UNA MIRADA
AL LIBRO ELECTRÓNICO

ISABEL GALINA RUSSELL
ERNESTO PRIANI SAISÓ

Universidad Nacional Autónoma de México
México 2019

Introducción

Los cambios en las cosas que ocupamos en la vida cotidiana pasan inadvertidos la mayoría de las veces porque, en el fondo, no logramos apreciar las pequeñas diferencias que constituyen, a la larga, las grandes transformaciones. Pasa, en cierta forma, como cuando frecuentamos a una persona con cierta regularidad. Difícilmente cada día somos capaces de apreciar las diferencias. Es sólo cuando pasa un tiempo sin verla que, de golpe, constatamos cuánto ha cambiado.

En nuestros días, el libro, un muy antiguo amigo nuestro, ha comenzado un lento y progresivo cambio. A la hora de escribir estas líneas sobre el teclado de una computadora personal, acaban de cumplirse siete decenios de que un estudioso de Tomás de Aquino se propusiera procesar textos para obtener las concordancias de toda la obra del santo; casi medio siglo desde que, en el marco del Proyecto Gutenberg, se comienzan a transcribir por primera vez textos literarios a una computadora con la intención de archivarlos y compartirlos; treinta años de la llegada de la computadora personal; trece del Librié de Sony, primer sistema en utilizar tinta electrónica, y una década de la comercialización de Kindle, que es el punto de inflexión a partir del cual comienza la comercialización exitosa de los libros electrónicos.

En menos de lo que dura una vida humana, ese amigo nuestro que es el libro se ha transformado radicalmente sin apenas darnos cuenta. Lo más inquietante es que continúa haciéndolo de una forma vertiginosa. En menos de una década, algunos han pasado de guardar libros sobre una estantería y agobiarse por la falta de espacio a respaldar archivos y agobiarse por la insuficiencia de memoria, además de otros problemas relativos al manejo de los ePubs.

Quizá por nuestra cercanía con el libro —y porque siempre es difícil aceptar que los amigos ya no son los mismos— tendemos a ver la aparición del libro electrónico como un cambio de soporte. A fin de cuentas, el texto ha viajado, con el paso de los siglos, de las tablillas al papiro, al manuscrito, al libro, “siendo el mismo”. Pero olvidamos que cada uno de esos “pequeños” saltos del texto de un soporte a otro ha significado todas las veces una revolución en cuanto a la producción, circulación y comercialización de las obras escritas y, en consecuencia, del conocimiento y del saber. Parece sólo una migración, pero inequívocamente es una metamorfosis.

En la actualidad, alrededor del libro electrónico pasan muchas cosas. Hay una discusión abierta, amplia y compleja, acerca del manejo de los derechos de autor: sobre quién es, en realidad, el propietario del libro una vez que ha sido comprado, puesto que algunos servicios pueden borrar lo adquirido del sistema de los dispositivos de lectura. La venta de ebooks ha mostrado no dar pleno poder al consumidor sobre lo que compra, sino a quien lo distribuye. Hay también una polémica sobre el tipo de impuestos que se deben aplicar o no a estos libros electrónicos, que algunos consideran más bien software. La figura del autor, del editor, del formador, ya comienza a cambiar, poco, porque aún parecen los mismos, pero ya no son iguales. Y hay, por supuesto, un debate sobre qué es el libro electrónico y en qué medida podrá o no transformar una tradición editorial de más de quinientos años.

Con este libro nos propusimos intervenir en varias de dichas discusiones. Si bien damos algunas pistas sobre cómo está formado un archivo ePub, que es el formato más popular, no buscamos hacer una introducción en el tema de los aspectos más técnicos de la elaboración de libros electrónicos. Nuestro interés es conceptual. Queremos saber qué está pasando con el libro en un sentido amplio. Qué son las cosas que han cambiado; cómo, a partir de qué principios o antecedentes históricos, se han ido modificando; cómo se perfilan hacia el futuro; qué discusiones están abiertas y hacia dónde apuntan.

Sabemos que escribimos sobre un fenómeno que cada día trae novedades en casi todos sus aspectos —técnicos, sociales— y que, por lo mismo, corremos el riesgo de que algo de lo dicho aquí ya no sea vigente en apenas unos cuantos meses. Creemos, sin embargo, que un alto en el camino para contemplar el horizonte siempre es oportuno y conveniente. ¿Cuánto alcanzamos a ver de la ruta que estamos siguiendo? ¿Qué tanto estamos seguros de que ése es el camino correcto? ¿Cuántos extravíos podemos todavía evitar? No hay que olvidar que, ya sea como creadores, productores o consumidores de libros, lo que ocurre nos concierne y, en esa medida, somos agentes del cambio. Estos textos están escritos precisamente para eso: para ofrecer un panorama de lo que sucede en el ámbito del libro electrónico. Nuestro propósito es partir de una breve discusión sobre cómo definir el libro en estos tiempos de transformación y lo que es un libro electrónico. Pensamos que es necesario reparar en algo en apariencia tan obvio y simple como definir el libro, porque en realidad no lo es de ningún modo. En el fondo, no está cambiando sólo el objeto que solíamos tener entre las manos, sino la idea que teníamos de él. Esta modificación conceptual es tan radical e importante como la otra, pues implica ampliar posibilidades y sentidos alrededor de lo que llamamos libros.

Es imposible avanzar si no hacemos algo de historia. Así, recorreremos la compleja historia del libro electrónico. Es fundamental recordar lo que ha tenido que pasar para llegar hasta el momento en que el libro dio un salto —al parecer definitivo— al formato electrónico. En particular, qué cosas tuvieron que concurrir alrededor de 2007 para que el libro electrónico comenzara a ser un producto popular. En mucho, la historia permite identificar elementos puntuales que están en la base de todo lo que acontece en nuestros días con el libro; desde el deseo de procesarlo a la decisión de digitalizarlo, de los intentos de hacer el libro electrónico en sistemas propietarios y el triunfo relativo de los formatos abiertos, hasta el paso decisivo de usar, para leer, máquinas hechas para contar.

Pero el interés principal de este libro se centra en qué cosas pasan en la actualidad alrededor del libro electrónico; qué modelos de producción, creación y distribución ha cuestionado; qué novedades ha introducido en el mundo editorial, y qué reacciones ha provocado. Cuáles, pues, son las aguas en las que el libro electrónico navega en el presente.

Clasificamos las principales cuestiones que se plantean en torno al libro electrónico en cuatro grandes ámbitos: 1) los derechos de autor, 2) los modelos de distribución y comercialización, 3) las nuevas formas de producción de libros y 4) la transformación de los agentes, sobre todo el autor y el editor. En ellas procuramos dar un panorama de los problemas y las controversias que emergen día con día en cada uno de estos campos. Al mismo tiempo, damos cuenta de las novedades que han aparecido, desde los servicios para la lectura de libros electrónicos, hasta los sistemas de edición de la fan fiction, que hoy marcan la discusión sobre el libro electrónico. Puesto que la visión es panorámica, no nos detenemos en ellos más que lo suficiente para mostrar lo que son, qué aspecto de la lectura, la producción o la comercialización del libro están modificando, y qué tipo de problemas o cuestiones están haciendo aparecer.

El capitulado cierra con una reflexión prospectiva. ¿Cómo será el libro en el futuro? Hacemos frente ahí a las especulaciones y las ideas que hoy circulan sobre cuál será el devenir del libro. Damos cobijo tanto a las ideas más exageradas, que terminan por casi fundirlo con los videojuegos, como a las más prudentes, que ven en el futuro una transformación cultural pero no un abandono de la palabra escrita. Nos detenemos, ahí también, en algunas proyecciones sobre el momento en que el libro electrónico sustituirá al de papel. Entrados en el terreno de la especulación, jugamos con algunas de las opciones que el texto digital y el libro electrónico permiten y revelan: datos sobre hábitos de lectura y de los lectores, y la forma en que podrán determinar el futuro de la escritura.

Estos textos se proponen mostrar el asombro ante todo lo que ocurre alrededor del libro electrónico. Se proponen ser, al mismo tiempo, un retrato de una revolución, así como de las dudas y suspicacias que ésta genera todavía.