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Colección Universidad

Título: Envejecimiento activo. Un reto socioeducativo.

Primera edición: mayo de 2018

© Pilar Moreno-Crespo, Olga Moreno-Fernández, Aránzazu Cejudo-Cortés y Celia Corchuelo-Fernández

© De esta edición:

Ediciones OCTAEDRO, S.L.

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ISBN: 978-84-17219-62-8

Diseño y producción: Ediciones OCTAEDRO

Introducción

Pilar Moreno-Crespo

Olga Moreno-Fernández

En la actualidad encontramos ámbitos de intervención socioeducativa en los que se deben desenvolver el profesional de la educación en general, y de la educación social en particular. En España, la educación social se ha afianzado como un área de intervención socioeducativa que favorece el bienestar social de la ciudadanía. Entre estos ámbitos de intervención encontramos el que se ocupa de la educación de personas adultas, que tiene la finalidad de favorecer el desarrollo personal en esta etapa vital, con todo lo que ello conlleva. Un desafío al que se enfrentan actualmente los educadores. Con este manual se presentan algunos de estos campos de intervención socioeducativa, centrándonos en aspectos que influyen en la promoción de la calidad de vida de las personas, teniendo presente que la intervención socioeducativa necesita de distintos tipos de miradas o enfoques.

El capítulo primero abre el libro haciendo una breve presentación de cómo la sociedad se acerca al conocimiento del proceso de envejecimiento desde dos ejes diferenciables. Por un lado, el ámbito del conocimiento científico y no científico. Por otro lado, el ámbito de la evolución histórica en ambos conocimientos. De este modo, se abordan los aspectos relativos a los mitos y estereotipos que han existido, así como los que perduran en la actualidad. Asimismo, se aborda la evolución científica que ha habido en el estudio del envejecimiento desde los primeros acercamientos hasta el final de siglo xx.

El capítulo segundo presenta la realidad de las personas mayores como población en crecimiento, analizando el envejecimiento activo y relacionándolo con la Educación Social. Se plantea la reflexión sobre las necesidades educativas, los recursos y los profesionales que necesitan las personas mayores.

Por su parte, Cejudo-Cortés y Corchuelo-Fernández, en el capítulo tercero, a través de un proceso de transformación, liberación, participación e integración indagan sobre cómo los adultos mayores se pueden sentir protagonistas de sus vidas, todo ello a través de la animación sociocultural.

No podemos dejar de lado, en todos estos procesos socioeducativos, el papel que juega la Educación para el Desarrollo como herramienta clave para la convivencia. De esta forma, el capítulo cuarto, presenta una propuesta de intervención cuyo objetivo es favorecer el desarrollo de estrategias que promuevan la Educación para el Desarrollo, a través de los Programas Universitarios para Personas Mayores, con la finalidad de favorecer valores como la igualdad, la solidaridad, o los derechos humanos. Una perspectiva que no solo pretende formar e informar sino también movilizar para la acción a los/as participantes.

El capítulo quinto presenta la educación para la salud como un aspecto indispensable a tener en cuenta desde la perspectiva del envejecimiento activo. Por ello, Sánchez Lázaro, presenta a los adultos mayores como personas que pueden contribuir activamente a la sociedad en diversos niveles, incluyendo entre estos niveles la capacidad de adquirir hábitos de vida saludable; todo lo cual, se orienta a potenciar la calidad de vida y el envejecimiento activo.

Por su parte, Moreno-Fernández, Fernández-Arroyo y Rodríguez-Marín, en el capítulo sexto, favorecen una visión productiva de las personas adultas mayores, haciendo hincapié en las aportaciones que por experiencia vital pueden beneficiar a la sociedad. Lo hacen desde la perspectiva la educación ambiental como centro de interés integrador de la perspectiva de envejecimiento activo y participativo en la comunidad, en concreto desde los huertos urbanos como herramienta educativa que favorece el trabajo con los adultos mayores.

El capítulo séptimo pone el énfasis en los recursos tecnológicos como medio a partir de los cuales poder potenciar la educación emocional en el colectivo de los adultos mayores. La finalidad de este capítulo es ofrecer una selección de los recursos existentes que permita, a profesionales de la educación, contar con herramientas de trabajo con las que proporcionar experiencias a este grupo de edad en el desarrollo de competencias emocionales.

González Pérez abre el capítulo octavo haciendo referencia a los Men´s Shed, un tipo de comunidad formada fundamentalmente por hombres de avanzada edad en situaciones en riesgo de exclusión social, analizando el concepto y todo lo que le rodea.

Por su parte, el capítulo noveno, presenta la atención que los servicios de la red pública de servicios sociales ofrecen a las personas mayores, centrándose en el Servicio de Ayuda a Domicilio, un servicio que presta apoyo a las personas que tienen dificultades para un desarrollo normalizado de las actividades básicas de la vida diaria.

Pedrero-García abre el capítulo décimo con una más que interesante perspectiva de cómo enfrentarnos desde una perspectiva social y educativa a la cuestión vital de la muerte. Para ello presenta una aproximación a los fenómenos de envejecimiento y muerte, así como su relación con los procesos de pérdida y duelo implícitos a la vida. La Educación para la muerte o tanatología supone preparar a los adultos mayores y a cualquier otro colectivo en el afrontamiento de los procesos de muerte y duelo. Desde estas páginas, la autora aboga por elaborar una pedagogía de la muerte, no para eliminar el dolor ni el miedo que la caracterizan, sino para sustituir el tabú que la envuelve y la parálisis que a muchos adultos mayores provoca su evocación y su realidad.

Por su parte, el capítulo undécimo analiza el proceso de envejecimiento activo, teniendo como premisa que el envejecimiento, más que un deterioro o una etapa de decadencia, es una etapa llena de posibilidades para disfrutar del ocio y tiempo libre.

Por último, y como cierre del manual que se presenta, el capítulo duodécimo se centra en enfatizar el carácter productivo y funcional de las personas mayores, favoreciendo el enlace que se puede dar entre entidades locales y ciudadanos mayores con la finalidad de que estos conozcan diferentes tipos de voluntariado y puedan valorar el participar en la comunidad activamente.

En definitiva, las autoras consideramos que se presenta una obra muy completa, en la que se tratan con claridad y rigor algunos de los temas más destacados en relación a los entornos socioeducativos y los procesos del envejecimiento activo.