Nico Quindt

letra

Quindt, Nicolás Alejandro

   Solo sueña quien despierta : ir detrás de un sueño sin perder el entusiasmo / Nicolás Alejandro Quindt. - 1a ed. – Buenos Aires : el autor, 2016.

   Libro digital

   54p.

   Archivo Digital: descarga y online

   ISBN 978-987-42-0215-4

   1. Superación Personal. 2. Éxito Profesional. 3. Desarrollo Personal. I. Título.

   CDD 158.1 

© Nico Quindt2016

Queda hecho el depósito legal establecido por la ley 11.723.

Introducción


Hace cinco millones de años, paseábamos por el mundo cambiando el rumbo de acuerdo con las condiciones de supervivencia que el medio ofreciera. Hacíamos fuego con piedras y palillos, nos vestíamos con pieles o andábamos desnudos o semi-desnudos. Los seres humanos habíamos abandonado muy poco tiempo atrás los hábitos carroñeros y comenzábamos a intentar valernos de una herramienta, la más preciada que tenemos: nuestro cerebro.

Cuando nuestra inteligencia comenzó a avanzar, con ella vino aparejada una capacidad mental, la más valiosa del mundo: la imaginación. 

Esta capacidad forjó un tipo de personalidad que fue la culpable de traernos hasta este momento de nuestra evolución: los soñadores.

Y estos individuos tuvieron que adoptar un comportamiento necesario para llevar a cabo esos sueños y se convirtieron en un tipo de personas que son las encargadas de llevarnos de la mano de los avances, las modas, tendencias e innovación: los emprendedores.

De modo que nació la inteligencia para crear la imaginación, esta imaginación hizo que soñemos y los emprendedores aterrizaron los sueños y fueron tras ellos.

De esta manera nacieron los deportes, el arte y la ciencia. Se levantaron edificios, se construyeron puentes, se inventaron los automóviles, la bombilla eléctrica y el teléfono.

Pero a este tipo de personas, no se las ha tratado nunca con respeto sino hasta que sus obras cayeron por el peso de su grandeza. Por el contrario, mientras estaban trabajando o desarrollando las ideas e inventos que revolucionarían el mundo, se los insultó, se los llamó locos, se los aisló, se los despreció, se los burló e incluso hasta se los encarceló…

Porque los soñadores somos un grupo peligroso, somos un grupo que no descansa nunca, que no acata órdenes sin cuestionamientos, que no obedece sin razones concretas, que no hace las cosas sin preguntarse por qué. Somos ese grupo de personas que da vueltas en la cama y se despierta a mitad de la noche con la solución en la mente de algún problema que le estuvo rondando en la cabeza durante el día. Somos esos que desafiamos las normas vigentes y venimos a contrastar con lo establecido, marcando un camino alternativo. 

Los soñadores somos esa parte de la humanidad que vive a destiempo, que busca nuevas maneras de realizar las mismas cosas. 

Sabemos que se nos reirán en la cara, pero nada de eso nos importa, nada de eso nos detiene.

Existieron muchas personas con grandes sueños, y lo que tenían en común es que siempre se han burlado de ellos, pero a ellos no les importaba. Y seguramente tú que estás leyendo esto, tienes un sueño, y seguramente se han burlado de ti, te han dicho que ibas a fracasar, te han incitado a que abandones, a que te rindas, pero si has podido sortear esos obstáculos y te encuentras hoy, aun con las ganas intactas para continuar en la lectura de este material que ha llegado a tus manos, te dará aún más fuerzas para continuar.

Una vez leí una frase que decía: “Si no lo puedes explicar simplemente, es que no lo entiendes lo suficiente”. Por eso, me he propuesto decirte las cosas de manera sencilla y clara, para poder ayudarte a que continúes en el camino de seguir intentando alcanzar tus sueños y no rendirte jamás.

¿Recuerdas la última vez que soñaste con cambiar tu vida definitivamente, con crear, con sobresalir? Seguramente también recuerdas que se han reído de ti, que te han hecho sentir que estabas loco, que te han dicho que te dediques a otra cosa, que dejes de perder el tiempo. Y quizás creíste en algún momento en eso que te decían, a fuerza de repetición, de insistencia o por tu propio conformismo. Pero seguramente algo dentro de ti, siempre te alentaba a que continúes, a que lo sigas intentando. Gracias a que tenemos eso en nuestro interior, esa vocecita que nos alienta y de la que nunca debemos avergonzarnos, porque sin eso, todavía estaríamos raspando piedras en las cavernas. Sin nosotros, la humanidad estaría estancada. Porque no es cuestión de lograrlo solamente, los grandes inventos y avances de nuestro tiempo, fueron fracasos en otros. Y alguien los retomó, insistió en ellos y los llevó a cabo, ¿Por qué? Porque al igual que quien los comenzó, nunca se dejaron llevar por esas opiniones nefastas e improductivas.

De seguro si estás leyendo esto, la última vez que soñaste con cambiar tu vida fue hace unos pocos instantes…

Toda esa amalgama de sueños que van desde que tus hijos te quieran y te respeten, que tu pareja te ame, que ganes el dinero suficiente para vivir bien y resolver tus problemas o que tu trabajo sea reconocido, está tan impregnada dentro de tu mente que sería más sencillo convencerte de cualquier otra cosa salvo de que renuncies a esos sueños. Quizás este libro no te de las pautas infalibles necesarias para alcanzar eso que tanto quieres, simplemente porque no creo que exista un método infalible, mucho menos varios. Pero lo que sí prometo es entregarte la motivación, la fuerza de impulso para que abandones esas dudas y salgas a buscar eso que tanto deseas.

Todas esas cosas simples que he mencionado pertenecen a un mundo que se construye día a día, por eso el éxito siempre está en construcción. Pero hay un sueño que te mantiene despierto por las noches, que hace que no te alcancen las horas del día para trabajar en él. Ese deseo que te empuja y te levanta de una caída tras otra. Ese sueño que configura el mundo que quieres construir para ti y para las personas que te importan.

Ese sueño por el que lloras cuando lo ves alejarse un poco. A ese sueño nos vamos a enfocar literalmente en este libro.

Capítulo 1

En busca de un sueño perdido


En 1883 nace una niña en medio del campo, venida de la nada y en la extrema pobreza, tanto fue así que siquiera fue anotada cuando nació, por lo que incluso de joven no tenía documentación que acreditara quién era su madre, la misma que muere al poco tiempo dejándola huérfana siendo tan solo una pequeña. Debido a estas circunstancias va a parar a un orfanato, donde, entre otras tareas no muy agradables, le enseñan a cocer.

Ya en la adolescencia empieza a trabajar en clubes nocturnos como moza. Allí despierta su pasión por cantar, pero su voz no era lo suficientemente buena y por más que lo intenta no consigue hacerse un lugar.

Sus deseos de pertenecer al mundo artístico son tan marcados que, aunque no puede convertirse en una cantante profesional, para mantenerse cerca e involucrada con ese mundo, comienza a cocer vestidos para los diferentes artistas y consigue un cierto prestigio.