Tabla de Contenido

Title Page

Copyright Page

Section-Cutting A Practical Guide to the Preparation and Mounting (Spanish Edition)

CATÁLOGO

Emitido mensualmente. Precio 50 centavos por año.

LO QUE LA GENTE DICE DE NOSOTROS

CONDICIONES.

UN DÓLAR POR AÑO.

Anuncios publicitarios.

About the Publisher

CORTE DE SECCIÓN:

UNA GUÍA PRÁCTICA

AL

PREPARACIÓN Y MONTAJE DE SECCIONES PARA

EL MICROSCOPIO

PROMINENCIA ESPECIAL QUE SE DA A LA

SUJETO DE SECCIONES ANIMALES.

POR

Dr. SYLVESTER MARSH.

CON ILUSTRACIONES.

REPRIMIDO DE LA EDICIÓN DE LONDRES, CON NOTAS Y UN APÉNDICE

SOBRE LA SELECCIÓN Y CUIDADO DE CUCHILLOS DE SECCIÓN.

NUEVA YORK:

EMPRESA DE PUBLICACIÓN INDUSTRIAL.

1879.

PREFACIO.

Si echamos un vistazo a cualquiera de las numerosas revistas dedicadas total o parcialmente al tema de la microscopía, no dejaremos de sorprendernos con las numerosas consultas relacionadas con el corte de secciones, que se encuentran en sus páginas. El simple hecho de que el uso del microscopio en la actualidad se ha extendido a (y todavía se está extendiendo rápidamente entre) un gran número de estudiantes que, en muchos casos, no poseen ni el tiempo libre para dar una explicación simple de este deseo generalizado. ni los medios para remitir información a libros de texto grandes y caros. Además, si realmente consultaran tales trabajos, prácticamente no obtendrían la información que necesitan, ya que la codiciada instrucción se encuentra en esos tratados solo en una forma dispersa y fragmentaria: no hay trabajo con el que estamos trato familiar del tema de una manera detallada. Para llenar este vacío en la literatura de microscopía, la presente manualetteha sido preparado. Se hace poco reclamo de originalidad, sin embargo, el libro no es en absoluto una mera compilación, sino el resultado de una larga y extensa experiencia personal en el corte y montaje de secciones microscópicas . Cada proceso descrito se ha puesto a prueba en un ensayo real, de modo que su valor puede depender con confianza. Muchos de los pequeños puntos insistidos en las páginas siguientes, sin duda, para el microscopista practicado parecerán superfluos o incluso pueril; pero un recuerdo vívido de nuestros propios fracasos y decepciones tempranas nos asegura que son solo estos detalles minuciosos los que se encontrarán más útiles para dirigir y mantener los pasos vacilantes del tirón.

St. Helens, septiembre de 1878 .

PREFACIO A LA EDICIÓN AMERICANA.

El libro del Dr. Marsh no puede dejar de promover el estudio práctico de la histología donde se habla el idioma inglés, y en circunstancias normales los estudiantes de este país podrían haberse dejado usar la edición de Londres. Pero una lectura cuidadosa mostró que uno o dos puntos que son perfectamente claros para los lectores británicos podrían ser una fuente de dudas y dificultades para los estudiantes de este lado. En la actualidad, en este país, la histología es un estudio favorito con muchos estudiantes privados que no tienen acceso a maestros o bibliotecas grandes, y con el fin de suavizar su camino, hemos agregado la información que obviamente era deseable. Con la esperanza de que estas adiciones resulten valiosas, presentamos el libro a los lectores estadounidenses.

Nueva York, enero de 1879 .

CONTENIDO.

PARTE I.

PARTE II.

––––––––

CORTE DE SECCIÓN.

PARTE I.

1. Introducción. —Muchos de los objetos más interesantes con los que tiene que lidiar el microscopista no pueden hacer que revelen su belleza o estructura diminuta hasta que hayan sido cortados en rodajas o secciones , de tal grado de delgadez que los haga transparentes, y así permitan de su examen por luz transmitida, con objetivos de potencia variable. Desafortunadamente, sin embargo, muy pocos de los objetos de esta clase se encuentran, en su estado natural, en un estado adecuado para someterse a este método de procedimiento. Algunos son de una naturaleza tan suave y flexible que cualquier intento de cortarlos es un fracaso total, ya que en lugar de obtener una sección perfecta, no queda nada sobre el cuchillo sino una masa de pulpa difluente; otros, nuevamente, son de tal densidad que resisten la acción de cualquier instrumento de corte.

Es evidente, por lo tanto, que no se puede hacer nada con tales materiales refractarios hasta que, por sujeción a los métodos apropiados de preparación, se hayan reducido a una consistencia que los haga aptos para el corte. La forma en que esto se logrará dependerá por completo de la naturaleza física y química de la sustancia sobre la que se operará. Como los diversos objetos difieren mucho entre sí en estos aspectos, también deben variar los métodos de preparación adecuados para cada uno. Es claro, por lo tanto, que no se pueden dar instrucciones generales para alcanzar este fin que sean de valor práctico. Es posible, sin embargo, y muy conveniente, organizar los diversos objetos en grupos o clases, para el tratamiento de cada uno de los cuales son aplicables ciertas reglas generales; pero aún quedará una serie de objetos comparativamente numerosos cuyas peculiaridades individuales de estructura exigirán para ellos métodos de preparación correspondientemente especiales. Cuando se habla de tales objetos, también se notará el tratamiento particular más adecuado para cada uno.

2. Sobre el corte de tejidos vegetales no preparados. - Sin embargo, hay algunas pocas sustancias que pueden cortarse con más o menos éxito en secciones mientras están en su estado natural. Tales objetos se encuentran en el mundo vegetal en ciertos tipos de hojas y estructuras aliadas, mientras que en el reino animal están representados principalmente por los diversos órganos internos del hombre y los animales inferiores. En los libros de texto se dan instrucciones especiales para la preparación de secciones de hojas y sustancias similares. Por ejemplo, se recomienda colocar la hoja, etc., sobre un trozo de corcho fino, y con un cuchillo afilado para rasurar finas rodajas, cortando el corcho. Otro plan es colocar la hoja, etc., entre dos capas delgadas de corcho y cortar la masa. Sin embargo, ningún método es tan simple y exitoso a la vez como el proceso de incrustación en parafina . Para hacer esto, es necesario hacer un molde de papel girando una tira de papel grueso para escribir alrededor de una regla y girando el papel sobre el extremo de la regla. Este molde , cuya altura puede variar de una pulgada a una pulgada y media, ahora debe estar medio lleno con la mezcla de parafina derretida (§ 11), la hoja u otro objeto hundido en él, y mantenerse en posición con unas pinzas pequeñas hasta que la parafina se haya solidificado lo suficiente como para proporcionarle un soporte. Ahora se vierte más de la mezcla de parafina hasta que la muestra esté bien incrustada; el conjunto debe guardarse en un lugar frío durante aproximadamente una hora, cuando la masa se encuentre lo suficientemente firme como para cortarla con facilidad. Las secciones se pueden hacer con una navaja de afeitar constantemente humedecida con agua, o, si la preservación del color no es un objeto, se puede emplear alcohol metilado para este propósito. Como el tratamiento posterior de tales secciones no difiere en absoluto del requerido por aquellos cortados en el microtomo, diferiremos su consideración hasta que se haya descrito ese método de sección (§ 12).

3. Sobre el corte de tejidos animales no preparados. - Para cortar tejidos frescos de animales , se pueden seguir varios planes. Por lo tanto, si se requiere una sección de un área muy limitada, puede obtenerse cortando una pieza del tejido con un par de tijeras dobladas, que, para este propósito, están hechas de modo que las cuchillas estén curvadas en la parte plana (Carpenter ) Si esto se realiza con cuidado, se encontrará que una gran parte de la sección (particularmente en la circunferencia) así obtenida será lo suficientemente delgada para su examen. Si se desea una sección más grande, se puede intentar cortarla con un bisturí o navaja de afeitar muy afilada, cuya cuchilla durante el uso debe mantenerse inundada con agua o alcohol, lo último es preferible. También se puede recurrir al cuchillo de Valentin . Consiste en dos cuchillas largas y estrechas, paralelas entre sí, la distancia a la que las cuchillas se mantienen separadas, y que, por supuesto, determina el grosor de la sección, que se regula mediante un tornillo fino que pasa a través de ambas cuchillas. . Una cabeza fresada unida a este tornillo proporciona un medio listo para abrir o cerrar las cuchillas, a fin de llevarlas al grado de aproximación deseado. El método de usar el cuchillo es muy simple. Después de "separar" las cuchillas a la distancia deseada por medio de la cabeza fresada, el tejido a cortar se mantiene en la mano izquierda sumergido en un recipiente con agua. El cuchillo es ahora de manera constante y con un movimiento rápido dibujado a través del tejido, teniendo cuidado de que el corte se hace en una tal manera que las hojas se mueven desde el talón a punto. Al separar levemente las cuchillas y sacudirlas suavemente en el agua, la sección de inmediato se desacopla. Después del uso, las cuchillas deben secarse completamente, cuando pueden untarse con un poco de aceite que no se oxida fácilmente. Para este propósito, un aceite muy adecuado es el conocido como "Rangoon". ^[1]Aunque se ha considerado aconsejable describir brevemente los métodos anteriores para cortar tejidos no endurecidos, se encontrará que para los propósitos de las secciones de estudiantes microscópicos ordinarios así obtenidos son de muy poco valor. Siempre son de dimensiones muy limitadas, rara vez de espesor uniforme, y a menudo tan extremadamente friables que hacen que sea muy difícil y con frecuencia imposible someterlos con seguridad a un tratamiento adicional que sea necesario para montarlos como objetos permanentes. Sin embargo, este método de corte de secciones no carece de usos, ya que, por sus medios, el médico cuenta con un método simple y listo para investigar aproximadamente la estructura de los tejidos mórbidos, mientras que para el estudiante en general proporciona un medio fácil de haciendo un examen superficial de ciertas sustancias, para que pueda determinar si vale la pena someterlas a algunos de los diversos procesos de endurecimiento que se describen a continuación.

1 . No hay té.

4. Preparación de tejidos vegetales. - Pasemos ahora a una breve consideración de los métodos generalmente adoptados para preparar los diversos objetos para una sección fácil. En el caso de los tejidos vegetales , no solo encontramos, por regla general, su textura de densidad demasiado grande para cortarla fácilmente en su condición natural, sino que también contienen mucha materia resinosa y almidonada, de la cual es altamente deseable eliminar. Para hacer esto, primero cortamos la sustancia (por ejemplo, un tallo o raíz) en trozos pequeños, que deben colocarse en agua durante tres o cuatro días, momento en el cual todas las materias gomosas solubles habrán desaparecido. Las piezas ahora se transfieren a una botella de cuello ancho, que contiene alcohol metilado , ^[2]que, en el transcurso de unos días, disolverá toda la resina, etc. Estos procesos reducen a muchos tipos de tejido leñoso. condición de ajuste para corte inmediato; otros, sin embargo, son tan difíciles que hacen que sea necesario darles otro remojo durante algunas horas en agua, para que tengan un grado de suavidad suficiente para cortar fácilmente. Si la madera (como ocurrirá en algunos casos refractarios) sigue siendo demasiado dura para la sección, una breve inmersión en agua tibia o, si es necesario, en agua hirviendo, no fallará efectivamente para ablandarla. El tratamiento de los miembros de la división vegetal que requieran métodos peculiares se encontrará descrito en páginas futuras.

2 . Nota B.

5. Preparación de tejidos animales. - Los tejidos animales difieren mucho entre sí, tanto en consistencia como en composición química, así como en su grado de dureza natural, que no se pueden dar reglas generales que sean aplicables a la preparación de toda la clase. Los que tienen un grado considerable de dureza, como cuernos y estructuras afines, deben tratarse de la misma manera que las variedades más densas de madera, a saber, por inmersión más o menos prolongada en agua: fría, caliente o hirviendo. Los que son de extrema dureza, como los huesos y los dientes, solo se pueden cortar siguiendo ciertos métodos especiales, cuyos detalles completos se encontrarán en la Segunda Parte de este trabajo (§ 26). Muchos, y de hecho la gran mayoría de los tejidos animales, ofrecen un contraste directo en el punto de dureza a los que acabamos de considerar. Todos los órganos internos del cuerpo son, cuando están recién retirados, de una naturaleza demasiado blanda para permitir, cuando no están preparados, un corte fácil o perfecto. Es sobre llevarlos a ese grado crítico de dureza, que a menudo es tan difícil de lograr, que depende el secreto principal del corte de sección exitoso; a menos que el proceso de endurecimiento se haya llevado hasta un punto dado, que no varía más allá de él, que varía con los diferentes tejidos, el operador, por diestro que sea, no podrá obtener secciones satisfactorias. Porque, si el endurecimiento no ha alcanzado este punto crítico, él está, en cierta medida, en la misma posición que si estuviera tratando con tejidos no endurecidos; mientras que, si se ha excedido este punto, el tejido se habrá vuelto tan frágil como para desmoronarse ante el cuchillo. Con el fin de endurecer los tejidos animales, el estudiante tiene a su disposición dos agentes principales, a saber, el alcohol y el ácido crómico, cada uno de los cuales posee sus propias ventajas, pero el uso de cada uno de ellos también tiene sus propios inconvenientes. Por lo tanto, por el uso de alcohol, existe un riesgo mucho menor de sobrecargar la muestra que si se hubiera empleado ácido crómico. Sin embargo, el alcohol, aunque es un agente de capitalización en algunos casos, no responde tan bien en muchos otros. El ácido crómico es, por lo tanto, preferido para uso general. Sin embargo, es un agente muy delicado para manejar, ya que a menos que se tenga el mayor cuidado, es muy probable que sobrecargue los tejidos sometidos a su acción, y cuando esto sucede, la muestra se vuelve completamente inútil para cortar, ya que no hay medios conocidos de eliminando la fragilidad extrema que ha adquirido. Al tomar las precauciones que se deben dar ahora, generalmente se puede evitar esta sobrecarga . Endurezcamos una porción de algo de vísceras, por ejemplo, el riñón. Supongamos que cortamos del órgano cinco o seis piezas pequeñas (de media a tres cuartos de pulgada cuadradas, no más grandes ). Estos deben colocarse en una mezcla de partes iguales de alcohol metilado y agua durante tres días, al final de ese período pueden transferirse a una solución de ácido crómico, hecha disolviendo veinte granos del ácido puro en dieciséis onzas de agua destilada. agua. La solución debe mantenerse en una botella de cuello ancho provista de un tapón de vidrio. Al vencimiento de siete días, vierta la solución y reemplácela por fresca. Al final de otra semana, examine cuidadosamente los tejidos sumergidos y, con una cuchilla afilada, vea si han adquirido el grado de dureza necesario para permitir que se forme una sección de delgadez moderadaforma segura