Agradecimientos

En primer lugar, deseo agradecer a Editorial Forja por haberse interesado en este proyecto y muy especialmente a María Eugenia Lorenzini, quien tuvo la paciencia y la dedicación para que este libro viera la luz.

Luego a Vivian que en forma callada soportó mis largas horas frente al computador, siendo una acompañante silenciosa de mi quehacer.

Por último, a los oficiales de la biblioteca del Congreso de Estados Unidos, los que amablemente me orientaron para obtener antecedentes sobre la producción inglesa de carbón, la propiedad de las empresas y las condiciones de los mineros a comienzos del siglo XX, elementos todos sin los cuales la narración habría tenido un vacío sustantivo.”