«Siempre hemos sido un grupo por y para la gente. Nunca hemos sido un producto de los medios. De hecho, nunca hemos intentado complacerlos.»

Bruce Dickinson

Waltham Forest es un pequeño distrito de algo más de un cuarto de millón de habitantes, perteneciente al ceremonioso condado denominado como Gran Londres, una de las principales regiones económicas de Europa desde su creación administrativa en 1965.

En particular, Waltham Forest es un buen ejemplo del acomodado proletariado inglés; un lugar con zonas residenciales de nivel medio, parques meticulosamente empavesados y zonas boscosas. Y fue en uno de sus barrios, Leytonstone, once kilómetros al noroeste de Charing Cross, donde el 12 de marzo de 1956 nació Stephen Percy Harris.

En los años cincuenta del pasado siglo, las calles de Leytonstone, cuyas edificaciones bien podrían hermanarse con algunos de los vecindarios de la clase trabajadora londinense mucho más conocidos internacionalmente, como Portobello o Camden Town, rebosaban de chavales que, al igual que Harris, soñaban con convertirse en futbolistas y emular las hazañas de ídolos como Jimmy Greaves, pletórico en sus años en el Chelsea y en el Tottenham Hotspur, o Ron Davis, a su paso por Southampton. De hecho, Harris llegaría a militar en los juveniles del West Ham, el histórico club de la Premier League que en la liga 1972-1973 tendría en sus filas al máximo goleador de la temporada, Pop Robson.

Pero mientras cursaba estudios en el Leyton County High School, un centro de secundaria para chicos, una lesión le encaminó a centrarse en su otra afición, la música, interesándose en un principio por la batería, en un intento por imitar al gran Keith Moon, el legendario y excéntrico miembro de los Who. No obstante, la percusión fue descartada por el práctico contratiempo de falta de espacio en casa. Así que, con quince años, Harris acabó comprando una imitación del Fender Telecaster que le costó cuarenta libras: «Mis influencias son muy conocidas: Wishbone Ash, The Who, los primeros Genesis, Jethro Tull y algunos más. Todas bandas increíbles. Tuve mucha suerte de crecer en una época en que la música alcanzó la excelencia».

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Iron Maiden en una actuación en el Cart & Horses en 1976.

Con ases de las cuatro cuerdas en mente como John Entwistle (Who), Martin Turner (Wishbone Ash), Rinus Gerritsen (Golden Earring) o Chris Squire (Yes), el despierto Harris adquiriría rápidamente la destreza suficiente como para entrar en su primera banda, Influence, que a finales de 1973 cambiarían de nombre por el de Gypsy’s Kiss, de la que formaban parte los guitarras Dave Smith y Tim Wotsit, el batería Paul Sears (quien en 1977 haría las funciones de mánager de Iron Maiden) y el cantante Bob Verschoyle (en 2015 Verschoyle participaría en el álbum acústico homenaje a Iron Maiden Remembrance, interpretando el tema «Burning Ambition»).

Por aquel entonces, a las mañanas de Steve como basurero le sucedían las noches como miembro de los Gypsy’s Kiss, con los que daría su primer concierto en el Saint Nicholas Church Centre, de la calle Aberfeldy en el barrio londinense de Poplar. Organizó el concierto Dave Beasly, conocido años después como Dave ‘Lights’, responsable de la iluminación en los conciertos de Iron Maiden y creador del Eddie escénico. Aquella actuación formaba parte de un concurso en el que los Gypsy’s Kiss quedaron en segundo lugar, detrás de otra banda local llamada Flame. «Aquella fue la primera vez que vi a Steve –recordaría años después ‘Lights’–. La siguiente vez que nos vimos, él estaba con su novia Lorraine, amiga de mi primera esposa, Kim. Yo me fui de casa a los quince años y vivía en una vicaría. Lorraine me preguntó si Steve podía ensayar allí con su nueva banda, Iron Maiden. Según fue pasando el tiempo me fui involucrando más con ellos y cuando empezaron a hacer sus primeras actuaciones me ofrecí para encargarme del equipo de iluminación, ya que entonces estaba metido en un curso de diseño de interiores e iluminación».

Hasta bien entrado 1974, los Gypsy’s Kiss darían algunas pocas actuaciones más, dos en el Cart & Horses y otras dos en el Bridge House de Canning Town, en el East End londinense, ofreciendo un repertorio formado por versiones de clásicos del hard rock como «Paranoid» (Black Sabbath), «All Right Now» (Free), «Smoke on the Water» (Deep Purple), «Blowin’ Free» (Wishbone Ash) y «Southern Man» (Neil Young), además de dos temas propios, «Heat Crazed Voled» y «Endless Pit», este último origen del más tarde conocido como «Innocent Exile». Pero al contrario que Harris, los Gypsy’s Kiss entendían la música como un entretenimiento: «Supongo que el resto perdieron el interés o algo así. Lo único que querían era ‘probar’. Pero ‘probar’ no era suficiente para mí. Yo quería pasarlo bien con los conciertos y eso es lo que siempre he querido».

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Los Gypsy’s Kiss entendían la música como un entretenimiento.

Gypsy’s Kiss se disolverían en el mes de noviembre de 1974, pero en febrero de 1975 Harris ya tenía otro grupo, Smiler, una formación influenciada por el blues que interpretaba su propio material y que estaba formada por los hermanos Mick y Tony Clee a las guitarras, y Dennis Wilcock como cantante, quien definiría el sonido de la banda como «blues a lo Lynyrd Skynyrd; ese tipo de cosas que los hermanos Clee tocaban tan brillantemente». Cerrando la formación estaba el batería Doug Sampson, decisivo en los posteriores Maiden: «Nunca me involucré en el proceso compositivo, sólo acompañaba a Steve cuando él tenía alguna idea –reconocería Sampson–. La única canción en la cual influí fue «Running Free», que nació mientras yo estaba tocando unos ritmos de glam rock, al estilo de Sweet».

El hecho de que Smiler compusieran sus propias canciones llevó a Harris a empezar a hacer lo propio y, de hecho, a esa época pertenecen temas como «Innocent Exile» (en una versión prácticamente definitiva, tras haber sido recuperada del repertorio de Gypsy’s Kiss) y «Burning Ambition», ambos mucho más elaborados que el resto del cancionero de Smiler.

Los Reyes del East End

«Sólo una de cada diez bandas con contrato discográfico consigue el éxito suficiente para vivir de la música. Hay muchísima gente con talento en el mundo, pero el talento no diferencia. Lo único que diferencia es la determinación. El entusiasmo y la pasión funcionan muy bien en momentos concretos, pero sólo la determinación es capaz de superar los momentos de desánimo y tedio. Es la diferencia entre el éxito y el fracaso.»

Bruce Dickinson

El 25 de diciembre de 1975 nacieron Iron Maiden, formados por, además de Steve Harris, los guitarristas Dave Sullivan y Terry Rance, el batería Ron ‘Rebel’ Matthews (en los ochenta, miembro de las bandas de Bernie Tormé y John McCoy) y el cantante Paul Mario Day (más tarde miembro de More y Sweet). Para el llamativo nombre del grupo, Harris se inspiró en El hombre de la máscara de hierro, un clásico del cine de aventuras de finales de los años 1930, basado en la novela de Alejandro Dumas y protagonizado por el actor sudafricano Louis Hayward y la actriz norteamericana Joan Bennett. En una de las escenas del film aparecía una caja de tortura antropomórfica, inspirada en la que realmente se había construido en el siglo XIX con el fin de introducir en ella a los condenados que morían por las fatídicas heridas producidas por los numerosos hierros afilados que guardaba en su interior el artilugio de castigo.

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La 'dama de hierro', una antigua caja de tortura en la que se introducían a los condenados.

Sin demasiadas dilaciones, el sábado 1 de mayo de 1976 el quinteto daría su primer concierto en el Saint Nicholas Hall de Poplar, presentando un setlist que ya incluía piezas como «Prowler», «Transylvania», «Innocent Exile», «Burning Ambition» y «Iron Maiden». No fue un éxito desde ningún punto de vista, ni musical (el grupo estaba poco rodado), ni de público, ya que la actuación sólo fue presenciada por ocho personas, ni económico, pues el dueño del local les ‘aflojó’ cinco libras.

Lejos de amedrentarse, aquel prototipo de Iron Maiden apostó por curtirse en los escenarios. Ejemplos de su infatigable esperanza son las actuaciones del 5 de noviembre de aquel mismo año, en la que usaron por primera vez pequeñas explosiones y hielo seco como efecto de niebla, o la celebrada una semana después, el día 13, como participantes de un concurso local celebrado en el Queens Theatre de Romford y en el que lograron el segundo premio.

Pero para finales de año la actitud imprevisible y errática de Paul Day llevó al grupo a tener que prescindir de sus servicios y substituirlo por el viejo conocido Dennis Wilcock, vocalmente menos dotado que Day pero con una mayor presencia en el escenario, la cual incluía un número con una espada y sangre falsa, en parte inspirado en la teatralidad de Kiss. Wilcock, a su vez, resultaría involuntariamente determinante en el devenir de Iron Maiden, puesto que fue quien le hablaría a Harris de Dave Murray (David Michael Murray, 23 de diciembre de 1956, Edmonton, Londres). La idea de una banda con tres guitarristas atrajo al bajista, aunque tardaría aún lustros en verla hecha realidad. El propio Murray recordaría cómo entró en la banda: «A Maiden llegué a través de Dennis Wilcock, que fue cantante de la banda a mediados de los años setenta. Hicimos un ensayo y tocamos unas cuantas canciones, «Strange World», «Invasion» y «Iron Maiden», entre otras. Se produjo un momento mágico y me quedé en la banda.»

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Cartel publicado por la banda a la búsqueda de un batería.

A lo largo de 1976 el grupo se labraría cierta reputación en el East End londinense, a pesar de los cambios en su alineación, que a finales de año la formaban Harris, Murray, Wilcock, Matthews y el guitarrista Bob Sawyer, conocido también como ‘Rob Angelo’. No obstante, la banda no tardaría en volver a tener problemas, en esta ocasión provocados por Wilcock, que resultó un individuo polémico y manipulador. De esto último lo fue hasta el extremo de llegar a convencer a Harris para que despidiese a Murray, movido simplemente por la subjetiva apreciación de que no simpatizaba con la novia del guitarrista. El avieso Wilcock permanecería en los Maiden hasta comienzos de 1978 (de hecho, su última actuación con el grupo fue la del 17 de febrero en el Bridgehouse de Canning Town), junto a Harris, los guitarristas Tony Moore y Terry Wapram y el fugaz batería Barry Graham ‘Thunderstick’ Purkis, éste último proveniente de Mr. Zero y que abandonaría la banda en la primavera de aquel mismo año para ingresar en Samson.

De la primera actuación que haría con Maiden, celebrada en el Bridgehouse de Canning Town, Moore recordaría: «El concierto fue algo ‘borroso’, como lo suelen ser todos los conciertos en directo. La adrenalina, los nervios, la concentración de todos influyeron para llegar a ese recuerdo difuminado. No obstante, es justo decir que todo el mundo sentía que había algo que no iba bien. Por lo que a mí respecta, creo que el concierto fue en plan amateur y mi aportación no ayudó especialmente a la banda. En muchos aspectos, no fue un buen concierto y durante las siguientes semanas nos provocó inquietud y cierta frustración. Recuerdo mi último ensayo con el grupo muy tenso. No importa lo mucho que me gustaba estar en el grupo, respeté el sueño de Steve, su pasión y energía, en los que yo no encajaba.»

Harris, libre por fin del caprichoso Wilcock, rearmó la banda, llamando para ello tanto a Doug como a Dave. Y como flamante nuevo cantante, y por mediación de Sampson, daría entrada a Paul Di’Anno (17 de mayo de 1958, Chingford, Londres), hasta entonces miembro de los Bird of Prey. En el libro El sonido de la bestia, editado en castellano por Redbook ediciones en su sello Ma Non Troppo, Ian Christie describía a Di’Anno: «Vestido con una camisa negra, un brazalete y un cinturón de púas plateadas, el cantante Paul Di’Anno, un skinhead reformado, dominaba la escena con una pose de Tom Jones, enrrollándose en la mano el cable del micrófono y extendiendo el dedo meñique con una autoridad evidente.»

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Primer logo de la banda.

Por lo que respecta al puesto de segundo guitarra, éste iría variando a lo largo de los tres años siguientes, recayendo en músicos como Paul Todd, Tony Parsons y el más efímero Mad Mac; pero se hizo evidente que se consolidó una base estable, integrada por Harris-Di’Anno-Sampson-Murray, conjurados en dedicarse profesionalmente a la música. Un ejemplo de esto es que buena parte del dinero que ganaron en aquella época lo destinaron a la adquisición de un camión para transportar al equipo y a ellos mismos y al que bautizaron como la ‘Diosa Verde’.

En el estudio de grabación, toma 1

«Recuerdo caminar junto a Paul (Di’Anno) por la calle Wardour de Londres y ver a un montón de gente delante nuestro. Pensamos que debía tocar alguna banda importante aquella noche, pero nos dimos cuenta de que llevaban camisetas de Maiden. ¡Iban a vernos al Marquee!»

Doug Sampson

Llegados a 1978, Iron Maiden decidieron plasmar su efectividad en directo en una grabación. Para ello contrataron, por doscientas libras, el estudio Spaceward, fundado en el mes de julio de 1975 por Mike Kemp y Gary Lucas. La sala de grabación se encontraba en los bajos del número 34 de la calle Clarendon, mientras que la mesa de grabación estaba situada en los bajos del número 19 de la calle Victoria. La elección de estos estudios se basó en la calidad de una demo grabada por los V1, grupo en el que por entonces militaban Dennis Wilcock y Terry Wapram.

A bordo de una vieja furgoneta Transit, sin seguro y con neumáticos desgastados, el grupo se dispuso a efectuar una única sesión, producida por Mike Kemp, poco después productor de artistas como Gary Numan y Stranglers, y mezclada posteriormente por Gary Lucas. En la nevada y fría Nochevieja de 1978, única fecha que tenía libre el estudio a un precio ajustado a la economía del grupo, Iron Maiden grabaron, por doscientas libras, cuatro temas: «Prowler», «Invasion», «Strange World» y «Iron Maiden». Maiden pagarían su inexperiencia en el negocio musical, puesto que apalabraron la recogida del máster de la grabación para una semana después, al no disponer de las cincuenta libras que por añadido costaba su adquisición. Cuando al cabo de ese tiempo volvieron al estudio para recogerlo, se dieron cuenta que las pistas de «Strange World» habían sido borradas.

Esto según la versión del grupo. Mike Kemp, por el contrario, declararía años después: «Hubo algunos comentarios maliciosos respecto a que Iron Maiden regresaron para recuperar las grabaciones semanas después de la sesión, debido a que no habían podido pagarlas y que por ello el estudio las había borrado. Mi versión de los hechos no se ha escuchado. La realidad es que por cinco libras a la semana las guardábamos hasta que las bandas pagaban lo pendiente o decidían desentenderse tras las mezclas. Probablemente, ellos no asumieron ninguna de esas opciones.»

Sea como fuere, el EP con los tres temas resultantes –«Iron Maiden», «Invasion» y «Prowler»– se vendería en las actuaciones que el gupo llevaría a cabo durante el segundo semestre de 1979, siguiendo el planteamiento de Rod Smallwood. Sin embargo, a comienzos de año el representante aún no se había cruzado en el camino de los Maiden, por lo que Harris y el resto decidieron entregarle una copia, en formato cassette, a Neal Kay, el DJ residente de The Bandwagon, un pub situado en Kingsbury Circle, próximo a la estación de metro de Kingsway, al noroeste de Londres: «En 1978 el punk era la música que predominaba, pero desde 1975 yo había levantado una pequeña sala de heavy metal en Kingsbury –recordaría Kay. Antes era un pub llamado Prince of Wales, pero la rebauticé con el nombre de The Heavy Metal Soundhouse. En la sala principal cabían unas setecientas personas y tenía un potente equipo de sonido.»

En un principio, Kay se sacó de encima a Harris sin demasiados miramientos (años después se disculparía sinceramente por su condescendencia), aunque, una vez hubo escuchado el material que éste le entregó, se volvió un entusiasta del grupo pinchando constantemente «Prowler» en el Bandwagon: «A principios de enero de 1979 se me acercó un chaval y me entregó una maqueta. Me dijo: Hazme un favor, llévatela a casa y escúchala, ¿vale? Le respondí: Oh, sí, la tuya y cinco millones más. Pero al llegar a casa la escuché y era electrizante. A años luz de cualquier cosa que hubiera escuchado antes. A la noche siguiente la pinché en el Soundhouse y fue una locura.»

Poco a poco los astros comenzaron a alinearse en favor de la banda. Por un lado, Ashley Goodall, representante de EMI, los vió en la actuación que ofrecieron el 10 de marzo de 1979 en el pub Swan de Hammersmith: «Parecían estar más unidos que cualquier otra banda de heavy metal que hubiese visto. Estaban mejor organizados, tenían un nutrido grupo de seguidores, una grabación, camisetas, una identidad… todo parecía estar en su sitio.»

Con Bandwagon como epicentro de su actividad, la popularidad de los Maiden comenzó a propagarse por todo Londres. Mick Parker, el encargado de Music Machine de Camden Town, telefoneó a Neal Kay para saber si podía organizar en su sala un concierto con algunas de las bandas más conocidas del público asistente a The Bandwagon. Con el beneplácito de Kay, el 8 de mayo Music Machine, con capacidad para mil cuatrocientas personas, acogió el primer concierto de la mini-gira The Heavy Metal Crusade, integrada por Samson, Angel Witch y Iron Maiden. Como miembro de Samson, Bruce Dickinson pudo comprobar ya entonces el despunte de la que iba a ser su futura y definitiva banda: «Me resultó evidente que estaban tres pueblos más allá del resto de bandas del cartel. Se me puso la piel de gallina al verlos, la misma sensación que tuve cuando de chaval escuché por primera vez "In Rock" de Deep Purple. Recuerdo que pensé: Joder, ¡Son los Purple de los años ochenta!»

La New Wave of British Heavy Metal

«Iron Maiden parecían tocar diez veces más notas que cualquiera y su deslumbrante enfoque compositivo elevó el nivel musical del heavy metal durante varias décadas.»

Ian Christie, El sonido de la bestia

«A algunos grupos la Nueva ola del heavy metal británico les vino de perlas; por ejemplo, sirvió para aupar a Iron Maiden a la estratosfera.»

Ian ‘Lemmy’ Kilmister, Lemmy, la autobiografía

La New Wave of British Heavy Metal (NWOBHM, en castellano Nueva ola del heavy metal británico) apareció en Gran Bretaña a finales de la segunda mitad de los años setenta, teniendo como epicentro la mítica sala The Bandwagon, un pub de Kingsbury que, como ya se ha dicho, en 1975 reorientó su oferta musical declarándose «la única discoteca de heavy rock de Londres», atrayendo de esta manera a seguidores de Black Sabbath, Led Zeppelin, Rush o Thin Lizzy, en unos tiempos en los que el rock duro estaba en declive por el desinterés de las compañías discográficas, volcadas en el fenómeno musical del momento, el punk.

Como reducto del rock, The Bandwagon, a instancias de su DJ Neal Kay, apostó por grupos noveles, acogiendo así las primeras actuaciones de Samson, Angel Witch, Praying Mantis, Saxon, Motörhead y, por supuesto, Iron Maiden.

La exitosa programación de Bandwagon llamó la atención de Geoff Barton, editor de la revista Sounds (más tarde también lo sería de Kerrang!), quien seguía de cerca a todas aquellas bandas noveles para las que acuñó el término ‘New Wave of British Heavy Metal’, el cual apareció impreso en el número del mes de mayo de 1979. Nueve meses después se publicaba el doble álbum Metal for Muthas, grabación colectiva que el sello Sanctuary Records encargó a Neal Kay y en la que participaron grupos que habían actuado previamente en Bandwagon. Iron Maiden, a la postre cabecillas de la NWOBHM, fueron los únicos que colaron dos temas en el doble vinilo, «Sanctuary» y «Wrathchild».

De la mano de Iron Maiden, 1980 sería el primer año de la New Wave of British Heavy Metal, tal y como Ian Christie lo recordaba en El sonido de la bestia: «En febrero de 1980, Iron Maiden interpretaron "Running Free" en directo en Top of the Pops; más tarde, en mayo, lanzaron el álbum Iron Maiden. El heavy metal británico ya estaba listo para su máximo momento de audiencia y apareció una inundación de álbumes simultáneos.»

Discos del calibre de British Steel, de Judas Priest; Lightning to the Nations, de Diamond Head; Back in Black, de AC/DC; Ace of Spades, de Motörhead; Wheels of Steel y Strong Arm of the Law, de Saxon; Heaven and Hell, de Black Sabbath, despuntaron al mismo tiempo que desde todos los rincones de Gran Bretaña surgían nuevas promesas, como Holocaust, de Edimburgo, o Witchfinder, de Stourbridge, si bien sólo algunas, como Venom, de Newcastle, o Def Leppard, de Sheffield, conseguirían convertirse en grandes nombres.

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Iron Maiden en el Bandwagon en 1979.

Rod Smallwood entra en escena

«Es una buena persona, pero no aguanta mucho a los tontos. ¡Así que no sé cómo ha aguantado a la banda tantos años! Necesitas tener a alguien que coja a la gente de las pelotas y les de un par de guantazos. Pero no le prestes un centavo, porque no sólo no te lo devolverá, sino que, además, terminarás pagándole una comisión.»

Nicko McBrain

Hacia el mes de junio de 1979, Goodall tenía claro que quería fichar a Iron Maiden para EMI, a pesar de que la discográfica no estaba interesada en contratar a bandas de heavy metal. Al mismo tiempo, por entonces, el grupo sabía que debía hacerse con los servicios de un representante que les diese el espaldarazo definitivo. Así que enviaron otra copia de su The Soundhouse Tapes a Rod Smallwood (Roderick Charles Smallwood, 17 de febrero de 1950, Huddersfield, Inglaterra), un antiguo estudiante de Arquitectura que había representado a Steve Harley & Cockney Rebel y que, avizor de las posibilidades del grupo dentro de la convulsiva escena musical británica de aquella época, les organizó un par de conciertos con la intención de evaluarlos.

Las dos fechas escogidas se sucederían en el Windsor Castle de Harrow Road y en el Swan de Hammersmith. La primera, inicialmente prevista para el 9 de julio, no llegó a producirse debido al escaso número de público, mientras que en la segunda, celebrada el 12 de julio, Harris tuvo que encargarse de las labores de cantante durante casi todo el concierto, hasta que, hacia el final del mismo, Di’Anno subió al escenario tras haber sido arrestado por la policía por llevar un cuchillo de dimensiones considerables. A pesar de estos contratiempos, Smallwood aceptó representarlos: «Estaba muy impresionado – recordaría el representante. Nunca había visto a una banda que miraba al público directamente a los ojos y, obviamente, eso les gustaba. Me pareció evidente en aquella primera impresión que era una banda que podía tener futuro. Tenían predisposición, integridad, vitalidad y carisma sobre el escenario y Steve y Davey resultaban muy potentes. Creo que fue su honestidad lo que más me impresionó. Eran auténticos.»

Una de las primeras decisiones de Smallwood fue que la banda debía vender en los conciertos The Soundhouse Tapes, y así se distribuyeron dos mil de las cinco mil copias, mientras que las tres mil restantes se despacharon por correo en tan sólo una semana. Editadas a través del sello creado expresamente por el grupo, Rock Hard Records, a partir del 9 de noviembre The Soundhouse Tapes sería devorado por todos los jóvenes rockeros de clase trabajadora de Londres.

Maiden también consiguieron por aquel entonces cuatro logros decisivos con los que ampliaron sus horizontes: uno fue la entrevista que les hizo la revista musical Sounds, publicada a finales de 1979, poco después de su primera actuación, el viernes 19 de octubre, que fue su segundo logro: en el club Marquee y de la cual el programa de televisión 20th Century Box dio testimonio. El tercero sería su intervención en el programa Friday Rock Show de la emisora Radio 1, filial de la BBC, el 14 de noviembre (recogida en 2002 en el álbum BBC Archives); en esa ocasión interpretaron los temas «Iron Maiden», «Sanctuary», «Transylvania» y «Running Free». El cuarto fue la visita que les harían John Darnley y Brian Shepherd, ejecutivos de EMI, a petición de Smallwood, tras el citado concierto en la sala Marquee. A la velada también asistieron representantes de Chrysalis, pero Smallwood prefirió decantarse por EMI. De hecho, Smallwood no se convertiría oficialmente en mánager de la banda hasta que ésta no firmó su contrato discográfico con EMI, el 15 de diciembre de 1979, y el editorial con Zomba.

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Iron Maiden en el Marquee en 1980.

En las negociaciones con EMI, Smallwood insistió en que la vinculación del quinteto con el sello debería ser por tres discos. Por su parte, la discográfica propuso lanzar como primer single «Running free» antes de las Navidades de aquel año, iniciativa que finalmente se pospondría, además de incluir a Maiden en la ya citada compilación Metal for Muthas, de la cual llegarían a venderse veinte mil copias, cifra nada desdeñable para un proyecto que tan sólo incluía artistas noveles.

Aún con todas estas buenas noticias, Sampson no estaba satisfecho. De hecho, se sentía física y mentalmente cansado de las incomodidades de la carretera, que empezaron a pasarle factura. Así que, antes de que ello perjudicase al resto de Maiden, optó por abandonar: «Mi salud no aguantaba el ritmo de las giras y al final fue tiempo de dejarlo todo de lado.» Tras dejar Iron Maiden, Sampson tocaría junto a Tony Parsons, también ex de Maiden, y el hermano de éste, en una banda llamada Pressgang.

De cara al definitivo paso al profesionalismo, y en substitución del citado Parsons, el grupo fichó a Dennis Stratton (aunque ya en aquel entonces se barajó el nombre de Adrian Smith), un guitarrista de Canning Town de veintisiete años con un buen nivel y que había sido miembro de Remus Down Boulevard, banda de boogie rock que había teloneado a Rory Gallagher y a Status Quo. El estilo de Stratton se ajustó a las exigencias musicales sin problemas, si bien cómo entró en Iron Maiden resulta peculiar: «Mi mujer de entonces vio un anuncio en Melody Maker que decía: Iron Maiden, artistas de EMI, buscan guitarrista/coros. Estuvimos dándole vueltas a si responder por escrito o telefoneárles. Tenía un trabajo de pintor en Stratford y cogí el autobús en Stratford Broadway para ir a Canning Town, donde vivía. Una chica se me acercó y me preguntó: ¿Eres Dennis Stratton?, y le dije que sí. Ah, hola. Soy Lorraine, la novia de Steve Harris. ¿Aún no ha llegado a casa? Pues cuando llegues tienes un telegrama de Rod Smallwood para que lo llames, porque están interesados en que te unas a Iron Maiden.» Stratton estaba desconcertado, ya que no conocía ni a Harris ni a nadie del grupo, aunque Lorraine le confesó que el bajista lo había visto actuar con su banda en varias ocasiones.

Al día siguiente, Stratton se encontró con Harris, Murray y Smallwood en un pub de la calle Wardour cercano a la sala Marquee. El representante fue directo al grano: «Steve te quiere en la banda. No sé si tendrás algún problema en aprenderte el material.» El grupo también quería a alguien con cierta experiencia sobre el escenario, preveyendo que tras la grabación de su primer disco tendrían que lanzarse a la carretera en su primera gira profesional. Stratton aceptó la propuesta y, tras preparar el repertorio acordado, acudió a la audición en el local que los Maiden tenían en los Hollywood Studios, situados en Clapham, próximos a donde Murray vivía en aquel entonces con su madre. Stratton recordaría cómo salió airoso de la prueba: «Me dijeron: Es exactamente lo que estábamos buscando. Estás dentro.»

De aquellos primeros días en Maiden, Stratton recordaría décadas después: «Las canciones ya estaban escritas cuando yo entré. Lo único que hice fue añadir algunos arreglos de guitarra y en la armonía de las canciones.» Stratton y Murray conectaron de tal manera que fundieron sus guitarras en un sonido identificativo: «Dave y yo escuchábamos bandas como Wishbone Ash, con guitarras armónicas. En canciones como "Phantom of the Opera" y "Running Free" el trabajo de armonía de las guitarras hace que sean más interesantes.»

Además, Stratton mediaría para que el puesto vacante de batería fuese ocupado por Clive Burr, aunque también se le llegó a proponer a Johnny Richardson, quien, a pesar de ser buen instrumentista, declinó la oferta debido a un problema de audición. Stratton, que solía coincidir con Burr en el pub Fleece, de Wanstead Flats, mencionó su nombre a los Maiden.

Burr provenía de Samson, grupo formado en 1977 por el guitarrista Paul Samson, a los que había abandonado a finales de 1978, poco antes de la grabación del primer disco de la formación, Survivors, publicado en junio de 1979 y en el que habían participado un viejo conocido, Barry Graham ‘Thunderstick’ Purkis, y un desconocido de trascendental importancia en el devenir de Maiden, Bruce Bruce, más conocido después como Bruce Dickinson.

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«Antes de 1979, Iron Maiden no eran una banda, eran un hobby.»

Rod Smallwood

Poco antes de encarar la grabación de su primer disco, Iron Maiden participarían en el proyecto coordinado por Ashley Goodall Metal for Muthas, que implicaría el lanzamiento a través de EMI de un disco con nueve bandas noveles y una gira de promoción histórica.

Publicado en el mes de febrero de 1980, el primero de los dos volúmenes que se publicarían de Metal for Muthas reunía canciones interpretadas por algunas de las bandas más conocidas de la incipiente New Wave of British Heavy Metal, como Praying Mantis, Angel Witch, Samson, Sledgehammer o los propios Iron Maiden, además de otras que caerían en el olvido, como los suecos E. F. Band (quienes a comienzos de los años 1980 llegarían a telonear a Rainbow y Saxon), Ethel the Frog (nombre inspirado en un sketch de los Monty Python titulado Los Hermanos Piraña y formación efímera que en 1978 lograría cierta repercusión con una versión metálica del clásico de los Beatles «Eleanor Rigby»), Toad the Wet Sprocket (originarios de Bedford, Inglaterra –no confundir con la banda norteamericana de rock alternativo–, quienes al igual que los Ethel the Frog se inspiraron para su nombre en los Monty Python) y Nutz (cuarteto de hard rock de Liverpool que se disolvería en 1981, tras publicar cuatro álbumes y telonear a Black Sabbath, para convertirse en Rage –no confundir con la banda alemana de igual nombre–, una nueva reencarnación que se disolvería en 1984).

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Metal for Muthas, uno de los álbumes recopilatorios del heavy metal.

Pero en Metal for Muthas, recopilatorio que llegaría al número 12 de las listas de álbumes británicas, destacaban Iron Maiden, la única formación que incluiría dos temas, «Sanctuary» y «Wrathchild», ambos producidos en el mes de noviembre de 1979 por Neil Harrison (que en el pasado había trabajado para artistas pop como Steve Harley, Gonzalez o Bijelo Dugme) en los estudios de EMI de Manchester Square y con Dave Flower y Ron Hill, respectivamente, como ingenieros de cada tema (ambos también avezados en colaborar con artistas de pop rock).

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Entrada para uno de los conciertos de la gira de Metal for Muthas.

La participación de Maiden en la ya citada gira de promoción del disco se desarrollaría entre el 1 de febrero y el 2 de marzo de 1980; un total de veintinueve conciertos que recorrerían Escocia, Gales e Inglaterra y en los que participarían hasta un total de veinticinco bandas, entre las que se encontraban Angel Witch, Diamond Head, Magnum, Motörhead, Raven, Samson, Saxon y los Urchin de Adrian Smith, siendo Praying Mantis quienes compartirían escenario con Iron Maiden y las cincuenta y dos plazas del autobús en el que Harris y compañía se desplazarían de sala en sala.

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A lo largo de trece días del mes de enero de 1980 Iron Maiden grabaron su primer disco en los estudios Kingsway de Londres (también conocidos como estudios De Lane Lea y en los que habían grabado artistas como Rolling Stones, Beatles o Animals en los años sesenta). Las mezclas se llevaron a cabo el mes siguiente en los reputados estudios Morgan, situados en High Road, Willesden (al noroeste de la capital del Támesis), por los que habían pasado artistas de la talla de Ten Years After, Yes, Kinks, Led Zeppelin, Pink Floyd, Jethro Tull, Black Sabbath o UFO en las dos décadas anteriores.

Antes de entrar en los Kingsway, la banda había contactado en diciembre de 1979 con dos productores, Guy Edwards, que fue rechazado por el irregular resultado de cuatro canciones que habían grabado con él, y Andy Scott, guitarrista de los Sweet, que fue apartado del proyecto por su insistencia en que Harris usase una púa para tocar (curiosamente, en 1985 Scott reformaría a los Sweet contando como cantante con el ex Maiden Paul Mario Day).

Will Malone sería el productor finalmente escogido y el quinteto, en un principio, se mostró confiado en éste por sus anteriores trabajos como productor, arreglista y técnico para Black Sabbath, Rick Wakeman y Meat Loaf (después de hacerlo para Iron Maiden, Malone llegaría a trabajar para Massive Attack, The Verve y Depeche Mode, entre otros). Sin embargo, tal y como recordaría Steve Harris, no tardaron en percatarse de que contratarlo no había sido una idea tan acertada: «Estábamos en el estudio y después de hacer una toma le preguntábamos: ¿Qué te ha parecido, Will? Y él, con los putos pies encima de la mesa de grabación, mientras leía Country Life o cualquier otra cosa, con la cabeza en las nubes, nos miraba y decía: Bah, creo que lo podéis hacer mejor.» En defensa de la mala elección, años después Harris lamentaría: «Éramos jóvenes e inocentes y no sabíamos nada sobre productores, ni lo qué podían o no podían hacer.»

Lustros después, cuando la banda ya se había afianzado a nivel internacional, la revista Billboard revisó su ‘opera prima’, describiéndola como la mejor forma de «escuchar tanto punk como rock progresivo de la Nueva ola del heavy metal británico.» Pero Dickinson declararía: «Si nos fijamos en todas las entrevistas antiguas, Steve odiaba el punk. El primer álbum de Iron Maiden sonaba punk porque sonaba como un saco de mierda. Él odia ese disco.»

Resulta evidente que la grabación podría haber sido mucho mejor desde el punto de vista de la producción, aunque al menos la banda tuvo de su parte al ingeniero Martin Levan que, por ejemplo, supo canalizar la rudeza vocal de Di’Anno, peculiaridad, no obstante, de la que desde siempre han disfrutado algunos de los fans más incondicionales de Maiden. Levan también supo distinguir las influencias melódicas de Stratton, que evocan a Wishbone Ash, en cuanto a las armonías de las guitarras, y a Queen, por los coros en «Phantom of the Opera» («Eso suena jodidamente a Queen», diría Smallwood tras escuchar la grabación en el estudio). Steve Harris admitiría que la canción era «indicativa de adónde yo quería llevar a la banda y, mirando atrás, la veo como un punto de partida en la dirección de nuestra música.»

La armonía era un recurso de Stratton que marcó el primer álbum de Iron Maiden, tal y como él mismo recordaría: «Cuando me uní a Maiden, las guitarras no hacían muchas armonías, pero como yo estaba obsesionado con ellas, las fui incluyendo. Me sentaba en el estudio y las hacía, dando forma a "Running Free" y "Phantom of the Opera", para las que hice un montón. En el primer disco de Iron Maiden, el ingeniero me tenía todo el día y toda la noche haciendo armonías.»

Sin embargo, esa misma vertiente melódica de Stratton sería la que acabaría apartándole del grupo a finales de aquel mismo año, tras el concierto del 13 de octubre de 1980 en Drammen, Noruega. Entonces, Harris ‘invitó’ a Stratton a dejar el grupo al considerar que su estilo no acababa de ajustarse al proyecto musical, aunque también influyó la actitud distante mostrada en ocasiones por el guitarrista, como el preferir viajar con los roadies de Kiss en lugar de con sus camaradas durante los conciertos de la gira europea que abrieron para el cuarteto neoyorquino o la hosquedad que mostraba tras tomarse unas cuantas cervezas. Según Stratton, «siempre supe que Iron Maiden iba a ser una gran banda, pero hacia el final, cuando el primer álbum fue publicado y estábamos trabajando en el segundo, hubo muchos choques personales y tampoco tuve mucha conexión con Rod Smallwood.»

Harris y el resto del grupo tuvieron que apresurarse para buscarle un substituto. Para el bajista «encontrar uno que encajase con Davey era realmente complicado», pero cinco semanas más tarde, en el concierto celebrado el 21 de noviembre en la Universidad Brunel de Uxbridge, al oeste de Londres, Adrian Smith fue presentado como nuevo miembro (también se tuvo en consideración a Phil Collen, de los Girl, que a mediados del mes de julio de 1982 substituiría a Pete Willis en Def Leppard).

Smith era amigo de la adolescencia de Murray y, como ya se ha dicho, miembro de Urchin, banda que precisamente Murray y Smith habían formado en 1972. Dos años después, Murray abandonaría el proyecto para unirse fugazmente a los punk Secret, mientras que Smith continuaría junto al guitarrista Maurice Coyne, el batería Barry Tyler y el cantante David Hall formando Evil Ways, quienes en el mes de agosto de 1976, tras fichar por el sello DJM Records, recuperarían su nombre original. Con Urchin, Smith publicaría un par de singles, «Black Leather Fantasy», que vería la luz el 13 de mayo de 1977, y «She’s a Roller». Casualmente, la época en la que Urchin se disponían a entrar en el estudio para grabar este segundo single, a principios de 1978, coincidió con el fugaz regreso a la formación de Murray, en substitución de Coyne, ya que había sido expulsado de Maiden por las ya relatadas artimañas de Dennis Wilcock.