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El arqueólogo alemán Max Uhle (1856-1944) se doctoró en lingüística en la Universidad de Leipzig con una tesis sobre la gramática del chino clásico. Posteriormente trabajó como asistente de los directores de los museos de etnología de Dresden y de Berlín, y por esos años surgió su interés en Sudamérica. En 1892 viajó a Argentina, donde empezó a estudiar las fronteras del Imperio inca, y luego pasó a Bolivia y Perú, donde realizó excavaciones en la costa y la sierra, entre las que destacan las de Pachacamac, donde aplicó por primera vez el método estratigráfico, y Moche. Uhle fue el primero en establecer una cronología del Perú antiguo y ha sido llamado el padre de la arqueología científica peruana.

Peter Kaulicke es doctor en Americanística por la Universidad de Bonn, Alemania, y desde 1982, profesor de la Especialidad de Arqueología de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es fundador de esta especialidad y del Boletín de Arqueología que dirigió entre 1996 y 2013; asimismo es autor de varios libros como Memoria y Muerte en el Perú Antiguo (2000) y Cronología del Formativo (2010), así como editor de dos libros sobre Max Uhle (1998 y 2010). Es miembro del Instituto Arqueológico Alemán y del Institute of Andean Research (Berkeley), entre otros. Su campo de investigación se concentra en las sociedades tempranas (Arcaico y Formativo), en enfoques interdisciplinarios y comparativos así como en la historia de la arqueología en el Perú.

Doris Kurella estudió Americanística y Etnología en Tübingen y Berlín, y obtuvo su doctorado en la Universidad Libre de Berlín en 1993 con una tesis sobre las culturas prehispánicas de Colombia. Desde 1997 dirige la sección de América Latina en el Museo Linden de Stuttgart. Entre sus publicaciones figuran Kulturen und Bauwerke des Alten Perus (2008) e Inka-Könige der Anden (ed.) (2013). Sus intereses principales son el estudio de las colecciones de su museo y los mapuche de Chile Austral.

Max Uhle

Las ruinas de Moche

Peter Kaulicke

(Introducción, traducción y edición)

Las ruinas de Moche

Max Uhle

© Peter Kaulicke, editor

De esta edición:

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ISBN: 978-612-4146-97-8

Prólogo

La gestación de este libro ha sido inusitadamente larga. Uhle terminó el manuscrito escrito en alemán en 1903, el mismo año de la publicación de su magnum opus Pachacamac (1903)1 que le valió el reconocimiento internacional como fundador de la arqueología científica del Perú. Este iba a ser publicado en versión inglesa en la Universidad de Berkeley, pero, por razones no del todo aclaradas, Uhle decidió quedarse con el manuscrito y llevárselo de regreso al Perú junto con otros seis informes. Lo acompañó también a los otros países latinoamericanos donde vivió y trabajó hasta que lo dejara al fin en el Instituto Iberoamericano de Berlín, treinta años después de haberlo escrito. En reiteradas ocasiones, Uhle volvió a ocuparse de este manuscrito con la intención de perfeccionarlo pero sin lograr su publicación. De este modo, toda la documentación de sus trabajos en las ruinas de Moche entre 1899 y 1900 quedó separada en dos partes: una de ellas con toda la colección de sus hallazgos, el catálogo, notas, etcétera, en la Universidad de Berkeley, donde se mantiene hasta hoy; y otra con el manuscrito referido junto con otros igualmente inéditos, libretas de campo, fotos, entre otros, que componen el Legado Uhle en el Instituto Iberoamericano de Berlín. Esta situación llevó a presentaciones parciales y discusiones basadas en su colección y documentación incompleta de Uhle publicadas por arqueólogos norteamericanos en desconocimiento del manuscrito en cuestión que se mantuvo inédito pese a esfuerzos de Kutscher entre 1944 y 1946, poco después de la muerte de Uhle, y quizá otros posteriores.

Los pocos trabajos sobre el tema, resumidos y publicados por el propio Uhle, y sobre todo, su material, en forma de contextos funerarios y no funerarios correctamente registrados por separado —un procedimiento rutinario en la actualidad pero desconocido en el Perú de su tiempo— vislumbraron la alta importancia de este proyecto de Moche para la comprensión del pasado prehispánico del Perú. Lamentablemente, estos contextos no se han presentado aún en forma completa, pero han contribuido de forma decisiva para la consolidación de la cronología de lo que ahora se conoce como moche o mochica, de toda la historia prehispánica de Trujillo y, en extensión, de la del Perú antiguo.

Uno de los mayores problemas de las publicaciones resumidas de Uhle y del trabajo que se presenta en esta ocasión fue su preferencia por escribir y publicar en su idioma natal, que dificulta hoy más que en su tiempo la comprensión por parte de colegas y del público interesado. Esto vale, en este contexto, sobre todo para su artículo de 1913, publicado en una revista francesa (Uhle, 1913), que es un resumen escueto del manuscrito de 1903. Una deficiente traducción al castellano de 1915 fue traducida de nuevo en 1998, como parte de la publicación de un evento organizado por el suscrito en homenaje a los 50 años de la muerte de Uhle en 1994 (Kaulicke, 1998b) junto con otros trabajos del homenajeado. En 1990, durante una visita al Instituto Iberoamericano de Berlín, mi amigo, el doctor Peter Masson me planteó la necesidad de que alguien se ocupara de este manuscrito, y en 2000 obtuve una beca del DAAD (Servicio Alemán de Servicio Académico) para trabajar con el material del Legado Uhle en el Instituto Iberoamericano, en particular, el referente a Moche. Gracias al apoyo del doctor Gregor Wolff obtuve copias de las tres versiones del manuscrito de Uhle ya que tenía la intención de traducirlo. En 2006, con motivo de los 150 años del nacimiento de Uhle, organicé, junto con colegas del Instituto Iberoamericano y del Museo de Etnología de Berlín, otro evento en el que destacados especialistas se dedicaron a discutir acerca de la vigencia de sus aportes (Kaulicke y otros, 2010). Entre ellos contamos con la presencia del doctor Santiago Uceda, director del Proyecto Huacas del Sol y de la Luna, y del doctor Claude Chauchat, director del Programa Internacional Moche Perú-Francia. Chauchat, en particular, se interesó en los trabajos de Uhle en la Huaca de la Luna ya que su proyecto se realizó cerca del lugar donde estos se habían llevado a cabo. En 2010 me propuso tratar de obtener acceso al material inédito y traducir el manuscrito referido dentro de un convenio cultural entre Francia y Alemania, por lo que se contactó con la Embajada de Francia en el Perú. Finalmente, gracias al interés del doctor Jean-Joinville Vacher, en ese entonces consejero de Cooperación para los Países Andinos de la Embajada de Francia, se obtuvo la financiación para la traducción del informe. Vacher contactó también al consejero de Cultura de Alemania, el señor Alexander Fierley, quien también se comprometió a apoyar este proyecto de publicación. De esta manera, contamos ahora, después de 110 años, con un trabajo fundamental del fundador de la arqueología peruana, que se mantuvo prácticamente inasequible para el mundo científico. Al mismo tiempo, este es fruto de una cooperación cultural entre Alemania, Francia y el Perú, y coincide con la celebración del 50 aniversario del Tratado de Amistad Germano-Francés, firmado en el Palacio del Eliseo en 1963.

Como se verá, este texto es mucho más que un informe con sus más de 300 páginas en versión original, con 136 dibujos de texto que incluyen objetos arqueológicos, planos y perfiles y 22 láminas con planos, fotos de arquitectura y más de 300 objetos excavados. Con el fin de esclarecer el origen, la relevancia y la vigencia de este trabajo, se ha elaborado un texto de introducción que presenta las actividades y enfoques de Uhle desde su proyecto en Pachacamac hasta sus investigaciones en Chan Chan y Moche a la luz de documentos en Berkeley y en Berlín así como las pocas publicaciones en Estados Unidos y el Perú. Queda evidente que el trabajo Las ruinas de Moche es de enorme relevancia, pues presenta una historia prehispánica completa de la zona de Trujillo, prácticamente ex nihilo, solamente a partir de sus investigaciones en la Huaca del Sol, la Huaca de la Luna, los cementerios en o al pie de ellas y en otros lugares de la planicie, en la ciudad de la planicie y en la cima del Cerro Blanco fuera de Chan Chan. Este enorme logro se basa en múltiples comparaciones sistemáticas de la arquitectura y de los objetos de contextos asociados. En ello son sustanciales las innumerables comparaciones con Pachacamac que corroboran los resultados obtenidos en años anteriores en este sitio tanto por rasgos compartidos como por otros locales o regionales. Desde esta perspectiva, no queda duda de que Las ruinas de Moche se ubica al mismo nivel de relevancia que su obra Pachacamac. Uhle fue muy consciente de ello y consideró que ambas secuencias formaban la columna vertebral de la historia prehispánica del Perú. El hecho de no haber publicado esta monografía atrasó la investigación por mucho más que los diez años que calculó Rowe, quien desconocía este trabajo (Rowe, 1956, p. 15)2. Los ya referidos análisis posteriores de su material excavado, en particular de sus espectaculares contextos funerarios al pie de la Huaca de la Luna, tampoco reemplazan la validez de sus observaciones ya que los primeros carecen de un tratamiento completo y sistemático al enfocar solo la cerámica más «representativa». Este enfoque en la cerámica es comprensible debido a su gran atracción estética, pero es solo parcial, pues deja de lado valiosa información de diferente índole también fuera de lo estrictamente cronológico. Pese a ello, esta apreciación prioritaria de la cerámica sigue siendo la base de reflexiones cronológicas, en particular en lo que se refiere a la cerámica moche o mochica. Como se desprende de la lectura del trabajo de Uhle, él siempre trató de presentar su material en conjunto con sus observaciones e hipótesis de un modo inclusivo al considerar tanto aspectos formales como técnicos, funcionales como transcendentales y rituales usando fuera de las comparaciones materiales otras como analogías etnográficas y etnohistóricas.

Es en este sentido que su valor no ha disminuido, tampoco en la actualidad cuando podría pensarse que su aporte resulta desfasado frente al enorme cúmulo de datos de los trabajos de Uceda y colaboradores en este mismo complejo de las «ruinas de Moche» de Uhle desde el inicio de la década de 1990. En primer lugar, todos sus resultados referentes a la cronología se han confirmado con este proyecto reciente, pero también otros como el postulado de una ciudad con talleres especializados entre las huacas. Otros más merecerían la atención más allá de un interés menos enfocado en la cultura y la sociedad moche, el Periodo F de Uhle.

Estas reflexiones y otras destinadas a facilitar la comprensión del libro de Uhle y a vincularlo con el estado actual de la arqueología de Trujillo y del Perú Antiguo en general, se encuentran en la introducción que lleva el título «Las ruinas de Moche. Origen, relevancia y vigencia».

Se ha optado por incluir otro trabajo que está indirectamente vinculado con Uhle, pero evidentemente forma parte de la temática por tratarse de un contexto funerario excepcional de la Huaca de la Luna. Se encontró por medio de un saqueo en forma de túneles perforados en la huaca poco después de la estadía de Uhle durante el cual se topó con una cámara debajo de la arquitectura monumental. Esta contenía un asombroso conjunto de objetos de metal, concha y cerámica. En el Instituto Iberoamericano se guardan dos cartas y dos fotos del responsable de este saqueo que especifican el inventario. Cuatro de estas piezas de metal se encuentran en el Linden-Museum Stuttgart de Alemania. En un estudio del suscrito con el apoyo de la doctora Doris Kurella del Linden-Museum se presenta este contexto por primera vez, que confirma ser probablemente el más temprano de contextos de élite moche al lado de otros más simples del mismo complejo que datan de un tiempo previo a o muy al inicio de la construcción de las dos huacas de Moche. Evidentemente se trata de un «efecto posterior» de los trabajos de Uhle en el sitio que, pese a lo cuestionable de su obtención, representa un aporte sumamente importante que confirma además lo postulado por Uhle que todo este complejo monumental corresponde al periodo Moche aún en sus inicios.

Queda por agradecer a las muchas personas que, de una manera u otra, han contribuido al logro de esta publicación. No es tarea fácil por su gestación tan prolongada y los vínculos múltiples que abarcan tanto Europa (Alemania y Francia) como Estados Unidos y el Perú, por lo que conviene usar un «enfoque cronológico», apropiado en el caso de Uhle.

Desarrollé mi interés en Uhle ya en mis tiempos de estudio en Bonn, pero lo enfoqué más como investigador asociado del Instituto Arqueológico Alemán (1980-1982). Gracias al apoyo del profesor Hermann Müller-Karpe pude viajar a Berlín en 1981, analizar colecciones del Museo de Etnología de Berlín y entrar en contacto con colegas de este museo, del Instituto Iberoamericano (IAI) y del Instituto Latinoamericano de la Universidad Libre de Berlín (LAI, FU), que culminó en la publicación de un estudio sobre contextos funerarios de Ancón al que Uhle también había aportado (Kaulicke, 1983, 1997). Estoy muy agradecido al recientemente fallecido profesor Hermann Müller-Karpe (KAVA, DAI), al profesor Jürgen Golte (LAI, FU), al profesor Dietrich Briesemeister (IAI) y a muchos otros que me acogieron en este tiempo, algunos ya desaparecidos como el doctor Dieter Eisleb del Museo de Etnología de Berlín.

Ya en el Perú, como profesor de la Especialidad de Arqueología de la Pontificia Universidad Católica del Perú, reanudé los contactos con Berlín gracias a una invitación de la doctora Anne-Marie Hocquenghem, quien organizó una mesa redonda sobre Piura en 1990. Ahí volví a entrar en contacto con Peter Masson, un antiguo amigo y compañero de estudios de Bonn quien trabajó en el Instituto Iberoamericano. Mi interés en el material del Legado Uhle de este instituto se debe básicamente a él ya que me animó a estudiarlo a fondo, al convencerme de la relevancia de esta tarea. Además me mostró material de otro legado, el de Eduard Seler, que llevó a la publicación del estudio referido en la presente publicación. Al doctor Gregor Wolff, a cargo de los legados del Instituto Iberoamericano le debo un agradecimiento muy especial ya que logró un convenio entre la PUCP y IAI así como una beca del DAAD en 2000 cuando me acogió en el instituto y me facilitó el acceso al material de Uhle. Luego me envió copias de este material a Lima y el y su equipo también me proporcionaron versiones escaneadas de los dibujos y láminas originales del manuscrito de modo que sin su ayuda a través de muchos años esta publicación no hubiera sido posible. También he podido contar siempre con el apoyo de la doctora Manuela Fischer del Museo Etnológico de Berlín. Ella consiguió la mayoría de los fondos para la realización del evento «Max Uhle (1856-1944). Simposio Internacional Evaluaciones de sus investigaciones y obras», fue una de los organizadores con Wolff, Masson y el suscrito en 2006 y coeditora de la publicación (Kaulicke y otros, 2010).

En varias ocasiones recibí la ayuda de la Embajada de Alemania en el Perú en varias ocasiones, en forma de apoyo económico y participación de eventos como el de 1994 («Max Uhle y el Perú antiguo. Coloquio en conmemoración de los 50 años de su muerte») en persona del consejero cultural Alfred Grannas; en 2006 en persona del embajador doctor Roland Kliesow, quien consiguió fondos del DAAD y mostró un interés especial en el evento referido; y para esta publicación, el señor Alexander Fierley y su sucesora, la señora Elena Simms, consejeros culturales de la embajada; la señora Simms pudo conseguir aportes económicos para la concreción de este proyecto editorial.

También debo mis agradecimientos a la doctora Doris Kurella quien durante varios años me facilitó el acceso a las colecciones del Linden-Museum en Stuttgart, en particular la de Sutorius y proporcionó datos sobre este coleccionista que llevó a la publicación del trabajo de la presente publicación.

En los Estados Unidos pude contar con la constante ayuda y el vivo interés del doctor Jean-Pierre Protzen, excelente conocedor del material de Uhle en el Phoebe Hearst Museum de la Universidad de Berkeley y de Berlín, y autor de varios trabajos relacionados con Uhle. Él me facilitó el acceso al material de Moche de Uhle junto con la doctora Christine Hastorf. La doctora Pat Knobloch me proporcionó datos de Uhle tanto de Berkeley como de Filadelfia; el doctor Clark Erickson me consiguió datos sobre Uhle y Pachacamac y me mostró parte de las colecciones del museo de 2012; y el doctor John H. Rowe me facilitó la bibliografía de Uhle para el libro de 1998.

De Francia tengo que mencionar, en primer lugar, al doctor Jean-Joinville Vacher que fue director del Instituto Francés de Estudios Andinos (IFEA) (1999-2003) y luego volvió como consejero de la Embajada de Francia. Me apoyó económicamente en varios eventos que organicé en la PUCP, y de modo especial y decidido, en el proyecto de la publicación de este libro. Su interés en el tema se debe al gran interés de los franceses en el proyecto dirigido por el doctor Santiago Uceda y la participación de una serie de investigadores del IFEA que han colaborado en esta empresa. Pero, en particular el doctor Claude Chauchat ha aportado decisivamente a la continuación de los trabajos de Uhle en el sitio, financiado por el gobierno francés. Como ya se señaló, fue él quien motivó la fase final de esta publicación por iniciar los contactos con la Embajada de Francia en persona de la embajadora, la señora Cécile Pozzo di Borgo quien mostró gran interés. De este modo, el doctor Chauchat se percató del potencial bilateral francés-alemán que fue retomado por el doctor Vacher y ampliado al contexto de las celebraciones del 50 aniversario del Tratado del Eliseo. El apoyo del último en la financiación de la traducción fue esencial para la publicación. También debo mi agradecimiento al doctor Georges Pratlong, quien me facilitó publicaciones de Uhle para preparar el evento de 1994.

Del lado peruano es, esencialmente, la PUCP la que me ha apoyado en mis publicaciones relacionadas con Uhle desde 1997. El señor Rafael Valdez, exestudiante mío, hizo una traducción de mi libro sobre contextos funerarios de Ancón (véase arriba) y también se encargó de la diagramación del texto. Luego tradujo varios artículos de Uhle al castellano, entre ellos el de 1913 sobre Moche, y se encargó también de los trabajos de diagramación y edición (Kaulicke, 1998b). Finalmente diagramó el libro de 2010 (Kaulicke y otros). De este modo su apoyo durante tantos años ha sido fundamental en el avance de mis estudios sobre Uhle. Los jefes del Departamento de Humanidades del turno (doctor José Agustín de la Puente, R.P. Jeffrey Klaiber, doctora Pepi Patrón, y doctor Miguel Giusti) apoyaron tanto los eventos señalados como las publicaciones posteriores; el doctor Giusti consiguió fondos para la preparación de las ilustraciones del libro, tarea de la que se encargó Hugo Ikehara. Asimismo, el Fondo Editorial de la PUCP, en particular su directora, la magíster Patricia Arévalo, y su equipo, como en muchas ocasiones anteriores, hicieron posible la publicación del presente libro. A la doctora Harman igualmente debo mi agradecimiento por su eficiente organización del evento de 2006 y muchos otros.

El doctor Santiago Uceda me acogió en varias visitas al complejo de las Huacas del Sol y de la Luna y me facilitó publicaciones de su proyecto.

No quiero terminar esta lista antes de agradecer de un modo muy especial a mi familia, y sobre todo a mi esposa Iris, quien siempre ha sido mi apoyo principal en todos estos años. Ella ha colaborado activamente en los eventos mencionados y todos los demás, ha hecho contactos muy importantes y ha soportado mi quizá excesiva dedicación a estos trabajos.

A todos ellos y a otros más que puedo haber omitido sin intención, mis más profundos agradecimientos.

Peter Kaulicke

1 Para las referencias citadas, véase la introducción del presente libro.

2 Véase la introducción del presente libro.