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Decisiones en neurología. Tomo II

 

Resumen

A través de una información concisa y organizada, alrededor de algoritmos de decisiones, esta obra se constituye en un Norte en las áreas específicas de la neurología que son frecuentes en la práctica clínica. Para ello se presentan y analizan enfermedades como la epilepsia, movimientos anormales, neuroinfecciones, examen neurológico y cuadros sintomáticos, factores que por sí solos son importantes en la consulta diaria, como las afasias, la hipertensión endocraneana, el dolor crónico y las cefaleas. Así mismo, teniendo en cuenta que las crisis epilépticas y la epilepsia conforman el treinta por ciento del motivo de consulta, en este libro se presentan cinco capítulos que aportan información importante, sobre esta tanto en niños como en adultos. Igualmente, los problemas relacionados con el trastorno de la conducción de los impulsos nerviosos centrales  y periféricos, como las enfermedades desmielinizantes, las neuropatías, las miopatías y las mielopatías forman un apartado importante con siete capítulos. Por supuesto, también se ha dedicado parte del libro a las enfermedades cerebro-vasculares, las neuroinfecciones, las demencias, los trastornos del sueño y el trauma craneoencefálico, condiciones frecuentes dentro de nuestra población. Por otro lado, las enfermedades sistémicas que afectan el sistema nervioso: hipertensión arterial, síndromes paraneoplásicos, síncope, problemas psiquiátricos y toxicología son objeto de estudio en cinco capítulos. Por último, para completar la serie, se incluyen cuatro temas de vital importancia, dado que se requirieren constantemente en la práctica diaria, como son la electroencefalografía, los estudios electrofisiológicos, de neurorradiología y de líquido cefalorraquídeo.

Palabras clave: Neurología, enfermedades del sistema nervioso, diagnóstico, árboles de decisión.

 

Decisions in Neurology II

 

Abstract

This text is a useful guide to the specific areas of neurology that are frequently seen in clinical practice, providing concise information organized around the algorithms of practical decision-making. It discusses neurological examinations and symptomatology, as well as presenting and analyzing conditions commonly seen in daily practice, such as epilepsy, abnormal movements, and neuroinfections, in addition to aphasias, cranial hypertension, chronic pain, and headaches. Given that epileptic crises and epilepsy are the cause of 30% of all consultations, five chapters in this book provide crucial information on epilepsy in both children and adults. In addition, disorders related to the transmission of central and peripheral neurological impulses, demyelinating diseases, neuropathies, myelopathies and myopathies constitute a major section made up of seven chapters. Of course, part of the book is also dedicated to conditions that are frequent in our population such as cerebrovascular diseases, neuroinfections, dementias, sleep disorders, and craniocephalic trauma. Diseases that affect the nervous system, such as arterial hypertension, paraneoplastic syndromes, syncope, psychiatric problems, and toxicology are also discussed in five chapters. Four vitally important topics frequently encountered in daily practice are also included to round out these discussions: studies based on electroencephalography, electrophysiology, neuroradiology, and cerebrospinal fluid.

Keywords: Neurology, diseases of the nervous system, diagnostics, decision trees.

Para citar este libro

Vélez van Merbeeke, A Ortiz Salas, Uribe Granja, DM et al., ed. académicos. Decisiones en neurología. Tomo II. Bogotá: Editorial Universidad del Rosario; 2016.

DOI: http://dx.doi.org/10.12804/lm9789587387186

 

Decisiones en neurología

 

Tomo II

 

 

 

 

 

ALBERTO VÉLEZ VAN MEERBEKE

PAOLA ANDREA ORTIZ SALAS

MANUEL GUILLERMO URIBE GRANJA

DIANA MARÍA PRADA GAVIRIA

CLAUDIA LUCÍA MORENO LÓPEZ

—Editores académicos—

Decisiones en neurología. Tomo II / Alberto Vélez van Meerbeke, Paola Andrea Ortiz Salas, Manuel Guillermo Uribe Granja, Diana María Prada Gaviria, Claudia Lucía Moreno López, editores académicos.. – Bogotá: Editorial Universidad del Rosario, Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, 2016.

xxxiii, 747 páginas. – (Colección Textos de Medicina y Ciencias de la Salud)

Incluye referencias bibliográficas.

ISBN: 978-958-738-717-9 (Impreso)

ISBN: 978-958-738-718-6 (Digital)

http://dx.doi.org/10.12804/lm9789587387186

Neurología / Enfermedades del sistema nervioso - Diagnóstico / Árboles de decisión / I. Uribe Granja, Manuel Guillermo / II. Vélez Van Meerbeke, Alberto / III. Prada Gaviria, Diana María / IV. Moreno López, Claudia Lucia / V. Ortiz Salas, Paola Andrea / VI. Universidad del Rosario. Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud / VII. Título / VIII. Serie

616.8 SCDD 20

Catalogación en la fuente – Universidad del Rosario. Biblioteca

JDA febrero 26 de 2016

Hecho el depósito legal que marca el Decreto 460 de 1995

 

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Colección Textos de Medicina y Ciencias de la Salud

 

©  Editorial Universidad del Rosario

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Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud

© Varios autores

 

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Carrera 7 Nº 12B-41, oficina 501 • Teléfono 297 02 00

http://editorial.urosario.edu.co

Primera edición: Bogotá, D.C., agosto de 2016

 

ISBN: 978-958-738-717-9 (Impreso)

ISBN: 978-958-738-718-6 (Digital)

DOI: http://dx.doi.org/10.12804/lm9789587387186

 

Coordinación editorial:
Editorial Universidad del Rosario

Diseño de cubierta y diagramación:
Precolombi EU, David Reyes

Desarrollo ePub: Lápiz Blanco S.A.S

 

Hecho en Colombia
Made in Colombia

 

Todos los derechos reservados. Esta obra no puede ser reproducida sin el permiso previo por escrito de la Editorial Universidad del Rosario.

Editores y autores

Editores

 

Alberto Vélez van Meerbeke

Neuropediatra de la Universidad Autónoma de Madrid, España. Magíster en Epidemiología, Universidad del Rosario, Universidad CES. Profesor titular de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, Director del grupo de investigaciones en Neurociencias, Neuros. Universidad del Rosario.

 

Paola Andrea Ortiz Salas

Residente de IV año de Neurología, Universidad del Rosario, Fundación Cardio Infantil.

 

Manuel Guillermo Uribe Granja

Médico cirujano y neurólogo clínico de la Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, Hospital de San José. Neurólogo adscrito a la Clínica del Country, Bogotá. Director Médico para la Región Norte, AbbVie. Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina de Colombia. Expresidente de la Asociación Colombiana de Neurología.

 

Diana María Prada Gaviria

Médica neuróloga de la Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Neuróloga del Hospital Central de la Policía y de la Clínica de Memoria. Miembro de la Asociación Colombiana de Neurología y Asociación Colombiana para el estudio del Dolor.

 

Claudia Lucía Moreno López

Neuróloga clínica de la Universidad del Rosario. Especialista en Trastornos del Movimiento del Hospital Clinic de Barcelona. Coordinadora
del Grupo de Trastornos del Movimiento, Asociacion Colombiana de Neurología. Docente de posgrado de Neurología de la Universidad del Rosario. Coordinadora de la Unidad de Trastornos del Movimiento, Fundación Cardio Infantil. Neuróloga Trastornos del Movimiento de la organización Sanitas Internacional, Clínica Universitaria Colombia y Clínica Reina Sofía.

 

Autores

 

Adriana Amaya, residente de III año de Neurología clínica. Universidad del Rosario. Fundación Cardioinfantil.

Luis Andrade, neurólogo, Hospital Militar Central.

Francisco José Arias Mora, residente de IV año de Neurología, Universidad del Rosario.

Jorge Humberto Aristizábal, jefe del servicio de Neurocirugía Fundación Cardio Infantil, Instituto de Neurociencias, Universidad el Bosque.

Ana María Barón Otero, médica internista y cardióloga de la Pontificia Universidad Javeriana, cardióloga de la Fundación Cardio Infantil, Instituto de Cardiología.

Gustavo Barrios Vincos, neurólogo clínico, profesor del posgrado de Neurología, Universidad de la Sabana, Hospital Occidente de Kennedy.

José María Behaine, residente de Neurocirugía, Universidad El Bosque

Diana Carol Benítez Ramírez, residente de II año de Neuropediatría de la Universidad Nacional de Colombia.

Óscar Bernal Pacheco, profesor de Neurología, Universidad Militar Nueva Granada, Hospital Militar Central.

Andrés Betancourt, residente de II año de Neurología, Universidad de la Sabana.

Alejandro Borja, estudiante de III año de posgrado de Neurología, Universidad de Antioquia.

Omar Buriticá Henao, neurólogo, Universidad de Antioquia, especialista en Trastornos del Movimiento.

Rossana Calderón Forero, psiquiatra de enlace, docente del programa de Psiquiatría. Universidad del Rosario.

Simón Cárdenas Robledo, residente de I año de Neurología, Universidad Nacional de Colombia.

Yulexi Castellanos, residente de IV año de Neurología, Universidad Nacional de Colombia.

Juliana Coral Casas, neuróloga vascular, Hospital Universitario San Ignacio. Profesora asociada Pontificia Universidad Javeriana.

José William Cornejo, neurólogo neuropediatra, MSc en Epidemiología, profesor titular Neurología Infantil Universidad de Antioquia.

Diana Díaz Bello, médica, residente de Radiología, Universidad del Rosario, Fundación Cardio Infantil.

Camilo Espinosa, residente de II año de Neurología. Universidad de la Sabana, Hospital Occidente de Kennedy.

Eugenia Espinosa, neuropediatra, Universidad Militar, jefe del Departamento de Neuropediatría, Hospital Militar Central, Bogotá.

William Fernández Escobar, neurólogo, especialista en Trastornos del Movimiento, profesor asistente de Neurología de la Universidad Nacional de Colombia, director de la unidad de Trastornos del Movimiento de la Universidad Nacional de Colombia

Juan Pablo Fernández, residente de Neurología, Fundación Santa Fe de Bogotá, Universidad El Bosque.

César Augusto Forero Botero, neurólogo clínico, Universidad Nacional de Colombia.

Juan Camilo García Domínguez, médico internista de la Universidad del Norte, cardiólogo de la Universidad El Bosque y de la Fundación Cardioinfantil, Instituto de Cardiología.

Xiomara García, neuróloga clínica, profesora del posgrado de Neurología, Universidad de la Sabana, Hospital Occidente de Kennedy.

Laura Gil, residente de IV año de Neurología, Pontificia Universidad Javeriana.

Ángela María Gómez Mazuera, neuróloga, neurofisióloga, Fundación Santafé de Bogotá.

Jeffrey González Giraldo, residente de II año de Psiquiatría. Universidad del Rosario.

Wálter González, neurólogo clínico, epileptólogo, Fundación Cardioinfantil.

Daniel Hedmont, neurólogo clínico, Hospital de Kennedy.

Natalia Hernández Beltrán, residente de I año de Neurología, Universidad del Rosario.

Janeth Hernández Jaramillo, fonoaudióloga, magíster en Discapacidad e Inclusión Social de la Universidad Nacional de Colombia, magíster y candidata a Doctorado en Neurociencias Cognitivas de la Universidad de La Laguna (España), profesora principal de carrera académica, directora del Programa de Fonoaudiología y Miembro del Grupo de Investigación en Ciencias de la Rehabilitación de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario.

Álvaro Izquierdo Bello, jefe del programa de Neuropediatría de la Universidad Nacional de Colombia.

Alejandro Jaramillo Jiménez, residente de Radiología, Universidad del Rosario, Fundación Cardioinfantil.

Eugenia Jaramillo Jiménez, residente de I año de Neurología, Universidad del Rosario.

Diego Jiménez, neurólogo clínico. Universidad del Rosario. Hospital Universitario Mayor Méderi.

Luisa Victoria Londoño, residente de III año de Neurología Clínica, Universidad CES, Instituto Neurológico de Colombia.

Fredy Andrés Luna Vela, residente de III año de Medicina Interna, Fundación Cardioinfantil, Universidad del Rosario.

José David Martínez Gaviria, residente de III año de Neurología, Universidad Militar Nueva Granada.

Paula Martínez Micolta, residente de III año de Neurología, Universidad Militar Nueva Granada.

Carlos Martínez, neurólogo clínico.

Viviana Martínez, residente de Neurología, Universidad Nacional de Colombia.

Luis Carlos Mayor, neurólogo, epileptólogo, jefe Clínica de Epilepsia, Fundación Santa Fe de Bogotá.

Adalbeis Medina Lemus, neuropediatra, Universidad Militar, Departamento de Neuropediatría Hospital Militar Central Bogotá.

Carlos Medina Malo, neurólogo, neuropediatra, director de la Liga Central contra la Epilepsia, Bogotá.

Sonia Millán Pérez, residente de IV año de Neurología, Pontificia Universidad Javeriana.

Daniel Moreno, residente de Neurocirugía, Universidad del Rosario.

Julio César Moreno, residente de Neurología, Fundación Cardioinfantil, Universidad del Rosario

Daniel Nariño, neurólogo, jefe de Neurofisiología Clínica, Hospital Universitario San Ignacio. Profesor asistente Pontificia Universidad Javeriana.

Danny Julián Novoa Ramírez, médico internista, coordinador académico de residentes de Medicina Interna, Fundación Cardioinfantil, Universidad del Rosario.

Ernesto Ojeda Moncayo, neurólogo clínico, Director Servicio de Neurología, Hospital Universitario Mayor, Mederi, Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud.

Natalia Ospina García, residente de Neurología, Universidad Nacional de Colombia.

Natalia Pardo Cardozo, residente de II año de Neuropediatría de la Universidad Nacional de Colombia.

Rodrigo Pardo Turriago, Neurólogo MSC y Epidemiología Clínica. Profesor asociado Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Colombia.

Olga Pedraza, neuróloga clínica, Departamento de Neurociencias, Hospital Infantil Universitario de San José, Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud.

Álvaro Pedroza Rojas, residente de III año de Neurología clínica, Universidad del Rosario, Fundación Cardioinfantil, Instituto de Cardiología.

Natalia Elena Penagos, residente de III año de Neuropediatría de la Universidad Nacional de Colombia.

Martha Peña Preciado, neuróloga de la Universidad Nacional de Colombia, Grupo de trabajo interdisciplinario en ELA Instituto Roosevelt. Colsubsidio. LICCE.

Iván Alberto Plazas Arce, residente de IV año de Neurología, Universidad del Rosario.

María Prada Gaviria, neuróloga Universidad del Rosario. Hospital Central de la Policía.

Carolina Ramos Martínez, residente de IV año de Neurología, Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud.

Marta Ramos, residente de II año de Neurología, Universidad de la Sabana.

José Luis Roa Benavides, neurorradiólogo, Fundación Cardioinfantil.

Jesús Rodríguez Quintana, neurólogo, neurofisiólogo, jefe del programa de Neurología Clínica, Universidad del Rosario, Fundación Cardioinfantil, Instituto de Cardiología.

Camilo Romero, neurólogo de la Universidad del Rosario, Fundación Cardioinfantil, Instituto de Cardiología.

Mauricio Rueda, neurólogo clínico, especialista en Movimientos Anormales, miembro del grupo de Movimientos Anormales de la Asociación Colombiana de Neurología.

Erick Sánchez Pérez, neurólogo clínico, profesor del posgrado de Neurología, Universidad de la Sabana.

Carolina Serrano Tabares, pediatra, Universidad Pontificia Bolivariana Medellín, residente de Neurología Infantil de la Universidad de Antioquia.

Fidel Sobrino Mejía, neurólogo clínico, coordinador del posgrado de Neurología, jefe del servicio de Neurología, Universidad de la Sabana, Hospital Occidente de Kennedy.

Rosana Solano Peláez, residente de IV año de Neurología. Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud.

Juan Marcos Solano, médico cirujano, estudiante de IV año de posgrado de Neurología, Universidad de Antioquia.

Claudia Talero, médica foniatra. residente, Unidad de Neurociencias, Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud. Grupo Neuros. Universidad del Rosario.

María Catalina Unda McFarlane, residente de II año de Neurología, Universidad Militar Nueva Granada.

Juliana Vargas Osorio, residente de II año de Neurología, Universidad Militar Nueva Granada.

Adolfo León Vélez Aguirre, residente de Neurología Clínica, Universidad CES, Medellín.

María Inés Vergara, neuróloga, Fundación Cardioinfantil.

Martín Vicuña de la Rosa, neurólogo, neurofisiólogo. Instructor, Hospital de San José, Hospital Universitario Infantil de San José. Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud.

Michel Volcy Gómez, médico cirujano, neurólogo de la Universidad de Antioquia, especialista en cefaleas NECH/IHS (Stamford, CT.), profesor del posgrado de Neurología, Universidad de Antioquia y Universidad CES, presidente del capítulo Cefaleas ACN, presidente del capítulo Antioquia ACN, miembro del comité de educación AHS y del comité panamericano AHS, vicepresidente de ASOLAC, director y fundador del Instituto de Dolor de Cabeza y Enfermedades Neurológicas Ltda. (Indocen).

María Isabel Zuluaga Rodas, residente de Neurología, Universidad CES, Instituto Neurológico de Colombia.

Yenny Carolina Zúñiga Zambrano, residente de III año de Neuropediatría de la Universidad Nacional de Colombia.

Prólogo

A manera de prólogo del libro Decisiones en neurología, Tomo II, editada por los doctores Alberto Vélez van Meerbeke, Paola Andrea Ortiz Salas, Manuel Guillermo Uribe Granja, Diana María Prada Gaviria y Claudia Lucia Moreno López, y en el cual profesores universitarios y residentes de neurología de diferentes universidades, de manera profunda y académica han redactado los capítulos de este maravillosos libro, de gran utilidad no solo para los neurólogos sino también para las diferentes especialidades afines como neurocirugía, neuropsicología, psiquiatría, medicina interna, fisiatría y, desde luego, para estudiantes de pregrado de medicina.

Como Profesor Honorario y Profesor de Cátedra de Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia y por haber vivido y asistido a gran parte de la historia de la neurología en el país, me permito hacer un recuento histórico de la neurología en Colombia. Aquí, la neurología y la neurocirugía nacieron y estuvieron juntas durante varios años. En Bogotá, inicialmente en los años 30 y 40 del siglo pasado los doctores Álvaro Fajardo Pinzón y Mario Camacho Pinto (1-2) quienes fueron entrenados en Estados Unidos, este último, en Nueva York con el Dr. Foster Kennedy —eminente neurólogo, descubridor del síndrome que tiene su nombre—. Aunque debemos anotar que, mucho antes, en 1899, después de graduarse de médico, el Dr. Miguel Jiménez López viajó a París a La Salpetriere y recibió enseñanzas de Babinski, Gilles de la Tourette y Ketschmer en Tubinga (Alemania). El Dr. Jiménez López era psiquiatra y padre del neurocirujano Dr. Alejandro Jiménez Arango, eminente médico, que fue Ministro de Salud, entrenado en Santiago de Chile, con el profesor Alfonso Asenjo, y en Canadá en el Instituto Neurológico de Montreal. El Dr. Jiménez Arango fue profesor de neurología y neurocirugía de la Universidad Nacional de Colombia.

Los neurocirujanos Álvaro Fajardo y Mario Camacho Pinto a su llegada del exterior iniciaron sus prácticas neuroquirúrgicas en el Hospital San Juan de Dios en Bogotá. Caso similar ocurrió en Medellín, con el advenimiento del Dr. Ernesto Bustamante Zuleta, quien regresó de Santiago de Chile, donde se había formado como neurocirujano bajo la dirección del Dr. Alfonso Asenjo, neurocirujano de la Escuela Alemana (3). El Dr. Bustamante regresó a Medellín en el año 1950 y ese mismo año, en febrero, se inició la primera cátedra regular de neurología en el país y en noviembre de ese mismo año se inició el Servicio Conjunto de Neurología y Neurocirugía. El Dr. Luis Carlos Posada González, quien se había formado en Ann Arbor, Estados Unidos, regresó al país en 1949 y se vinculó al Servicio de Neurología y Neurocirugía de nuestra Universidad de Antioquia en 1950. El Dr. Bustamante fue el Jefe de Servicio de Conjunto de Neurología y Neurocirugía hasta el año 1976, pues pasó a Bogotá, al Instituto Neurológico de Colombia, llamado por su director, el Dr. Jaime Gómez González. Cuando dicho instituto se liquidó por problemas financieros, el Dr. Bustamante fue profesor de neurocirugía del Hospital San Ignacio de la Universidad Javeriana en Bogotá. El Dr. Saúl Castaño Mejía fue Jefe hasta el año 1984 y posteriormente el Dr. Humberto Uribe Posada.

El Dr. Rodrigo Londoño empezó residencia de neurología en 1953 y luego se especializó en epilepsia y electroencefalografía en Chile y Montevideo con el Dr. Bartolomé Fuster, para regresar a Medellín y fundar la consulta externa de epilepsia y el Servicio de E.E.G en el Hospital Universitario San Vicente de Paúl de la Universidad de Antioquia hasta 1976, cuando pasó a dirigir la Cátedra de Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad Pontificia Bolivariana. El Dr. Londoño falleció en Medellín en el año 1990, habiendo sido Presidente de la Academia de Medicina de Medellín. También se formaron en el Servicio de Neurología y Neurocirugía los doctores Ramiro Sierra, Francisco Giraldo O, Javier González Mejía, Luis Carlos Cadavid y muchos otros más que ejercen en Medellín y otras ciudades del país y los neurólogos clínicos doctores Iván Jiménez Ramírez, Carlos Santiago Uribe, Néstor Castro, Jairo Bustamante, Rafael Prada y Camilo Borrego. Los otros neurólogos se siguieron formando en la nueva sala de Neurología Clínica cuando se produjo la separación de las dos especialidades en 1980.

 

 

Nacimiento de la neurología en el país

En Bogotá el primer neurólogo de escuela fue el Dr. Andres Rosselli Quijano, quien se formó en Boston, en el Massachusetts General Hospital, Universidad de Harvard, con los profesores Raymond D. Adams, Charles Miller Fisher y E. P. Richardrson Jr. Regresó al país en el año 1956 para fundar un servicio de neurología anexo al servicio de neurocirugía en el Hospital Militar Central de Bogotá. Por esa misma época, regresó al país el Dr. Salomón Hakim, eminente neurocirujano, que se formó también en neuropatología en Boston, en el Massachussetts General Hospital con el Dr. Raymond Adams. El Dr. Hakim describe su síndrome de hidrocefalia de presión normal después de observaciones del Dr. Abel Ramírez (Interno de neurocirugía) en un paciente con hemorragia subarocnoidea traumática, y con su hijo Carlos, idea la válvula de Hakim para para tratar la hidrocefalia.

El Dr. Rosselli empezó con un servicio de ocho camas hospitalarias. Su formación fue también en la escuela de los doctores Adams, Miller Fisher y Richardson Jr. Posteriormente, en el año 1961, los doctores Ignacio Vergara García y Jaime Potes regresaron al país después de formarse, el primero en el Hospital Bellevue en la ciudad de Nueva York y el segundo, en Londres y así fundaron la cátedra de neurología y el entrenamiento de neurólogos en el Hospital San Juan de Dios de Bogotá, hospital docente de la Universidad Nacional de Colombia. El Dr. Potes se trasladó luego a Cali, donde empezó a trabajar en el Hospital Universitario y luego regresó nuevamente a Bogotá al Hospital Militar Central.

En el año 1990 el Dr. Ignacio Vergara se retira de la Universidad Nacional después de haber formado varios neurólogos que se esparcieron por diversas regiones del territorio nacional, donde ejercen su especialidad con gran preparación académica. El Dr. Vergara es reemplazado en su cargo por el Dr. Pablo Lorenzana Pombo, el cual se había especializado en Londres, en Queen Square, Instituto de Neurología (4). Con el Dr. Lorenzana han trabajado en forma permanente el Dr. Rodrigo Pardo Turriaga, quien ha ocupado cargos directivos en la Universidad Nacional, Facultad de Medicina y se ha especializado con gran éxito en demencias y clínica de la memoria. En la Universidad Nacional se siguen formando neurólogos de gran profesionalismo y ejercen en Bogotá y diferentes sitios del país. En la Universidad Pontificia Javeriana de Bogotá también nació la neurología en el Hospital San Ignacio con el Dr. Eduardo Vallejo Mejía, formado en Nueva York en la Universidad de Columbia y que dirigió la neurología en el Instituto Neurológico de Colombia de Bogotá, adjunto a la Universidad Javeriana, luego se estableció en la Fundación Santa Fe de Bogotá, donde trabajó con el Dr. Jaime Toro Gómez por varios años hasta su retiro.

El Dr. Arturo Morillo, especializado en neurofisiología y E.E.G, y el Dr. Luis Morillo (hijo de Arturo) también contribuyeron con sus investigaciones y con la formación de neurólogos en la Javeriana y en el Hospital San Ignacio. En el Servicio de Neurología de la Universidad Pontificia Javeriana se han entrenado varios neurólogos importantes. Actualmente el Dr. Felipe Pretel es el Jefe de Neurología de la Universidad Javeriana.

En la décadas del 60 y 70 del siglo pasado los doctores Antonio Becerra Lara neurocirujano y profesor de neurología y neurocirugía de la Universidad del Rosario, Juan Mendoza Vega y Manuel Palacios, también neurocirujanos, dictaban clases de neurología en la Universidad del Rosario, cuyo campo de práctica era el Hospital San José en Bogotá, propiedad de la Sociedad de Cirugía de Bogotá. En 1978 se fundó el Servicio de Neurología en el Hospital San José, el cual fue dirigido por el Dr. Eduardo Palacio Sánchez (1) y se aprobó el programa de especialización en Neurología en la Universidad del Rosario. Posteriormente nace también la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud (FUCS) con programa de Posgrado de Neurología.

También en Bogotá, en la Fundación Santafé, bajo la dirección del Dr. Jaime Toro Gómez y con el aval de la Universidad del Bosque y de distinguidos profesores, los doctores Luis Carlos Mayor (epileptólogo), Ángela Gómez (Neurofisiología), Aristides Duque y muchos otros han formado neurólogos que ejercen en Bogotá y otras partes del país.

Más recientemente la Universidad de la Sabana inició la formación de neurólogos, con la dirección del Dr. Fidel Sobrino.

En Cali, el Neurocirujano Dr. Carlos Alberto Acebedo y el Dr. Arcesio Zúñiga fundan el Servicio de Neurocirugía en el Hospital Universitario Evaristo García y posteriormente el Dr. Henry Téllez, quien se había formado en la Clínica Mayo, inicia la neurología en Cali en el mismo Hospital Universitario Evaristo García. En la actualidad han llegado varios neurólogos entrenados en el país y el exterior.

En Bucaramanga, el Dr. Gustavo Pradilla Ardila, neurólogo egresado del Instituto Neurológico de Colombia (Bogotá) empezó la cátedra de ­neurología en la UIS (Universidad Industrial de Santander), ha sido pionero en investigación y en neuroepidemiología. Uno de sus discípulos, el Dr. Carlos Pardo Villamizar, se estableció en el Hospital John Hopkins (Baltimore) y ejerce como neurólogo, neuropatólogo y neuroinmunólogo.

 

Liga Colombiana contra la Epilepsia

En septiembre de 1964 el Dr. Jaime Fandiño, neurocirujano entrenado en el Karolinska Institute, funda la Liga Colombiana contra la Epilepsia en la ciudad de Cartagena y un instituto para la investigación en epilepsia (FIRE): esta liga colombiana ha logrado avances importantes en el legalización de pacientes con epilepsia. Además, en diversas ciudades de Colombia se han formado ligas similares, como en Bogotá, donde se formó la Liga Central contra la Epilepsia, dirigida por el neurólogo y neuropediatra Dr. Carlos Medina Melo, la cual ha sido lugar de formación de médicos neurólogos en el campo de la epilepsia. El Dr. Medina es ejemplo de dedicación a esta fundación que tanto bien ha hecho a favor de nuestros pacientes que sufren de Epilepsia. El Dr. Fandiño y su señora esposa otorgan cada año un premio al mejor trabajo de investigación en epilepsia, en asocio con la Academia Nacional de Medicina. En diferentes departamentos del país se fundaron ligas contra la epilepsia, como en Antioquia, fundada por el Dr. Rodrigo Londoño L. y continuado por el Dr. Iván Jiménez Ramírez, quien a su vez fundó el Instituto Neurológico de Colombia (INDEC) en la ciudad de Medellín, que es ahora sitio de entrenamiento en neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Ciencias de la Salud CES y sitio de rotación de residentes de neurología de la Universidad de Antioquia y de otros programas de posgrado de neurología de diferentes sitios del país.

 

Separación de los servicios de neurología y neurocirugía en Medellín

Podemos decir que el Dr. Federico López Gaviria (1932-1974) fue pionero en Medellín de la neurología clínica como especialidad. El Dr. López regresó de especializarse en Boston, en la Universidad de Harvard, en el Massachusetts General Hospital en 1963, donde se había formado como neurólogo y neuropatólogo bajo la dirección de los doctores Raymond Adams, Charles Miller Fister, E. P. Richardson Jr; en el mismo sitio donde se entrenó el Dr. Andrés Rosselli. Estuvo también en Londres en el National Institute of Neurology (Queen Siquare). A su llegada a Medellín le tocó aún el Servicio Conjunto de Neurología y Neurocirugía, pero se formaban neurólogos clínicos. Durante su corta vida, pues falleció a los 42 años de edad, después de una penosa y larga enfermedad que supo llevar con gran dignidad, dejó un legado de gran trascendencia a la neurología colombiana: 21 trabajos originales y la primera edición del libro de Fundamentos de Medicina, tomo de Neurología. Destacamos entre sus aportes a la literatura neurológica del país la panencefalitis esclerosante subaguda (PEESA), un estudio en cooperación con los doctores Gabriel Toro (neuropatólogoó), Jorge Holguín (neuropediatra), Carlos Santiago Uribe y Rodrigo Londoño (neurólogos y electroencefalografistas) de los primeros casos de esta enfermedad, la cual se matriculó en el Ministerio de Salud como entidad nueva en Colombia. En el estudio se registraban aproximadamente cien casos de esta enfermedad, su publicación abarca todos los aspectos de esta enfermedad. Su legado comprende, además, muchos más trabajos sobre otros temas neurológicos que pueden consultarse (3-5).

El Dr. López se destacó por sus cualidades excepcionales de ser gran clínico, predominando con gran claridad y dominio en su cuidadosa semiología neurológica la correlación clínico-patológica de las enfermedades neurológicas. En compañía de su amigo, el Dr. Gabriel Toro González, quien había llegado a establecerse en Bogotá en 1962 después de haber estudiado neuropatología en la Universidad Carlo de Praga (República Checa) organizó un curso de neuropatología en las Universidades de Antioquia, Valle y Nacional.

El Dr. Toro González es Profesor Honorario y Profesor Emérito de la Universidad Nacional de Colombia e Investigador Emérito de Instituto Nacional de la Salud (INS) en Bogotá en donde actualmente sigue vinculado. Los aportes del Dr. Toro a la neurología colombiana han sido muchos y valiosos: autor de más de 200 artículos en revistas nacionales e internacionales y ha publicado cuatro libros, así como textos de estudio en colaboración con otros colegas.

En 1967, regresó al País el Dr. Carlos Santiago Uribe Uribe, quien se había especializado en neurología y electroencefalografía en Boston, en el Massachusetts General Hospital, Universidad de Harvard, bajo la dirección de los doctores Raymond Adams, Robert S. Schwab, Charles Miller Fisher y E. P. Richardson Jr., donde estuvo por recomendación del Dr. López.

En marzo 5 de 1980 se hizo la separación del Servicio de Neurología del Servicio de Neurocirugía, siendo el primero una dependencia del Departamento de Medicina Interna, para fines administrativos. Me tocó a mí ser el jefe de dicho Servicio de Neurología hasta 1990, he seguido como profesor de cátedra hasta el presente. Los primeros residentes de esta nueva cohorte fueron los doctores David Pineda y Abraham Arana —neurólogo y neurooftalmólogo, nacido en 1949 y fallecido en el año 2010—. El Dr. Francisco Lopera y el Dr. Arana fueron jefes del Servicio de Neurología de la Universidad de Antioquia. Entre estos se encontraba también el Dr. Rodrigo Isaza B. —nuestro egresado fundó el Servicio de Neurología en el Hospital Pablo Tobón Uribe de Medellín— y el Dr. Francisco Lopera, neurólogo, Director del Grupo de Neurociencias de la SIU (Sede de Investigación de la Universidad de Antioquia. En el Servicio de Neurología de la Universidad de Antioquia se han formado hasta el presente 55 neurólogos.

En el año 2014 el Servicio de Neurología de la Universidad de Antioquia recibió el título de Programa Acreditado por el Ministerio de Educación (Comisión Reguladora de Especialidades en el país), siendo este el primer programa de neurología acreditado en Colombia con título de excelencia. En la actualidad el Jefe del Servicio es el Dr. David Pineda Salazar, neurólogo, magíster en neuroepidemiologia e integrante del Grupo de Neurociencias que lidera el Dr. Francisco Lopera R., también nuestro egresado, dedicado a la investigación de enfermedad de Alzheimer.

 

Neuropediatría

En 1956 el Dr. Jorge Holguín Acosta (1933- 2010), médico de la Universidad de Antioquia, quien había estudiado neuropediatría en París en el hospital Les Enfants Malade con el Dr. Stephane Thieffry de la Universidad de París Saint Vicent de Paul y en Missouri y Washington con los doctores Charles M Poser y Richmond Paine. El Dr. Holguín fundó el primer Servicio de Neurología Infantil en Colombia, en el Hospital Infantil de Medellín, de la Universidad de Antioquia, por lo cual se considera el primer neuropediatra de escuela en Colombia.

En Bogotá el Dr. Carlos Medina Malo, medico neurólogo y neuropediatra, actualmente docente de la Universidad Nacional de Colombia; fundó el primer Servicio de Neurología Infantil en el Hospital Militar Central.

A ello se suman la Dra. Eugenia Espinoza, quien ha formado varios neuropediatras en el Hospital Militar Central de Bogotá, donde es Jefe de dicho Servicio, el Dr. Alberto Vélez Van Meerbeke, editor de este libro, neuropediatra de la Universidad Autónoma de Madrid, España, magíster en epidemiología de la Universidad Colegio Mayor de Nuestra señora del Rosario, profesor titular de la misma universidad y miembro del Grupo de Investigaciones en Neurociencias Neuros.

Se creó la Asociación Colombiana de Neurología Infantil, la cual hace sus respectivos congresos y tiene numerosos miembros.

 

Consideraciones finales

Quiero terminar con algunas anotaciones relacionadas con la historia de nuestra Asociación Colombiana de Neurología y con la antigua Sociedad Neurológica de Colombia, la cual, en los años 70 agrupaba a los neurólogos y neurocirujanos en la época en que las dos especialidades estaban juntas y tenían sus congresos en forma periódica, con presentación de trabajos de las dos especialidades. En el año 1978 (en mayo) se fundó la Asociación Colombiana de Neurología (6). En aquella época teníamos congresos cada dos años junto con los Congresos Colombianos de Medicina Interna, organizados por la ACMI (Asociación Colombiana de Medicina Interna), y nos asignaban una tarde o una mañana, algunas veces un día entero para presentar nuestros temas y trabajos. Además compartíamos con ellos la sede en Bogotá pues no teníamos sede propia. En 1993, bajo la Presidencia de la Dra. Eugenia Espinoza García, celebramos en Bogotá nuestro primer Congreso Colombiano de Neurología, organizado por la Asociación Colombiana de Neurología, desde entonces hacemos nuestro congreso cada dos años en diferentes ciudades del país, los cuales han sido siempre muy exitosos.

En abril del año 1985 (6) siendo Presidente de la Asociación el Dr. Eduardo Palacio S. apareció el Acta Neurológica, publicación de la Asociación Colombiana de Neurología, financiada por el Laboratorio Knoll, Colombia. Eran dos hojas de color sepia, que yo aún conservo, tenía artículos de revisión. Y fue poco a poco progresando hasta llegar al formato de revista en 1987, con editorial, actualizaciones, artículos originales, la Página de Residente, comentarios a la literatura, correspondencia y eventos programados. Los primeros editores fueron los doctores Mario Muñoz Collazos y Pablo Lorenzana Pombo. En 1987 el Dr. Jimmy Schiedman Delgado, neurólogo de la Javeriana y de la Fundación Instituto Neurológico de Colombia, fue el editor, acompañado del Dr. Germán Enrique Pérez Romero de la Universidad Nacional y los doctores Miguel Dávila S. y Guillermo Gómez Guerrero de la Universidad del Rosario. El excelente artículo (6) aparecido en la última entrega del Acta Neurol Colomb Enero – Marzo de 2015 publicado por el Dr. Germán Enrique Pérez R, quien ha sido siempre el motor de nuestra revista y editor por varios años, nos hace una brillante revisión de la historia de la revista, la cual ahora, bajo la dirección del Dr. Federico Silva Sieger, se encuentra indizada en Publindex de Colciencias, SCIELO Colombia, LILACS, BVS INBIOMED, LATINDEX y SCIELO CITATION INDEX (Was de Thomson Reuters). Nuestra revista sigue adelante y cada número con más material y de muy buena calidad. Felicitamos a sus directores.

Afortunadamente con el correr del tiempo la neurología colombiana tiene su imagen muy bien lograda y es respetada en el país. Infortunadamente, a muchas de las EPS no les importa la calidad sino el volumen de las consultas y se limita el tiempo para una consulta de neurología, que bien hecha debería tardar una hora, simplificándose a veinte minutos. Por eso debemos seguir luchando para que la calidad se imponga sobre el volumen.

En nosotros estará siempre esta meta, nuestra especialidad es eminentemente clínica, no podemos descargar todo en los exámenes complementarios, que, como su nombre lo indica, son eso, “complementarios”. El diagnóstico está en la integración o la correlación clínica-exámenes, esto deberá ser lo ideal para una buena práctica neurológica (7).

La neurología en nuestro medio debe abarcar la epidemiología clínica, la cual últimamente no se ha vuelto a trajinar. Recordemos el trabajo de EPINEURO, “Estudio neuroepidemiológico nacional”, publicado por el Ministerio de Salud de Colombia y la Asociación Colombiana de Neurología en 1966 por once investigadores, convocados por los doctores Gustavo Pradilla y Diego Rosselli Cock y que abarcó las enfermedades neurológicas más frecuentes en las diferentes regiones de Colombia (8). En mi opinión, este estudio deberá replicarse nuevamente con la ayuda de nuestra Asociación y del Ministerio de Salud, para orientarnos hacia donde debemos hacer nuestros esfuerzos para la medicina preventiva lo cual es fundamental y no perder el punto de vista de la recuperación social de las enfermedades neurológicas (9). Estoy de acuerdo con el Dr. Lorenzana en cuanto al ­futuro de la neurología en Colombia: existe una buena cantidad de neurólogos jóvenes que se están destacando a nivel nacional y en el exterior.

Debemos seguir sosteniendo y mejorando el nivel científico de nuestros posgrados en neurología para formar neurólogos con nivel alto en neurociencias, pero sin olvidar lo fundamental: los principios éticos y su compromiso con la sociedad, con nuestros pacientes y con nuestros colegas.

 

DR. CARLOS SANTIAGO URIBE URIBE

Profesor Honorario - Profesor de cátedra

Facultad de Medicina

Universidad de Antioquia

 

 

Referencias

1. Palacios L. La educación neurológica en Colombia. En G. M. Uribe, A. Vélez, D. M. Gaviria, C. Moreno. Decisiones en neurología. 1ª ed. Bogotá: Servigraphic Ltda, 2005, p. 86-93.

2. Rosselli A. Aportes para la historia de la neurología en Colombia. Acta Neurol Colomb 1988; (4): 4-6.

3. Uribe C. S. Algunos aspectos históricos de la neurología en Antioquia. Acta Neural Col 1988; 4(2). 1988.

4. Toro G., Román, Campos, G., Uribe, C. S. Neurociencia, contribución a la historia. 1° ed., Bogotá: Instituto Nacional de Salud 2005.

5. Toro G. In memoriam: Dr. Federico López Gaviria. En C. S. Uribe, A. Arana, P. Lorenzana. Neurología. 4ª ed. Medellín: Corporación para Investigaciones Biológicas, 1991. pp. xviii- xix.

6. Pérez, G. E. Anotaciones para una historia de Acta Neurológica Colombiana. Acta Neurol Colomb 2015; (1): 113-118.

7. Fadulce, C. E. La neurología en países desarrollados. Acta Neurol Colom 2009; 25 (2) 109-111.

8. Ministerio de Salud Pública de Colombia, Asociación Colombiana de Neurología. Estudio epidemiológico Nacional Colombia 1996 (EPINEURO). pp. 1-80.

9. Lorenzana, P. El futuro de la neurología en Colombia. Acta Neurol Colomb 2009; 25 (3) 107-108.

Introducción

En el año 2005, a raíz de una propuesta de las doctoras Diana María Prada Gaviria y Claudia Lucia Moreno López, estudiantes de la especialización de Neurología del Programa de la Universidad del Rosario, publicamos en compañía del Dr. Manuel Uribe Granja el libro Decisiones en neurología. El objetivo primordial del libro fue la realización de una guía para estudiantes y especialistas en áreas específicas de la neurología que fueran frecuentes en la práctica clínica, a través de una información concisa y organizada alrededor de algoritmos de decisiones. Una de las fortalezas que tuvo esta primera edición fue la participación de todos los programas de neurología del país que aportaron la experticia de sus profesores y estudiantes de posgrado.

El reto establecido se cumplió y, sin miedo a vanagloriarnos, esta publicación fue un éxito editorial y se encuentra en prácticamente todas las bibliotecas de las facultades de medicina, no solamente locales sino de los países vecinos.

Teniendo en cuenta que la medicina evoluciona rápidamente, sobre todo en áreas en las que la tecnología ha tomado un impulso sobresaliente en los últimos años, los integrantes del grupo editorial decidimos que era hora de actualizar varios capítulos y que había que incluir algunos nuevos, especialmente en lo que se refería al manejo de algunas patologías propias de los niños. Por estas razones decidimos hacer una nueva versión del libro. En esta ocasión hemos estado acompañados de la Dra. Paola Andrea Ortiz Salas, quien desde su último año de especialización, y ya especialista en el momento de esta publicación, llevó la dura tarea de mantener la mayoría de las comunicaciones con los distintos autores y el enlace con el resto de los editores.

De esta manera, estamos presentando la obra editorial Decisiones en neurología, Tomo II a la comunidad científica. La versión actual consta de 43 capítulos que siguen en general el mismo formato de la anterior, es decir, una introducción en la que se presenta el problema junto con el estado del arte, unos algoritmos o tablas que tienen por objetivo facilitar el accionar en la consulta y finalmente unas referencias bibliográficas para que quien esté interesado profundice en el tema. Así mismo, muchos de los capítulos incluyen unas preguntas para llevar al lector a reflexionar sobre el tema.

Aunque en principio no era el interés, se ha tratado de agrupar varios capítulos por áreas como, por ejemplo, epilepsia, movimientos anormales, neuroinfecciones, entre otros. De esta manera, en la primera parte se mencionan el examen neurológico y cuadros sintomáticos que por sí solos son importantes en la consulta diaria, como las afasias, la hipertensión endocraneana, el dolor crónico y las cefaleas. Teniendo en cuenta que las crisis epilépticas y la epilepsia son el 30 % de los motivos de consulta, se han dedicado cinco capítulos que aportan información importante sobre esta entidad, tanto en niños como en adultos. Igualmente, los problemas que están relacionados con el trastorno de la conducción de los impulsos nerviosos centrales al igual que periféricos, como las enfermedades desmielinizantes, las neuropatías, las miopatías y las mielopatías, forman un apartado importante con siete capítulos. Aunque sin estar conglomerados, no podían faltar los capítulos que tratan sobre las enfermedades cerebrovasculares, las neuroinfecciones, las demencias, los trastornos del sueño y el trauma craneoencefálico, condiciones frecuentes dentro de nuestra población. Finalmente, pero siendo igual de significativas, las enfermedades sistémicas que afectan el sistema nervioso están organizadas en cinco capítulos: hipertensión arterial, síndromes paraneoplásicos, síncope, problemas psiquiátricos y toxicología. Para completar la serie se incluyeron cuatro temas que requerimos constantemente en nuestra práctica diaria: electroencefalografía, estudios electrofisiológicos, neurorradiología y líquido cefalorraquídeo.

El prólogo del libro fue encargado al Dr. Carlos Santiago Uribe, Profesor Honorario de la Universidad de Antioquia y uno de los decanos de la especialidad en Colombia. El Dr. Carlos Santiago hace un recuento histórico, haciendo énfasis en las personas que se han destacado en la práctica clínica, la investigación o en la educación de esta especialidad. Este prólogo ­complementa de forma muy acuciosa el capítulo realizado en el libro anterior por el Dr. Leonardo Palacios.

En nombre de todo el grupo editorial, quiero agradecer a los autores del libro que han hecho un esfuerzo grande en la realización de cada uno de los capítulos. Igualmente a Ingrith Torres, coordinadora de la Editorial del Rosario y a todo su equipo por su paciencia al ayudarnos a hacer realidad esta obra. Esperamos que este libro pueda servir como obra de consulta a los estudiantes de todos los niveles y los nuevos profesionales para que así se beneficien los pacientes que a la final es por quienes nos capacitamos y trabajamos.

 

ALBERTO VÉLEZ VAN MEERBEKE, MD, MSC

Examen neurológico

ÁLVARO PEDROZA ROJAS

CAMILO ROMERO

La base de un adecuado acercamiento diagnóstico y terapéutico al paciente neurológico es la anamnesis y el examen físico. Una ejecución detallada y organizada de este constituye el pilar fundamental de la praxis como neurólogo. En la medida en que el examen neurológico sea aplicado de forma acuciosa, el establecimiento de un diagnóstico sindromático, topográfico y etiológico permitirá con mayor facilidad la escogencia de la mejor estrategia terapéutica para nuestros pacientes.

Los principales componentes del examen neurológico son: esfera mental, pares craneales, sistema motor, sistema sensitivo, coordinación, signos meníngeos y marcha.

 

Esfera mental

La evaluación de la esfera mental nos permite tener un primer acercamiento sobre el estado global cognitivo del paciente. En la evaluación de la esfera mental debemos hacer énfasis en: orientación, atención, pensamiento, lenguaje, habla, praxias, gnosias, memoria, juicio y raciocinio, cálculo y abstracción, reconocimiento de lateralidad y cruce de línea media.

El primer y más fácil acercamiento del que disponemos para evaluar en forma rápida el contenido de la esfera mental; es el Test Minimental de Folstein, cuya utilidad radica en realizar un rápido tamizaje del posible deterioro cognitivo que presenten nuestros pacientes, al poder clasificar desde un deterioro cognitivo mínimo hasta una demencia establecida.

Hay que tener en cuenta que el Test Minimental se debe ajustar de acuerdo con el nivel educativo y sociocultural del paciente. Una vez aplicado el Test Minimental de Folstein, se debe continuar evaluando el juicio y raciocinio, pidiéndole al paciente que explique qué haría ante una determinada situación hipotética y/o descifrando dichos populares; después, evaluar abstracción mediante la explicación de analogías y, finalmente, solicitarle que identifique lateralidad (tabla 1).

 

Tabla 1. Test Minimental de Folstein