Tabla de Contenido

cover.jpg

 

POLÍTICAS DE VIVIENDA
EN CIUDADES LATINOAMERICANAS

 

Políticas de vivienda en ciudades latinoamericanas. Una nueva generación de estrategias y enfoques para 2016. ONU-Hábitat III / Peter M. Ward… [y otros autores]. – Bogotá: Editorial Universidad del Rosario, Facultades de Ciencia Política y Gobierno, y de Relaciones Internacionales, 2015.

xxvi, 422 páginas. – (Textos de Ciencia Política y Gobierno, y de Relaciones Internacionales)

Incluye bibliografía.

 

ISBN: 978-958-738-625-7 (impreso)

ISBN: 978-958-738-626-4 (digital)

 

Vivienda – Aspectos sociales / Vivienda – América Latina / América Latina – Política social / Viviendas sociales / I. Título / II. Serie.

 

363.5  SCDD 20

 

Catalogación en la fuente – Universidad del Rosario. Biblioteca

 

amv Junio 9 de 2015

Hecho el depósito legal que marca el Decreto 460 de 1995

 

 

 

POLÍTICAS DE VIVIENDA
EN CIUDADES LATINOAMERICANAS

Una nueva generación de estrategias
y enfoques para 2016

ONU-Hábitat III

 

 

PETER M. WARD

EDITH R. JIMÉNEZ HUERTA

MERCEDES DI VIRGILIO

ANGÉLICA CAMARGO SIERRA

img1.jpg

Textos de Ciencia Política y Gobierno, y de Relaciones Internacionales

 

©  Editorial Universidad del Rosario

© Universidad del Rosario, Facultades de Ciencia Política y Gobierno, y de Relaciones Internacionales

© Varios autores

 

 

Primera edición en inglés Housing Policy in Latin American Cities: A New Generation of Strategies and Approaches for 2016 UN-Habitat, publicado en 2014 por Routledge, en la serie Urban Politics and Policy

 

 

Editorial Universidad del Rosario

Carrera 7 Nº 12B-41, oficina 501 • Teléfono 297 02 00

editorial.urosario.edu.co

Primera edición en español: Bogotá D.C., agosto de 2015

 

 

ISBN: 978-958-738-625-7 (impreso)

ISBN: 978-958-738-626-4 (digital)

 

 

Coordinación editorial: Editorial Universidad del Rosario

Traducción: Mercedes Di Virgilio y Edith Jiménez Huerta

Corrección de estilo: Claudia Ríos

Diseño de cubierta: Miguel Ramírez, kilka DG

Imagen de cubierta: Peter Ward

Diagramación: Precolombi EU-David Reyes

Desarrollo ePub: Lápiz Blanco S.A.S

 

 

Impreso y hecho en Colombia
Printed and made in Colombia

 

Todos los derechos reservados. Esta obra no puede ser reproducida sin el permiso previo por escrito de la Editorial Universidad del Rosario.

Índice de figuras

 

 

 

 

 

Figura 1.1 Construcción gradual de la vivienda, ejemplo de Lima

Figura 3.1 Primer anillo de crecimiento del área metropolitana de Guadalajara

Figura 3.2 Asentamientos de origen irregular consolidados, en el primer anillo de crecimiento del área metropolitana de Guadalajara, 2010

Figura 3.3 Crecimiento del área metropolitana de Guadalajara, 2010

Figura 3.4 Tasa de crecimiento poblacional del área metropolitana de Guadalajara, por municipio, 1970-2010

Figura 4.1 Delimitación de los primeros suburbios o innerburbs del área metropolitana de Monterrey

Figura 4.2 Delimitación de los primeros suburbios o innerburbs del área metropolitana de la Ciudad de México

Figura 4.3 Ubicación de los asentamientos estudiados en la Ciudad de México

Figura 4.4 Ubicación de los asentamientos estudiados en Monterrey

Figuras 4.5A y 4.5B Construcción de un hogar en Valle Santa Lucía

Figura 4.6 Diferentes métodos de subdivisión de lotes y viviendas

Figura 4.7 Construcción tridimensional del hogar de la familia Toribio en Isidro Fabela

Figura 4.8 Planes de usos actuales

Figura 5.1 Zona Metropolitana y localización del caso de estudio

Figura 5.2 Datos generales del barrio Cristo Rey, escala manzana

Figura 5.3 Sectores de Cristo Rey, escala manzana

Figura 6.1 Mapa de Google EarthTM de la Ciudad de Guatemala

Figuras 6.2 y 6.3 Municipio Central de la Ciudad de Guatemala 1964-1973, 1994-2002

Figuras 6.4 y 6.5 Vista aérea de La Florida y Sección del Mapa de Lotes

Figura 7.1 Identificación de los innerburbs en Bogotá

Figura 7.2 Crecimiento urbano informal y localización de los casos de estudio

Figuras 7.3A a 7.3C Mapas de los casos de estudio: Isla del Sol, Juan XXIII y La Libertad

Figura 7.4 Línea de tiempo construcción de la vivienda vs. acontecimientos de la familia

Figura 8.1 Expansión de Lima 1940-1980

Figura 8.2 El anillo de los innerburbs. Los conos de Lima y el surgimiento de los innerburbs

Figura 8.3. Caracterización por el ONG Alternativa de los niveles de consolidación en los innerburbs

Figura 8.4A, 8.4B y 8.4C Planos de los asentamientos del estudio LAHN. De izquierda a derecha: Independencia, Alfonso Ugarte, 28 de Mayo

Figura 8.5A Sección de una calle de Alfonso Ugarte 1986 y 2006

Figura 8.6A Boceto de edificación de la familia de Rufino

Figura 8.6B Boceto de edificación de la familia de Rufino

Figura 8.7 Boceto de la casa Flores

Figura 8.8 Boceto de la construcción de la vivienda

Figura 9.1 Mapa de 2002, muestra la distribución de las viviendas de bajos ingresos o barrios populares, viviendas sociales construidas entre 1980 y 2002 y los asentamientos irregulares establecidos entre 1957 y 1973

Figuras 9.2 Los anillos de barrios de viviendas populares en Santiago

Figura 9.3 Imagen de Google Earth que muestra la ubicación de los tres asentamientos encuestados

Figura 10.1 Montevideo: Asentamientos irregulares

Figura 10.2 Montevideo: Fecha de ocupación de los asentamientos irregulares

Figura 10.3 Montevideo: Porcentaje de población en asentamientos irregulares, según segmento censal 2004

Figura 10.4 Ubicación de Casabó, área formal e informal y su zona de influencia

Figura 10.5 Ubicación 19 de Abril y su zona de influencia

Figura 11.1 Villas y asentamientos de la Región Metropolitana de Buenos Aires

Figura 11.2 Localización de las villas INTA y Villa Tranquila, y de los asentamientos San Jorge y San Jerónimo en los cordones de la RMBA

Figura 11.3 Árbol genealógico de la familia Fernández, 2012

Figura 11.4 Vivienda original de la familia Fernández, 2012

Figura 11.5 Ampliación de la vivienda y refuncionalización del patrimonio construido, 1989

Figura 11.6 Subdivisión y cesión de parte del lote, 1996

Figura 11.7 Ampliación y verticalización de la vivienda, 2003

Figura 11.8 Familia Fernández, barrio INTA, ampliación de la segunda planta y refuncionalización de la planta baja, 2008

Figura 11.9 Situaciones constructivas deficitarias. Familia Fátima, barrio INTA

Figura 11.10 Árbol genealógico de la familia González, 2012

Figura 11.11 Familia González, barrio San Jorge, la vivienda original, 1985

Figura 11.12 Generación de la estructura de la vivienda definitiva y consolidación de la vivienda original, 1989

Figura 11.13 Cerramientos de parte de la estructura, 1991

Figura 11.14 Cerramiento de la totalidad de la estructura y refuncionalización de los espacios en los sectores previamente construidos, 2001

Figura 11.15 Situaciones constructivas deficitarias. Familia González, barrio INTA

Figura 12 Casa del propietario y alojamiento de los inquilinos en Colonia Isidro Fabela, 2011

Índice de tablas

 

 

 

 

Tabla 3.1 Asentamientos de origen irregular en el área metropolitana de Guadalajara, 1942-2009

Tabla 3.2 Asentamientos estudiados

Tabla 3.3 Características de las familias y las propiedades

Tabla 3.4 Características de los dueños

Tabla 4.1 Área urbanizada, densidad de población para dos ciudades

Tabla 4.2 Asentamientos seleccionados para el estudio de la ciudad de México en 2007

Tabla 4.3 Asentamientos seleccionados para el estudio de Monterrey en 2009

Tabla 4.4 Características del lote y de las familias, Monterrey, 2009

Tabla 4.5 Encuesta de cinco colonias en 2007: Características de familias y lotes

Tabla 5.1 Datos básicos de la población, región Metropolitana/Ozama

Tabla 5.2 Población, superficie en km² y densidad poblacional, región Metropolitana/Ozama

Tabla 5.3 Datos generales de la encuesta de vivienda en Cristo Rey

Tabla 5.4 Datos generales de la encuesta de vivienda en Cristo Rey

Tabla 6.1 Población y densidades del Área Metropolitana de Guatemala y de las zonas de la ciudad

Tabla 6.2 Características seleccionadas de dos barrios de bajos ingresos consolidados en la Ciudad de Guatemala

Tabla 6.3 Estructura familiar de los barrios El Esfuerzo y La Florida, 1968 y 2009

Tabla 6.4 Sector de empleo en El Esfuerzo y La Florida, 1968, 2009

Tabla 7.1 Cuestionarios aplicados según barrio a propietarios e inquilinos

Tabla 7.2 Características generales de los asentamientos analizados

Tabla 7.3 Porcentaje con título legal por zona y por barrio

Tabla 7.4 Tiempo de adquisición de la vivienda según tipología

Tabla 7.5 Avalúo subjetivo, catastral y comercial aproximado de la vivienda según barrio

Tabla 8.1 Estudio de colonias en Lima

Tabla 8.2 Características socioeconómicas y físicas

Tabla 8.3 Comparación de viviendas en general, y comparación entre unidades independientes y compuestas

Tabla 8.4 Propiedad y herencia

Tabla 8.5 Problemas actuales de las viviendas y planes futuros

Tabla 9.1 Crecimiento metropolitano de Santiago y crecimiento nacional de Chile, 1952-2002

Tabla 9.2 Datos de referencia para dos barrios encuestados

Tabla 9.3 Organización de los hogares y las características de los tres asentamientos encuestados

Tabla 9.4 Condiciones de las viviendas, problemas de construcción y valores de las propiedades

Tabla 10.1 Resumen de origen, procedencia y tipo de ocupación. Barrios Casabó formal, Casabó informal y 19 de Abril

Tabla 10.2 Datos demográficos de los tres barrios estudiados y asentamientos irregulares de Montevideo

Tabla 10.3 Datos vivienda-lote de los tres barrios estudiados y asentamientos irregulares de Montevideo

Tabla 10.4 Tipología de trayectorias residenciales según barrio seleccionado, en porcentajes

Tabla 11.1 Tipologías de hábitat popular en suelo vacante en la RMBA

Tabla 11.2 Características de los hogares residentes en urbanizaciones populares del RMBA, 2008

Tabla 12.1 Proporción de vivienda en renta de ciudades seleccionadas de América Latina

Tabla 12.2 Comparación de las características sociales de los propietarios y arrendatarios en las colonias estudiadas de Guadalajara y Bogotá

Tabla 12.3 Comparación de las características de las viviendas de propietarios y arrendatarios en las colonias estudiadas de Guadalajara y Bogotá

Tabla 12.4 Características de los lotes habitados por arrendatarios

Tabla 12.5 Funcionamiento del mercado de arrendamiento, Guadalajara y Bogotá

Lista de abreviaturas

 

 

 

 

(Las abreviaturas mencionadas en un capítulo no se repiten en capítulos subsiguientes. En esos capítulos solo se indican las abreviaturas que figuran por primera vez).

 

Capítulo 1

LAHN: Latin American Housing Network (Red Latinoamericana de Vivienda)

IBD: Inter-American Development Bank (Banco Interamericano de Desarrollo)

 

Capítulo 2

BNH: Banco Nacional da Habitação

ZEIS: Zona Especial de Interesse Social

INFONAVIT: Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores

 

Capítulo 3

Fos: Fraccionamientos de Objetivo Social

Iprovipe: Inmobiliaria y Promotora de Vivienda de Interés Público del Estado

CORETT: Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra

SEDATU: Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano

AGEB: Áreas Geoestadísticas Básicas

INEGI: Instituto Nacional de Estadística y Geografía

PROGRESA: Programa de Educación, Salud y Alimentación

SEDESOL: Secretaría de Desarrollo Social

FAIS: Fondo para la Infraestructura Social

Coplamar: Coordinación General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados

PIDER: Programa de Inversiones Públicas para el Desarrollo Rural

PAN: Partido Acción Nacional

PRI: Partido Revolucionario Institucional

 

Capítulo 4

Fomerrey: Fomento Metropolitano de Monterrey

ISI: Import Substitution Industrialization

ITESM: Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey

DESCO: Centro de Estudios del Promoción y Desarrollo

FOVISSTE: Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado

FONHAPO: Fondo Nacional de Habitación Popular

CONAVI: Consejo Nacional de Vivienda

SEDATU: Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano

 

Capítulo 5

ONE: Oficina Nacional de Estadísticas

WB: World Bank

 

Capítulo 6

Foguavi: Fondo Guatemalteco para la Vivienda

 

Capítulo 7

ICT: Instituto de Crédito Territorial

 

Capítulo 8

UN_Desapd: United Nations Division of Economic and Social Affairs, Population Division

Cofopri: Comisión para la formalización de la propiedad informal

 

Capítulo 9

CORVI: Corporación de la Vivienda

SERVIU: Servicio de Urbanización y Vivienda

MIR: Movimiento Izquierda Revolucionaria

Pro-Urbana: Programa de Estudios Urbano s de la Pontificia Universidad Católica de Chile

 

Capítulo 10

MVOTMA: Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente

BHU: Banco Hipotecario del Uruguay

SIAV: Sistema Integral de Acceso a la Vivienda

Credimat: Crédito para comprar materiales de construcción

PIAI: Programa de Integración de Asentamientos Irregulares

PMB: Programa de Mejoramiento Barrial

 

Capítulo 11

RMBA: Región Metropolitana de Buenos Aires

 

Capítulo 13

IDB/BID: Inter-American Development Bank/Banco Interamericano de Desarrollo

Prólogo y reconocimientos

 

 

 

 

La red Latin American Housing Network LAHN– se formó en 2006 con la participación inicial de varios colegas coordinados por el autor principal Peter Ward en la Universidad de Texas, en Austin, (Estados Unidos). Ambos líderes de proyectos, Edith Jiménez (Guadalajara, México) y Mercedes Di Virgilio (Buenos Aires, Argentina), fueron miembros fundadores en aquel momento, al igual que Francisco Sabatini (Santiago, Chile) y Martha Lazarte Salinas (Lima, Perú). En los cuatro años siguientes, la red se expandió a un total de nueve países y once ciudades. En ese período se incorporaron Ciudad de Guatemala (Guatemala), Santo Domingo (República Dominicana), Bogotá (Colombia), Recife (Brasil) y Montevideo (Uruguay). En México el equipo de la UT-Austin se hizo cargo de dos ciudades (Monterrey y Ciudad de México) y convirtió este país en un estudio de tres ciudades incluyendo Guadalajara, mientras que en los otros casos el análisis se centró en una sola área metropolitana, generalmente la capital.

Como describe el Capítulo 1 en detalle, nuestro objetivo compartido fue explorar los procesos y prácticas de vivienda en funcionamiento en los asentamientos de bajos ingresos más antiguos que se consolidaron principalmente mediante la autoconstrucción en un período de entre 20 y 30 años. Formados en lo que originalmente era la periferia de la ciudad, estos asentamientos informales con el tiempo se incorporaron a lo que ahora es el segundo “anillo” (o “anillo” intermedio) del área construida. Aunque quizás se hayan actualizado con éxito mediante los esfuerzos de las mismas familias para la autoconstrucción, con ayuda del gobierno para proveer servicios básicos, nos pareció que, en la mayoría de las ciudades, estas comunidades habían desaparecido de la agenda de quienes elaboran las políticas, cuyas prioridades, comprensiblemente, estaban dirigidas a asentamientos informales más recientes en la periferia de aquel momento, que necesitaban servicios y mostraban niveles altos de privación social.

Sin embargo, por nuestra parte éramos cada vez más conscientes de que estos barrios consolidados también contenían niveles altos de privación y de que, después de años de uso intensivo, la estructura física de muchas viviendas estaba seriamente deteriorada y necesitaba atención urgente. Se requería la intervención para ayudar a la rehabilitación de hogares, para asegurar que pudieran seguir siendo habitables para miembros de familias de primera, segunda e incluso tercera generación que esperaban seguir viviendo allí. La estructura y organización familiar, la dinámica de las familias y los modos en que se relacionaban con las necesidades cambiantes y los usos de viviendas a través del tiempo era lo que más nos interesaba. Específicamente queríamos preguntar qué nuevas políticas de vivienda y estrategias de rehabilitación se necesitaban para mantener y volver habitable este mercado inmobiliario que hoy, en muchos casos, albergaba un 30 o 40 por ciento de la población del país.

El hecho de que la red al final llegara a comprender once ciudades en nueve países y de que haya tenido un programa de investigación tan ambicioso significa inevitablemente que se debe reconocer a muchas personas aquí. Para ser breves, se agradece y reconoce a los autores de los capítulos en conjunto. Todos cumplieron un rol fundamental en la elaboración de la metodología, la implementación de encuestas y la recolección y análisis de otros datos, y la mayoría logró participar en varias de las trece reuniones regionales que formaron nuestro mecanismo primario de colaboración y participación desde 2006-2007. Sus nombres aparecen en sus respectivos capítulos y no se mencionan aquí.

 

Participantes adicionales de equipos y estudiantes

A otros, sin embargo, se debe reconocer y agradecer individualmente. Aunque Recife es una de las ciudades incluidas en la red LAHN, el apremio del tiempo y la extensión del libro nos impidieron incluir ese capítulo en presente volumen. No obstante, estamos muy agradecidos por la participación de los doctores Flavio de Souza y Circe Monteiro, de la Universidad de Pernambuco, por su participación y liderazgo del equipo de Recife. En Lima, Themis Castellanos y Jaime Joseph, exjefes de investigación de la ONG de desarrollo urbano y de viviendas “Alternativa”, ofrecieron una base institucional y ayuda logística que facilitó la inclusión de la ciudad (Capítulo 8). El estudio de Montevideo no podría haber sido posible sin el apoyo y aporte del profesor Santiago Cardozo, quien ayudó a dirigir la encuesta local y alentó a dos de los miembros de su equipo a participar como autores en este estudio de caso (Capítulo 10). También agradecemos al becario de FLACSO Marcel Arévalo, quien coordinó la recolección y análisis de datos en la Ciudad de Guatemala. Sandrine Molinard, en aquel momento en el Tecnológico de Monterrey (ITESM) fue una participante central en varias reuniones regionales de LAHN y colaboró extensivamente en la recolección de encuestas y datos para el estudio de Monterrey. También en Monterrey, el Dr. Roberto García (Colegio de la Frontera Norte, COLEF) asistió en la recolección de datos y la logística, tanto como becario visitante en la Universidad de Texas, durante el trabajo de campo, como Secretario de Desarrollo Urbano en el gobierno estatal de Nuevo León. En Bogotá, Leonel Miranda y Claudia Rodríguez formaron parte importante del equipo de la Universidad Piloto, así como Carlos Cáceres y Carlos Sierralta en Santiago.

Como todos, salvo uno de los equipos de investigación, provenían de universidades, y una característica prioritaria de LAHN fue facilitar la participación de estudiantes universitarios como parte de sus programas de prácticas de grado y posgrado. Más de 50 estudiantes en total (lamentablemente demasiados para nombrarlos a todos) participaron en varios niveles durante la recolección y el análisis de datos en las tres ciudades mexicanas, Bogotá, Recife y Santiago. Esperamos que hayan disfrutado la experiencia; nos hicieron sentir orgullosos de ser sus profesores. Varios cumplieron un rol especialmente importante y pudieron utilizar de manera parcial o indirecta la base de datos y los materiales de LAHN para desarrollar sus propias tesis de grado, de doctorado o de maestría. Estos estudiantes merecen un reconocimiento individual, por ciudad. En la Ciudad de México felicitamos y agradecemos a Alejandra Núñez Villalobos (UdeG y COLMEX), Yency Contreras (COLMEX) y Cristina Saborío (UdeG y UNAM). En Guadalajara, en la UdeG, agradecemos la dedicación y el arduo trabajo de Rosa María Ortiz Aguirre, Elizabeth Padilla Etienne, Alejandra Núñez Villalobos, Claudia Ubaldo Velázquez, Margarita Anaya Corona, Juan Pablo Corona Medina, Alejandra Martínez Castillo, Vicente Meza Gutiérrez, Mayra Paola Preciado Gómez, Laura Cristina Sánchez Olmos, Abraham Cruz Solís, Oscar Bernardo Nápoles Salas y Ramón Delgado Cano. También queremos agradecer a dos exestudiantes y estudiantes de investigación de la UdeG, Martha Eugenia Castañeda Rivera y José Antonio Ávila Rojo, por su trabajo profesional en estadísticas y cartografía. En Bogotá Lissette Aliaga y María Rojas (UT-Austin) participaron en la encuesta comparativa preliminar de movilidad de 2007 (ver Ward, 2012), al igual que Alejandra Ramírez Cuesta y Erika Grajeda (UT-Austin) en la Ciudad de México. En la UT-Austin, el estudio de LAHN llevó a la finalización de las tesis de maestría de Erika Grajeda, Noah Durst y Danielle Rojas. En Buenos Aires las siguientes merecen mención: Lic. Carolina Perea, Mag. Marcela Vio, Arq. Julieta Ércoli y Arq. Luciana Montanari.

 

Soporte técnico y editorial

Entre 2009 y 2014 la estudiante de doctorado de la Escuela LBJ de Asuntos Públicos (y ahora doctora) Wenjie Zhang diseñó y mantuvo el sitio web de LAHN en la Universidad de Texas (www.lahn.utexas.org). Peter Ward administró y coordinó el sitio, creado para funcionar como depósito de datos y resultados de la investigación, publicaciones, protocolos e instrumentos, así como una vía de comunicación entre equipos de investigación. Continuará albergando los datos accesibles al público de LAHN y otros proyectos de investigación de viviendas, y se invita a los estudiantes y otras partes interesadas a utilizarla (con el debido reconocimiento, por supuesto).

Los copiosos materiales fotográficos e ilustrativos que se incluyen en este volumen son en su mayoría de los autores y solo ocasionalmente se utilizaron fotografías de otras personas, con su permiso, como se indicó. De antemano pedimos excusas al lector porque algunas de las imágenes no están en la calidad requerida para una publicación como esta, sin embargo, considerando que se trata de material inédito y de gran importancia para la comprensión del texto, preferimos dejarlas. No obstante, muchas imágenes e ilustraciones requirieron una preparación considerable y aquí otra vez dependimos principalmente de la pericia de nuestros estudiantes. Edna Ledesma (ahora en la Universidad Texas A&M) hizo un trabajo fantástico en la preparación de esquemas y planos 3-D de la Ciudad de México. También agradecemos a ella, a Juan Yunda (UT-Austin) y a Cristina Saborío por ayudarnos a mejorar la calidad de los mapas, ilustraciones y fotografías.

Para la edición original en inglés (2014) debemos agradecer a Esther Sullivan, entonces candidata doctoral en el departamento de sociología de UT-Austin, por su brillantes habilidades organizacionales y su profesional trabajo editorial en el manuscrito que involucraron una extensiva comunicación con los autores, edición, preparación de las ilustraciones, básicamente todo lo necesario para darle forma a este volumen para entregarlo a la Editorial como es debido y en fecha.

En Routledge, agradecemos profundamente a la Editora de Adquisiciones de Investigación en Ciencias Políticas, Natalja Mortensen, por su entusiasta apoyo a lo largo de todo el proyecto. Dos lectores anónimos ofrecieron consejos útiles y un entusiasmo considerable para sus recomendaciones de publicación: gracias a ambos y a la Junta de Routledge por tener en cuenta sus consejos.

Esta edición en español se está llevando a cabo por la Editorial de la Universidad del Rosario, Bogotá, por lo que agradecemos al Dr. Eduardo Barajas Sandoval, Decano de la Facultad de Ciencia Política y Gobierno y a la Arquitecta Paula Quiñones, coordinadora del Programa de Gestión y Desarrollo Urbanos, quienes aceptaron y gestionaron al interior de la Universidad la publicación de este texto. Agradecemos también a nuestra coautora Angélica Camargo Sierra por encargarse de la gestión con la Editorial y al director de la Editorial, Dr. Juan Felipe Córdoba-Restrepo. Las doctoras Mercedes de Virgilio y Edith Jiménez Huerta se encargaron de la traducción y revisión de los capítulos y fueron apoyadas por Angélica Camargo en la integración del actual volumen.

 

Soporte financiero

Las actividades de la Red Latinoamericana de Vivienda y la finalización de este volumen no podrían haber sido posibles sin un importante financiamiento y soporte financiero. Mientras que parte del soporte financiero inicial para las reuniones formativas provinieron principalmente de la Universidad de Texas en Austin, siempre estuvimos de acuerdo en que, de ser posible, cada equipo de investigación buscara autofinanciación de instituciones locales y consejos nacionales de investigación científica y tecnológica.

En Guadalajara, la Dra. Jiménez aseguró el apoyo financiero de CONACYT (premio Ciencia Básica #55405) y soporte adicional del Departamento de Estudios Regionales –INESER–, el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas y varios programas de financiamiento ofrecidos por la Universidad de Guadalajara. El financiamiento nos permitió no solo llevar a cabo la investigación, sino también albergar una de las reuniones regionales y un Seminario Internacional, así como asistir a otras reuniones regionales en otras ciudades latinoamericanas y en Austin. El Departamento de Geografía y el Laboratorio de Nuevas Tecnologías, donde se elaboró la cartografía y se realizó el análisis socio-estadístico, ofreció apoyo institucional. Estudiantes de posgrado del curso de la Maestría en Estudios Urbanos (2008-2012) estuvieron relacionados con el proyecto en el Centro de Arte, Arquitectura y Diseño.

En Buenos Aires, el equipo de la Dra. Di Virgilio tuvo el apoyo del ­CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) y el soporte de programación de UBACyT. En otros lugares, gran parte de los medios de investigación restantes tuvieron el apoyo de subvenciones más modestas a los líderes de los equipos de sus instituciones locales, a través de pequeñas sumas y mediante su compromiso personal de tiempo y recursos.

Desde 2006 la Universidad de Texas en Austin ofreció un apoyo generoso de varias maneras, incluyendo los costos colaterales de varias reuniones regionales en Austin y en otras ciudades, así como los viajes del personal de UT, el soporte de varias clases de posgrados relacionados con LAHN (en 2008, 2009 y 2010). Se agradece al Policy Research InstitutePRI– de la Escuela LBJ de Asuntos Públicos por su subvención de tres años, de 2007a 2009, para mantener la investigación LAHN, al Instituto Lozano Long de Estudios Latinoamericanos por el soporte parcial del trabajo de campo del Dr. Ward en cada verano entre 2008 y 2012 mediante su programa Andrew W. Mellon Summer Faculty Research Grants. En el Colegio de Artes Liberales, las cátedras C.B. Smith Senior Centennial Chair en Mexico-US Relations ofrecieron un apoyo importante para los gastos de investigación y soporte a Bryan Roberts (cátedra #1) y Peter Ward (cátedra #4). Finalmente se agradece al Dr. Peter Ward por una generosa subvención al libro para los costos adicionales de color asociados con la publicación de este volumen. Esta aportación fue de la Cátedra C. B Smith Sr. Centennial Chair in US-Mexico Relations de la Universidad de Texas en Austin.

Por último, y no por ello menos importante, nosotros, los editores y autores principales, y todos los autores en conjunto, queremos agradecer a nuestros socios, familias y otros seres queridos por su tolerancia a las ausencias por el trabajo de campo, la invasión de hogares durante eventos sociales en reuniones regionales y las desapariciones periódicas por solapadas llamadas por teléfono y por Skype, o para escribir esos “últimos” e-mails. Gracias a todos: esperemos que el producto final amerite sus disculpas.

 

PETER M. WARD

EDITH J. JIMÉNEZ

MERCEDES DI VIRGILIO

ANGÉLICA CAMARGO SIERRA

Austin, Texas, diciembre de 2013 y Bogotá, marzo de 2015

Capítulo 1
Los innerburbs en Latinoamérica:
en busca de una nueva generación
de políticas habitacionales para asentamientos autoconstruidos y consolidados de bajos ingresos

 

 

Peter M. Ward*

*  Departamento de Sociología y Escuela Lyndon B. Johnson de Asuntos Públicos de la Universidad de Texas en Austin, Estados Unidos.

 

 

 

 

Introducción: Comparación entre suburbios antiguos en los Estados Unidos y en Latinoamérica

Este proyecto de investigación indaga acerca de un punto ciego en el análisis de la vivienda y de las políticas habitacionales actuales y, en especial, acerca de las dificultades para reconocer y para comprender sus características, su dinámica y las políticas dirigidas hacia la primera ola de desarrollo suburbano en América. Si bien este volumen se focalizará en nueve países latinoamericanos que forman parte de la Red Latinoamericana de Vivienda (LAHN),1 propongo que comencemos con una discusión lateral acerca del interés de algunas investigaciones y políticas sobre los primeros suburbios de los Estados Unidos, cuya mayoría se han desarrollado en las tres décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial (Katz, Lang, & Berube, 2006; Puentes & Warren, 2007). A través de esta discusión, espero mostrar los puntos de convergencia y las similitudes en el interés de la investigación en los Estados Unidos, a pesar de que el fenómeno de desarrollo del hábitat y su proceso es considerablemente diferente, lo que no impide que investigadores de los Estados Unidos y el grupo LAHN se interesen por la dinámica del cambio urbano y por la revitalización de barrios y viviendas en los suburbios más antiguamente consolidados.

Entre 1950 y el comienzo de la década de 1980 se produjo la primera ola de desarrollo suburbano en los Estados Unidos que se reflejó, en gran medida, en el desarrollo de búngalos para la clase trabajadora y para la clase media. Esta investigación sobre los primeros suburbios de los Estados Unidos muestra características que frecuentemente se asocian con el declive urbano en los centros de las ciudades tradicionales, a saber: vestigios de poblaciones antiguas atrapadas en sus viviendas originales, grandes proporciones de recién llegados, así como minorías étnicas establecidas, altos niveles de pobreza absoluta y relativa; deterioro generalizado de las viviendas, infraestructura anacrónica, cambios en el uso de la tierra que pasa de un uso residencial a usos combinados, negocios con dificultades y estrés fiscal, mercados de bienes raíces débiles y con mal desempeño y tierra comercial infrautilizada y fragmentada. No todos estos primeros suburbios son barrios de bajos ingresos o barrios pobres, muchos de ellos se desarrollaron y se mantienen como áreas residenciales de medianos o altos ingresos, aunque también es cierto que la expansión continua de suburbios de moda, cómodos y modernos, atrae a aquellos que pueden darse el lujo de mudarse. Los bajos costos de las tierras y los préstamos de alto riesgo, a fines de los años 1990 y comienzos de la década de 2000 también implicaron la drástica expansión del desarrollo urbano de la clase media-baja hacia zonas residenciales fuera de los suburbios de la ciudad (exurbia), gran parte de la cual se vio fuertemente afectada por la crisis habitacional del año 2008.

Por supuesto, no todo el desarrollo residencial de los sectores de medianos ingresos huyó hacia los suburbios más nuevos. Algunos barrios antiguos y prestigiosos soportaron el deterioro y continuaron estando de moda y siendo exclusivos. Pero muchos no lo consiguieron y una característica común de estos suburbios internos en la actualidad es su gentrificación parcial, sus casas en remodelación, su liquidación de lotes y sus reconstrucciones, junto con cambios que tienden hacia las casas adosadas de alta densidad y hacia los complejos de apartamentos con precios de alquiler más bajos. Todos estos procesos no solo acarrearon importantes cambios físicos en la naturaleza del barrio, sino que trajeron aparejados también grandes cambios sociales. Las comunidades se vuelven más mestizas y heterogéneas, hay una agitación generalizada en la población, o un revuelo como es llamado comúnmente y, en cuanto a aquellos cuyo estilo de vida privilegia lo urbano en lugar de la vida suburbana y que pueden permitirse estas adquisiciones, se observa un movimiento de vuelta a la ciudad que se acelera a medida que las comunidades aprovechan los espacios públicos para dar acceso a peatones, al transporte público y para fomentar un mayor compromiso con los principios de la sustentabilidad urbana y del medio ambiente (Lang & Lefurgy, 2007).

Las áreas metropolitanas de Latinoamérica también experimentaron una fuerte suburbanización, que ocurrió una o dos décadas después de sus homólogas estadounidenses y, aunque las poblaciones de clase media también formaban parte de este proceso, existió una gran diferencia, puesto que gran parte de esta expansión se ubicaba en un asentamiento muy pobre en el cual las tierras desocupadas se adquirían informalmente por invasión y a través de ventas ilegales, y donde las casas eran autoconstruidas en gran medida por emigrantes pobres que habían llegado a las ciudades algunos años antes (Gilbert & Ward, 1985). Para ellos, los bajos ingresos y la falta de instituciones de financiación formal que ayudaran a la adquisición de hogares significaron que en forma creciente se recurriera a métodos informales y de bajo costo para la producción de viviendas, que en general se alcanzaban a través de métodos variados de desarrollo informal e irregular de viviendas y tierras. En lugar de mudarse a suburbios con viviendas prefabricadas con servicios e infraestructuras provistos desde el comienzo —como era la norma en los Estados Unidos—, estos barrios latinoamericanos experimentaron una integración gradual y una consolidación física que duró dos o tres décadas. Las comunidades dentro de estos barrios incipientes se organizaban de forma colectiva para abrir las calles de acceso, aunque sin pavimentar, y apresuraron a las autoridades locales para que les brindaran los servicios, el reconocimiento legal y para que aseguraran sus títulos de propiedad. Mientras tanto, familias individuales tomaron la responsabilidad de la construcción y del mejoramiento de las viviendas, aunque esto les significó importantes costos sociales al criar una familia en condiciones de vida tan difíciles. Sin embargo, fue un proceso de producción de hábitat que finalmente evolucionó hacia los barrios de clase trabajadora que observamos hoy, cuyo nivel de consolidación contradice su origen informal e ilegal, aunque sus bajos ingresos persisten.

En los Estados Unidos los anillos sucesivos de suburbanización e incluso la expansión en tierras más allá del perímetro urbano (exurbia) continuaron creciendo de manera rápida (Berube, Singer, Wilson, & Frey, 2006; Ward, 2012a) mientras que en Latinoamérica la mayor parte del crecimiento fue suburbano, principalmente en la periferia, y se expandió hacia afuera a través de la formación de nuevos asentamientos irregulares. Sin embargo, muchas ciudades latinoamericanas poseen uno, dos o incluso tres anillos de crecimiento suburbano, aunque la geografía local y la topografía distorsionen la forma real del anillo. En los últimos años, desde 2000, los grandes asentamientos en exurbia también comenzaron a distinguirse en algunas regiones metropolitanas de Latinoamérica, ya que empresas de construcción e inmobiliarias producen urbanización masiva de viviendas para poblaciones de ingresos bajos y medios-bajos.

En México, por ejemplo, las garantías de financiación del gobierno para apoyar el desarrollo de viviendas para aquellos que ganan de tres a cinco veces el salario mínimo resultó en la drástica creación de islas de viviendas urbanas, cada una de ellas compuesta por cientos e incluso miles de viviendas, a varios kilómetros de los límites de la ciudad. En una época en la que la investigación y el diseño de políticas comenzó a aceptar ideas de sustentabilidad urbana, de menor uso de energía, de impacto ecológico reducido, de sistemas de transporte público y de barrios residenciales con comunidades más pequeñas, aquel desarrollo de viviendas es claramente insostenible y va en contra de las ideas de densificación y de uso más razonable de los espacios urbanos existentes. Como el dios Jano, estos desarrollos presentan una cara que mira en la dirección opuesta a la otra y está en contra de las políticas imperativas que resaltaremos en este artículo, una cara que rechaza las políticas de rehabilitación y de revitalización en los suburbios más antiguos.

Cuando comparamos estos primeros suburbios antiguos, una gran diferencia que se observa entre los Estados Unidos y Latinoamérica es el nivel de rotación y de movilidad de la población. En los Estados Unidos, la movi­lidad residencial es casi la regla, y está sujeta a crecer o a disminuir a lo largo de la vida. La movilidad laboral, distintas zonas geográficas de educación, comodidades de acceso y demás se ven facilitadas por un mercado de viviendas en funcionamiento basado fundamentalmente en la capacidad de pago.

 

En Latinoamérica, sin embargo, hay una mínima movilidad para las poblaciones trabajadoras y se observa una consolidación de residencia in situ a través de extensiones autoconstruidas de las viviendas y división del lote o en las subdivisiones de las viviendas. Como observaremos en este volumen, existe muy poca movilidad entre aquellos colonos pioneros de las décadas de 1960 y 1970, la mayoría de los cuales hoy en día es de mediana y tercera edad y posee pocas intenciones de mudarse: para ellos, “una casa es para siempre” (Gilbert, 1999; Ward, 2012c).

En los suburbios estadounidenses antiguos, los constructores pueden adquirir casas y terrenos de lotes en barrios antiguos y reemplazarlos o modernizarlos para luego venderlos, y el mercado les brinda a las familias la oportunidad de comprar, remodelar, modernizar y redecorar sus hogares. En Latinoamérica, en cambio, en los barrios consolidados existen ventas mínimas. En su lugar, se observa una expansión de las familias in situ y la subdivisión de viviendas y lotes, el uso intensivo de habitaciones y de espacios disponibles, el aumento de cuartos y de departamentos para rentar y, en algunas casas, el uso múltiple para residencia y otros usos económicos del espacio de la vivienda. Todo eso resulta en densificación y hacinamiento de población. Estos barrios experimentan un deterioro físico no menor en tanto que esas unidades no han sido sujeto a renovación con nuevas instalaciones de plomería, cables de luz y mejoras en la eficiencia energética desde su instalación en primera instancia, dos o tres décadas atrás.

A pesar de estos problemas, tanto los diseñadores de políticas como la investigación han ignorado en gran parte estos primeros suburbios y el foco de atención continúa centrándose en los nuevos asentamientos irregulares sin servicios de la periferia urbana, así como también en la forma de abordar la proliferación de comunidades cerradas y en las futuras implicaciones de la gran producción de desarrollos de viviendas exurbia a gran escala. El estudio realizado por LAHN es el primero en señalar algunas investigaciones comparadas y acercamientos iniciales al diseño de políticas que identifica a los primeros suburbios como la unidad de análisis espacial y de viviendas.2

 

1. Asentamientos irregulares de Latinoamérica:
la producción de los primeros suburbios o innerburbs3

El desarrollo suburbano ocurrido entre 1950 y 1980 en Latinoamérica fue en parte un producto de la industrialización y de la inmigración del campo a la ciudad. Gran parte de este desarrollo suburbano ha sucedido en asentamientos informales de bajos ingresos sin planeación y es inversa a la secuencia Planeación – Prestación de Servicios – Construcción – Ocupación descripta por Baross (1990), ya que la ocupación ocurre primero, cuando los autoconstructores adquieren tierras de forma ilegal (por invasiones o ventas ilegales de tierras desprovistas de servicios y de infraestructura). Los lotes se ocupan inmediatamente y las familias, a medida que se extienden, autoconstruyen sus propias viviendas. También los mejoran, porque esos hogares, que al principio eran viviendas poco sólidas, pasan a ser casas hechas de ladrillo y, en general, de dos o tres pisos. Este proceso lleva entre quince y veinticinco años, hasta alcanzar una consolidación generalizada de viviendas y asentamientos.

La figura 1.1 representa la manera en que esta expansión gradual de viviendas se lleva a cabo en un lote a lo largo del tiempo, desde su comienzo con una sola habitación, hasta su progreso hacia habitación múltiple, en una residencia de dos pisos. Junto a estos esfuerzos de ayuda mutua de la comunidad, los gobiernos de las ciudades fueron instalando la infraestructura básica de forma gradual, brindaron títulos legales a los predios, pavimentaron las calles y pusieron, de manera retroactiva, a estos asentamientos no regulados en los registros de planificación y uso de suelos (Gilbert & Ward, 1985). Esto dio como resultado barrios consolidados de la clase trabajadora con niveles combinados y heterogéneos de mejoras en las viviendas, que pocos podrían imaginar que comenzaron como barrios ilegales de viviendas poco consolidadas en la entonces periferia.

 

img2.jpg

Figura 1.1 Construcción gradual de la vivienda, ejemplo de Lima

Fuente: Cortesía de Susanna Rojas Williams. Obsérvese la asignación de habitaciones para los miembros de la familia (arriba) y las estructuras deterioradas (fotografías inferiores, a la derecha).

 

img3.jpg

Foto 1.1 Calle consolidada con autoconstrucción y ayuda mutua en curso, Bogotá

Fuente: Foto del autor.

 

img4.jpg

Foto 1.2. Deterioro y uso intensivo, El Esfuerzo, Ciudad de Guatemala

Fuente: Foto del autor.

 

Mientras tanto, la rápida urbanización en curso y el desarrollo de asentamientos informales desde 1980 continuó empujando la periferia aún más hacia afuera. En la actualidad, estos primeros suburbios están integrados en el anillo intermedio o en zonas de la ciudad relativamente cercanas al centro y al centro histórico, y constituyen lo que llamaremos de manera indistinta primeros suburbios e innerburbs (ver nota al pie número 3). El crecimiento posterior a 1980 creó anillos adicionales. Como fue mencionado anteriormente, la mayoría de estos asentamientos comenzaron de manera informal, sin un título legal y en su casi totalidad carecían de servicios. Con los años, estas familias de clase trabajadora y de bajos ingresos construyeron sus propias casas, agregando habitaciones a medida que sus ingresos lo permitían y la familia crecía. Las autoridades locales se hicieron cargo de la regularización de los barrios, brindando de forma gradual los servicios básicos y otorgando, a menudo, a las familias originales los títulos de propiedad; construyeron escuelas, mercados y extendieron los servicios sociales, etcétera. La consolidación física de las viviendas (foto 1.1) y el suministro completo de servicios es tal que la mayoría de los residentes de clase media de la ciudad desconoce los orígenes humildes e ilegales de muchos de estos barrios.

Además, estos primeros suburbios son muy diferentes en cuanto a la estructura física, al uso de la tierra y al comportamiento del mercado de vivienda y terrenos a sus características demográficas y sociales y a su dinámica, a su organización comunitaria y a los problemas actuales enfrentados por los habitantes de las viviendas. Luego de treinta años de uso intensivo, muchas de las estructuras de las viviendas y de los hogares se encuentran muy deterioradas (ver imágenes en foto 1.2). Algunos hogares tienen defectos de construcción como grietas y techos con goteras. Las letrinas (originales) muy improvisadas, mantienen su ubicación original en el lote y, si bien ahora están conectadas a los principales sistemas de drenaje, estos inodoros son invariablemente oscuros, húmedos y olorosos. Lo mismo aplica para el baño y la ducha. Los cableados y las cañerías originales son inadecuados o están averiados (como también algunas de las redes de servicios de drenajes secundarios y cañerías debajo de las calles, que fueron construidas con la idea de que habría una población barrial menor). A diferencia del revuelo observado en muchos primeros suburbios de los Estados Unidos, hubo poca salida de las familias a otros barrios. De hecho, encontramos que el 80% de las familias originales que llegaron como autoconstructores de facto entre veinticinco y treinta y cinco años atrás todavía viven en sus lotes, como la mayoría de ellos podría atestiguar. En otras palabras: una casa es para siempre (Gilbert, 1999; Ward, 2012).

Como intentamos mostrar en este volumen, a pesar de ser autoconstruidas y de sus orígenes humildes, las propiedades poseen en la actualidad un valor significativo en estas colonias consolidadas; sin embargo, dado que el mercado es disfuncional y no hay fuentes de financiamiento formal para traspasar el lote/casa, pocos tendrían la posibilidad de vender si así lo quisieran. Además, si bien los títulos de propiedad fueron regularizados, y los títulos y escrituras se extendieron a los dueños de facto, las dificultades de transferir el título a nuevos compradores o a herederos están trayendo complicaciones de nuevos títulos informales e inseguridad, que también inhiben las ventas en el mercado de viviendas (Ward, 2009). Las densidades poblacionales son altas, como resultado del crecimiento de las familias y de la subdivisión y/o el reparto del lote/la vivienda con segundas generaciones (como ocurre en la actualidad), hijos adultos y sus familias. Además, algunos lotes han sido convertidos en arrendamientos de bajos ingresos (donde, como uno podría esperar, existe una movilidad considerable). Cuando los lotes y las viviendas se comparten con otros miembros de la familia la organización física del espacio, la falta de privacidad, la baja calidad del aire, y la falta de planificación del diseño de la casa que fue autoconstruida de forma gradual se demuestra que la configuración a menudo no está en sintonía con las necesidades actuales de las familias y que deben realizarse cambios de inmediato. Si bien pocas personas tuvieron o aspiraron a tener un vehículo propio treinta años atrás, hoy en día existe una minoría que sí tiene un automóvil o un camión, pero ni las viviendas autoconstruidas ni las calles están preparadas para alojar cocheras o estacionamientos adecuados. Algunos de estos barrios poseen altos índices de delincuencia y otros, graves problemas asociados con el abuso de drogas, las pandillas, el delito y la pobreza urbana en general.

 

2. Los innerburbs: una nueva unidad de análisis
habitacional en América

En la mayoría de las ciudades, cada una o dos décadas de suburbanización se crea un nuevo anillo o sector(es) de expansión urbana. En las áreas más internas se encuentran siempre los suburbios más antiguos, y los suburbios más nuevos se encuentran en la periferia, e incluso, en ocasiones, todavía más afuera, en exurbia. La idea de anillos de crecimiento asociados con los períodos sucesivos de suburbanización nos lleva a nuestro foco espacial más importante: los primeros suburbios y los innerburbs.

Con el objetivo de investigar estos procesos con mayor detalle y con una perspectiva comparativa de varias ciudades latinoamericanas, una de nuestras primeras tareas fue desarrollar una tipología y una metodología detalladas que nos permitieran describir y definir los innerburbs.4