. La clave enzimática es la lisiloxidasa, que regula la tasa de puentes en el colágeno. Distintas cadenas de aminoácidos están conectadas por enlaces intermoleculares para formar fibrillas. Los enlaces son los responsables de la fuerza tensil del colágeno.

Los enlaces químicos se producen durante el metabolismo y su tasa disminuye con la edad. Los enlaces pueden ser reducibles o irreducibles. Los enlaces irreducibles se encuentran en el colágeno maduro, al que hacen más estable y fuerte. La reducción del número de enlaces hace al colágeno más débil. La hipertrofia del tendón se asocia con el aumento de la hidroxilación de la lisina en dos enlaces específicos localizados en el colágeno tipo I12 55.

DEFECTOS DEL COLÁGENO

Existen muchas causas de defectos en el metabolismo del colágeno que pueden llegar a provocar trastornos clínicos. Entre ellas se cuentan las alteraciones genéticas, la osteogénesis imperfecta, el síndrome de Marfan o las condrodisplasias (tabla 1-3)21 22 50.

Las mutaciones genéticas disminuyen el número de enlaces y, por consiguiente, se produce un colágeno mucho más débil, que responde fácilmente a la elongación cuando se aplican pequeñas fuerzas. También pueden originar defectos en la estructura u organización del colágeno molecular. La gravedad del trastorno depende de la localización del gen mutado12.

Es más probable que el incremento de los enlaces ocurra en pacientes con diabetes. El resultado es un tejido duro que requiere más fuerza para ser estirado, de ahí la mayor incidencia de capsulitis retráctiles en pacientes con esta enfermedad43.

 

TABLA 1-3. Defectos del colágeno. Tomado de: Curwin SL. Tendon injuries: pathophysiology and treatment. En: Zachazewski JE, Magee DJ, Quillen WS. Athletic injuries and rehabilitation. Philadelphia:WB Saunders; 1996.

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JERARQUÍA DEL COLÁGENO

La unidad de menor tamaño en el tendón es el tropocolágeno, el cual, como se dijo, es una proteína compuesta por colágeno tipo I y creada por fibroblastos. Enlaces electrostáticos son responsables de la estabilidad intrínseca de estas moléculas, mientras que los enlaces cruzados entre moléculas de tropocolágeno facilitan que estas unidades se unan y formen fibrillas26.

Sólo ciertas zonas de algunos tendones de las manos y los pies poseen vaina, que, como se ha mencionado, posee dos capas. La vaina verdadera se encuentra en las zonas en las que existen un cambio de dirección y aumento de la fricción, por lo que se necesita una excelente lubricación. En cambio, la mayoría de nuestros tendones están rodeados por un tejido conectivo que recibe el nombre de paratendón. El colágeno del paratendón es de tipos I y III. El paratendón funciona como una funda elástica y permite el movimiento libre del tendón en los tejidos que lo rodean.

La unidad funcional menor del tendón son las fibrillas, las cuales se disponen en haces paralelos rodeados por sustancia matriz. Las fibras se agrupan en colecciones primarias de fibras encerradas dentro de tejido conectivo, que dan lugar al endotendón7. El endotendón es una red reticular de tejido conectivo dentro del tendón; se conoce también como haz primario. La unión de haces primarios con la inclusión de vasos, nervios y microsistema linfático conforma el fascículo o haz secundario. Los haces secundarios funcionan como verdaderas unidades independientes dentro del propio tendón. Varios haces secundarios constituyen el tendón, el cual se rodea de una fina capa llamada epitendón, que es la capa más externa del cuerpo del tendón7 13 26.

El epitendón es una red relativamente densa de colágeno. Esta red contiene fibras longitudinales, oblicuas y transversales. En estado de relajación parte de las fibras de colágeno del epitendón se encuentran formando un ángulo de 60º aproximadamente con las fibras del tendón. El ángulo decrece a 30º cuando el tendón se estira. El epitendón contiene el aporte vascular, nervioso y linfático31.

Un manojo de fibras tendinosas forma el haz primario de fibras –subfascículo– y grupos de estos haces forman haces secundarios –fascículos–. Un grupo de haces secundarios forman haces terciarios, los cuales, a su vez, forman el tendón. El endotendón rodea los haces primarios, secundarios y terciarios30 (fig. 1-8).

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FIGURA 1-8. Jerarquía estructural del tendón desde las moléculas de tropocolágeno a la presentación final.Tomado de: Kastelic J, Galeski A, Baer E: The multicomposite structure of tendón. Connect Tissue Res 1978; 6(1):11-23.

ZONAS DE TRANSICIÓN

Unión musculotendinosa

El músculo y el tendón tienen un punto de encuentro donde se funden miofibrillas intracelulares con fibras extracelulares de colágeno. Esta zona de transición se denomina unión musculotendinosa (UMT) y constituye una unidad funcional única, capaz de adaptarse a las distintas situaciones de carga. La fuerza generada por el músculo se transmite a la UMT y al tendón, los cuales tienen que adaptarse al grado de solicitación para producir el movimiento correcto.

La UMT es una membrana plegada y extensa para aumentar la superficie de contacto y al mismo tiempo distribuir el estrés sobre dicha unidad. El ángulo que forma el tendón y el músculo es cercano a 0º, con la misma finalidad de disminuir la tensión sobre la unión.

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