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Prólogo

 

El 18 de agosto de 2000, justo cuando la alternancia llegaba a la Presidencia de la República en México, Chimalhuacán enfrentó un episodio de violencia política que, a pesar de tener precedentes, llamó la atención y registró una difusión mediática nunca antes vista para esa comunidad. La amplísima cobertura de los hechos estaba plenamente justificada, pues la violencia desatada era, naturalmente, noticia. Lo que no quedó claro fue cómo y por qué medios de comunicación nacionales que nunca dedicaban espacio a eventos de carácter local, particularmente en un municipio carente de la menor importancia informativa, uno marginado entre los marginados, estaban convocados y listos en Chimalhuacán para cubrir, no la toma de protesta del nuevo alcalde, sino la instalación del cabildo municipal.

Un grupo paramilitar bajo las órdenes de Guadalupe Buendía, alias “la Loba”, trató de impedir el ingreso al palacio municipal del nuevo alcalde del municipio: Jesús Tolentino Román Bojórquez. Buendía era la cacique de Chimalhuacán y algunas de sus zonas aledañas; aunque de militancia priista igual que Tolentino Román, nunca estuvo de acuerdo con la designación de éste como candidato del pri, pues pretendía y alegaba que la postulación, y por lo tanto la presidencia municipal, le correspondían a su hijo: Salomón Herrera Buendía.

La amplísima difusión de aquella agresión, particularmente por el momento en que se daba, después de que el pri había perdido la elección presidencial por primera vez en su historia, dio pie a toda clase de interpre­taciones, algunas claramente simplistas y la mayoría por lo menos insuficientes. Muchos quisieron leer la agresión violenta de un grupo priista contra otro como la manifestación inequívoca de que, tras la derrota de Francisco Labastida Ochoa, la descomposición del pri estaba en marcha y Chimalhuacán, con priistas disparando contra otros priistas apenas seis semanas después de la debacle electoral de ese partido, era la prueba palmaria del principio del fin que tantas veces se había vaticinado. Esa explicación, chabacana pero muy popular en la opinión pública del año 2000, incluyendo sesudos analistas que cada seis años enterraban al pri, resultó otra vez falsa porque 12 años después de su derrota, ese partido no se extinguió, sino regresó a Los Pinos. También resultó falsa porque sin presidente priista, los gobernadores del pri se volvieron los hombres más poderosos del país. Era falsa porque con toda la opinión pública, nacional e internacional, en su contra, el pri demostró que podía vivir en la oposición, que no era sólo una agencia de colocaciones y que con toda su ambigüedad ideológica, tan criticada siempre, no era tan diferente al resto de los partidos políticos.

La de Chimalhuacán no era una reacción a la derrota priista a manos del entonces panista Vicente Fox Quesada, sino el intento final de un grupo caciquil priista por evitar entregar la presidencia municipal a otro grupo, también priista, que primero había ganado la candidatura dentro de ese partido y después se impuso en la elección constitucional. Ese intento de conservar el poder estuvo auspiciado por otros priistas, que vivían y despa­chaban en Toluca, a nombre del gobierno del Estado de México. La razón: el pacto de corrupción e impunidad que en esos momentos enlazaba a la cacique de Chimalhuacán, Guadalupe Buendía Torres, con el primer círculo del gobierno de Arturo Montiel Rojas.

¿Por qué proteger a “la Loba” si su historia negra era altamente perjudicial para cualquiera que fuera relacionado con ella? La respuesta era la más simple, la más lógica y también la más ofensiva: para seguir recibiendo los beneficios económicos que, gracias a sus abusos y a su larga lista de felonías, la mujer generaba y compartía con sus protectores en Toluca.

La matanza de activistas y simpatizantes de Antorcha Campesina en Chimalhuacán a manos del grupo de Guadalupe Buendía, era una expresión aislada pero ilustrativa de los cacicazgos que existían, y existen aún, en diferentes regiones del territorio mexicano.

Para muchas otras personas, lo ocurrido aquel 18 de agosto de 2000 era una primera consecuencia de la derrota priista en la elección presidencial. Se trataba, según dijeron varios analistas con absoluta seriedad y a partir de inferencias aparentemente bien construidas y válidas, aunque no infalibles, de una primera muestra de la descomposición que seguiría en el viejo sistema de Partido de Estado una vez que había perdido su eje y gran juez: el Presidente de la República.

Han pasado más de tres lustros desde aquel trágico episodio que costó la vida a 10 mexicanos ejecutados por francotiradores ubicados en los techos del propio palacio municipal de Chimalhuacán. Ese tiempo permite una revisión sobre las interpretaciones que se dieron a los hechos, así como una evaluación de la situación actual, para corroborar hasta qué punto cada una de las diferentes conclusiones con que se especuló, tuvieron sustento en la realidad.

Pero más importante que la revisión obligada de aquellos hechos sangrientos que exhibieron muchas cosas, es revisar Chimalhuacán y descubrir qué pasó en el municipio por el que hubo semejante disputa. Inesperadamente y contra el pronóstico de sus padrinos políticos, Guadalupe Buendía acabó en la cárcel y en Chimalhuacán empezó otra historia.

En los capítulos siguientes, además de revisar la sospechosa actuación de quienes permitieron aquella matanza, se pretende relatar lo que ocurrió y lo que ocurre en la actualidad con Chimalhuacán, así como rescatar las opiniones y los perfiles de algunas de las personas que han sido clave en la ejecución de esta historia de cambio y continuidad.

El municipio más representativo de la pobreza urbana en el país ha cambiado de rostro y la intención de esta investigación es poner los hechos sobre el papel para que el lector juzgue, de acuerdo a sus criterios y a partir de datos duros y relatos fundados, si hubo cambio, si sólo hubo un relevo, y si el cambio es realmente posible en un país desencantado de la democracia porque no ha encontrado en ella, ni en la alternancia, una mejora en sus condiciones de vida.

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Capítulo VIII

Gobierno bien calificado y ciudad habitable

 

Los municipios mejor evaluados en 2011

Todos los datos numéricos incluidos en este capítulo están tomados de las encuestas sobre municipios mejor acreditados y ciudades más habitables, levantadas por Gabinete de Comunicación Estratégica. Se citan los nombres y años de publicación de los estudios y se advierte que la metodología es de la casa encuestadora, aunque la interpretación de los contrastes de resultados entre un año y otro es responsabilidad del autor.

En 2011 el Gabinete de Comunicación Estratégica levantó y presentó el estudio de opinión “Los Municipios Mejor Evaluados”. Era parte de su Encuesta Nacional 2011 y, de acuerdo a su nota metodológica, se consultó a adultos, mayores de 18 años, en los 61 municipios mencionados en el do­cumento. Las entrevistas se hicieron vía telefónica, a domicilios, en julio de 2011. Se aplicaron 784 cuestionarios en cada demarcación y el margen de confianza del ejercicio es de +/- 3.5 por ciento a nivel municipal.

Este trabajo colocó en el mapa de las encuestadoras privadas a Chimalhuacán por los resultados de gobierno. Por primera vez se conocieron, fuera de mediciones y cifras gubernamentales, resultados sobre este municipio. Lo sorprendente fue que esos resultados lo colocaron lejos del último lugar en el que siempre se había encontrado en todas las mediciones públicas. El cambio de calificación era el resultado de una década de reformas constantes en la administración municipal. El alcalde de aquel momento era nada menos que el hombre del cambio en Chimalhuacán: Jesús Tolentino Román Bojórquez.

Para efectos de este trabajo, la parte importante de esa Encuesta Nacional es el anexo final relativo a “Los Municipios Mejor Evaluados”. En este se divide al país en tres regiones: norte, centro y sur. A partir de un cuestionario compuesto por 15 preguntas específicas sobre la percepción de los ciudadanos acerca de sus autoridades, la calidad de los servicios que reciben y las condiciones de vida en cada comunidad, se evalúa y se califica a los municipios de cada una de las tres regiones.

Chimalhuacán, parte de la región centro, resultó bien calificado en tres y muy bien calificado en otras seis de las 15 preguntas que integran el cuestionario.

Las preguntas de la encuesta y los lugares en los que se calificó a Chimalhuacán en su grupo de la región centro fueron:

 

1. ¿Qué tanto se parece su presidente municipal al presidente municipal ideal?

Resultado. Chimalhuacán aparece como el mejor calificado de la zona centro.

 

2. ¿Hacia qué lado se inclinará la balanza de su presidente municipal? En consideración a mayor o menor inclinación hacia los intereses del ciudadano.

Resultado. El de Chimalhuacán fue el presidente municipal mejor calificado en la zona centro.

 

3. ¿Qué tanto se parece su presidente municipal a la persona más honesta que conozca?

Resultado. El de Chimalhuacán no aparece entre los cinco presidentes municipales mejor calificados.

 

4. ¿Cree que su presidente municipal tiene las riendas del municipio o las cosas se están saliendo de control?

Resultado. El de Chimalhuacán aparece como el mejor calificado de la zona centro.

 

5. En general ¿Diría que las cosas en su municipio (van) por buen camino o por mal camino?

Resultado. Chimalhuacán aparece como el mejor calificado de la zona centro del país.

 

6. ¿Considera que su presidente municipal está cumpliendo con las promesas que hizo en su campaña?

Resultado. El presidente municipal de Chimalhuacán, Tolentino Román, aparece como quien más cumplía sus compromisos de campaña en la zona centro.

 

7. ¿Cómo califica el servicio de recolección de basura en su municipio? Resultado. Chimalhuacán no aparece entre los cinco municipios mejor calificados en recolección de basura en la zona centro del país.

 

8. ¿Cómo calificaría el servicio de drenaje y suministro de agua en su municipio?

Resultado. Chimalhuacán fue el tercero de los mejor calificados en drenaje y agua potable, detrás de Colima y Atizapán, pero delante de Tlalnepantla y Naucalpan.

 

9. ¿Cómo calificaría el servicio de vialidades en su municipio?

Resultado. Chimalhuacán aparece como el tercero de la zona centro del país, detrás de Colima y Pachuca, pero delante de Morelia y Tultitlán.

 

10. ¿Cómo calificaría el servicio de Seguridad Pública en su municipio?

Resultado. Chimalhuacán no aparece entre los cinco mejores calificados de la zona centro.


11. ¿Cómo calificaría el servicio de alumbrado público en su municipio?

Resultado. Chimalhuacán aparece en tercer lugar de la zona centro, detrás de Colima y Morelia, pero delante de Huixquilucan y Pachuca.

 

12. ¿Cómo calificaría el servicio de Salud Pública en su municipio?

Resultado. Chimalhuacán no aparece entre los cinco mejor calificados.

 

13. ¿Cómo calificaría el servicio de trámites gubernamentales en su municipio?

Resultado. Chimalhuacán apareció en el segundo lugar de la zona centro, detrás de Colima, pero delante de Pachuca, Chilpancingo y Huixquilucan.

 

14. ¿El nivel de desempleo, en los últimos dos meses en su municipio ha aumentado, ha disminuido o se ha mantenido igual?

Resultado. Chimal­huacán no apareció entre los cinco municipios con mayor descenso en el nivel de desempleo de la zona centro.

 

15. ¿Cómo cree que gobierna su presidente municipal? ¿Mejor o peor que sus antecesores?

Resultado. Chimalhuacán apareció como el municipio mejor calificado de la zona centro, adelante de Puebla, Colima, Ixtapaluca y Chilpancingo.

 

La cantidad de veces que el presidente municipal de Chimalhuacán, en aquellos años Jesús Tolentino Román Bojórquez, fue calificado en primer lugar en cada pregunta del cuestionario (6), sólo es superada por el entonces alcalde de Colima, Ignacio Peralta Sánchez, calificado en primera lugar en siete preguntas. Igualmente, los segundos lugares alcanzados por el gobernante de Chimalhuacán (3), sólo fueron superados de nueva cuenta por el de Colima (4). Lo que la encuesta sobre municipios mejor evaluados de 2011 revela es que en la zona centro del país, Chimalhuacán fue el segundo municipio mejor evaluado en ese año, solo detrás de Colima.

(Encuesta Nacional 2011. 2o. Levantamiento. Regionalización. Los Municipios Mejor Evaluados. Gabinete de Comunicación Estratégica. http://www.gabinete.mx/descargas/encuesta_nacional/2011ps/encuesta2dolev_web.pdf )

Segundo estudio. Año 2014

El trabajo lleva por título “Las Ciudades más Habitables de México” y su nombre describe con claridad la materia que calificó. Está constituido por una serie de entrevistas telefónicas, a líneas residenciales, que desde 2012, anualmente levanta el Gabinete de Comunicación Estratégica, la empresa presidida por Liébano Sáenz y dirigida por Federico Berrueto. Los resultados ofrecidos con el trabajo se sustentan en la medición de la percepción de los habitantes a partir de tres indicadores específicos: Calidad de Vida; Satisfacción con los Servicios Municipales y Satisfacción del Desempeño de Alcaldes. Se trata de tres grandes índices multivariados, elaborados por el propio Gabinete de Comunicación Estratégica (gce) como herramientas científicas para facilitar la comparación entre ciudades, y además registrados como propiedad intelectual y marca de la misma compañía.

El Índice de Calidad de Vida (Incav) de gce está constituido por la percepción que los habitantes de cada ciudad tienen sobre las variables: oferta de vivienda suficiente y a precio razonable; centros educativos, públicos y privados, suficientes; facilidad para transportarse dentro de la ciudad; cali­dad del aire o limpieza atmosférica; centros de esparcimiento o recreación; ambiente positivo de convivencia ciudadana; cordialidad de la recepción a nuevos habitantes; centros y actividades culturales suficientes; bellezas naturales dentro y en las inmediaciones de la ciudad; sensación de seguridad al caminar por la calles de la ciudad y oferta de empleo suficiente en la ciudad. Estas dos últimas variables fueron agregadas a partir del levantamiento correspondiente a 2016 y, estando absolutamente justificadas para mejorar la medición de la calidad de vida, sí modificaron de forma importante los resultados de la evaluación, haciéndolos más completos y menos favorables para Chimalhuacán.

El Índice de Satisfacción con los Servicios Municipales (Isacs) se integra con la percepción de los habitantes del municipio o delegación sobre 16 variables distintas relacionadas con los servicios a su alcance en su propia comunidad y a su vez agrupadas en tres categorías diferentes. Como servicios cotidianos a evaluar se tienen: recolección de basura, mantenimiento de parques y jardines; estado del alumbrado público, mantenimiento de las principales vialidades; atención a fugas en la red de agua potable; pavimentación y bacheo; desazolve de drenaje y coladeras; control del comercio irregular. Una segunda categoría incluye a los llamados servicios comunitarios: organización de eventos culturales y deportivos gratuitos; mejoramiento de los centros de salud y clínicas públicas; campañas de fomento al deporte y fomento al turismo. El tercer grupo de servicios del índice se denomina servicios especiales e incluye: introducción de servicios de Internet, acceso a redes WiFi, portal o sitio web institucional del municipio para información y trámites; facilidad para tramitar licencias de construcción y declaraciones de apertura de negocios.

El tercer indicador es la Satisfacción del Desempeño de Alcaldes y la empresa de Sáenz y Berrueto lo identifica como Idealc. La justificación para incluir esta medición de acuerdo al gce es que “La vida de los residentes en los municipios y delegaciones y, por ende, la calidad de vida percibida, se construye no solamente por la satisfacción que se tenga con la calidad de los servicios municipales que los gobiernos están obligados a prestar, ni exclusivamente por la percepción de satisfacción con los factores que hacen que alguien sienta el deseo de arraigarse en una ciudad o inclusive de invitar a otros a mudarse a su nueva ciudad. Existe otro factor muy importante que genera satisfacción/certidumbre o insatisfacción/incertidumbre. Este factor es el desempeño y liderazgo que se aprecie en el gobernante en turno”.

La percepción sobre el gobernante también cuenta, porque matiza la evaluación, al momento de considerar la calidad de vida en cada comunidad. Para levantar la evaluación ciudadana sobre el gobernante, gce considera cuatro variables: calificación del desempeño global del gobernante; capacidad percibida para generar un entorno de seguridad pública para los ciudadanos cuando transitan en la ciudad (personas y patrimonio); capacidad percibida para fomentar la creación de empleos y mejorar las oportunidades para la economía de la ciudad; y percepción sobre el rumbo, bueno o malo, que lleva la ciudad.

Las ciudades más habitables

Chimalhuacán estaba lejos de ser una de las ciudades más habitables del país. Hace 17 años sólo el 5 por ciento de sus calles y avenidas estaban pavimentadas; la red de agua potable no alcanzaba el 20 por ciento de los domicilios del municipio, el resto se abastecía a través de pipas, que pagaban a precio de oro, a una funcionaria que recibía los pagos en propia mano y manipulaba esos ingresos como si fueran su patrimonio personal. El drenaje para aguas negras era mínimo en la mayoría de las colonias; el drenaje pluvial, de coladeras en las calles, no existía; había sólo una institución de educación superior, la Escuela Normal Ignacio Manuel Altamirano; la basura era recolectada en carretas tiradas por mulas o caballos y el servicio de recolección tenía un costo fijado por el recolector y sus “líderes” y, por si fuera poco, lo que abundaba en sus calles, además de tierra y lodo, eran los perros sin dueño. El municipio, como se ha señalado en otros capítulos de este trabajo, era un auténtico basurero y estaba en el último lugar de cualquier índice de desarrollo urbano que existiera o se diseñara, de cualquier institución, pública o privada.

En la tercera edición de “Las Ciudades más Habitables”, la de 2014, Chimalhuacán aparece por segunda vez en una medición del gce. Antes había aparecido en la Encuesta Nacional de 2011, en el apartado de Los Municipios Mejor Calificados.

Por supuesto, en 2014 el municipio no estaba en los mejores lugares del recuento nacional, pero había cambiado de tal forma, que sin haber superado el rezago y con muchos pendientes por resolver, tampoco aparecía en el último lugar de los índices de desarrollo municipal evaluados y presentados por el estudio.

En ese año el índice de calidad de vida seguía, y lo sigue siendo, la variable que más castigaba a Chimalhuacán. Pero sorprendentemente, incluso en ese tema hubo un cambio importante, pues no apareció como la ciudad con peor calidad de vida, cuando en el año 2000 sin duda era el municipio urbano más pobre, marginado y atrasado de todo el país.

En este indicador ocupó el lugar 48 de 55 ciudades a nivel nacional. Pero estaba por delante de otros municipios con condiciones históricas muy superiores en cuanto a infraestructura y presupuesto público. Los datos del estudio 2014 del gce lo colocan por delante de Tlalnepantla, Oaxaca, Nezahualcóyotl, Villahermosa, Naucalpan, Ecatepec y Chilpancingo. Hay tres capitales de entidades federativas y dos municipios de los más industrializados del Estado de México, que ya en 2014 fueron calificados por sus pro­pios habitantes con calidad de vida inferior a la de Chimalhuacán, además de sus vecinos Nezahualcóyotl y Ecatepec. En el caso de los municipios mexiquenses de este grupo, los cuatro tienen un trato muy superior en cuanto a participaciones estatales y federales per cápita, al que recibe Chimalhuacán. En pocas palabras, reciben entre tres y cuatro veces más dinero por habitante de parte de los gobiernos estatal y federal, del que recibe Chimalhuacán. Eso hace todavía más llamativo el hecho de que sus habitantes los califiquen por debajo en cuanto a calidad de vida.

(Las ciudades más habitables de México 2014, Gabinete de Comunicación Estratégica, pág. 9).

Comparación en la zona metropolitana de la Ciudad de México

El mismo estudio de gce de 2014 desagrega los municipios de la zona metropolitana de la Ciudad de México y divide al entonces Distrito Federal en 16 delegaciones/municipios. Sobre la misma variable, Calidad de Vida, el resultado es sorprendente porque Chimalhuacán aparece a la mitad de la tabla, en el lugar 13 de 21 ciudades/municipios con gobierno propio. En ese caso no sólo supera a Tlalnepantla, Naucalpan, Nezahualcóyotl y Ecatepec, también está delante de las delegaciones Iztapalapa, Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco. Se trata del Índice que más afecta a Chimalhuacán por su rezago histórico, y sin embargo ya superaba lo mismo a otros municipios que a delegaciones políticas de la capital del país. (Las ciudades más habitables de México 2014, Gabinete de Comunicación Estratégica, pág. 5).

El segundo indicador del estudio, el Índice de Satisfacción con los Servi­cios (Isacs) en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México arrojó un resultado todavía más inesperado, pues entre los 21 gobiernos municipales/delegacionales, Chimalhuacán aparece calificado como el tercero con mayor satisfacción por la calidad de sus servicios, detrás únicamente de las delegaciones Cuajimalpa y Venustiano Carranza. En ese año, 2014, el municipio entonces gobernado por Telésforo García Carreón, superó a las delegaciones/municipios de Milpa Alta, Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc, Neza­hualcóyotl, Benito Juárez, Azcapotzalco, Álvaro Obregón, Iztacalco, Tlalnepantla, Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Tláhuac, Coyoacán, Magdalena Con­treras, Tlalpan, Naucalpan, Xochimilco y Ecatepec.

Alcaldes del área metropolitana 2014

En el indicador de satisfacción con el desempeño de los alcaldes de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, Telésforo García de Chimalhuacán apareció personalmente también en el tercer lugar, igual que el municipio, de los 21 gobiernos delegacionales/municipales evaluados por sus gobernados. García Carreón sólo estuvo detrás de quienes fungían como jefes de­legacionales de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava y Venustiano Carranza, Juan Manuel Ballesteros; pero delante de los de Miguel Hidalgo, Víctor Hugo Romo; de Cuauhtémoc, Alejandro Fernández; de Milpa Alta, Víctor Hugo Manterola; de Nezahualcóyotl, Juan Zepeda Hernández; Azcapotzalco, Sergio Palacios; Benito Juárez, Jorge Romero Herrera; Álvaro Obregón, Leonel Luna; Iztacalco, Elizabeth Mateos; Iztapalapa, Jesús Valencia; Tlalnepantla, Pablo Basáñez García; Gustavo A. Madero, Nora Arias; Tláhuac, Angelina Méndez; Coyoacán, Mauricio Toledo; Magdalena Contreras, Leticia Quezada; de Tlalpan, Maricela Contreras; de Naucalpan, David Ricardo Sánchez Guevara; Xochimilco, Miguel Ángel Cámara y Ecatepec, Pablo Bedolla López. (Las ciudades más habitables de México 2014, Gabinete de Comunicación Estratégica, pág. 21).

2015: Mejores servicios y mejor alcalde de la zona metropolitana

En el seguimiento a la evaluación de ciudades más habitables del Gabinete de Comunicación Estratégica, la tendencia ascendente de Chimalhuacán se confirmó y, después de 15 años de cambio político en la comunidad, apareció como el municipio/delegación en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, con mejor percepción en cuanto a la calidad de los servicios públicos y también con el alcalde, Telésforo García Carreón, mejor calificado de toda la megalópolis, incluyendo en ella las 16 delegaciones políticas en que se divide la Ciudad de México.

Los reactivos calificados por los ciudadanos en materia de servicios municipales fueron prácticamente los mismos que en 2014: Recolección de Basura, Desazolve del Drenaje, Pavimentación y Bacheo, Mantenimiento de Vialidades Principales, Mantenimiento de Parques y Jardines, Atención a Fugas de Agua Potable, Control de Ambulante, Centros de Salud y Clínicas Públicas, Internet Público y Redes WiFi, Portal de Internet del Ayuntamiento, Organización de Eventos Culturales y Deportivos, Facilidad para Apertura de Negocios, Facilidad para Licencias de Construcción, Fomento al Turismo y Fomento al Deporte. En esa ocasión, dentro de la encuesta de percepción de 2015, no hubo municipio de la zona metropolitana ni delegación política de la Ciudad de México que, en promedio, obtuviera mejores calificaciones por sus servicios. Inmediatamente atrás de Chimalhuacán quedaron la delegación Venustiano Carranza y su vecino, el municipio de Nezahualcóyotl.

La calificación de los alcaldes o jefes delegaciones en 2015 tuvo un re­sultado muy similar. Con tres variables a considerar: calificación del desem­peño, control o riendas de la comunidad y rumbo del municipio (bueno o malo), Telésforo García Carreón resultó el alcalde mejor calificado por sus gobernados en ese año. Detrás de él quedaron, igual que en el índice de servicios municipales, el Jefe Delegacional en Venustiano Carranza en la Ciudad de México, y el alcalde de Nezahualcóyotl, también de la zona oriente del Estado de México.

Evaluación de 2016

En su estudio de 2016 sobre ciudades habitables, el Gabinete de Comunicación Estratégica reporta que Chimalhuacán ocupa el lugar número 51 de entre 76 comunidades en el país. Está por debajo de la mitad de la tabla. Sin embargo, no está en el fondo cuando hace 17 años era el último lugar, no de ese grupo de 76 ciudades, sino de todas las zonas urbanas del país. El cambio ha sido tal que en esta evaluación, detrás de Chimalhuacán se encuentran Villahermosa, la capital de Tabasco; Naucalpan que se supone es uno de los municipios más ricos de América Latina; Chilpancingo, capital y sede de los poderes del estado de Guerrero y Ecatepec de Morelos, un municipio que recibe en presupuesto estatal per cápita, por lo menos tres veces los recursos que recibe Chimalhuacán, además de otras 20 ciudades.

La evaluación se hizo a través de entrevistas telefónicas y se refiere a las 76 ciudades con los marcos telefónicos más actualizados del país y, por lo tanto, con mayores niveles de desarrollo. El hecho de aparecer en el lis­tado de 76 ya ubica a Chimalhuacán por encima de otras ciudades que ni siquiera cumplen los parámetros, no califican, para estar en el universo estu­diado, además de que ahora está por arriba de muchas otras ciudades y en particular supera a dos ciudades-municipio mexiquenses con condiciones presupuestales y de inversión pública y privada de auténtico privilegio: Naucalpan y Ecatepec.

La investigación está elaborada a partir de tres índices distintos de evaluación: Índice de Satisfacción con la Calidad de Vida (Incav), índice de Satisfacción con los Servicios Municipales (Isacs) e Índice de Satisfacción del Desempeño de los Alcaldes (Idealc).

Para efectos de este trabajo, la encuesta sobre ciudades habitables de gce tiene otra virtud: separa en un grupo aparte a las ciudades-municipio y delegaciones políticas que forman la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. Es decir, el trabajo es, además de un comparativo nacional entre ciudades, un comparativo entre municipios del Valle de México, lo que lo vuelve mucho más interesante porque permite evaluar gestiones de gobierno que se desarrollan en el mismo contexto, ubicadas en una misma región, con problemas iguales, similares o hasta compartidos.

Servicios municipales en la Zona Metropolitana cdmx 2016

El lugar 51 de Chimalhuacán de entre ciudades habitables de todo el país puede parecer poco para algunos, aunque no lo es. Donde el documento del Gabinete de Comunicación Estratégica sorprende una vez más, igual que las versiones anteriores, es en el resultado de la segmentación, para efectos de comparación aislada, de los municipios de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México; particularmente en las variables relativas a Satisfacción con los Servicios Municipales y la satisfacción del Desempeño de Alcaldes.

En la comparación con el resto de los municipios y delegaciones políticas del área metropolitana de la Ciudad de México, Chimalhuacán no está ni a media tabla ni en los lugares finales, sino prácticamente a la cabeza una vez más. Es el tercer municipio-ciudad con más alto índice de satisfacción con los servicios municipales de todos los que incluye este universo metropolitano. En 2016 sólo estuvo detrás de la delegación Venustiano Carranza y el municipio de Nezahualcóyotl.

Quizá parezca increíble para quienes mantienen la imagen de aquel cinturón de miseria de los años ochenta y noventa donde se asentaba el im­perio de “la Loba”, pero la población de Chimalhuacán reporta más satisfac­ción con sus servicios públicos que los habitantes de la delegación Miguel Hidalgo, el municipio de Tlalnepantla, las delegaciones Benito Juárez, Cuauhtémoc, Milpa Alta, Azcapotzalco, Cuajimalpa, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Coyoacán, Álvaro Obregón, Iztapalapa, Xochimilco, Tlalpan, Tláhuac y Magdalena Contreras, además de los municipios de Naucalpan y Ecatepec. El municipio-delegación más alto del área metropolitana en esta medición fue Venustiano Carranza en el oriente de la Ciudad de México, vecina de Chimalhuacán de hecho, con un total de 61.8 puntos. El segundo lugar lo ocupó otro vecino, Nezahualcóyotl con 61.5 puntos y Chimalhuacán obtuvo el tercer sitio con 61.2 puntos del índice.

Puede leerse como se quiera, pero el hecho es claro: la satisfacción de los ciudadanos con los servicios públicos que reciben de sus autoridades en Chimalhuacán fue, en 2016, la tercera más alta entre 21 administraciones municipales/delegacionales en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. Sólo hay una delegación política de la capital del país, Venustiano Carranza, cuyos habitantes reportaron mayor satisfacción por sus servicios públicos que la población de Chimalhuacán en 2016.

Los alcaldes del área metropolitana

La tercera gran variable del estudio de 2016 se refiere, otra vez, a la percepción sobre el desempeño de los gobernantes y en esta parte el trabajo también permite comparar no sólo nacionalmente, sino a nivel de la capital del país y su zona metropolitana.

Nuevamente el resultado favorece, inesperadamente para algunos pero es obvio que no para su población, a Chimalhuacán. Las respuestas de los entrevistados colocan a su presidenta municipal de ese periodo, Rosalba Pineda, como la segunda mejor evaluada, después únicamente de Hugo de la Rosa, alcalde de Nezahualcóyotl. En este caso en particular destaca que nin­guno de los 16 jefes delegacionales de la Ciudad de México está entre los dos municipios mexiquenses: Neza y Chimalhuacán. Detrás de ellos quedaron, por orden de calificación recibida por sus propios gobernados: Israel Moreno Rivera, de Venustiano Carranza; Miguel Ángel Salazar, de Cua­jimalpa; Xóchitl Gálvez, de Miguel Hidalgo; Ricardo Monreal de Cuauhtémoc; Claudia Sheinbaum, de Tlalpan; Dione Anguiano, de Iztapalapa; Christian Von Roerich, de Benito Juárez; Denisse Ugalde, de Tlalnepantla; Víctor Hugo Lobo, de Gustavo A. Madero; Edgar Olvera de Naucalpan; Pablo Moctezuma Barragán, de Azcapotzalco; María Antonieta Hidalgo Torres, de Álvaro Obregón; José Fernando Mercado, de Magdalena Contreras; Carlos Enrique Estrada Meraz, de Iztacalco; Rigoberto Salgado Vázquez, de Tláhuac; Indalecio Ríos Velázquez, de Ecatepec; Avelino Méndez Rangel, de Xochimilco; Valentín Maldonado Salgado, de Coyoacán y Jorge Alvarado Galicia, de Milpa Alta.

Rosalba Pineda obtuvo un total de 48.7 puntos en el Idealc del Gabinete de Comunicación Estratégica, contra 53 puntos del alcalde de Nezahualcóyotl, el mejor calificado ese año.

Si bien es cierto que en cuanto a calidad de vida se ha avanzado, hay mucho camino por recorrer en materias como la falta de oportunidades de empleo en el municipio, justo la gran motivación para lanzar el proyecto del cerao. En cuanto a la calidad de servicios públicos y el desempeño del presidente municipal, una vez más Chimalhuacán fue calificado en ese año, por sus habitantes, entre los municipios conurbados y las 16 delegaciones políticas de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, en tercero y segundo lugar respectivamente.

En la evaluación de 2016 del Gabinete de Comunicación Estratégica, con­cretamente en la parte final de la página 23 del documento, se menciona que “En 2015 Venustiano Carranza y Chimalhuacán alcanzaron buenas cali­ficaciones. En 2016 se vuelven a ubicar dentro de las mejores”. El párrafo se refiere al Índice de Satisfacción del Desempeño de Alcaldes (Idealc). Ese 2016 corresponde a la gestión de Rosalba Pineda también.

Resultados consistentes

Una aparición aislada en alguna de estas encuestas podría explicarse como casualidad o resultado de algún fenómeno de auténtico alto impacto en la vida de una comunidad, pero aislado, e incluso de alguna discordancia no identificada en la metodología, pero primero en 2011 con el apéndice “Los Municipios Mejor Evaluados”, y después a partir de 2012 ininterrumpidamente en la serie “Las Ciudades más Habitables de México”, con calificaciones crecientes y encabezando repetidamente a los gobiernos de la zona metropolitana de la Ciudad de México, no puede considerarse una casualidad ni una equivocación. Es el resultado de un trabajo consistente de gobierno en el municipio que los ciudadanos, incluso los más escépticos, han ido valorando consistentemente.

La metodología de las encuestas del gce está ampliamente probada en el mercado mexicano. Es una empresa cuya seriedad le ha ganado un lugar de respeto en la demoscopia. Los trabajos en los que aparece Chimalhuacán cada año como uno de los municipios mejor evaluados en cuanto a su gestión de gobierno son consistentes y públicos, están publicados y disponibles en su sitio web para quien quiera consultarlos. Para el autor de este trabajo tienen validez y lo que sus resultados reflejan puede sorprender a muchos, pero no a quienes han atestiguado la evolución de Chimalhuacán, menos aún a quienes conocieron el viejo municipio con sus historias de violencia y marginación.

El escepticismo es una condición natural, quizá hasta obligación de quien ejerce el oficio periodístico. Por eso, para corroborar lo que arrojan como resultado las mediciones científicas de una casa encuestadora, está la realidad en el oriente del Estado de México, para que los ojos escépticos puedan constatar la transformación de Chimalhuacán.