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SECCIÓN DE OBRAS DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA


Desastres agrícolas en México

Comité de selección

Dr. Antonio Alonso
Dr. Francisco Bolívar Zapata
Dr. Javier Bracho
Dr. Juan Luis Cifuentes
Dra. Rosalinda Contreras
Dr. Jorge Flores Valdés
Dr. Juan Ramón de la Fuente
Dr. Leopoldo García-Colín Scherer
Dr. Adolfo Guzmán Arenas
Dr. Gonzalo Halffter
Dr. Jaime Martuscelli
Dra. Isaura Meza
Dr. José Luis Morán
Dr. Héctor Nava Jaimes
Dr. Manuel Peimbert
Dr. Ruy Pérez Tamayo
Dr. Julio Rubio Oca
Dr. José Sarukhán
Dr. Guillermo Soberón
Dr. Elías Trabulse

Coordinadora

María del Carmen Farías R.

VIRGINIA GARCÍA ACOSTA
JUAN MANUEL PÉREZ ZEVALLOS • AMÉRICA MOLINA DEL VILLAR

Desastres agrícolas en México

Catálogo histórico

TOMO I
Épocas prehispánica y colonial (958–1822)

Fondo de Cultura Económica

CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SUPERIORES EN ANTROPOLOGÍA SOCIAL
FONDO DE CULTURA ECONÓMICA

Primera edición, 2003
Primera edición electrónica, 2014

Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio. Todos los contenidos que se incluyen tales como características tipográficas y de diagramación, textos, gráficos, logotipos, iconos, imágenes, etc., son propiedad exclusiva del Fondo de Cultura Económica y están protegidos por las leyes mexicanas e internacionales del copyright o derecho de autor.

Índice general

Índice de ilustraciones

Presentación general

Semblanza de los autores

Estudio introductorio: épocas prehispánica y colonial (958-1822)

La historiografía mexicana y el estudio social de los desastres

El estudio histórico de los desastres: sequías y crisis agrícolas

Estudio de fuentes del catálogo

1. Los archivos

Archivos de la ciudad de México

Archivos estatales

Archivos municipales

Archivos del extranjero

Archivos eclesiásticos

2. Las fuentes bibliográficas

Códices y mapas

Crónicas coloniales

Anales y Relaciones Geográficas de los siglos XVI, XVII y XVIII

Historiadores de los siglos XVIII y XIX

Diarios y efemérides

Libros de viajeros

Compilaciones documentales

Historiadores del siglo XX

3. La hemerografía

Bibliografía del estudio introductorio

Épocas prehispánica y colonial (958-1822)

Época prehispánica: 958-1518

Siglo XVI: 1519-1600

Siglo XVII: 1601-1700

Siglo XVIII: 1701-1780

Siglo XVIII: 1781-1786

Siglo XVIII: 1787-1800

Periodo colonial tardío: 1801-1822

Fuentes

Fuentes bibliográficas y hemerográficas

Fuentes de archivo y ramos

Índices

Índice temático

Índice toponímico

Índice de ilustraciones

“… hubo tantas nieves que morían los hombres”, 1447 (7 caña)

“… hubo tanta hambre que morían los hombres”, 1454 (1 conejo)

“… corrió una cometa muy grande”, 1489 (10 casa)

“… hubo grandes nieves”, 1503 (11 caña)

“… hubo grande hambre”, 1505 (13 casa)

“… hubo tanto ratón […] que se comían todos los sembrados”, 1506 (1 conejo)

“… hubo grandes nieves”, 1511 (6 caña)

“… murió mucha gente de viruelas”, 1538 (7 conejo)

“Aires grandes […] gran mortandad de indios”, 1544 (13 caña) y 1545 (1 casa)

Exvoto con la Virgen de Ocotlán

Exvoto con la Virgen de los Remedios

Retablo de la Virgen de los Remedios

Virgen de Guadalupe. Grabado de José Ibarra y Baltasar Troncoso, 1743

San Isidro Labrador

Exvoto sobre cólera morbus, 1742

Exvoto sobre viruela, 1761

San Nicolás Tolentino. Tabla del siglo XV

“… cayó una centella por la esquina de la casa”. Exvoto anónimo, siglo XIX

Exvoto sobre calenturas, 1779

Padre Carranco Barrientos. Bautizado en Cholula en el siglo XVIII

Fray Junípero Serra en 1785

La muerte. Óleo anónimo del siglo XVIII

Inundación en Culhuacán en 1786

Virgen de Guadalupe. Óleo anónimo del siglo XVIII

Vacuna contra la viruela. Siglo XIX

Presentación general

EL ESTUDIO de los desastres desde una perspectiva histórica constituye un tema relativamente nuevo en México. En algunas instituciones, como el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), este interés se desarrolló a partir de los sismos de 1985. Sin duda existen circunstancias que tienen una trascendencia particular en el desarrollo profesional e institucional, y en este caso así sucedió. Iniciamos los trabajos rastreando la historia sísmica mexicana y elaboramos catálogos que cubrieran periodos largos, tratando de documentar dicha historia lo más ampliamente posible.1 La enorme riqueza tanto en calidad como en cantidad de la información obtenida abrió nuevos caminos que invitaron a estudiar los temblores como fenómenos sociales.2

De lo anterior se derivó el interés por incursionar en un campo más general, al que ahora denominamos “estudios históricos sobre desastres”. En él hemos incluido los relacionados tanto con temblores como con otros fenómenos naturales o amenazas cuya presencia, vinculada a sociedades vulnerables, da lugar y ha dado lugar históricamente a procesos que hemos caracterizado como desastres.

Comenzó entonces un recorrido por nuevas veredas alrededor de un tema que, si bien se ubica dentro del campo que en términos genéricos corresponde al estudio histórico de los desastres, incursiona por la senda de aquellos cuyos efectos fueron resentidos de manera particular en el sector agrícola, de ahí que los denominemos “desastres agrícolas”. La historiografía mexicana había abierto ya pistas importantes alrededor del estudio de las crisis agrícolas y las sequías, así como, aunque con menor énfasis, en torno a la historia de la alimentación y de los precios de productos básicos en momentos de escasez y carestía.3 Estos antecedentes resultaron determinantes para adentrarnos en ciertos tipos de desastres que, aun cuando se encuentran asociados con amenazas de origen natural, parecían ofrecer elementos complementarios aunque diferentes para llevar a cabo el análisis de los desastres ocurridos en la historia de México.

Al igual que en la experiencia previa relacionada con el estudio de los sismos, era necesario comenzar con una recopilación amplia de información que permitiera conformar un catálogo sobre desastres agrícolas en la historia de México. Uno de nuestros intereses centrales estaba dirigido al estudio particular de las sequías y sus efectos en sociedades de base agrícola; no obstante, consideramos que para dar cuenta realmente de un campo más vasto, como el de los desastres agrícolas, debíamos incluir material sobre procesos derivados no sólo de la escasez de agua sino también sobre aquellos en los que la abundancia o el exceso de dicho recurso, así como la presencia de amenazas como ciclones, huracanes, heladas, nevadas, granizadas e incluso plagas, afectaron de diversas maneras la producción agrícola y con frecuencia también la ganadera. Es así como observamos la ocurrencia de desastres agrícolas cuyos orígenes, si bien se relacionaban de manera directa con alguna amenaza de índole natural, estaban estrechamente vinculados a las condiciones sociales, económicas y, en ocasiones, políticas y culturales de la región estudiada, es decir, con la vulnerabilidad del contexto en que se presentaban. Estas mismas condiciones, aunadas a la magnitud, la frecuencia, la duración, el alcance y las características de la amenaza natural en cuestión, provocaban determinados efectos y respuestas, siempre diferenciales, de parte de los diversos sectores sociales afectados en cada periodo y área geográfica estudiados. Más tarde incorporamos la información relativa a epidemias que, si bien no caben de manera estricta dentro de los denominados desastres agrícolas, se presentaban con bastante frecuencia antes, pero sobre todo después de ocurridos estos últimos. De esta manera las epidemias registradas corresponden exclusivamente a aquellas que se encontraron de una u otra forma relacionadas con desastres agrícolas; sus denominaciones aparecen tanto en náhuatl como en español, según apareció en el documento consultado.

El marco temporal cubre cuatro siglos y medio de nuestra historia. Originalmente sólo se había considerado incluir el periodo colonial y el siglo XIX; sin embargo, la localización de material interesante, novedoso y, en algunos casos, diferente, para los años previos a la invasión española, nos obligó a ampliarlo, aunque hemos de reconocer que la información correspondiente a la época prehispánica es la menos abundante.

Los volúmenes que ahora ofrecemos bajo el título de Desastres agrícolas en México cubren así desde el año 958 hasta 1900 y constituyen el primer resultado conjunto de esta iniciativa que, habiéndose iniciado en 1992, tenía como finalidad primera obtener, ordenar y sistematizar en un catálogo cronológico la información sobre desastres agrícolas proveniente básicamente de fuentes primarias. Dada la amplitud del periodo seleccionado y la abundancia de la información obtenida, el catálogo está dividido en dos tomos. El primero abarca desde la época prehispánica hasta fines de la colonial (958-1822),4 y dada la riqueza de los resultados se ha dividido en siete partes. El segundo tomo, incluido en un solo apartado, cubre el resto del siglo XIX, dando inicio el mismo año en que concluye el primero (1822-1900).5

El material disponible para cada tomo provino de fuentes con distintas características y ofrece particularidades y variantes que era necesario identificar.6 Por lo anterior, cada tomo de Desastres agrícolas en México cuenta tanto con su propio estudio introductorio al inicio de cada uno de ellos como con índices y bibliografía independientes al final de cada tomo.

Una investigación de esta envergadura ha requerido la colaboración y el apoyo de diversas instituciones y de muchas personas. Originalmente empezamos el proyecto Antonio Escobar Ohmstede y quien esto escribe, dividiéndonos el trabajo con base en nuestra experiencia en términos temporales: siglo XIX y época colonial, respectivamente. Considerando que se requerían especialistas en el periodo colonial temprano, se incorporó Juan Manuel Pérez Zevallos para coordinar esa parte del estudio. Más tarde, y dado el conocimiento que había logrado en el campo, aceptó colaborar América Molina del Villar para reforzar el trabajo en su conjunto. Sin duda, esta coordinación colectiva no siempre fue fácil, pero sólo así se logró que el resultado final haya rebasado con mucho los modestos intereses originales.

La labor desarrollada por el equipo de becarios fue medular. Trabajaron con nosotros en los diversos archivos, hemerotecas y bibliotecas seleccionados, y juntos aprendimos a identificar y a diferenciar el tipo de datos que convenía obtener, ordenar y sistematizar para conformar un catálogo sobre desastres agrícolas. Algunos de ellos elaboraron ponencias o ensayos e incluso sus propias tesis profesionales. A los que participaron sólo algunos meses y a los que lo hicieron a lo largo de varios años, a los que obtuvieron datos e hicieron fichas, a los que elaboraron y corrigieron índices y bibliografías, a todos estos colaboradores les debemos un especial agradecimiento: Claudia Ballesteros, Isabel Campos, Beatriz Dávalos, Elvia Diego, Susana Espinosa, Patricia Fájer, Norma García Arévila, Alma García Hernández, Rocío González, Rocío Hernández, Paula Graf, Ana María Gutiérrez, Viviana Kuri, Patricia Lagos, María del Carmen León, Davison Mazabel, Miguel Pastrana, María de la Luz Pérez Meléndez, Sebastián Pla y Celia Salazar.

Contamos también con importantes respaldos institucionales. Por un lado, del CIESAS, particularmente de dos de sus directores generales: Teresa Rojas Rabiela, que lo fuera durante la mayor parte del desarrollo del estudio y cuyo apoyo fue siempre decidido, y Rafael Loyola Díaz, a lo largo de su actual gestión y de su insistencia en que el estudio de los desastres debe tener una atención particular dentro de la agenda nacional. Por otro, del CONACYT, que, seguramente al reconocer que el estudio histórico de los desastres agrícolas constituía un tema de particular interés en un país conformado por una enorme diversidad de regiones susceptibles de ser afectadas de manera diferencial por amenazas muy diversas, ofreció el financiamiento necesario para contar con un nutrido grupo de becarios y llevar a cabo el trabajo de archivo, hemerográfico y bibliográfico en diversos estados de la república.

Los presentes tomos conforman así un largo recorrido que ha dado como resultado un catálogo cronológico amplio de los desastres agrícolas ocurridos a lo largo de cuatro siglos y medio de nuestra historia. Constituye un cuerpo documental que puede ser de utilidad no sólo para los científicos sociales interesados en la dimensión histórica de los desastres, para lo cual el catálogo constituirá una base fundamental, sino también para especialistas en otros campos, tales como climatólogos, meteorólogos y ecólogos, ingenieros hidráulicos o agrónomos, e incluso para las autoridades centrales o locales involucradas en la toma de decisiones en temas relacionados con los asuntos aquí considerados. La preparación final para la publicación estuvo sujeta a innumerables correcciones y revisiones, razón por la cual se da a conocer al público interesado varios años después de haber culminado la investigación. Es así como esta obra conjunta es el resultado de un prolongado trabajo en equipo, que esperamos sea el germen para recorrer nuevas veredas en busca de futuras y ricas investigaciones que permitan ampliar el estudio histórico de los desastres.

VIRGINIA GARCÍA ACOSTA

1 El catálogo más acabado fue publicado en 1996: cfr. Virginia García Acosta y Gerardo Suárez Reynoso, Los sismos en la historia de México, vol. 1, FCE-CIESAS-UNAM, México, y se basó en dos publicaciones previas: Teresa Rojas Rabiela, Juan Manuel Pérez Zevallos y Virginia García Acosta, coords., Y volvió a temblar… Cronología de los sismos en México (de 1 pedernal a 1821), CIESAS, México, 1987, y Virginia García Acosta, Rocío Hernández, Irene Márquez et al., “Cronología de los sismos en la cuenca del Valle de México”, en: Estudios sobre sismicidad en el Valle de México, DDF-PNUD, México, 1988, pp. 409-498.

2 Este proyecto generó muchos resultados, derivados de los catálogos sobre sismos. Un listado de ello se encuentra en el anexo que aparece en Virginia García Acosta, Los sismos en la historia de México, vol. II, “El análisis social”, FCE-CIESAS-UNAM, México (en prensa).

3 Para mayor información al respecto, consúltense los estudios introductorios de cada uno de los dos tomos de la presente obra.

4 Los coordinadores de esta parte fueron Virginia García Acosta, Juan Manuel Pérez Zevallos y América Molina del Villar.

5 Coordinado por Antonio Escobar Ohmstede.

6 Todo el material original que aparece en ambos tomos se encuentra vertido en fichas y obra en poder del CIESAS.

Semblanza de los autores

Virginia García Acosta

Virginia García Acosta obtuvo la licenciatura y la maestría en antropología social en la Universidad Iberoamericana y, en 1995, el doctorado en historia en la Universidad Nacional Autónoma de México. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Mexicana de Ciencias. También es profesora-investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, donde su labor principal ha girado en torno a la historia de la alimentación y el estudio del riesgo y los desastres desde una perspectiva histórica y antropológica. Entre los libros que ha publicado destacan el primer tomo de Los sismos en la historia de México (1996), en coautoría con Gerardo Suárez Reynoso, y el segundo tomo (2001), de su autoría exclusiva

Juan Manuel Pérez Zevallos

Juan Manuel Pérez Zevallos es profesor-investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social. Licenciado en etnohistoria de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), realizó estudios de posgrado en antropología social en la ENAH y de historia en El Colegio de México. Autor de La visita de Gómez Nieto a la Huasteca 1532-1533 (2002), Xochimilco ayer I (2002) y Xochimilco ayer II (2003), ha publicado también, en coautoría con Valentina Garza Martínez, el Libro del cabildo de la villa de Santiago del Saltillo (1578-1655) (2002) y, con Luis Reyes García, La fundación de San Luis Tlaxialtemalco según los Títulos Primordiales de San Gregorio Atlapulco (1519-1606) (2003).

América Molina del Villar

América Molina del Villar es profesora-investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social desde 1990. En esta institución ha trabajado en la línea de historia de los sismos y desastres en México. Como resultado de este proyecto, en 1996 publicó un trabajo titulado Por voluntad divina: escasez, epidemias y otras calamidades en la ciudad de México, 1700-1762. En 1998 obtuvo el grado de doctora en historia por El Colegio de México con la tesis “La propagación del matlazahuatl. Espacio y sociedad en la Nueva España, 1736-1746”. Este estudio fue ampliado y en 2001 salió publicado con el título La Nueva España y el matlazahuatl, 1736-1739, el cual obtuvo una mención honorífica en el Premio Antonio García Cubas al mejor libro de antropología e historia, otorgado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Antropología e Historia. América Molina ha publicado artículos e impartido ponencias en México y en el extranjero relativos al tema de la historia de las epidemias y las crisis agrícolas del siglo XVIII. Actualmente desarrolla un proyecto de investigación con apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología sobre “Demografía y movimientos de población en el campo mexicano. Los pueblos y haciendas del área central, siglos XVIII y XIX”. Desde 1996 es miembro del Sistema Nacional de Investigadores.