A través de nuestras publicaciones se ofrece un canal de difusión para las investigaciones que se elaboran al interior de las universidfades e instituciones públicas de educación superior del país, partiendo de la convicción de que dicho quehacer intelectual sólo está comnpleto y tiene razón de ser cuando se comparten sus resultados con la colectividad. El conocimiento como fin último no tiene sentido, su razón es hacer mejor la vida de las comunidades y del país en general, contribuyendo a que haya un intercambio de ideas que ayude a construir una sociedad informada y madura, mediante la discusión de las ideas en la que tengan cabida todos los ciudadanos, es decir utilizando los espacios públicos.

Con esta colección Pública Ensayo presentamos una serie de estudios y reflexiones de investigadores y académicos en torno a escritores fundamentales para la cultura hispanoamericana con las cuales se actualizan las obras de dichas autores y se ofrecen ideas inteligentes y novedosas para su interpretación y lectura.

 

Títulos de Pública Ensayo

1.- México heterodoxo. Diversidad religiosa en las letras del siglo XIX y comienzos del XX

José Ricardo Chaves

2.- La historia y el laberinto. Hacia una estética del devenir en Octavio Paz

Javier Rico Moreno

3.- La esfera de las rutas. El viaje poético de Pellicer

Álvaro Ruiz Abreu

4.- Amigos de sor Juana. Sexteto biográfico

Guillermo Schmidhuber de la Mora

5.- Los jeroglíficos de Fernán González Eslava

Édgar Valencia

6.- México en la obra de Roberto Bolaño

Fernando Saucedo Lastra

Los derechos exclusivos de la edición quedan reservados para todos los países de habla hispana.

Prohibida la reproducción parcial o total, por cualquier medio conocido o por conocerse, sin el consentimiento por escrito de los legítimos titulares de los derechos.

Primera edición, mayo de 2015

De la presente edición:

D.R. © 2015, Fernando Saucedo Lastra

© Bonilla Artigas Editores, S.A. de C.V., 2015

Cerro Tres Marías número 354

Col. Campestre Churubusco, C.P. 04200

México, D. F.

editorial@libreriabonilla.com.mx

www.libreriabonilla.com.mx

© Iberoamericana, 2015.

Amor de Dios, 1– E - 28014, Madrid

Tel.: + 34 91 429 35 22–

ISBN 978-607-8348-60-2 (Bonilla Artigas Editores)

ISBN 978-84-8489-886-3 (Iberoamericana)

ISBN ePub: 978-607-8348-80-0

Cuidado de la edición: Bonilla Artigas Editores

Diseño editorial: Saúl Marcos Castillejos

Diseño de portada: Teresita Rodríguez Love

Ilustración de portada: Bonilla Artigas Editores

Hecho en México

Contenido

INTRODUCCIÓN

LA RELACIÓN DE ROBERTO BOLAÑO CON MÉXICO

1968-1973. Los primeros años

1974-1976. México, escritura y vanguardia

La formación intelectual. Bolaño y los escritores mexicanos

1977. El viaje a España. Bolaño y su visión subjetiva de México

MÉXICO EN LA OBRA DE ROBERTO BOLAÑO.
1980-1997

La parte de los críticos

Desde Amberes hasta Llamadas telefónicas.
Ambientes germinales y la creciente centralidad del tema mexicano en la obra de Roberto Bolaño

Amberes. Monsieur Pain

La pista de hielo

La literatura nazi en América

Estrella distante

Llamadas telefónicas

Visión de conjunto. México como espacio de la memoria

EL ESPACIO DIVIDIDO: LA CIUDAD Y EL DESIERTO
EN LOS DETECTIVES SALVAJES

Los detectives salvajes. Introducción: estructura y trama

La ciudad de México: espacio de la inestabilidad y la apariencia

La realidad dúplice

La ciudad de México como espacio de la catástrofe

De la ciudad de México a las ciudades del mundo. La realidad multiplicada: el viaje y el tiempo

El desierto o la visión del vacío

Visión de conjunto

EL RETORNO AL ORIGEN Y LA PERMANENCIA DEL MAL: 2666

Introducción

“La parte de los críticos”

“La parte de Amalfitano”

“La parte de Fate”

“La parte de los crímenes”

Estructura

Procedimientos estilísticos

El derrumbe de México. Denuncia social y novela política

La figura literaria del mexicano

“La parte de Archimboldi”

Visión de conjunto

La alteración cronológica y el determinismo en 2666

México: el retorno al origen y el espacio del mal

BIBLIOGRAFÍA

Sobre el autor

INTRODUCCIÓN

I

A finales de los años noventa del siglo pasado, tuve la gran fortuna de que Roberto Bolaño se cruzara en mi camino de lector. Esto sucedió, como es el caso tantas veces, por la recomendación de un amigo que supo, generosamente, compartir, partir el pan literario. Mi encuentro con esa literatura tan poderosa se llevó a cabo en un espacio de silencio. Antes de que la repercusión literaria y la beatificación, si no endiosamiento mediático, transformaran los textos del autor chileno en lectura obligada por la moda literaria, tuve la extraña suerte de entablar un diálogo con aquel escritor, que nunca conocí, en el silencio privilegiado de una lectura sin prejuicios, sin el ruido de los medios, sin los filtros de las teorías y de las interpretaciones. La lectura fue, así, un diálogo directo entre un lector y una novela, contacto raro, indispensable.

Mi primer libro fue Los detectives salvajes. Parecía imposible que un texto literario convocara con tanta fuerza un pasado y, como bien dice Ricardo Piglia, los indicios de un destino propio. El vínculo fue inmediato. Ahí estaba todo: los tormentos de los 17 años; los talleres de poesía casi siempre sospechosos; la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, los pasillos llenos de una muchedumbre viva, extraña, a veces lamentable, muchas veces, circense; Alcira (“Auxilio Lacouture”), vieja ya, interrumpiendo las lecciones para leernos poesía; allí estaba la errancia compartida, la búsqueda de pertenencia, el encuentro con el tiempo.

Esa primera lectura, entusiasmante, abrumadora, estableció un patrón, un ritmo de experiencia que se confirmó y ahondó en los siguientes textos de Bolaño, minuciosamente devorados en los siguientes años.

II

La literatura de Roberto Bolaño aparece, en un primer momento, como juego. El inicio de sus textos es complejo, de una gran densidad, pero siempre construido como juego, como risa y parodia. Esto sólo es una trampa engañabobos. Muy pronto, sin embargo, las obras de Bolaño se transfiguran en enigmas, en secretos cuyo verdadero sentido es una “figura que se oculta” (Piglia, Formas breves 127) en algún lugar del discurso-río de su estilo.

El intento de reconstruir un sentido escondido define al lector bolañiano. Las pistas del secreto de sus cuentos y novelas deben ser asaltadas y exploradas por el lector condenado, así, a representar incansable, tenazmente el papel de detective. Siempre he creído que toda la narrativa de Bolaño, incluso su poesía, puede (¿debe?) leerse en clave de novela policiaca. La gran diferencia con el hard-boiled es que el conjunto complejo y coherente de la obra del autor chileno (y mexicano y español y del mundo y de la errancia) revela siempre un crimen mayor que el de una sola muerte. Se trata de un crimen metafísico que nombra la caída de la poesía y de los poetas, de las generaciones, de las revoluciones, del amor, de los proyectos modernizadores; la caída de un país (México), la caída de una región (América Latina), el derrumbe del futuro del mundo en el despeñadero del tiempo.

La trampa engañabobos revela siempre al final su oscuro mecanismo: leer a Bolaño es un ejercicio de luminoso, deslumbrante pesimismo y exige al lector, como él se exigía a sí mismo como escritor, riesgo, valor y voluntad de abismo.

III

Este libro nace de una primera constatación: México, su paisaje y sus habitantes aparecen repetitivamente en la obra de Roberto Bolaño. Una lectura más atenta permite descubrir que la idea de México en la obra del autor chileno es recurrente y obsesiva desde su primera novela, Amberes; que México constituye el núcleo argumental y ambiental de sus obras mayores, Los detectives salvajes y 2666; en fin, que la idea y la imagen de México son centrales en la narrativa del autor chileno.

Tal insistencia en el tratamiento de México en la obra de Roberto Bolaño obliga a plantear diversas preguntas: ¿Por qué o para qué elige este autor a México como espacio para situar la trama de sus novelas? ¿Se limita a crear un contexto geográfico exótico como telón de fondo de sus obras o, en cambio, México, como espacio literario, influye en el devenir de argumentos y personajes y tiene un impacto en estructura y estilo novelístico? ¿Qué representan para Bolaño espacios tan diversos y distintos como la ciudad, el desierto y la frontera al momento de caracterizar el ámbito mexicano? En suma, ¿cómo se puede caracterizar la imagen de México que construye nuestro autor?

De tales interrogantes, surgen las tres ideas/objetivos fundamentales que quiero demostrar en la presente investigación.

1. Existe una gradación, una intensificación en el tratamiento del tema mexicano en la obra narrativa de Roberto Bolaño. México aparece primero en ambientes, personajes y temas sólo germinales en novelas como Amberes, La pista de hielo, Monsieur Pain, Estrella distante; más tarde, pasa por un desarrollo más amplio y ambicioso en la colección de cuentos Llamadas telefónicas; y, finalmente, se convierte en centro narrativo de las obras mayores del autor chileno, Los detectives salvajes y 2666.

2. La imagen de México que se construye en la obra de Roberto Bolaño se asocia con la idea de la destrucción, del crimen, de la muerte y del mal. Se trata, en suma, de una caracterización profundamente pesimista, distópica y con rasgos escatológico-apocalípticos, lo que permitiría una lectura simbólica de la novela, ya que México en la obra de Roberto Bolaño parece representar el espacio caótico, destructivo del origen mítico.

3. Tales elecciones narrativas vinculan a Roberto Bolaño con una antigua y equívoca tradición o discurso que representa a México como el país remoto y exótico en donde se conservan fuerzas naturales primigenias o el país en el que viven seres en los que se encarna el espíritu maligno y criminal azteca y en donde se verifica la caída o el extravío del visitante extranjero. Roberto Bolaño no rebasa críticamente tal discurso de representación en su obra, sino que lo repite y reafirma, enunciando su permanencia, no sin consecuencias de orden artístico y ético.

Precede este desarrollo estructural, un primer capítulo sobre la relación de Roberto Bolaño con México, introducción y contexto al análisis y a la interpretación del resto de la investigación, en el que intentaré demostrar biográficamente el profundo vínculo, emotivo e intelectual, que desarrolló el autor chileno con México.

Para justificar estas ideas y objetivos, estudiaré principalmente la categoría narrativa de espacio y la caracterización del personaje literario en las novelas y colecciones de cuentos de Roberto Bolaño elegidos.

IV

Sé que el tema de mi estudio podría ser cuestionable; corro el riesgo de que la sombra del chovinismo se atraviese en el camino o se encuentre en la base de mi elección. Sin embargo, no me interesa proteger a México de supuestas operaciones de deformación o de descrédito; no me interesa denunciar, desde la hipersensibilidad nacionalista, el daño de la imagen internacional del “amado país” o de la patria, porque no es mi intención determinar si el país que imagina Roberto Bolaño es “real”. Mi objetivo no es “analizar […] los grados de ‘fidelidad’ en esas supuestas representaciones (la ilusión de realidad), sino los diversos modos discursivos de significar el espacio literario” (Pimentel 9). Coincido con la crítica de Edward Said cuando señala, como Pimentel, que en un análisis como el que me propongo elaborar:

estas representaciones son representaciones y no retratos “naturales” […] Los aspectos que se deben considerar son el estilo, las figuras del discurso, las escenas, los recursos narrativos y las circunstancias históricas y sociales, pero no la exactitud de la representación ni su fidelidad a algún gran original (45).

Me interesa, pues, examinar la representación literaria de México dentro de la lógica interna de la diégesis que construye Bolaño desde Amberes hasta 2666, entender sus características, sus mecanismos y sus filiaciones y no la exactitud de la representación que construye el autor chileno de acuerdo a una supuesta fidelidad al “gran original” mexicano.

Sin embargo, sí quiero reflexionar sobre el hecho de que toda representación, además de su realidad literaria, tiene consecuencias humanas, éticas. La imaginación de autores que han tematizado a México y a sus habitantes crea realidades literarias que no son designaciones neutrales, sino interpretaciones evaluativas.

Creo, con Said, que una representación nace siempre de tendencias y propósitos que están entretejidos con contextos culturales, con tradiciones y discursos. Y una representación, en este caso literaria, narra la experiencia humana, lo que tiene profundas implicaciones éticas, filosóficas, artísticas:

El pensamiento y la experiencia actuales nos han enseñado a ser sensibles ante lo que implican la representación, el estudio de lo “otro”, el pensamiento racista, la aceptación sin reflexión ni crítica de la autoridad y de las ideas que hacen autoridad, el papel sociopolítico de los intelectuales y el gran valor de una conciencia crítica y escéptica. Quizá, si recordamos que estudiar la experiencia humana normalmente tiene consecuencias éticas, por no decir nada de las políticas, en el mejor o peor sentido del término, no seremos indiferentes a lo que hacemos como eruditos (430).

La imagen que Bolaño construye de México y de sus habitantes no es, pues, inocente y exige exploración y crítica, pero sin chovinismo o arrebatos nacionalistas.