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Irene me ha ido mostrando día a día cómo progresan los

niños en afecto, inteligencia y capacidad social, y su

desarrollo me ha obligado a plantearme muchas preguntas.

A ella, y a Violeta, les dedico este libro.

ÍNDICE


 

 

 

PREFACIO

 

INTRODUCCIÓN

 

1. EL PUESTO DEL HOMBRE EN LA NATURALEZA

Las características diferenciadoras del ser humano

Inmadurez y plasticidad

El hombre y otros animales

La selección natural

Las necesidades básicas

El esfuerzo de crecer. La cara oculta del desarrollo

La importancia del desarrollo


2. EL ESTUDIO DEL DESARROLLO HUMANO

La historia de la infancia

El estudio de los niños

Las primeras observaciones

Las primeras observaciones sistemáticas

La influencia del darwinismo

Estudios sobre sujetos especiales

Investigaciones de tipo estadístico

Los trabajos de finales de siglo

La situación a comienzos del siglo xx

Los cambios en la teoría psicológica


3. LAS TEORlAS SOBRE EL DESARROLLO

La teoría psicoanalítica

Las teorías conductistas

La psicología de la Gestalt

La teoría de Piaget

Vigotski

La psicología cognitiva

Hereditarismo y ambientalismo

El hombre preprogramado

 

primera parte

LA LLEGADA AL MUNDO


 

4. EL DESARROLLO ANTES DEL NACIMIENTO

La fecundación

El crecimiento del nuevo ser

Factores que afectan al desarrollo del feto

Aspectos psicológicos del desarrollo intrauterino


5. EL RECIÉN NACIDO

La entrada en el mundo

Los estados y funciones del recién nacido

Las capacidades del recién nacido

Sistemas para recibir información

Sistemas para transmitir información

Sistemas para actuar: los reflejos

Otras capacidades

Los primeros pasos


6. EL MECANISMO DEL DESARROLLO

La adaptación

Asimilación y acomodación

Los esquemas

El principio de discrepancia y la resistencia de la realidad

Los estadios del desarrollo

Diferencias entre los estadios

Los distintos aspectos del desarrollo


7. EL NACIMIENTO DE LA INTELIGENCIA

La consolidación de los reflejos

De los reflejos a los esquemas

Los progresos del período sensorio-motor

La coordinación de los esquemas

Los progresos de la prensión

El reconocimiento de los objetos

La permanencia de los objetos

La resolución de problemas

Las capacidades perceptivas


8. EL DESARROLLO FISICO Y MOTOR

El desarrollo físico

El desarrollo motor

El desarrollo del cerebro

El cerebro y el ordenador

La relación entre lo físico y lo psíquico


9. EL COMIENZO DE LAS RELACIONES SOCIALES: LA MADRE

La necesidad del contacto social

Hitos en el establecimiento de las primeras relaciones sociales

Las expresiones emocionales

La primera relación social

El descubrimiento del apego

Las etapas del apego

La interacción entre el niño y la madre

El sistema afectivo maternal

El sistema afectivo filio-maternal

La infancia en otras culturas

La continuidad del apego y el amor adulto


10. LOS OTROS ADULTOS. LA FAMILIA HUMANA

La familia humana

El papel del padre

La construcción de una relación

La relación del niño con los padres. La pérdida de un progenitor

 

segunda parte

LA INFANCIA


 

11. LA CAPACIDAD DE REPRESENTACIÓN

Los antecedentes de la representación

Diversos tipos de significantes

Las diferentes manifestaciones de la función semiótica

Los dos sentidos de la representación

La imitación

Las im ágenes mentales

La naturaleza de la imagen

El desarrollo de las imágenes

Los aspectos figurativos y operativos de las funciones cognitivas

El dibujo infantil

Las etapas del dibujo

La representación y el conocimiento


12. EL LENGUAJE

El estudio del desarrollo del lenguaje

El lenguaje de los antropoides

Antes del lenguaje

Los sonidos

La adquisición del vocabulario: palabras y conceptos

Las primeras combinaciones de palabras

La adquisición del lenguaje

El conocimiento acerca del lenguaje

El pensamiento y el lenguaje


13. EL JUEGO

Teorías sobre el juego

Las características del juego

El juego de los animales

Los tipos de juego

El juego de ejercicio

El juego simbólico

El juego de reglas

Los juegos de construcción

Los juguetes


14. EL DESARROLLO DE LA CAPACIDAD DE PENSAMIENTO

Organizando el mundo

El descubrimiento de principios

El período preoperacional

La construcción de invariantes

Características del pensamiento preoperatorio

La lógica preoperatoria

las operaciones concretas

Las nociones de conservación: la conservación de la sustancia

La conservación de los líquidos

Otras formas de conservación

Las clasificaciones

La seriación

La noción de número

Otras operaciones

Las estructuras del pensamiento

La abstracción

LA MEMORIA Y EL APRENDIZAJE

Concepciones de la memoria

Algunas distinciones

La memoria y el conocimiento

Memoria y metamemoria


15. LA COMPRENSIÓN DE LA REALIDAD Y LA FANTASíA

La teoría de la mente

La realidad y la fantasía

La distinción entre apariencia y realidad

La construcción de mundos ficticios

Poniéndose en el lugar de otro: el egocentrismo

La naturaleza del egocentrismo

La representación del mundo

La autoconciencia y el metaconocimiento


16. LA CONSTRUCCIÓN DE TEORÍAS SOBRE LA REALIDAD

La categorización de la realidad

La organización de las categorías

Las representaciones de la realidad

La búsqueda de explicaciones

Un ejemplo: el movimiento

La formación de conjeturas en el niño

Las representaciones espontáneas

Características de las representaciones espontáneas

Las ideas sobre la luz y la visión

La diferencia entre expertos y novatos


17. EL MUNDO SOCIAL: LAS RELACIONES CON LOS OTROS

La influencia biológica y ambiental

Las capacidades sociales

La exploración del mundo social

LAS RELACIONES CON OTROS NIÑOS

El sistema afectivo de los camaradas en los monos

Las relaciones de amistad

Tipos de relaciones

Las relaciones entre niños de distinta edad

Los beneficios de las relaciones sociales

LA ADOPCIÓN DEL SEXO

El sexo biológico

Las diferencias de conducta

El interés por el sexo


18. EL DESARROLLO MORAL

Las reglas morales

La génesis de la moral

Los estadios del razonamiento moral

El razonamiento prosocial

Las normas convencionales


19. EL CONOCIMIENTO DEL MUNDO SOCIAL

El conocimiento propiamente social

Teorías sobre el proceso de adquisición

De qué están hechos los modelos sociales

El carácter de la representación social

Los campos de la representación del mundo social

El desarrollo de las nociones económicas

La estratificación social

La formación de nociones políticas

Los progresos del conocimiento social


20. CÓMO SABEMOS LO QUE HACEN Y PIENSAN LOS NIÑOS

Hechos y teorías

La introspección

La observación de los niños

Los tests

El método clínico

Los tipos de respuestas

Errores más frecuentes en la entrevista

Las características del método

Métodos experimentales

Diseños evolutivos

La realización de una investigación

La elaboración de la entrevista y el estudio piloto

El análisis de los datos

 

Tercera Parte

LA ADOLESCENCIA


 

21. LA PUBERTAD Y LA ADOLESCENCIA

Los cambios físicos en la adolescencia

El desarrollo de los caracteres sexuales

Diferencias individuales

El dimorfismo sexual

La aceleración del desarrollo

El concepto de adolescencia

La adolescencia en los chimpancés

Las teorías de la adolescencia


22. LOS COMIENZOS DEL PENSAMIENTO CIENTÍFICO

El razonamiento experimental

La explicación del funcionamiento de un péndulo

Las características del período formal

La disociación de factores

La formulación y comprobación de hipótesis

La combinatoria

El razonamiento experimental

La lógica de proposiciones

La generalidad del pensamiento formal

Las capacidades lógicas

El pensamiento científico y social


23. EL ADOLESCENTE Y EL MUNDO SOCIAL

La búsqueda de la identidad

La entrada en la sociedad adulta

Las amistades adolescentes

Proyectos de vida

La inquietud moral

La integración problemática

 

REFERENCIAS


ÍNDICE DE CUADROS Y FIGURAS

PREFACIO

 

 

Comprender el sentido de las cosas y por qué suceden de una cierta manera es uno de los mayores placeres que nos está dado saborear, aunque como todos los placeres se disfruta más cuando se ha aprendido a degustarlo. Y cuanto más fascinante es el fenómeno que tratamos de comprender mayor placer se obtiene en el esfuerzo por encontrar un hilo conductor bajo la diversidad de los hechos. Sin duda uno de los fenómenos más fascinantes que nos es dado presenciar, para el que además estamos muy sensibilizados, es el desarrollo de un niño, el esfuerzo por crecer, en todos los sentidos, y pasar del ser desvalido que todos nosotros hemos sido en el nacimiento a convertirnos en adultos.

El objetivo de este libro no es otro que intentar describir cómo la niña se hace mujer, cómo el niño se hace hombre, cómo el recién nacido se convierte en ser humano, cómo un ser que, cuando viene al mundo parece tan inmaduro, débil, dependiente y expuesto a grandes peligros, logra sobrevivir y llega a convertirse en una persona autónoma, hábil, dotada de capacidades muy complejas, capaz de relacionarse con los otros, y cómo esas criaturas se han extendido por todo el planeta, y amenazan con invadir otros mundos.

Lo característico de los hombres es que son mucho más incompletos como seres humanos cuando nacen que las cabras o los gorriones; con esto quiero decir simplemente que hay mucha más distancia entre un niño y un hombre que entre un potrillo y un caballo. Al nacer los hombres sólo son un conjunto de posibilidades que se pueden desarrollar potencialmente en muchas direcciones, aunque el hecho de nacer en un momento histórico dado, en un determinado país, dentro de una clase social, en el seno de una determinada familia, restringe ya mucho esas posibilidades.

La actividad de crecer es muy laboriosa, si entendemos por laboriosa que hay que mantenerse activo continuamente, no que haya que hacerlas forzado y trabajosamente. Cada ser humano tiene que llevar a cabo una gigantesca tarea que consiste nada menos que en construir su propia inteligencia y una representación del mundo que le rodea. A veces nos puede parecer que los niños crecen como las plantas, que el paso del tiempo y dos o tres ingredientes poco importantes bastan para que se vayan haciendo adultos.

Pero no es así, sino que cada niño/a está actuando permanentemente para promover su desarrollo, y éste será mejor y más armonioso si encuentra en el medio los elementos necesarios para realizar su actividad. Es tarea de los adultos ayudarles en su empresa, pero no pueden dársela hecha.

Este libro pretende ocuparse de todo esto de una manera sencilla, intentando, en la medida de lo posible, hacer comprensibles las vicisitudes por las que pasamos para convertirnos en adultos, y tratando también de entender por qué las cosas son de esta manera. Para ello es necesario adoptar una actitud evolucionista de fondo, y situar la infancia humana dentro de la infancia animal y de los fenómenos peculiares de los seres vivos. Las conductas de que disponemos, incluso la vida social actual, son posibles porque son adaptativas, porque favorecen la supervivencia de la especie, y si no lo son tarde o temprano la especie humana desaparecerá.

No he tratado simplemente de resumir lo que viene en los libros, sino que he procurado entenderlo yo mismo, preguntándome por qué las cosas son así y no de otra manera. Muchas veces la respuesta no está clara, o sólo se hallan justificaciones ad hoc, pues seguimos ignorando muchas cosas, pero a veces una mirada ingenua sobre lo más obvio y cercano, en lo que antes no nos habíamos fijado, nos permite descubrir aspectos nuevos de lo que siempre hemos tenido a nuestro lado.

Durante muchos siglos los hombres no se han preocupado por entender cómo se producía el desarrollo del niño, precisamente porque era algo tan familiar y tan próximo que no despertaba ninguna curiosidad. Por eso la psicología del desarrollo ha tardado mucho más en convertirse en un campo de estudio científico que la mecánica o la geología. Era más fácil interrogarse sobre las estrellas que sobre los niños. Hace sólo unos doscientos años que los hombres empezaron a observar sistemáticamente a los niños y a anotar lo que hacían, pero ha sido sobre todo en este siglo cuando se han producido los mayores avances. Hoy sabemos bastante sobre lo que hacemos y menos sobre por qué lo hacemos, pero hemos progresado mucho en el conocimiento del desarrollo, aunque todavía nos falten por conocer muchas cosas. En los últimos veinticinco años se ha acumulado una cantidad de investigación prodigiosa, iniciándose el estudio de campos que antes no existían. Centenares de revistas especializadas y miles de libros recogen los avances en el conocimiento, pero, desgraciadamente, faltan teorías unificadoras que permitan organizar todos esos datos siguiendo unas líneas generalmente aceptadas por todos los investigadores. Esto diferencia la psicología del desarrollo de otras disciplinas, como la física o incluso la biología, y pone de manifiesto que nuestra disciplina se encuentra todavía en un estadio incipiente de desarrollo.

La ausencia de una teoría unificadora hace más difícil presentar los conocimientos, pues lo que para unos autores resulta esencial para otros carece de importancia y no merece la pena mencionarse. Esto plantea muchos problemas en el momento de seleccionar los contenidos que deben tratarse y también respecto al orden en que deben presentarse. Al estar ocupándonos de sujetos que cambian en el tiempo y de capacidades que en un principio aparecen muy unidas pero que se van diferenciando a lo largo del desarrollo, el que escribe se encuentra dividido entre seguir períodos cronológicos o estudiar las capacidades a lo largo del tiempo. Lo habitual es intentar combinar ambas cosas y, aunque se establezca una división en períodos de desarrollo, se examinan dentro de ellos, de una forma unitaria, ciertas capacidades que obligan a salirse de esos períodos. El resultado siempre nos deja descontentos, y las decisiones que se toman no dejan de ser arbitrarias, pues nunca están plenamente justificadas. Por eso la ordenación del material, en un libro como éste, que pretende presentar el desarrollo de una manera unitaria y sintética, ha sido la tarea más difícil.

Lo que el lector tiene ante sus ojos es una obra introductoria, cuyo objetivo es proporcionar un primer contacto con el fenómeno del desarrollo humano. Puesto que no he pretendido escribir un tratado que se ocupe en detalle de todos los aspectos del desarrollo, cosa que en el estado actual de nuestros conocimientos resulta inabarcable para una sola persona y sólo puede lograse en una obra colectiva, ha habido también que seleccionar los temas que se abordan, prescindiendo de muchas cosas y dedicando a otras una extensión que a algunos les podrá parecer excesiva y a otros insuficiente. Los sesgos personales y la posición teórica del que escribe son los responsables de la atención que se dedica a cada asunto, pero es algo que resulta inevitable. Dentro del estudio del desarrollo la teoría del psicólogo suizo Jean Piaget ocupa un lugar central. Nadie como él ha contribuido tanto a nuestro conocimiento de la construcción de la mente humana, aunque muchas de sus afirmaciones hayan sido puestas en duda. Pero esto, en definitiva, sólo es una manifestación de que existe el progreso científico. Sin embargo, incluso las posiciones más críticas se ven obligadas a referirse a su teoría como marco de muchos de los problemas del desarrollo. Por ello, éste será el contexto en el que nos moveremos.

En los últimos años han aparecido entre nosotros algunas obras excelentes sobre la psicología evolutiva, entre las que no pueden dejar de mencionarse las de Marchesi, Carretero y Palacios (1984), Palacios, Marchesi y Coll (1990), García Madruga y Lacasa (1990), o Vega (1985), entre otras. También se han traducido numerosas obras escritas en otros idiomas, de gran utilidad. Pero este libro guarda con ellas algunas diferencias. En primer lugar su extensión, pues se trata de una obra de dimensiones más reducidas y que, al estar escrita por un solo autor, tiene un carácter más unitario e integrado. En segundo lugar porque más que intentar una revisión de los trabajos existentes se ha preferido prestar atención preferente a la interpretación del desarrollo. El punto de vista desde el que se ha hecho par te de dos presupuestos básicos: que la conducta humana sólo puede entenderse desde la perspectiva de la evolución y de la adaptación al medio, y que el desarrollo es un proceso constructivo en el que el sujeto participa muy activamente. Además se considera que para entender la conducta es necesario estudiar su génesis. Quizá por ello también es por lo que se ha prestado más atención de lo que es habitual en libros de este tipo a la génesis de las ideas, introduciendo aquí y allá referencias históricas a cómo se han estudiado los problemas.

He procurado hacer una obra lo más sencilla posible, sin que pretenda haberlo conseguido en todos los casos, evitando la terminología compleja y las referencias innecesarias. En recuadros he incluido materiales complementarios, que son explicaciones o sistematizaciones de lo que hay en el texto o explicaciones que pueden completar en aspectos que no son esenciales lo, que se dice en él.

El perfil del lector es una persona que no tiene conocimientos de la materia y que establece su primer contacto con ella o que sólo tiene conocimientos dispersos y fragmentarios y busca una visión más unitaria. Creo que puede valer para estudiantes que se inician o para personas que quieren conocer cómo se produce el desarrollo del ser humano y cómo se construye el psiquismo.

Para escribirlo me he servido de mis escritos anteriores, sobre todo de mis libros Crecer y pensar, La psicología en la escuela, las Lecturas de psicología del niño y Aprender a aprender, en algunos de los cuales he desarrollado con más detalle .algunos puntos tratados aquí.

Las referencias se hacen, como es habitual, mediante el nombre del autor y el año de la edición original del trabajo en cuestión. Aunque lo que se dice se suele referir tanto al desarrollo de la niña como del niño, para no recargar innecesariamente el lenguaje suelo hablar del niño, y sólo esporádicamente escribo niño/a. Creo que referirse unas veces al niño y otras a la niña, como hacen algunos autores de lengua inglesa, puede llevar a confusiones, al poder suponerse que lo que se dice se refiere sólo a la niña.


Al poner el prólogo a un libro siempre se da uno cuenta de que se está en deuda con muchas personas y que es imposible mencionarlas a todas, pero sería ingrato no referirse a ninguna. Mi hija Irene, que pronto cumplirá 12 años, y todavía no tenía 5 cuando empecé a escribir estas páginas, me ha proporcionado y me sigue proporcionando cada día ejemplos sobre cómo funciona el pensamiento del niño, además del placer de su compañía y de verla crecer y abrirse al mundo, luchando por apropiarse de absurdas prácticas escolares. Durante sus primeros meses filmé casi cotidianamente sus progresos en la dura tarea de organizar el mundo y la vi día a día, hora a hora, intentando controlar su medio. Luego amplió su campo de acción y sus recursos, aprendió a hablar e hizo más intenso su intercambio con los otros.

Pronto empezó a preguntar, tratando de dar sentido a sus experiencias, de organizarlas, de evitar las contradicciones, como hacen todos los niños. Sus preguntas y sus errores son una fuente infinita de interrogantes para el que estudia su desarrollo.

Los miles de niños que, junto con diversos colaboradores, hemos ido entrevistando a lo largo de muchos años para determinar cómo piensan y cómo resuelven problemas, y también sobre cómo entienden su mundo social han sido una fuente constante de enseñanzas. Pero lo que ellos me han enseñado me ha sido más fructífero porque había leído lo que otros habían escrito con gran penetración y sobre todo los clásicos del estudio del niño, particularmente Werner, Vigotski, Freud, y sobre todo Piaget. El tiempo que pasé en Ginebra, siguiendo sus enseñanzas y aprendiendo su forma de trabajar y de entrevistar niños mediante el método clínico, fue una experiencia que determinó decisivamente mi manera de ver el desarrollo. Mi deuda con él es, por ello, inmensa. Bärbel Inhelder no sólo fue también mi profesora, sino que con los años he ido conociéndola más de cerca y apreciando su originalidad y sutileza, al tiempo que he ido estrechando los lazos de amistad y aumentando mi admiración hacia ella.

Pero también tengo deudas de muchos tipos con otras personas. Antes que nada con Violeta Demonte, que no sólo me ha dado a Irene, sino que me ha animado y ayudado a entenderla y ha sido siempre un estímulo intelectual para mí. Su agudo espíritu crítico y claridad en el pensar, aunque se dedique a otras tareas, me ha obligado a menudo a precisar mis ideas sobre cómo somos los seres humanos y a tener que buscar mejores argumentos para defenderlas.

Ileana Enesco ha compartido conmigo en los últimos años muchos proyectos de investigación sobre el desarrollo infantil y además de eso ha leído partes de este libro y ha contribuido a mejorarlo y hacerlo más comprensible con sus críticas, siempre constructivas y atinadas.

Mis colegas en el departamento de psicología evolutiva de la Universidad Autónoma de Madrid, muchos de los cuales fueron antes alumnos, proporcionan un medio intelectual y humano siempre rico, que ayuda a soportar un ambiente universitario cada vez más burocratizado y rutinario. Josechu Linaza, Pilar Soto, Cristina del Barrio, Amparo Moreno, Esperanza Ochaíta, Eugenia Sebastián, Antonio Maldonado y Juan Carlos Gómez, son excelentes amigos y grandes profesionales que me han ayudado además de muchas maneras. Más recientemente se han incorporado Alejandra Navarro, Ana Peñaranda y Cecilia Simón que, junto con Cristina del Barrio, han leído partes de este libro y me han sido muy útiles con sus comentarios. Tampoco puedo olvidar a mis antiguos alumnos, Mario Carretero, Juan Antonio García Madruga y Ángel Riviere, hoy convertidos en maestros, de los que siempre aprendo cosas.

Finalmente mis alumnos durante los veinticinco años que hace que enseño psicología del desarrollo han sido un punto de referencia constante a la hora de escribir estas páginas. Sus preguntas, observaciones, críticas, y también incomprensiones, me han ayudado mucho para tratar de presentar las cosas de la manera más clara que me ha sido posible.

 

 

 

 

 

 

 

INTRODUCCIÓN