En conclusión y haciendo un repaso, el amor inteligente se logra básicamente desde el comienzo eligiendo de la manera correcta. Asumiendo el 50% de la relación y nunca pensando en aumentar nuestro porcentaje y mucho menos en bajarlo. Demarcando límites inmediatamente para evitar confrontaciones futuras y para acelerar el conocimiento de la pareja. Reconociendo nuestros errores e intentando corregirlos, creciendo siempre y ayudando a crecer, colaborando con todos los hechos que tengan que ver con el desarrollo o programa de la relación, siendo creativos en cuanto a la recreación, proyectos en común y todas las actividades que la pareja realice en forma conjunta. Y por sobre todo teniendo respeto por el otro que es al mismo tiempo tener respeto por uno mismo.
Hace algún tiempo estaba teniendo una charla con un grupo de personas acerca de la infidelidad, yo sostenía que nunca en mi vida había conocido personas fieles, porque en realidad la fidelidad no era parte de la personalidad ni del comportamiento de nadie, sino una circunstancia eventual.
Y que en realidad tendemos a que nos gusten más personas, porque de otra manera si solo nos gustara una sola persona en toda nuestra vida y esa persona se muere, se aleja o siquiera nos habla, entonces estaría finalizada nuestra vida sentimental, y no es así. En un momento determinado me dijeron que bajo ese concepto yo era también infiel y respondí que no. Mi respuesta no era lógica y se contradecía fuertemente a lo que yo había sostenido minutos atrás. Pero expliqué que yo era una persona extremadamente engreída, era un narcisista y egocéntrico insoportable y que esa cualidad era la que me llevaba a no poder ser infiel. Nadie entendió nada así que pasé a exponer mi teoría.
Yo me considero un genio, no me importa en absoluto lo que los demás crean de mí, la única opinión que realmente me interesa es la mía. De modo que si yo engaño a mi pareja ella se vería ante todos como una estúpida. Y si ella es una estúpida ¿qué hago yo con ella? Lo más probable es que sea un estúpido también. Entonces no sería factible para mí ser infiel, no porque sea un promotor de la fidelidad o que esté queriendo ser referente de nada, pero la mayoría de las acciones que realizamos que nos llevarían a una ruptura en la pareja tienen su principal desajuste en la falta de respeto hacia nosotros mismos porque si le faltamos el respeto a nuestra pareja, nos estamos faltando el respeto a nosotros. Si nuestra pareja es idiota, entonces o la dejamos o nosotros también somos idiotas.
El trato con la pareja es el trato con nosotros mismos, me amo y quisiera amarme en ti. Si siento amor, no puedo sentirlo por el otro y no por mí mismo. La base para lograr un amor inteligente es acudir a la lógica para todas las acciones que se desprendan de este amor o que se deben contemplar para la relación.
Quindt, Nicolás Alejandro
Cómo lograr un amor inteligente : aplicar la inteligencia emocional / Nicolás Alejandro Quindt. - 1a ed . – Buenos Aires : Nicolás Alejandro Quindt, 2016.
Libro digital
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-42-0006-8
1. Relaciones de Pareja. I. Título.
CDD 158.2
© Nico Quindt2016
Queda hecho el depósito legal establecido por la ley 11.723.
El amor inteligente es posible mediante una secuencia elaborada de técnicas aplicadas sobre tres funciones específicas:
A lo largo de este viaje que recorreremos a través de información que va a transformar tu manera de ver y sentir las relaciones humanas y hasta inclusive la comunicación que tengas contigo, descubrirás cosas que no te imaginabas que tenías escondidas y una vez que hayas digerido este material entenderás:
Al finalizar este libro ya no serás emocionalmente la misma persona que comenzó a leerlo.
Comienza una relación con una serie de momentos mágicos que se van sucediendo y perdiendo fuerza a medida que el conocimiento avanza. El ritmo acelerado de la información fomenta la disminución del periodo de conocimiento del compañero sentimental. Los avances psiquiátricos y psicológicos, así también como la evolución de la inteligencia del ser humano, nos permite conocer o hacer salir a la luz, aspectos de las personas que antes se prolongaban intensamente o se podían mantener ocultos.
Así, el 96% de las relaciones de pareja son conflictivas y casi un 70% de las relaciones que se inician, terminan antes del año…
En la cultura que estamos experimentando todos los mensajes que recibimos nos indican alcanzar, obtener, llegar y lograr. Nuestra negación a dar es lo que nos aparta de la expresión más rentable en materia afectiva, ya que los intercambios siempre se miden en base a lo que uno espera y no a lo que el otro está dispuesto a entregar. Sin embargo, solo la improductividad toma el dar como un empobrecimiento, como una privación o una debilidad, para la personalidad productiva, en la acción de dar se expresa la vitalidad, la potencia: “doy porque tengo; doy porque puedo dar”.
Estamos atravesando una etapa sombría para las relaciones humanas, años atrás la opción más viable o la tendencia, era salir de la casa de los padres para ir a vivir en pareja, hoy en día la tendencia es ir a vivir solos.
Desencuentros, competencia, asperezas, enfrentamientos y rencores: esos son los sentimientos más comunes entre dos personas por estos días.
Los principales mediadores no son los amigos que los conectan o los psicólogos que los ayudan a seguir juntos, sino los abogados que los separan.
Desde la etapa del descubrimiento, que es el de mayor intensidad durante las primeras citas, donde se encierran todo tipo de expectativas, donde la imaginación es volátil y las sensaciones son tan vívidas como todo el periodo de enamoramiento. Hasta la etapa de las especulaciones, donde comienza a deshilacharse la relación en suposiciones de las conveniencias y los juegos de poder, de tirar y aflojar, que desgastan a la pareja. Se especula en cuanto a cómo se comportará como padre o madre, o qué cantidad de dinero ganará y cuánto obtendré con el divorcio.
De manera casi consecutiva se inicia la etapa de la idealización, cuando comenzamos a adherir a nuestra pareja cualidades que no le son propias, sino que nosotros quisiéramos que posea.
Más tarde con el correr del tiempo, se impone la etapa del acostumbramiento, va desapareciendo la pasión y se forja el aburrimiento otorgado por una rutina poco imaginativa. Y allí se llega al final, entre infidelidades, apatía absoluta y una guerra sin tregua.
La competencia por quién gana más, o por quién siente menos, ya que quien siente menos maneja la relación, termina con el amor.
Ya no se discute para aprender algo nuevo o para intercambiar opiniones, sino para ver quién gana la discusión. Y el ego se levanta victorioso sobre las ruinas de una relación destruida, que llegó en caída libre hasta un final desolador.
Algunos buscan afuera lo que les falta adentro, y culpan a su pareja de la infelicidad, comienzan a ver a otras personas y a los pocos años están de nuevo en la misma situación, preguntándose cuándo encontrarán a la pareja adecuada. Sin darse cuenta de que la clave no es encontrar a la persona adecuada, sino aprender a amar a la persona encontrada.
No vamos a hacer de este libro un manual de cursilerías inútiles, sino una autentica guía del comportamiento del hombre y la mujer, vamos a viajar a lo más profundo de sus diferencias de género y de las conformaciones genéticas que se adhirieron a cada uno con el único motivo de conservar la especie.
No existe otra forma de seguir evolucionando como especie, (aunque muchos sostengan que estamos en una suerte de involución en estos momentos) que no sea comunicándonos entre hombres y mujeres, si uno falta, la humanidad se extingue, si uno de los dos está ausente la crianza del niño no es la misma, hay una figura intrínseca que tendrá que suplantar o un incompleto proceso de aprendizaje. Por estos mismos motivos es que tenemos que aprender a entendernos y llevarnos bien.
Resulta tan ilógico que hayamos aprendido a fabricar computadoras que manejan billones de unidades de información, que estudiemos el origen del mismo universo, pero que todavía algo tan simple y tan básico como utilizar nuestra inteligencia para mejorar la relación humana de pareja no hayamos podido lograrlo luego de millones de años.
Iniciaremos estipulando desde dónde nace este sentimiento de amor que nos diferencia de los animales y que establece una premisa en lo que van a ser las relaciones de pareja.
El amor entre dos personas puede generarse de diferentes maneras, hablando exclusivamente del tipo de amor de pareja, ya que en este libro no nos vamos a enfocar en otro tipo relación amorosa. Dependiendo de cómo llegue a concretarse la relación sentimental y desde dónde parte, es que podremos analizar cuidadosamente el lugar donde nos encontramos situados. Este no es un libro de seducción ni de conquista que enseña a cómo conseguir pareja, sino un manual práctico que nos ayuda a entender y conservar a nuestro lado esa persona especial. A llevar un amor inteligente que permita un crecimiento y desarrollo afectivo de las partes involucradas en esta relación tan particular.
Recuerdo a un coach que luego de oír lo que la mujer decía acerca de su marido, de todas las quejas que tenía sobre él, que le había llevado bastante tiempo relatar, le preguntó al final: “¿Qué debo hacer, tiene la solución?”. “Por supuesto que tengo la solución” Dijo el coach: “Vaya y ámelo”.