CAPÍTULO 1 ¡EXTRA, EXTRA!
FAKE NEWS!

Pongámonos en esta situación: vamos andando por una calle céntrica de la ciudad y de repente vemos a un niño con pantalones cortos y gorra inglesa, cargado de periódicos que quiere vender al grito de «¡Extra! ¡Fake news! ¡Fake news! ¡Mentiras! ¡Mentiras!».

¿Compraríais el periódico que pregona el niño vendedor? Apuesto a que no. La pregunta, entonces, es: si no lo compraríamos en la calle, ¿por qué lo hacemos en Internet?

Las fake news, hoy en día, se venden y se compran solas. No necesitan de niños voceros en la calle como cuando se vendían los primeros periódicos. De hecho, solo necesitan crear una información verosímil, que no veraz, y colarse dentro de una red social que facilite su propagación a velocidad de vértigo.

Entonces, si las fake news son mentiras:

Vamos a verlo.

CAPÍTULO 2 LAS FAKE NEWS
NO SON NINGÚN JUEGO

Descubrir o no una noticia falsa. Esta es la cuestión.

Seis de cada diez españoles se cree capaz de distinguir una noticia falsa de una noticia verdadera.

Sorprende la confianza que tenemos en nuestro instinto o en nuestra capacidad para detectar el engaño. Si de verdad fuéramos tan infalibles, las fake news no serían tan efectivas hoy en día.

Nuestra salud informativa actual y futura descansa sobre todo en nuestra pericia para detectar noticias falsas. Pero lo importante no es que nos creamos capaces, sino que realmente lo seamos.

¿Lo probamos?

Entre los diez titulares de la página siguiente hay noticias reales y fake news. Adivina cuál es cuál:

TITULAR 1

AMAZON SE PREPARA PARA LANZAR UN SUPERMERCADO ROBOTIZADO

NOTICIA REAL ¢ FAKE NEWS ¢

TITULAR 2

DETIENEN A UN HOMBRE POR LLAMAR 2.600 VECES A UNA COMPAÑÍA TELEFÓNICA PARA NO ESTAR SOLO

NOTICIA REAL ¢ FAKE NEWS ¢

TITULAR 3

JORDI PUJOL AMENAZÓ CON PUBLICAR UN DOSIER QUE HARÍA CAER LA DEMOCRACIA EN ESPAÑA SI IBA A LA CÁRCEL

NOTICIA REAL ¢ FAKE NEWS ¢

TITULAR 4

DESCUBIERTA UNA ISLA DE PLÁSTICO EN EL OCÉANO PACÍFICO

NOTICIA REAL ¢ FAKE NEWS ¢

TITULAR 5

EXPULSADO DE IKEA POR CAGAR EN UN BAÑO DE MUESTRA

NOTICIA REAL ¢ FAKE NEWS ¢

TITULAR 6

UNA CANDIDATA DE C’S RENUNCIA TRAS LEER EL PROGRAMA Y CONSIDERARLO DE DERECHAS

NOTICIA REAL ¢ FAKE NEWS ¢

TITULAR 7

UN ESTUDIO DEMUESTRA QUE LA PÍLDORA ANTICONCEPTIVA HACE A LAS MUJERES MÁS FEAS Y GORDAS

NOTICIA REAL ¢ FAKE NEWS ¢

TITULAR 8

INTENTA COLAR A SU TORTUGA EN UN AVIÓN DISFRAZADA DE HAMBURGUESA

NOTICIA REAL ¢ FAKE NEWS ¢

TITULAR 9

YOKO ONO REVELA QUE TUVO UN AFFAIRE CON HILLARY CLINTON EN LOS AÑOS 70

NOTICIA REAL ¢ FAKE NEWS ¢

TITULAR 10

UN JUEZ PROHÍBE A UN PERRO LADRAR DE OCHO DE LA TARDE A OCHO DE LA MAÑANA

NOTICIA REAL ¢ FAKE NEWS ¢

¿Lo tienes? ¿Quieres revisarlo? ¿Estás seguro?

Sigamos, pues.

Los cuatro primeros titulares se usaron para un estudio de la Universidad Complutense de Madrid sobre el impacto de las fake news.3 Su conclusión fue la siguiente: el 86 % de los españoles tiene dificultades para distinguir entre fake news y noticias verdaderas. La investigación sometió a esta prueba a 2.000 personas: 1.720 fallaron, solo acertaron 280.

¿Y tú? ¿Crees que has acertado en todos los titulares?

La respuesta al juego es muy sencilla: los titulares pares son noticias reales y los impares, fake news.

Acabamos de jugar a descubrir noticias falsas, pero en verdad no son ningún juego. Las fake news no se crean por diversión, sino para obtener un beneficio. Y este puede que sea económico, político o ideológico.

CAPÍTULO 3 LAS FAKE NEWS
NO SON BROMA

Un domingo cualquiera de diciembre de 2016, Edward Welch, de veintiocho años, padre de dos hijos y bombero voluntario, salió de su casa en Carolina del Norte decidido a resolver por su cuenta lo que contaban las noticias.

Condujo su coche durante seiscientos kilómetros hasta Washington y entró en la pizzería Comet Ping Pong armado con un rifle de asalto AR-15, una pistola y veintinueve rondas de munición en plena hora punta.

Disparó tres veces al aire, por suerte sin alcanzar a nadie, y se dispuso a buscar pasadizos, cámaras subterráneas y señales satánicas. Estaba convencido de que ahí dentro había niños secuestrados y explotados sexualmente por una red de pederastia dirigida por el jefe de campaña de Hillary Clinton.

¿De dónde había sacado Edward Welch esta idea? De una noticia falsa salida de un rumor en Twitter a partir de la investigación que el FBI llevaba a cabo contra Hillary Clinton por el supuesto mal uso de su correo electrónico cuando era secretaria de Estado. El tuit decía: «Todo apunta a una red de pedofilia y Hillary Clinton está en el centro».

A partir de este bulo, la noticia falsa cogió cuerpo y se extendió por varios foros de Internet como 4chan y por webs como Reddit.4 Y, ¡tachán!, saltó a la radio. La recogió el locutor radiofónico Alex Jones en su programa Infowars. «Cuando pienso en los niños que [Hillary] Clinton ha asesinado personalmente, troceándolos y violándolos, pierdo todo el miedo a enfrentarme a ella», dijo Jones en un vídeo colgado en YouTube y reproducido por casi medio millón de personas.

Según sus palabras, Hillary Clinton está claramente envuelta en una red de pedofilia y su jefe de campaña, John Podesta, tiene debilidad por los rituales satánicos.

Bien, ya tenemos a Hillary Clinton en medio de una red de pedofilia y asesinato. Pero ¿cómo puede ser que esta red operase desde una céntrica pizzería de Washington?

Quienes fabricaron la noticia falsa cogieron un correo de John Podesta divulgado por WikiLeaks en el que hablaba de un evento para recaudar fondos para Clinton en ese restaurante y lo transformaron en una inmensa red de violaciones a niños que luego se sacrificaban en honor de Satanás.

La noticia falsa estaba tan bien construida que incluso asesores del presidente (electo, en aquellos momentos) Donald Trump contribuyeron a difundirla. Fue el caso de Michael Flynn Jr., hijo del primer consejero de Seguridad Nacional de Trump y jefe de su gabinete. Quiso que nos creyéramos tanto la noticia que incluso cuando todo se reveló falso insistió con tuits como este:

«Hasta que se demuestre que el pizzagate es falso, seguirá siendo una noticia. La izquierda parece olvidar los correos de Podesta y las muchas “coincidencias” que muestran.»

Ante la indignación que sus palabras despertaron, Flynn Jr. fue cesado del cargo de asesor del presidente electo por culpa de su fe en una noticia falsa.

En el final de toda esta historia del pizzagate como noticia falsa, nos encontramos con la detención por parte de la policía de Edward Welch, el ciudadano norteamericano que quiso ser un héroe e ir por su cuenta a destapar la perversa red de pedofilia satánica que Hillary Clinton escondía en los bajos fondos de una céntrica pizzería de Washington.

Al ser detenido, Edward dijo al New York Times: «Quería hacer el bien, pero no salió bien». Fue juzgado seis meses después y, ante la corte judicial, pidió disculpas: «Siento todo lo que he causado». En la sentencia, la jueza federal Ketanji Brown Jackson dictaminó que, a pesar de que Edward Welch creía estar haciendo lo correcto, su buena intención «no excusa la conducta temeraria y el daño real» que desataron sus acciones. Fue condenado a cuatro años de prisión.

Y todo por creer en una noticia falsa.

Tras esta historia, ¿nos parecen las fake news una broma?

CAPÍTULO 4 ¿QUÉ SON
LAS FAKE NEWS?

Hagamos un viaje al pasado.

Año 1898. No existe Internet, ni Facebook, ni Twitter, ni WhatsApp. Ni siquiera televisión ni radio. Tampoco hay móviles, y aunque el teléfono fijo ya se había inventado, todavía no se había popularizado.

El gran medio de comunicación son, pues, los periódicos. En este contexto, en Estados Unidos, dos grandes magnates de la prensa luchan por erigirse en los amos del llamado «cuarto poder». Son Joseph Pulitzer y William Randolph Hearst.

Cuba era entonces aún colonia española y sus gentes se dividían entre partidarios y detractores de la independencia. Había disputas, y desde los periódicos norteamericanos se informaba de lo que sucedía con mucho interés. Para Pulitzer y Hearst, el conflicto cubano-español era un filón para aumentar las ventas de sus periódicos.

En los diarios de Hearst, las crónicas hablaban de insurrecciones, de luchas encarnizadas e incluso de campos de concentración en los que las tropas españolas dejaban morir de hambre a los insurgentes cubanos. Eran crónicas ricas en morbo y en detalles que incluían hasta imágenes trucadas para dar credibilidad a las noticias.

Decidido a apostar por el conflicto en Cuba, Hearst mandó a uno de sus dibujantes a La Habana para que ilustrara con detalle las disputas. Cuando el dibujante llegó a Cuba, no se encontró con la situación bélica que su periódico, el New York Journal, titulaba día tras día.

Visto lo visto, el dibujante mandó un telegrama a Hearst informándolo de la calma que reinaba en la isla y pidiéndole permiso para regresar. Esta fue la respuesta de Hearst: «Yo hago las noticias. Tú haz los dibujos, que yo pondré la guerra».

Y eso hizo: inventó una guerra entre Estados Unidos y España que terminó siendo real y que desembocó en la independencia de Cuba. ¿Y cómo lo hizo? Con fake news.

Su gran noticia falsa fue la que culpaba a España de la explosión del acorazado norteamericano Maine en el puerto de La Habana. No era cierto y, de hecho, todas las investigaciones apuntaban a un incendio en las carboneras del barco como causa de la explosión. Pero Hearst tituló en su periódico: «La destrucción del acorazado Maine fue obra del enemigo. El barco de guerra Maine fue partido en dos por una arma secreta infernal» (ver pág. 32).

La noticia detallaba cómo los españoles habían atacado el barco con una mina submarina y lo ilustraba para darle veracidad.

La noticia falsa de Hearst fue republicada (lo que hoy en día sería retuitear o compartir en redes sociales) por todos los medios norteamericanos, que culparon a España. La noticia falsa agitó de tal manera la opinión pública que obligó al Gobierno norteamericano a actuar.

Con su noticia falsa, Hearst logró que Estados Unidos declarara la guerra a España y que esta acabara en agosto de ese mismo año con la pérdida española de Cuba.

Así pues, las fake news no son ni juegos ni bromas.

Puede que para ti una noticia falsa no sea más que un error del sistema informativo fruto de un mal ejercicio periodístico. Y no solo para ti, sino que así lo cree casi todo el mundo, según las conclusiones del estudio del Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo en la Universidad de Oxford.5

Es normal que pensemos así: dirigentes como Donald Trump persiguen asociar las fake news con los medios tradicionales de difusión de noticias como si la cosa solo fuera con ellos. Pero no es del todo así. Las fake news son algo más que informaciones tendenciosas o manipuladas. Son mentiras.

Para la editora del Diccionario Collins, una noticia falsa es una «información falsa, a menudo sensacional, divulgada bajo la apariencia de cobertura de prensa».

De acuerdo, pero añadamos algo más: las fake news son informaciones falsas diseñadas para hacerse pasar por noticias con el objetivo de difundir un engaño o una desinformación deliberada para obtener un fin político o financiero.

Hearst solo quería vender más periódicos (objetivo financiero) y acabó llevando a su país a la guerra (objetivo político).

En 1898, Hearst proclamaba: «I make news».

En 2018, si viviera, Hearst declamaría: «I fake news».

CAPÍTULO 5 ¿QUIÉN FABRICA
LAS FAKE NEWS?

La respuesta es TÚ (si quieres) o un robot programado por ti.

Cualquiera de nosotros puede fabricar una noticia falsa de forma fácil y rápida. En Internet hay un montón de sitios que disponen de todas las herramientas para ello. Se anuncian con mensajes como «Crea tu broma» o «Crea tu noticia falsa y engaña a todo el mundo».

En Tus-Noticias.info, por ejemplo, incluyen los siguientes consejos y pasos para que TÚ puedas crear una noticia falsa:

¡TIPS PARA TUS BROMAS!

Las noticias de artistas, televisión y fútbol hacen que la gente sea curiosa y caiga en la broma.

Debes ser creativo y hacer que tu broma parezca muy real.

Imagen falsa: Elige una de las imágenes disponibles o busca una imagen en Google y copia la URL.

Título falso: Elige un título llamativo para tu broma. Cuanto más curioso sea el título, más chances tendrás de que caigan en la broma.

Descripción: Escribe un poco sobre la broma. Es otra oportunidad para que llames la atención de los curiosos.

La verdad es que parece fácil: un tema atractivo, una fotografía, un titular impactante y un poco de texto para darle apariencia informativa. Con esto basta para fabricar tu noticia falsa.

Un chaval de diecinueve años de Macedonia reconoció en un reportaje de la BBC ser autor de algunas de las fake news que circularon durante la campaña electoral norteamericana de 2016 entre Hillary Clinton y Donald Trump.

La periodista Emma Jane Kirby habló con él para un reportaje de la BBC News.6 El joven explicaba así cómo empezó a crear fake news: «Primero, copiando y publicando noticias sensacionalistas sacadas de sitios web estadounidenses derechistas. Luego de copiar y pegar varios artículos, los adorné con un título sugerente y llamativo, pagué una campaña en Facebook para hacerlos llegar a una audiencia hambrienta de noticias sobre Trump y, cuando ese público comenzó a hacer clic en las historias y a compartirlas, empecé a ganar dinero de los ingresos publicitarios en la web».

Copiar, pegar, impactar. ¿Ves qué fácil es fabricar una noticia falsa?

También pueden fabricarlas robots de inteligencia artificial: «roboperiodistas». Ya los hay ejerciendo en agencias de noticias como Associated Press, por ejemplo. De momento hacen tareas periodísticas que requieren analizar grandes cantidades de datos tales como informes financieros o deportivos.

Pero ¿qué pasará en el futuro? La consultora Gartner advierte en su informe de predicciones tecnológicas para los próximos años que la «inteligencia artificial está demostrando ser muy eficaz en la creación de nueva información y en la distorsión de datos para crear información falsa».

Ahora bien, detrás de todo roboperiodista hay un ser humano encargado de programar la máquina con el fin de que esa capacidad tecnológica de análisis de datos sirva para escribir una historia noticiosa. De esta persona y de la programación que decida dependerá, pues, si la noticia que construya el roboperiodista es o no una noticia falsa.

Así que volvemos al principio: solo tú eres el único capaz de fabricar una noticia falsa, tú y todos nosotros. Otra cosa es que para ello nos sirvamos de roboperiodistas o de bots (cuentas falsas en redes sociales) para facilitar su viralización.