Marité Rodríguez, nacida en España, se ha convertido por méritos propios en un referente a nivel internacional en liderazgo transformacional y Neurcoaching de alto impacto.
Conferenciante, experta en Liderazgo Transformacional, Neurocomunicación y Neuromarketing, es facilitadora de programas basados en el avance y la innovación de las personas con proyectos.
Ejerce como profesora de distintos másteres universitarios, cursos de continuidad y programas de emprendimiento en la Universidad Complutense, la Universidad Rey Juan Carlos, el Centro de Estudios Universitarios Villanueva y en la UNED. Desarrolla programas y talleres de liderazgo y de mejora de productividad para el desarrollo y bienestar de las personas con Neurociencia aplicada.
Creadora de la metodología T.E.R. y trainer especialista en desarrollo directivo, inteligencia emocional y coaching transformacional para la empresa. Desarrolla su actividad profesional en fundaciones, asociaciones de empresarios, empresas de diferentes ámbitos, colaborando con diferentes proyectos de inclusión y de responsabilidad social.
No creí en ningún momento que esto sería tan difícil, tantas personas tan profesionales, que han estado conmigo y que están en mi vida, a todas ellas mi agradecimiento.
Más allá del mero acto publicitario, he decido elegir a mis dos grandes maestros españoles y amores del alto impacto, por ser en todo momento mi inspiración, mi fuerza y los responsables de mis mayores cambios para darle sentido a mi vida y encontrar mi propósito.
Mi primer amor, ese que siempre llevas guardado en el corazón y que nunca se olvida es Josepe García Miguel, por todo lo que he aprendido de ti, por lo que te admiro y por todos esos momentos de risas y disfrute, esa alegría y forma de hacer que transforma el alma de las personas.
Y a mi amor más tardío, equilibrado y en armonía, no menos intenso e importante, a Juan Carlos Castro Cuadrado por su fuerza y energía, porque llegó en uno de mis peores momentos y me levantó. Gracias por esa manera tan especial de conseguir que viva mis sueños. Gracias por todo tu amor y por ayudarme a buscar mi sentido del éxito.
A vosotros, mis dos amores, siempre tendré que agradeceros el haber encontrado mi sentido de vida y transcendencia, tocasteis mi alma y ambos la pusisteis a punto. Conecté el turbo, pisé el acelerador y ya nadie me para, sé a dónde voy.