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Isabel Miralles González

 

METAGESTIÓN,
para hacer realidad tus sueños

 

Una sencilla historia que nos va descubriendo
el nuevo paradigma de la gestión y nos hilvana palabras clave para CAMBIAR”

 

 

© METAGESTIÓN, para hacer realidad tus sueños

© Isabel Miralles González

 

ISBN epub: 978-84-685-2478-8

 

Impreso en España

Editado por Bubok Publishing S.L.

 

Reservados todos los derechos sobre este libro. De acuerdo a la legislación vigente, y bajo las sanciones en ella previstas, así como a lo dispuesto en el artículo 270 y siguientes del Código Penal, y a la Ley de Propiedad Intelectual, queda totalmente prohibida la reproducción y/o transmisión parcial o total de este libro, por procedimientos mecánicos o electrónicos, incluyendo fotocopia, grabación magnética, óptica o cualesquiera otros procedimientos que la técnica permita o pueda permitir en el futuro, sin la expresa autorización por escrito de los propietarios del copyright. La infracción de los derechos mencionados puedes ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual.

 

Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).

 

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Agradecimientos

 

 

 

Un libro que parte del aprendizaje sobre mi propia experiencia, sin lugar a dudas es fruto de esa inmensa red de personas que he tenido la suerte de encontrarme, conocer, conectar y compartir.

 

A todas y cada una de estas personas que forman parte de mi vida, les quiero hacer llegar con este libro, mi más sentido agradecimiento.

 

Permitidme hacer una mención especial a unos pocos nombres propios, imprescindibles para este sueño de conseguir que este texto haya llegado a ser un libro, que compartir con todos:

 

JUAN, por ser promotor de todos mis proyectos, aun sin entenderlos.

ANABEL, por ser mi fuente de inspiración y manantial de mi energía.

JUAN, por ser el para qué de todos mis retos.

ANGELES, por mostrarme el aquí y ahora, siempre.

JOAQUIN, por hacer tuyo mi sueño.

ENRIQUE, por mostrarme el camino con tanta generosidad.

RAUL, por mantenerme alto el FOCO-FOCO-FOCO.

 

Y por supuesto, GRACIAS A TI!!

 

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Índice

 

 

 

Prólogo

Prefacio

 

INTRODUCCIÓN

“Compartamos nuestro Para qué”

 

CAPÍTULO 1: ¿Qué quieres ser de mayor?

“¿Lo Identificamos con un trabajo, una profesión, una vocación, una pasión… todo junto?

 

CAPÍTULO 2: Metagestión - La palabra

“A veces no podemos encontrar en el pasado las definiciones de lo que vivimos en el presente, hoy no se ha “editado” lo que hasta mañana no descubriremos; por eso el que vive el Cambio, vive en un estado diferente”

 

CAPÍTULO 3: Metagestión - La imagen

“Buscando la geometría más adecuada para representar el tipo de organización, de persona, que hoy tiene ÉXITO”

 

CAPÍTULO 4: Metagestión - Los principios

“Miremos por el microscopio, observemos de fuera hacia dentro, cambiemos la perspectiva… hasta llegar a encontrar la unidad, la esencia”

 

CAPÍTULO 5: Metagestión - Los elementos

“Encontremos el proceso que nos permita ser lo que queramos ser”

 

CAPÍTULO 6: Metagestión - Las herramientas

• FOCO

Qué difícil es llegar si no sabemos dónde vamos, que complicado es moverse si no visionamos el camino, que corto es el camino si no abrimos el horizonte.

• AIRE

Movimiento que nos haga flotar, una actitud de Cambio que nos mantenga VIVOS y en camino.

• CALOR

“El corazón tiene razones que la razón no comprende”. Pascal

• MATERIA

Una Cultura basada en Creencias potenciadoras y en valores que mantengan nuestra IDENTIDAD para los momentos de dificultad.

 

CAPÍTULO 7: ¿Qué sueñas vivir?

“Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar”. Antonio Machado

 

Anexo 1: Herramientas para la metagestión

Anexo 2: El conocimiento de la Metagestión

 

 

PRÓLOGO

 

 

 

Te imagino. Estás en una librería curioseando este libro porque su título te ha llamado la atención. O conoces a la autora, por su blog o por cualquier otro motivo, y te has dicho que es el momento de hacerte con el libro, su primer libro. O te lo han regalado y estás valorando si merece la pena leerlo.

 

No me entretendré, como es habitual en muchos prólogos, en exponer los motivos por los que debes leer este libro. Por una razón de peso: ¡porque la autora lo explica muy bien en la introducción! Sólo te digo que adelante, léelo. O cómpralo y léelo. Merece la pena. Es una autora novel que tiene mucho que contar. La conocí hace pocos años, en un congreso de gestión del cambio en el que tuve el honor de impartir la conferencia inaugural. Detecté de inmediato pasión en Isabel: pasión por la gestión, por el cambio y por las personas.

 

A través de las páginas de este libro descubrirás un nuevo paradigma de gestión para organizaciones de tamaños diversos: la Metagestión. Una metodología ideada por Isabel Miralles para gestionar y desarrollar proyectos. O para hacer realidad tus sueños, como reza el subtítulo del libro. Suena bien, ¿verdad?

 

La ‘metagestión` se sustenta en varias “patas” teórico-prácticas, a saber, la filosofía ‘lean’, la metodología del coaching, los conocimientos de consultoría, las técnicas de creatividad y la Gamificación. Una buen cóctel, convenientemente mezclado y agitado.

 

Como irás descubriendo a medida que pases las páginas, la autora echa la vista atrás, conecta los principales hitos de su trayectoria y desmenuza sus experiencias y recuerdos, tamizando todo ello a través de su capacidad de observación y de asociación, de su sentido del método, de sus visualizaciones, de su creatividad e incluso del juego, una fantástica herramienta de aprendizaje. Así, a partir de sus reflexiones, ejercicios y juegos, la autora va desgranando en qué consiste la ‘metagestión’.

 

No quiero desvelar grandes cosas, pero un espacio de su casa, el despacho, se convierte en un lugar ‘sagrado’ de reflexión y experimentación y, simultáneamente, en el hilo conductor de la narración.

 

La autora redondea, nunca mejor dicho, el método de la ‘metagestión’ con el concepto de “esferificación”. Defiende que la esfera es la forma geométrica más adecuada para representar el tipo de organizaciones que hoy tienen éxito: es veloz, es ágil, no tiene aristas, sortea mejor los obstáculos y empuja a rodar hacia los objetivos y sueños.

 

De hecho, lo circular es tendencia en las actuales prácticas empresariales. Las organizaciones más avanzadas, como la famosa empresa de calzado Zappos, han evolucionado hacia organigramas circulares porque el Management moderno consiste en dirigir desde adentro y que estés rodeados por tus empleados. Un organigrama circular es hacer muy visible que los Managers no están en el cielo ni encerrados en los despachos sino “en el terreno”, trabajando codo a codo con los empleados…

 

En su parte más técnica -de gestión empresarial-, el libro que sostienes entre tus manos gira en torno a una palabra (Metagestión), dos elementos (Personas y Cambio) 3 ejes (Propósitos, Procesos y Personas) y 4 elementos (Foco, Aire, Calor y Materia). Cada uno de los elementos, a su vez, se desglosa en 5 cinco puntos de giro, a partir de un ingenioso juego de acrónimos inspirado por “El líder que no tenía cargo” de Robin Sharma. Y hasta aquí puedo leer, porque no pretendo escribir el libro dentro del prólogo sino simplemente animarte a descubrirlo, sopesarlo y saborearlo.

 

Te puedes quedar con el método de la ‘metagestión’ en su integridad o con una parte, eso es a gusto del consumidor / lector, pero ten por seguro que, además, encontrarás reflexiones (por señalar tan sólo dos: la importancia del foco y aceptar que el miedo es un compañero de viaje), ideas prácticas (llevar a los responsables de producción de tu empresa a conocer la producción de una empresa cliente), un sinfín de herramientas y hasta ‘trucos’ de motivación y gestión de personas (“muro de las lamentaciones”, “desayunos de celebración”, “apadrina un canterano”, etc.). Es decir, método, conceptos e ideas prácticas.

 

El tono del libro, ameno y con toques divertidos (por ejemplo, la dificultad de sus hijos para definir la profesión de Isabel en una sola palabra), y el lenguaje claro y en primera persona incita a leerlo casi del tirón. Está escrito con soltura y salpicado de anécdotas que son de fácil traslación a nuestro propio universo empresarial: por ejemplo, la creación de un “muro de las lamentaciones” donde los miembros de un equipo, individual y anónimamente, apuntan durante semanas en un panel sus críticas constructivas, lo que dará lugar a un plan de acción de mejoras organizativas.

 

Además, al final de cada capítulo te encontrarás con varias preguntas abiertas que te inducirán a la reflexión y a llevar a tu terreno las experiencias e ideas que hayan llamado más tu atención.

A menudo, un consultor es su propio departamento de I+D (idea y desarrolla productos, servicios y métodos), su propia fábrica (produce), su propio departamento de marketing (da a conocer sus servicios), su propio departamento de ventas (cierra visitas y contratos) y su propio departamento de administración y finanzas (planifica y contabiliza ingresos y gastos, vigila la tesorería). Pero la consultoría no es nunca un mero proceso empresarial, sino que se asemeja más a un arte. Como en cualquier otra profesión, hay buenos y malos consultores, aunque la sobreabundancia de oferta y la mala praxis de algunos (en particular, los tristemente famosos ‘vendedores de humo’) a veces enturbien y enmascare a los que realmente valen. Este libro —esta ‘opera prima’— está escrito por una excelente consultora, que, desde sus inicios como auditora de calidad a su presente como consultora de gestión del cambio, ha vivido muchas experiencias, unas fáciles y otras difíciles, pero todas ricas y jugosas. Además, las sabe contar. Y tiene la generosidad de compartirlas. Pasen y vean. Pasen y lean. Pasen y disfruten.

 

Enrique de Mora

Conferenciante, escritor y consultor en Management.

Autor de los bestsellers ‘Seduce y Venderás’ y ‘Funny-Pop’

www.enriquedemora.com l @enriquedemora

 

 

PREFACIO

 

 

 

No quiero en este prefacio avanzar ninguno de los conceptos del libro, querido lector, que ya irás descubriendo en el prólogo de mi entrañable colega Enrique de Mora, o desde la introducción de la propia autora.

 

Quiero destacar el poder de su lectura para aprender nuevos conceptos, para encontrar ideas que te ayuden a mejorar, para descubrir que en los pequeños detalles está la razón de ser de las personas. Hace algunos años tuve la oportunidad de compartir con un grupo de estudiantes del MBA Internacional de La Salle, su stage de verano en Filadelfia. Allí, en el impresionante lobby de Lasalle University encontré esta frase: Never Stop Exploring. En eso creo, en no dejar de aprender nunca, en no dejar de encontrar oportunidades, como esta lectura, para explorar nuevas ideas.

 

Conocí a Isabel hace un par de años gracias a Pedro Montarelo, un amigo común que nos presentó. En realidad, tengo la sensación de que siempre la tuve cerca, incluso antes de conocerla físicamente. Uno sabe que conoce a las personas cuando ve en ellas a los guerreros que todos queremos llevar dentro, cuando siente su fuerza dentro, cuando se tiene que quitar el sombrero de admiración ante quien ha demostrado tanta capacidad de superar obstáculos. De algún modo piensas: Siempre he querido conocer a alguien así, y el momento ha llegado.

 

Ambos compartimos pasión por el Baloncesto, disciplina en la que has de fallar en muchas ocasiones para conseguir buenos resultados. Igual es por eso que los conceptos de resiliencia los llevamos ambos pegados a la piel, hasta no poder separarlos de nuestra esencia. Esos conceptos de fuerza y superación sobrevuelan por toda la lectura, por la que sin embargo transitas con la frescura de un texto digerible.

 

Tienes ante ti un libro magistral, de los que te van a dejar huella. “METAGESTIÓN, para hacer realidad tus SUEÑOS” es de esos libros que a mí me gusta leer con lapicero, subrayar conceptos, anotar al margen ideas, poner llamadas de atención, releer cada tanto para refrescar ideas…. No pases una hoja sin buscar el sentido para tu trabajo o tu vida. El concepto de la Metagestión que Isabel nos propone es muy fresco, muy entendible, y tiene evidentes aplicaciones a tu vida. Su experiencia en el área de RRHH le ha permitido aterrizarlo para ser útil y entendido por la mayor parte de las personas en las empresas, y fuera de ellas.

 

En estos tiempos que las generaciones que llegan están cambiando la lectura por la comodidad de los videos, es cuando más me reafirmo en las ventajas de interiorizar conceptos, de apalancar ideas en nuestras cabezas, gracias a la gestión del “tempo” que permite la lectura. Aprovéchate de esto, querido lector. Tómate tu tiempo, elige bien el momento, y disfruta de la frescura y profundidad de los conceptos que Isabel Miralles te propone.

 

Espero, sinceramente, que lo pases tan bien como yo con su lectura.

 

Raúl Castro

Consultor, profesor de escuelas de negocio
y emprendedor perpetuo.

Autor de “Tiempo para Decidir” y “La puerta abierta”

raul.castro@dpersonas.com

 

 

INTRODUCCIÓN

 

 

 

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Hace un tiempo que decidí no pararme mucho en averiguar el ¿Por qué? de las cosas, de lo que ocurre, de lo que hago. Es una pregunta que te gira hacia el pasado y si te detienes en exceso, te atormenta y te desespera.

 

Fue en esta época donde encontré una nueva pregunta, el ¿Para qué?; descubrí que esta cuestión te para en el presente y te enfoca hacia el futuro, despertando tu capacidad de lanzar la imaginación, generándote ilusión y ganas de acción.

 

Es por esto que no puedo compartir contigo, querido lector, el por qué me decidí a escribir este libro, el por qué me aventuré a desarrollar la Metagestión. No es que no quiera, es sencillamente que no lo sé.

 

Prefiero compartir contigo respuestas que encontré cuando me planteaba los para qué.

 

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La Metagestión surge para “unir todos los puntos que dan coherencia a mi vida profesional”; como decía Steve Jobs “No puedes conectar los puntos mirando hacia delante; sólo puedes hacerlo mirando hacia atrás. Tenéis que confiar en que los puntos se conectarán de algún modo en vuestro futuro”-

 

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La palabra Metagestión surge para “simplificarlo” todo, para dar predominio a los sentimientos frente a las palabras, para dar protagonismo al sentido común por encima de metodologías, filosofías o discursos.

 

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La esferificación surge para dotarnos de la capacidad de ser lo que queramos ser, de que nuestros equipos y organizaciones sean lo que queramos que sean.

 

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El libro surge para compartir, conmigo misma y con todos vosotros, el aprendizaje, las experiencias, lo descubrimientos, mis “verdades” que, la vida a través de su caprichoso camino, me ha permitido encontrar.

 

Este texto surge para tomar conciencia de que soy lo que soy, porque nunca me di por vencida, porque aprendí a caerme y a levantarme, porque perseguí sueños, porque me paré a aprender, a escuchar, a observar, pero siempre seguí y seguí caminando; para tomar conciencia de que mi pasión también es un arte.

 

No me considero escritora, por ello no pretendo que me leas valorando el texto, sino que te dejes llevar por las ideas que te surjan desde la lectura, que ellas te hagan despegar el pensamiento y hacerte viajar a lugares nuevos, que te hagan contemplar tu mundo desde nuevas perspectivas, y descubras “tus nuevas verdades”.

 

No pretendo ser una “gurú” del desarrollo personal o una “eminencia” en metodologías de gestión; no tienes que tomar apuntes, o usar el libro como un “manual de instrucciones”.

Yo he aprendido porque muchas personas tomaron la decisión de compartir conmigo sus experiencias, de contarme sus pensamientos, de escribir sus verdades; es su generosidad la que me incita a hacer lo mismo.

 

No me considero una “coach experta”, por ello no pretendo ejercer como tal, pero he aprendido que, más importante que compartir el pensamiento final, es compartir el proceso a partir del cual has llegado a él. Porque mi verdad no tiene que ser la tuya, pero si podemos compartir el camino de descubrirla. Compartir mis procesos de coaching sólo pretende mostrarte una forma diferente de afrontar los retos.

 

¿Cuál puede ser tú Para qué? ¿Para qué invertir tu preciado tiempo en leer este libro?

 

Si te sientes un profesional senior, para encontrar entre sus páginas una forma diferente de releer tu experiencia, que te ayude a descubrir que eres una persona mucho más “sabia y experimentada” de lo que crees, que te adentre hacia el descubrimiento de tu “marca personal” y que te transmita que es más fácil, de lo que te imaginas, cambiar para avanzar.

 

Si te sientes un joven profesional, para descubrir en el relato una forma diferente de “aprendizaje basado en la experimentación”; cómo aprender de todo y de todos, cómo incorporar el fracaso en todo proceso de cambio, como incorporar el cambio en todo proceso hacia éxito; con la fuerza que te da el mantenerte fiel a su pasión.

 

Si te sientes un profesional “desenfocado”, porque estás en una etapa de desempleo, de “reinvención” o de toma de conciencia de “no hago lo que me gusta”, para practicar una forma diferente de pensamiento. Nuevos hábitos, nuevas preguntas, nuevas palabras, para poder generar la opción del “si yo quiero, yo puedo”.

 

Si te sientes un amante de la gestión, para disfrutar de un “nuevo paradigma”, mirar desde nuevos enfoques, jugar acuñando nuevos términos y nuevos conceptos, todo ello desde la ilusión de conocer más sobre la Metagestión.

 

Para todos, una lectura amena, con alguna idea, para “darle vueltas”, algún día.

 

Hoy, me siento junto a ti. Gracias por permitirme el poder hacerlo. Permítete a ti el tiempo, no sólo de leer, sino también el de pensar, el de sentir, el de descubrir.

 

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CAPITULO 1:
¿QUÉ QUIERES SER DE MAYOR?

 

 

 

Mis hijos y sus amigos son adolescentes; entre ellos, pero sobre todo entre los adultos que nos relacionamos con ellos, hay últimamente un tema de conversación reiterativo —¿qué quieres ser de mayor?—. Algo que, unas veces oigo con nostalgia, otras con tristeza y muchas otras como esa “música de fondo” que ha estado sonando permanentemente durante toda mi vida, en mi cabeza.

 

No quiero estropearles la sorpresa —pienso— pero la vida es un caminar continuo lleno de oportunidades, caminos, direcciones..., que no siempre sigue guiones, que lo predecible cada vez es menos realista y el futuro cada vez más incierto-. Pero ¿no es eso precisamente hacerse mayor, descubrir todo esto?.

 

Con estos pensamientos, me resuena ese concepto que se está poniendo tan de moda bajo el acrónimo VUCA, Volátil, Incierto (uncertainty), Complejo y Ambiguo, que viene a decirnos algo así como que nada será en el futuro como pensamos, y que el mejor talento es tener la actitud y la capacidad de abordar los cambios y adaptarse a los acontecimientos.

 

Sí, me da ganas de decirles —¡haceros VUCAneros!— Pero cómo voy a decir esto a una juventud que está dejándose la piel para sacar buenas notas, en unas asignaturas para las que son más importantes las preguntas del examen que los conocimientos adquiridos; para después hacer unas pruebas en las que no pueden fallar, porque de nuevo unas décimas son la llave en función de las cuales podrán acceder a eso que les han dicho “que tiene más salidas” y que desde que oyeron esta frase se ha convertido en su “vocación y su sueño profesional”. Como hablar de esto a un juventud que nos empeñamos en que sigan “guiones” antiguos para ese futuro que no conocemos.

 

Lo más que me atrevo a hacer, cuando estoy con ellos, es preguntarle uno a uno —“a tí, ¿qué es lo que mejor se te da hacer? ¿Qué es lo que más te gusta hacer? ¿Qué te ves haciendo dentro de 20 años?...—

 

Algunos se quedan pensando y me contestan rápidamente, lo tienen claro y compruebo que tienen alineados sus sueños con sus pasiones. Otros tardan algo más en contestarme y alternan lo que piensan racionalmente y lo que les dicta su corazón; y otros,…..se quedan pensando “perdidos”, prudentemente se callan porque no se atreven a decirme que lo que les digo es una “tontería”, que su futuro profesional no está asociado a sueños ni a pasiones, sino a “oportunidades laborales”; así que cambian de conversación, sin saber que, aunque no me lo digan, en su mirada y en la expresión de su cara, leo nítidamente su mensaje.

 

No me siento capaz de darles ningún consejo, me limito a oírles, porque yo me encuentro en el inicio de una nueva etapa profesional, al borde de cumplir 50 años, en una fase donde tengo claro lo que no quiero, pero como ellos, tampoco sé definir con palabras, con un “titular”, como les obligamos a hacer, qué quiero ser de mayor.

 

¿Qué diferencia hay entonces entre mi etapa vital y la de estos chicos?, todos estamos en el inicio de una nueva partida en la vida, sin embargo, para ellos es la “primera” jugada, y para mí es “una más de tantas”. Por eso, aunque estamos ante la misma pregunta, nuestra forma de encontrar respuestas es muy diferente.

 

Mientras estoy con estos pensamientos suena el teléfono, por la hora tiene que ser ella, mi amiga coach con la que periódicamente hablo; compartimos momentos de nuestras vidas y, alrededor de una pregunta, conversamos para encontrar respuestas. Cierro la puerta de la habitación, me tumbo en el sofá y descuelgo con mi típico “¡¿Qué hay princesa?!”.

 

Tras las preguntas y respuestas previas, que solemos hacernos para identificar el “contexto” del que partirá el enfoque de cada una de nosotras ese día, llegamos sin forzarlo, tan sólo porque a ambas nos resuena, al tema alrededor del cual pensaremos, hablaremos, aprenderemos, compartiremos.

 

Como suele pasar, aquello que me ronda por la cabeza suele aflorar en algún momento de la conversación. Así, ese día, llegamos a la frase “¿qué quieres ser de mayor?”. Tras hacer un recorrido de nuestra “línea vital” hacia atrás, para identificarnos ambas con nuestros “18 años”…; analizamos similitudes (muchas) y diferencias (muchas) entre nuestra generación y la actual.

 

Y entonces, de repente, llego a esa “toma de conciencia” que nos suele ocurrir cuando dejamos aflorar las palabras sin frenos, sin miedos, sin prejuicios. Siento y verbalizo que eso que llaman “vocación”, ese foco que nos dirige el destino, en mi caso no tenía nombre propio, pero sí contaba con algunos apellidos importantes, se nombraba en mi inconsciente a través de mis valores.

 

Todos los caminos que he recorrido, todos los proyectos que he abordado, todos los equipos a los que me he unido,…giran alrededor de elementos comunes. —¡Madre mía!, mi desarrollo profesional, sí que tiene sentido; no son “oportunidades aleatorias” encontradas por azar o suerte. Sí que puedo visualizar una “carrera profesional” continua cuyos puntos de unión son, sin lugar a dudas, mis valores— digo en voz alta.

 

Y me viene el siguiente pensamiento, hasta ahora siempre había analizado cada etapa por separado, por eso, en ocasiones tenía la sensación (y algunos al ver mi CV, también lo pensaban) que “no sé lo que quiero, que cambio de profesión como de vestido, que no soy perseverante...”

 

Tras colgar el teléfono, cogí una pizarra (me gusta mucho ver gráficamente la ordenación de mis pensamientos) y dibujé un punto (hoy) y una línea hacia atrás (pasado)….y de manera crono-gráfica fui fechando todos esos momentos importantes de mi vida, todos los objetivos de formación que había promovido personalmente, todas las etapas profesionales de las que hacía referencia “mi vida laboral”… y escribí, escribí, escribí palabras…

 

—¿profesión de tu madre?——mi mamá es cocinera, informática,…—mamá, entiéndelo había que aprobar.

 

Como suele pasar, cuando relajo mi mente recordando algo con humor, me surgen “ideas locas”. Fue así como se me ocurrió, —¿y si me invento una palabra que asocie todo lo que quiero identificar en una profesión?, una palabra para cerrar la frase “mi profesión es…”

 

¡No lo pienses, hazlo! Es la frase que nos solemos decir antes de finalizar esa conversación telefónica en la que hablamos a tres bandas mi amiga coach y yo (cada una consigo misma y con la del otro lado del teléfono).

 

Estuve más de una hora delante de aquella pizarra después de colgar el teléfono, dándole vueltas a mi nuevo reto; no sabía bien aún como hacerlo, pero tenía un sentimiento de “satisfacción” al pensar que cuando lo consiguiera, por fin tendría una “palabra” sencilla y única a través de la cual podría contarlo “todo”.

 

Dejé la pizarra escrita en esa habitación que en casa había decorado como “mi despacho”, y salí a seguir con mi vida, sonriendo, con la cabeza alta, con los pulmones llenos de aire y el corazón bombeando fuerte.

 

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