Details
Una buena estrella
3,99 € |
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Verlag: | Letrame Grupo Editorial |
Format: | EPUB |
Veröffentl.: | 30.07.2024 |
ISBN/EAN: | 9788410689015 |
Sprache: | spanisch |
Anzahl Seiten: | 200 |
Dieses eBook enthält ein Wasserzeichen.
Beschreibungen
El presente libro titulado UNA BUENA ESTRELLA, reúne unos cuantos poemas y escritos que escribí por los años 70, así como un librillo de mi amiga de Rosario (Argentina) Elda María Paván Maggi, titulado LETRAS PARA LA ESPERA (Profecías al alcance del deseo acerca del advenimiento del Segundo Hombre). En aquellos tiempos ella y yo mantuvimos una linda amistad solo por correo. Para mí era como un oasis en el desierto afectivo en el que me encontraba; siempre que recibía sus cartas, me daba ánimo para seguir adelante en esta vida, en la que me sentía tremendamente solo. "Toma mi mano", me escribía una y otra vez, y yo, en la distancia, la agarraba y sentía de cerca su compañía…
El proceso militar que tuvo Argentina congeló algo nuestra relación y, en cierta manera formo parte de esa demencia perversa colectiva que sufrieron los argentinos. Según me contó ella, muchas veces mis cartas le llegaban abiertas. ¿Qué demonios buscaban los que las abrían? También me escribió que "veía cómo apoyaban el arma en las mejillas de su bebé…" Actualmente lo mejor es olvidar lo que sucedió, porque el olvidar es una forma de perdonar… En octubre de 1997, después de conseguir mi número de teléfono de Alicante, me dijo lo siguiente, "Gracias, te quiero, lo siento, lo siento, perdóname" (Ho oponopono).
Como profesor de Electrónica de Formación Profesional, aproveché las vacaciones de Semana Santa de 1998 para atravesar el océano Atlántico e ir a Rosario, y seguir con nuestra historia que comenzó a finales del verano de 1973, en Alicante, en donde el último día de su estancia en España, y de escuchar en la casa de mis padres, un fragmento de La Pasión según San Mateo, de Johann Sebastian Bach, ella, con su poncho rojo, se alejó de España. Quizás el Destino o nuestros ángeles de la guarda decidieron que viviéramos esta relación, tal como fue, no otra, y con este convencimiento las cosas siempre son perfectas de que sucedan tal cómo suceden.
El proceso militar que tuvo Argentina congeló algo nuestra relación y, en cierta manera formo parte de esa demencia perversa colectiva que sufrieron los argentinos. Según me contó ella, muchas veces mis cartas le llegaban abiertas. ¿Qué demonios buscaban los que las abrían? También me escribió que "veía cómo apoyaban el arma en las mejillas de su bebé…" Actualmente lo mejor es olvidar lo que sucedió, porque el olvidar es una forma de perdonar… En octubre de 1997, después de conseguir mi número de teléfono de Alicante, me dijo lo siguiente, "Gracias, te quiero, lo siento, lo siento, perdóname" (Ho oponopono).
Como profesor de Electrónica de Formación Profesional, aproveché las vacaciones de Semana Santa de 1998 para atravesar el océano Atlántico e ir a Rosario, y seguir con nuestra historia que comenzó a finales del verano de 1973, en Alicante, en donde el último día de su estancia en España, y de escuchar en la casa de mis padres, un fragmento de La Pasión según San Mateo, de Johann Sebastian Bach, ella, con su poncho rojo, se alejó de España. Quizás el Destino o nuestros ángeles de la guarda decidieron que viviéramos esta relación, tal como fue, no otra, y con este convencimiento las cosas siempre son perfectas de que sucedan tal cómo suceden.