A nuestros lectores

En los albores de 2014, cuando la temporada editorial apenas despuntaba con sus oficios y sus faenas, –preparar artes finales, terminar contratos, imprimir libros y un sinfín de etcéteras–, recibimos una llamada telefónica: Rafael Baena, el escritor colombiano, quería proponer a Rey Naranjo un proyecto que tenía en mente. Para una editorial como la nuestra, con apenas tres años de operaciones, que un escritor de renombre nos buscara era por lo menos un feliz acontecimiento. Sin saber aún de qué se trataba, sabíamos que nos vincularíamos de inmediato con todas nuestras herramientas y recursos en el trabajo que fuese menester.

A los pocos días, mientras degustábamos en casa de Rafael un café preparado por su esposa Amalia, nos soltó la bomba: quería adaptar su novela Tanta sangre vista al cómic y recurría a nosotros porque nuestra amiga en común, Beatriz Helena Robledo, y la crítica y periodista Margarita Valencia, nos habían recomendado como los editores más indicados para cumplir tal cometido. Poco tiempo atrás, Juan Gaviria, joven y talentoso artista amigo de los Baena, había quedado prendado de la novela y empezó a desarrollar un lenguaje gráfico para adaptarla al cómic. De forma inmediata proyectamos las fechas. Decidimos re-editar la novela original bajo nuestra colección Letras Mil y conjuntamente diseñamos la metodología para una tarea que no esperábamos hacer tan pronto: adaptar una obra contemporánea al lenguaje de historieta. De esta forma se dio el encuentro con Juan que dicho sea de paso será conocido por su trabajo como artista plástico más pronto que tarde, quien tiene una especial atracción, no digamos que fatal, por la ilustración, el cómic y el dibujo como arte aplicado. También desenfundó su pluma no sin antes leer y releer el libro, para dividirlo en las mínimas partes que componen su estructura narrativa Óscar Pantoja, nuestro aliado en la composición de guiones y compañero de entuertos gramaticales a la vez que paladín de giros dramáticos.

La novela gráfica, al igual que el cine o las narrativas audiovisuales, llega a ser un trabajo en equipo y esta no es la excepción. Detrás de este libro está el departamento de diseño de la editorial, al igual que su equipo de edición, sin mencionar impresores, encuadernadores y todos aquellos que nunca aparecerán en la página de créditos; igual todos adquirimos el compromiso de sacar adelante este proyecto que de forma sorprendente, y sobre todo gracias al profesionalismo de Juan, pudimos crear en tan solo 22 meses. Arduas reuniones de trabajo ahora dan sus frutos con esta primera edición del libro que ustedes, queridos lectores, tienen en sus manos. Esperamos lo disfruten y se emocionen tanto como lo hicimos nosotros durante el proceso de su creación.

Rey Naranjo Editores

Tanta sangre vista Cómic

Colección PNK libros singulares

Primera edición Rey Naranjo Editores 2015

Este libro ha contado con la Beca para la publicación de novela gráfica 2015 otorgada por el Ministerio de Cultura de Colombia

Dirección editorial: John Naranjo Carolina Rey Gallego

Dirección de arte: Raúl Zea

Equipo de diseño: César Garzón - Paula Méndez - Daniela Amador

Coordinación editorial: Catalina Acosta

Asistente editorial: Ana María Escobar

Hecho el depósito de ley

Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial en cualquier medio, sin permiso escrito de los titulares del copyright.

© 2015 Rafael Baena

© 2015 Juan Gaviria

Adaptación al cómic:

Óscar Pantoja

La verdad es que peleaban por costumbre, porque no sabían hacer nada más, porque a lo mejor tanta sangre vista y tanto retumbar de cañón les habían aturdido las entendederas, lo cual explicaba ese aire de orfandad común a la mayoría, esas miradas que siempre parecían fijas en algún punto más allá de la realidad, de su realidad, que era la de todos nosotros, fantasmas de otros tiempos condenados a cabalgar con las casacas remendadas y los sables amenazados por el colapso del orín.

Rafael Baena

Comentarios sobre la novela “Tanta sangre vista”

Todavía me posee esa euforia que produce leer una magnífica novela. No son fáciles de hallar. Por eso me entusiasma dar fe de que Tanta sangre vista es excepcional.

Dario Jaramillo Agudelo · El Tiempo

Sobre algunos capítulos de Tanta sangre vista volveré como quien acude a disfrutar una liturgia de óptima prosa.

Lisandro Duque Naranjo · El Espectador

Puede decirse que es una novela escrita a dos manos. Baena es ambidiestro y se sirvió de esta habilidad para darle cuerpo a la historia. En la izquierda sostenía su cámara fotográfica, que permanentemente hacía clic, mientras la derecha llevaba a las palabras las imágenes que había capturado.

Melissa Serrato Ramírez · El Tiempo

Tanta Sangre Vista (...) se enmarca en una guerra civil en pleno siglo XIX, bien puede ser la Colombia de hoy o cualquier guerra intestina de nuestra convulsionada América Latina.

Lola Salcedo Castañeda · El Heraldo

La de Baena es una novela sensual, una novela visual, una novela de perfumes, auditiva e incluso táctil.

Luis H. Aristizabal · Boletín Cultural y BibliográficoBiblioteca Luís Ángel Arango

Hay libros que me seducen desde el primer párrafo y me arrastran hasta la última línea sin que pueda resistirme al encanto del relato, a la embriaguez que me produce su ritmo, al tono de la voz del narrador o de sus narradores. Hay una suerte de química inmediata a la que me entrego sin remedio. (...) Tanta sangre vista logra que la magia funcione.

Alberto Quiroga · Revista Número

Mi nombre es Enrique Arce y esta es la historia de mi vida, la historia de mi familia, de mi país.

Estábamos ahí para detener a los godos. Teníamos que inmovilizar la caravana del general Lázaro Hidalgo, prohombre de la patria, protomacho de la nación, adalid de la cristiandad…

Era vital detenerlo en los caminos de la montaña para permitirle al ejército rebelde organizar una retirada, eso que los generales llaman “repliegue táctico” para salvar su dignidad y orgullo.

…y demás calificativos que la prensa oficial creara. Él era el hombre que pretendía modificar el mapa del país para ponerlo a su servicio y de sus amigos.

Todos son chusma.

¡Arre,

Marengo!

¡Vamos aacabarlos!

Eran pocos los jinetes bajo mi mando. “Mi gente”, me gustaba llamarlos con orgullo paternal. Muchos habían matado por primera vez para acatar mis órdenes. Eran mis pupilos.

Al iniciar la batalla, nos llegaban los gritos de agonía de los soldados godos. Empezamos una masacre a mansalva como las que tanto nos repugnaban del ejército oficial. Poco a poco empezamos a perder la ventaja del factor sorpresa y nuestras fuerzas fueron flaqueando.