cesar herce

adrian rodriguez

A Isabel, mi esposa, que ha conseguido transformar mis inviernos en eternas primaveras, y a Bruno, mi hijo, que es-pero que se convierta en el diamante que que puede llegar a ser.

C. H.

Año 1978.

Somos polvo

de estrellas.

Partículas de materia

celestial, llevadas por la casualidad y el capricho hasta

el vientre de la madre Gaia. Que

nos acogió en su seno como

vástagos propios.

... Habéis

nacido para cambiarlo todo,

niños índigo.

Somos primogénitos de

un universo que sigue conectado a nosotros como un padre primordial. Nos observa. Nos influye y nos habla, mediante un lenguaje que solo unos pocos podemos escuchar.

Vosotros, como

yo misma, somos la voz

de ese Universo...

... Y vuestras capacidadeS

son un presente de ese cosmos inabarcable que nos dice que podemos aspirar a algo más. Ser más que simples seres humanos.

Estáis aquí para

cambiar el rumbo de la

humanidad. Dirigirla en una

evolución espiritual

libre de cargas...

Vuestra aura

azulada os representa

como los avatares

del cambio…

Puesto que

cada uno representa una peculiaridad que os define

y une en un todo.

... y no es

casualidad que

hayáis forjado lazos

de amistad entre

vosotros cuatro.

El Índigo humanista. Jackson. Paradigma de la diplomacia y la dialéctica tan necesaria entre

los hombres.

La índigo interdimensional. Nathaly. Capaz de ver el universo en su entera complejidad. Consciente de lo

visible e invisible.

El artista. Charles.

Dotado con el don de la creatividad absoluta en todas las facetas

que de esta quieras experimentar.

Y el índigo

conceptual. Matthew.

El arquitecto del mañana. Planificador, constructor de ideas y resolutor de problemas.

Sois el futuro de la humanidad, pequeños. Sois nuestra esperanza.

Deben ser vuestros padres, que vienen ya a recogeros.

Aún es pronto, pero

no puedo culparles por

querer pasar tiempo con vosotros.

Me siento agradecida de que me permitan estudiar vuestras facultades, aunque sea por tan breve tiempo.

¿Nat?

¿Te

encuentras bien?

¿Qué?

Son hombres malos.

¿Los que

han llamado a la puerta? ¿Hombres malos?

Ann está hoy especialmente… inspirada.

Yo no entiendo ni la mitad de lo que dice. Me aburro. ¿Tú que dices, Nat?

No son nuestros padres.

Sí. Siniestros.

Oscuros. Nada que haya visto antes. Vienen a por nosotros... y sus intenciones no son buenas.

No deberíamos quedarnos aquí…

¿Ann

Tape?

¿Sí?

FBI.

Hemos recibido

una denuncia por extrañas actividades relacionadas con niños en este domicilio. ¿Podemos pasar?

A-adelante… no tengo nada que ocultar.

Mis actividades

y estudios sobre auras y energías son bien conocidas en

la comunidad.

Mi consulta está abierta a todo tipo de personas, incluido niños especiales…

Soy parapsicóloga y sinestésica.

¿Especiales?

Sí, Niños con facultades y capacidades que se escapan a los registros habituales.

Casualmente ahora tenía una clase con…

¿Y los niños?

¿Alguien me

puede decir por qué huimos? ¡Si nuestros padres se enteran de esto, no les va

a gustar!

Esos hombres son… no lo que son. Sus mentes están llenas de suciedad, oscuridad

y pesadillas.

Como la de todos los adultos, Nat.

No seas estúpido, Matthew.

Ya conoces las capacidades de

Nathaly. Si ella dice que esos

hombres suponen un peligro,

ha de ser cierto.