Una parte de este libro ha sido escrita en horas intempestivas: o muy tarde por las noches o por las mañanas mucho antes de que saliera el sol. Una buena parte durante las vacaciones de 2016 y 2017, renunciando al descanso o, mejor dicho, descansando de otra forma, ya fuera en la cocina de mi suegra en Lanusei o en el ordenador de mis padres en Alella.
Agradezco a todos los que han leído alguno de los capítulos del libro con espíritu crítico, ya que han permitido que fuera mejorando versión a versión.
Vinculados al Instituto de Estudios Financieros (IEF), su director general, Josep Soler, a quien también tengo que agradecer que aceptara prologar el libro y que apostase por él; a su bibliotecario y experto en series, Marc González, y a Luis Torras, del comité editorial del Observatorio de Divulgación Financiera del IEF, por creer en el potencial del libro y por presentarme a los amigos de Plataforma Editorial, quienes han hecho posible que puedas estar leyendo estas líneas, acompañando a este autor novato en todo el proceso con mucha paciencia y profesionalidad.
Del equipo de inbestMe, a su CEO, Jordi Mercader; y a su responsable de contenidos, Josep Milà. La primera vez que mezclé personajes de película y finanzas fue en un post para el blog de inbestMe en el que utilicé a Luke y Leia para hablar del interés compuesto.
A mis amigos y compañeros de rol, algunos de los cuales me han animado a mejorar los contenidos y otros, sin saberlo, me han inspirado distintos ejemplos; gracias a Jordi Andújar, a Álex de Santiago, a Àlex Moré, a Ramon Gassó, a Xavier Calvo, a Leo Pérez, a Quique Fortuny y a Roger Olivella.
Agradezco también a Zetatesters, por su podcast y por sus seguidores, de los que tanto aprendo en su chat de Telegram, y los Zetatesters me llevan a mi familia, pues fue mi hermano Carlos el que me los presentó.
Gracias a mis padres, mis suegros, mis hermanos y mis cuñados, que siempre ayudan y están presentes cuando se los necesita, han corregido un montón de errores del primer borrador.
Gracias al equipo de 1077, que me hizo crecer personal y profesionalmente desde el ejemplo, la entrega, la profesionalidad y el compromiso con el equipo.
Gracias al Instituto de Estudios Financieros por permitirme dedicar esta etapa de mi vida a la educación financiera, donde he tenido la oportunidad de aprender cada día de grandes profesionales, en especial gracias al equipo de educación financiera por hacer que las cosas pasen y por estar siempre dispuestos a mejorar y crecer profesionalmente. Es un lujo trabajar con ellos.
Por último, gracias de nuevo a mis chicas de noviembre, a las que he dedicado el libro. A Clàudia por acompañarme en esta y el resto de aventuras, por darme ideas y por leer pacientemente cada vez que finalizaba un capítulo. A Valentina y Eulàlia por recordarme cada día lo importante que es tener curiosidad.