UNA VIDA DE STEFAN ZWEIG 

NOSTALGIAS EUROPEAS

JEAN-JACQUES LAFAYE

   TRADUCCIÓN DE  HERMINIA DAUER

Título original: L’avenir de la nostalgie. Une vie de Stefan Zweig 

Primera edición: octubre de 2009 

Publicado por: 

EDITORIAL ALREVÉS, S.L. 

Passeig de Manuel Girona, 52 5è 5ª 

08034 Barcelona 

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www.alreveseditorial.com

© Jean-Jacques Lafaye, 1989 

© Éditions le Félin, 1989 

© de la traducción, Herminia Dauer, 1995 

Traducción hecha a cargo de la Editorial Juventud, Barcelona. 

© de la presente edición, 2009, Editorial Alrevés, S.L. 

Diseño de portada: IZQUI 

Corrección de estilo de la traducción: Pilar Comín

ISBN EPUB:  978-84-937728-2-6

A una princesa árabe, 

si ella creyera en el poder de las palabras.

 

PREFACIO Y AGRADECIMIENTOS 

 

Escribir significa apelar al razonamiento. Cuando yo emprendí la redacción de este libro, Zweig volvía a ser popular en Francia y, desde entonces, no ha cesado de reconquistar al numeroso público que le había sido fiel entre las dos guerras mundiales. Mi ambición de entonces es la misma de hoy: trazar libremente, entre los hitos biográficos ya conocidos y las ideas personales, el retrato de una vida. No se trata exactamente de una biografía ni de una novela, sino que intento realizar un ensayo a la manera de Zweig, deslizándome en su polifacético personaje hasta la identificación. 

Por eso el lector hallará aquí una obra calcada sobre los estados de ánimo. El recorrido fue una especie de iniciación que me enriqueció, y deseo que el público encuentre en él, a su vez, una materia de reflexión. En la hora de una nueva esperanza europea, incierta y decisiva al mismo tiempo, uno no puede contentarse con celebrar a los fundadores antepasados. Más bien es preciso perseguir sus debilidades, sacar partido de sus reveses, hurgar en sus utopías y no permitir que la muerte se haya llevado todos sus secretos. Metamorfosis de la desesperación, el porvenir de la nostalgia... El presente libro es una forma de homenaje. 

Quedo profundamente agradecido a las personas cuyos trabajos, recuerdos personales y entusiasmo me permitieron llevar a cabo la empresa: Carl E. Schorske, autor de Fin de siècle Vienna y que leyó mi manuscrito durante una de mis estancias en los Estados Unidos; Donald A. Prater, cuya monumental biografía ha reanimado los estudios sobre Zweig y la constancia de cuya amistad deseo destacar; Robert Dumont, autor de Zweig et la France; Alberto Dines, que arroja nueva luz sobre los últimos meses de vida de Stefan Zweig en su obra Morte no Paraiso; Grégoire Dubreuil, que apoyó y permitió esta publicación; el llorado Walter Schick, que había conocido la vida familiar de Zweig en su juventud y cuya benévola contradicción fue muy provechosa para mi trabajo; Roger Gouze, testigo francés del Brasil de 1942, y Margarita Wallmann, escenógrafa de óperas, a la que Zweig admiraba tanto como yo, por haber confirmado lo esencial de mi propósito. 

París, enero de 1989