«adaptarse»

Hoy os quiero contar... planificar para adaptarse a un nuevo plan.

Me levantaba temprano, para aprovechar el día, nada más salir a la terraza ya sabía que tenía que cambiar de planes, el viento, aunque no muy intenso ya me indicaba que era mejor dejar las actividades marítimas para otro día.

Ya explicaba en algún post, que demorar, retrasar o dejar para otra ocasión es en realidad renunciar, especialmente si lo que demoras te apasiona.

El tener un plan alternativo va bien si quieres mantenerte siempre activo haciendo lo que realmente te apetezca, creo que es mejor reaccionar y adaptarse emprendiendo un nuevo reto que lamentarse.

Tan fácil como elegir hacer aquello que más te apetece en ese momento, cuando tienes proyectos en mente aunque sean pequeños, adaptarse es relativamente sencillo y si esos retos forman parte de tus sueños adaptarse es el camino.

Tan sencillo como adelantar la planificación de las rutas de senderismo del norte mientras me relajo con la lija restaurando esa puerta que me recuerda cada día donde están mis prioridades.

Cuando modificas tus planes y te sorprenden con un «boooon dia» inesperado, justamente desde tu destino, me intrigan esas pequeñas casualidades. Siempre sorprende algo tan inesperado como improbable, y tan improbable como desconocido.

Y justo en ese momento, con quien has cancelado tu actividad marítima hace unos minutos , te vuelve a llamar esta vez desde el hospital, pulverizando tus nuevos planes.

En ese momento de forma automatizada todo se desmonta , te olvidas del viaje y de las rutas planificadas, porque sabes que dejarlo para otro momento es sinónimo de renuncia, o al menos se parece bastante.

Mientras observo a la persona que me trajo al mundo, monitorizada, sé que me apetece estar ahí, acompañándola como ella hizo tantas veces en mi delicada infancia.

Prefiero estar ahí a su lado, feliz por poder elegir estar, seguro de que su corazón aguantará y seguirá envejeciendo lentamente a mi lado, sencillamente porque esa es la mejor opción y mi capacidad de adaptarme me permite seguir avanzando haciendo realidad mis sueños.

Recuerda que cualquier opción, por mala que parezca es mejor que otras y sobre todo no olvides que lamentarse no es una opción.

Siempre es mejor hacerse mayor y envejecer, que dejar de hacerlo, disfrútalo.

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Antonio Castillejo

e
de emociones


los libros de lola

Dedicado a todas las mujeres de este planeta, por su sensibilidad y su grandeza emocional, por su sufrimiento muchas veces silencioso. Orgulloso de todos esos momentos que he compartido con vosotras, desde mi infancia hasta hoy, aunque algunas de vosotras ya no estais, vuestro recuerdo me sigue inspirando.


Especialmente dedicado a Susana, Marta y Carla, las tres mujeres presentes cada mañana y cada noche en mi vida, con las que conjuntamente formamos nuestro hogar, compartiendo buenos y malos momentos, que entendiéndome o no, me han acompañado día tras día y que siguen ahí continuamente inspirándome y dándome energía para seguir avanzando.


Dedicado a mi madre, sin duda quien más me ha visto llorar y quien más lágrimas ha derramado a mi lado.

Agradecimientos

Quiero aprovechar la edición de este libro para agradecer a quienes hicieron posible un punto de inflexión, quienes dieron la vuelta a la historia de mi familia dañada por el azar, solo mis padres son capaces de valorar el significado de las lágrimas en soledad, de la tristeza que representa pasar apuros económicos para llegar a final del día y no darle la mayor importancia porque ser pobre no es un problema para ellos, ni siquiera una circunstancia, cuando ni siquiera tener problemas de salud les preocupa porque su prioridad, su foco, es el miedo a no ver a su hijo hacerse mayor, conscientes que las posibilidades de darle la vuelta a la situación son mínimas.

Por ese motivo quiero agradecer este libro a quien he agradecido durante mucho tiempo mi vida cada mañana, a aquel equipo de profesionales a los que mayoritariamente no he conocido, pero que me devolvieron la vida en años difíciles, seguramente sin darle mayor importancia que la que su propia profesionalidad y rutina les conduce cada día a realizar acciones excepcionales que poca gente valora. Comenzando por Juanita, con su amabilidad, simpatía y generosidad que junto al Dr. Pijoan fueron la cara visible, quienes me acompañaron en el Hospital Sagrado Corazón antes y después de mi intervención.

Muy especialmente mi agradecimiento al Dr. Petit, quien facilitó desde el inicio visitas y realización de pruebas para conseguir primero un diagnóstico claro y posteriormente compromiso con sus colegas que permitieron realizar una intervención en la Clínica Sant Jordi, hasta entonces exclusiva al sector privado.

Mi agradecimiento especial, de corazón, nunca mejor dicho, de un corazón reparado por ellos, por el equipo médico del Dr. Puig Massana, a los que jamás he tenido la ocasión o la iniciativa de hacerles llegar mi agradecimiento, pero a los que doy las gracias cada día, y a los que en la edición de este libro quiero hacerlo públicamente, por mi vida y por todas las que han ido alargando durante toda su carrera, nunca suficientemente valorada.

De corazón, GRACIAS.

Prólogo

Este libro no es más que el recopilatorio de las publicaciones realizadas en mi blog, un resumen de historias personales que tratan de expresar mi filosofía de vida, mis valores y los principales aprendizajes vividos.

Aprendizajes que he querido compartir con el mundo con la única finalidad de que puedan ser utilizados o al menos que a alguien le puedan servir para reflexionar sobre su propio camino. Esta idea de compartir experiencias y reflexiones que me han sido útiles surge como consecuencia del compromiso adquirido en el Post grado de Gestión de Talento de las Organizaciones realizado en IL3, por lo que como no puede ser de otra manera quisiera agradecer especialmente al grupo talent que me ha inspirado tanto durante estos dos últimos años.

Todo comenzó en aquella especial presentación de la mano de Àngels Paredes, y quisiera aprovechar este prólogo, para rendir un pequeño homenaje a lo que no era más que un conjunto de personas desconocidas distribuidas en «U» dentro de un aula que poco a poco fueron sumando energías y generando emociones, pero que aquel primer día se mostraban más o menos así:

Junto a la puerta, como responsable de RRHH de una editorial y la última en aparecer por una avería en su coche, se nos presenta como una hormiga, trabajadora, dispuesta a compartir y a guardar, siempre corriendo, Ana.

Del sector químico, Bea, especialmente sociable, se describe como cabezona, le define su afán de superación personal y como no, caminante se hace camino al andar.

Al lado de Bea, está Olaya, de investigación biomédica, nos sorprende con un puzle, y nos muestra una personalidad perfeccionista, mucha psicología y filosofía, alguien a quien no le gusta improvisar.

Del sector de seguridad, quizás el menos emotivo del grupo, pero sin duda el más resolutivo, Enric.

A su lado se encontraba, quien en los siguientes meses se convirtió en un líder, proveniente del sector sanitario hospitalario, identificándose con un zapato, búsqueda de bolets, afianzado en su grupo, amante del equipo y especialmente creativo, Javier.

Justo a mi lado, del otro lado del atlántico, especialista en selección, y como objeto identificativo el mate, tan peculiar de su amada Argentina, mi gran amiga Natalia, adaptable, amante del feed-back, frío o caliente.

El mayor del grupo, del sector financiero, me presentaba con impacto, representado por ese «Buff» que me ha acompañado junto a mi familia y amigos en los mejores momentos de esta década.

A mi izquierda, del sector químico, Raúl, aquel chico tímido con una botella de vino del 77, como él, muestra de madurez, dispuesto a escuchar y sobre todo con el objetivo de ser feliz.

A su lado, compañera de empresa, Carmen, un pequeño coche nos mostraba aquella personalidad multifuncional, de proximidad, rápida y todo terreno, con la influencia de su padre para dar lo mejor.

Afectada por la crisis del sector bancario, y cargada de esperanza, personalidad resumida en un árbol, Jennifer, todo sensibilidad y fortaleza.

A su lado, Nuria, su compañera de viaje en esta aventura de cambio, representada por un walkman, la música como inspiración, la honestidad y la escucha como bandera y su familia como mástil.

Detrás de unas grandes gafas se escondía una de las personalidades que más he admirado en estos últimos años, una timidez irreal como Port Aventura, todo psicología, Erika, luchadora excepcional, mostraba el aprendizaje como camino y la capacidad de trabajo como identidad.

Afectada por el horario, se nos presentaba una gran formadora con la improvisación como bandera, como no podía ser de otra forma Carme nos absorbió con su historia personal, dejando huella de su sentido del humor, su positivismo y su tenacidad.

Justo a su lado, Nacho, en un grupo multisectorial no podía faltar alguien del sector textil, menos vinculado a la gestión de personas. Representaba su personalidad con aquel lápiz; sencillo, práctico, creativo, veraz, dispuesto a salvar el mundo con su talento oculto.

La personalidad de Mercè, del sector sanitario, experiencia en gestión de RRHH, especialmente observadora, representada en sus sueños, sus viajes, nos mostraba la estabilidad, la seguridad, el confort y la familia.

A su lado y muy a mi izquierda, se situaba prácticamente en la otra esquina de la sala, Consuelo, mostraba su personalidad con la foto de los niños, mostrando humildad, optimismo, aprender, sin miedos, adaptación, valorando especialmente la sonrisa y disfrutando de la compañía de la gente.

No dejaron aquel día su huella María José, del sector educativo, de quien destaca su capacidad de escucha, su serenidad y que posiblemente se podría haber representado aquel día con un bloc de notas, dispuesta a aprender.

De Sandra, y su personalidad, me quedo con el final, con aquel faro que describe su proyecto personal, enfocado a la orientación.

Con este maravilloso grupo, me comprometí a comenzar a explicar mis aprendizajes al mundo y aprovechando lo que un mapa mental te puede ayudar al cabo de dos años, les he querido simplemente homenajear, sabiendo que después de esa presentación, el aprendizaje y la suma de emociones ha sido un gran puente, facilitador del crecimiento profesional y personal de cada uno de nosotros.

«tristeza»

Hoy os quiero contar... un pequeño recuerdo en honor a mi primo Paco que hoy nos ha dejado, como bien ha dicho su hija, sin avisar.

2 de diciembre de 2015

Hoy inicio este blog, de una forma inesperada, lo que era un proyecto de contar al mundo mis experiencias personales, un proyecto sin forma ni modelo, que nacía en clase de Post grado de Gestión de Talento en IL3, y que hoy me he decidido iniciar sin formato, simplemente con el propósito de mantener la idea principal, explicar aquellas pequeñas cosas que para mí son importantes, que hoy recuerdo y que desconozco si mañana podré contar. Ya le daremos forma y vistosidad en otro momento, hoy quizás lo único que importa es empezar, porque como dijo Machado, «se hace camino al andar».

Hoy ha fallecido Francisco Murillo, para mí, el primo Paco, al que conocí cuando yo era un niño, por vínculo familiar y con quien compartí mañanas y tardes, comidas, juegos, alegrías y algún mal momento, hoy os quiero contar un día simple, una pequeña anécdota, simplemente por recordar y en honor a su memoria.

Recuerdo como si fuera ayer, aquel partido familiar de solteros contra casados en el campo municipal de Viladecans, aquel contraataque que tras escaparme por velocidad y recorrer medio campo me plantaba en el área para culminar el gol de la victoria con una vaselina casi perfecta. Y allí estabas tú, para deshacer mi proeza con una excelente intervención. Recuerdo que me pareció tan increíble tu parada que no me disgusté por no marcar, disfruté tanto por tu parada como lo hubiera hecho de mi gol.

Aquel momento lo tengo grabado y me he alegrado durante el transcurso de mi vida de aquellos pequeños fracasos generados por el éxito de otros, a veces desconocidos. Al final la materia ni se crea ni se destruye y posiblemente las emociones también se compensen.

Hoy solo puedo estar triste por tu marcha inesperada y a la vez feliz de encontrarte en mi infancia, por lo que seguro me aportaste para ser hoy «yo».

Esta pequeña anécdota que me enseñó de niño a anteponer la calidad ajena a mi deseo natural de ganar, me ha acompañado como uno de mis valores, ante muchos más como defecto que como virtud, pero sin duda me ha ayudado a disfrutar de lo realmente bello independientemente de su ejecutor, a ser imparcial, a ver los hechos, las acciones sin importarme el personaje. También a ver los errores y defectos de los que más estimo, a no estar condicionado y ser realmente justo o al menos a intentarlo.

Hay quien dice que soy un tipo raro, porque puedo disfrutar de un gol del Madrid aun siendo culé hasta la médula, soy raro porque no soy fanático, pues será, me alegro siempre que me emociono y el color de una camiseta no me nubla la belleza, la creatividad o el esfuerzo, y la victoria de mi rival no me produce rabia sino admiración, quizás porque no considero mi enemigo a quien comparte algo conmigo y ciertamente si nos cruzamos en la vida ya compartimos el camino.

De mi infancia como futbolero recuerdo algunos de los goles marcados, no sabría decir si los más bellos o los más luchados, y algunas victorias y partidos realmente emocionantes, carreras por la banda izquierda y alguna jugada de pizarra y también algunas entradas de algún defensa, pero lo que recuerdo con mucha fuerza, con más claridad son algunas paradas espectaculares, la de Paco es la primera que recuerdo, pero luego vinieron otras, de aquellas que al acabar el partido, pensabas, qué bueno, cómo me la ha podido parar y también recuerdo algunos goles rivales, sin duda espectaculares, simplemente recuerdo lo más emocionante, y esos detalles me han servido para ver que me emociona el resultado, la ejecución, la belleza de las acciones y me hace sentir admiración por el talento, sin percibir que a veces zanjaba mi triunfo.